Del libro de Belén
Ojeda “Grafitti y otros textos”, Monte Ávila Editores, 2002
DE LO QUE GOYA SE
ENTERÓ
Excelentísima Doña Belén de
Ojeda:
Mucho
ha de empacarse Vuestra Merced por el atrevimiento de estas letras, que con
muchos trabajos y placer os confiero, tanto más que para vos soy un extraño.
He permanecido hasta ahora en
el más reposado de mis silencios, dejando que de mí se diga cuanto se quiera y
mucho más, sin que aqueso logre perturbarme. Sin embargo, esta mañana ha traído
el mozo, junto con los aceites y los tintes, un ejemplar de vuestro libro y he
leído con la mayor sorpresa un fragmento del Diario de Cayetana. Os confieso
que desconocía por entero que ella llevara alguno. Del ejemplar que me interesa
saber, ha publicado V.M. egoístamente tan sólo un trozo y cierto pálpito me
hace estar cierto, que habiendo llegado ese escrito a una mujer, para más señas
sabida de letras como sois, que jamás conoceré el resto. Conozco ya vuestra
solidaridad de género, tras de la que ocultáis los más sorprendentes secretos.
A cada instante me pregunto por las frases que habrá estampado mi Cayetana de
su dulce mano, las huellas de las horas vividas en sus ojos y en mis manos,
cuando le daba entonces vida eterna. De esas tintas penden también retazos de
mi existencia.
No temo que a partir de ahora,
de mí se sepa más de lo que se sabe u otra cosa, pues que al fin ya nada puede
afectarme. Más bien, entended que estas escritas se resuelven en el intento de
convencerle, de rogarle hacerme llegar copias de esas páginas que tiene en su
poder, y ofrezco por ello la mayor discreción. Por mis señas no debéis
preocuparos, aquí me hallo de cierta forma conjurado por vos y seguramente
vuestras misivas lleguen, aunque tal poema no haya sido escrito pensando
precisamente en mí.
Sabed que estoy, por otra, muy
interesado en un retrato vuestro, y por Dios que no he podido siquiera comenzar
un tenue boceto, gracias a que vuestro exceso de actividad no os hace estar un
momento quieta. Os aseguro que haré de vos un retrato que levantará escándalo.
Libraos, pues, en mis manos y dejadme hacer del arte que tan bien conozco.
Antonio opina que debería plasmaros engalanada con riqueza, rodeada de verdor
exuberante dibujado a todo detalle y cercada de musas, pero soy poco amante de
ese regusto regalón por las alegorías y las cornucopias. Prefiero retrataros
tal cual sois, natural, clara y sencilla, despojada de espejuelos y de ropas,
con vuestra figura despachada, recostada en la tumbona y con la mirada de
soslayo al frente, mirándome.
¿Os reís?
Demostrad que vuestra osadía
va más allá de la muestra de esa página de diario, que sois de la misma savia
de aquélla a quien nombráis y dejad de lado toda negativa a bocajarro que
oculte un falso recato. Sabed que antes que hombre soy un artista y que la
condición de la que gozo ahora, me ha donado el perfecto dominio de mi técnica,
visto que no me atan ya las fuerzas de la carne...
No debéis tampoco temer el
origen y el misterio de estas líneas. Nada peor que los farsantes de ferias de
esotería y aguafiestas de oficio que desearan convenceros que intento
hechizaros para que vengáis a mis cármenes. Nada menos cierto. Puedo estar en muchas
plazas a un tiempo, en dondequiera y como quiera ¿o pensáis que estar en tantos
libros a la vez es un don de la casualidad?
Decidíos. Llevo todas las
horas del mundo, y como mal puede el tiempo medirse a sí mismo, muy poco me
pesa el esperar. Todo está dispuesto a la menor seña vuestra, hacedme avisar y
haré de S.E. la más inmortal entre todas las músicas.
A besamanos, siempre Vuestro,
De Goya y Lucientes
*
ACLARATORIA
Ante todo, deseo aclarar que de la
publicación de éste y otros textos por difundir, ha sido especial y principal
promotora Viviana Marcela Iriart, pujante, tenaz escritora y amiga de larga data,
a quien le debo impulso y líneas. Su especial estímulo y empuje, han hecho
posible que salgan del baúl algunos escritos olvidados; agradeceré siempre sus
observaciones, opiniones y gran generosidad. Para mí es un honor me haya
colocado en el grupo de otras escritoras
y producciones literarias probablemente más meritorias. Gracias.
En
segundo punto, paso a exponer que del poemario “Grafitti y otros textos”,
original de Belén Ojeda -que leí en su momento y hoy quizá sea objeto de
edición incunable, quién sabe, de tan singular músico y poetisa venezolana-,
captaron mi atención tres textos, altamente atractivos para mí por su potencial
teatral y lúdico.
En
primer lugar, el “Veredicto”; enunciado al inicio del libro, ha dado pie a una
pequeña escena de Teatro del Absurdo, así como las alusiones a Goya (“Del Diario
de la Maja”) y a Velásquez, han decantado una, a una comunicación epistolar
y otra, a un par de textos disquisitorios sobre los que me resultó entonces muy
nutritivo investigar y reflexionar.
De
esa ocasión y a modo de chanza literaria, paso en consecuencia a compartirles
una pretendida “carta”, dirigida a Belén Ojeda, de parte del genial pintor
español.
Fanny Arjona
***
BELÉN OJEDA, nacida
en Caracas, Venezuela. Traductora, poeta, músico profesional y docente de
clases de Lenguaje y Análisis Musical. Egresada del Conservatorio Tchaikovsky
de Moscú. A los 8 empezó estudios Teoría y Solfeo y luego piano. Ganó una beca
para proseguir estudios musicales en Conservatorio Chaikovski de Moscú donde
vivió ocho años, lo que le acercó a la lengua rusa y a su poesía. Se graduó en
Dirección Coral. Ha sido directora coral y coralista. La música y la literatura
siempre han estado presentes en su vida. A su vuelta a Venezuela formó parte
del Taller de Poesía del CELARG, coordinado por Ida Gramcko.
Ha publicado los poemarios:
Días de solsticio (PEN CLUB, 1995); En el ojo de la cabra (Editorial Diosa
Blanca); Territorios (La Liebre Libre Editores, 2000); Graffiti y otros textos
(Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2002) y Obra completa (LP5 Editora,
2020). Traductora directamente del ruso de: Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva,
Ossip Mandelshtam y Boris Pasternak.
***
FANNY ARJONA
Cantante lírico, actriz y
escritora venezolana. En 2009 ganó el Concurso Internacional
de Canto Lírico Ciudad de Cervinara en Avellino, Italia. Su
actuación en dicho Festival, le valió la invitación –como única latinoamericana
participante en el evento- a audiciones de convocatoria exclusiva para
cantantes de la Unión Europea en el Teatro del Giglio, en Lucca. Es también la
primera venezolana que ha logrado ser admitida en un reducido número de
participantes en las Master Class de la reconocida soprano
búlgara Rayna Kabayvanska.
Ha cantado en calidad de
solista con la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, Orquesta Sinfónica de
Venezuela, Orquesta Municipal de Caracas, Gran Mariscal de Ayacucho y Orquesta
Sinfónica de la Ópera, bajo la conducción de los Mtos. Alfredo Rugeles, Juan
Carlos Núñez, Rodolfo Saglimbeni, Antonio Delgado y Ángelo Pagliuca.
Formó parte activa del staff de la Compañía de Ópera Memoria
de Apariencias de la Camerata de Caracas, bajo la dirección de Isabel
Palacios.
Como actriz formó parte del
importantísimo grupo Rajatabla de Carlos Giménez, siendo dirigida por él en
numerosas obras con las cuales recorrió gran parte del mundo,
destacándose La Muerte de García Lorca y Bolívar de
José Antonio Rial, La vida es sueño de Calderón de la
Barca y el musical Historia de un Caballo de León
Tolstoi.
Como escritora es autora del
libreto Los Albores de la Revolución, espectáculo
multidisciplinario para actores, cantantes, Coro y Orquesta del Mto. Juan
Carlos Núñez, concebido para exaltar la gesta independentista de Francisco de
Miranda y del libreto de la obra sinfónica Amazonía del
Mto. Núñez. También hizo una versión de “La Orestíada” de Esquilo –para la
Cátedra Latinoamericana de Composición Antonio Estévez- y la del libreto
original de “La Viuda Alegre” de Léhar.
Actualmente asume la autoría
del libreto “Gringo enamorado”, junto al artista plástico
José Augusto Paradisi.
Resulta muy curioso constatar
cómo el medio artístico venezolano puede resultar abominablemente mezquino con
sus más conspicuos artistas. El caldo de cultivo de la competencia mal
entendida, puede hacer emerger como letales venenos la envidia, el resentimiento,
la hipocresía; siendo Juan Carlos el más conmovedor de los ejemplos.
A pesar de contar con la
amistad y el apoyo de figuras connotadas del medio, basadas en sincera amistad
y admiración recíprocas, es justo hacer notar que Juan Carlos tuvo que sortear
profundas y muy variadas dificultades de toda índole en su vida artística, no
sólo desde los inicios de su sólida formación académica, sino también
combatiendo en distintos frentes para poder estrenar sus obras.
Innumerables discusiones con
directivos que pretendieron una y otra vez imponerse sobre su criterio musical
en la selección de sus solistas, hasta los horarios y la disposición de
espacios para los ensayos con piano y con orquestas, todo en la vida artística
de Juan Carlos fue una lucha interminable, basada en su derecho a exigir
respeto a su persona y a su posición como Director, compositor, creador y
realizador de todas sus obras, grandes y pequeñas.
Su genio se derramó en
múltiples creaciones, no sólo en el ámbito sinfónico, sino también en su
incomparable aporte para los arreglos de la música popular venezolana que tanto
amó y que tan bien conoció e interpretó. Igualmente, su espíritu metamórfico se
expresó en música concebida para otras disciplinas -algo nada común para un
compositor de su rango-, para los formatos de Cine, Teatro, Danza, Ópera, amén
de arreglos de todo tipo, Oratorios, Música de Cámara y sobre todo, en su amada
invención en la que combinó música sinfónica y Teatro, que bautizó como
“Músicodramaturgia", cuyos frutos tuve el inmenso honor de estrenar y cuya
denominación ha sido mercenariamente plagiada y pirateada en “Unearte" sin
consentimiento alguno del Maestro y con supina y rabiosa ignorancia de quienes
pretenden dictar Cátedra de una modalidad que desconocen por completo. Digo
esto porque resulta muy doloroso e indignante cómo, ante la ausencia física del
genio, algunos pretenden ahora cobijarse bajo su sombra sin mérito alguno, más
allá del anecdotario personal. Sea propicia la ocasión igualmente, para
puntualizar que el Maestro nunca ejerció labor docente en “Unearte", por
más que quisieron forzar la barra otorgándole alguna Cátedra.
Juan
Carlos Núñez y Fanny Arjona
A raíz de la desaparición
física de Antonio Estévez, maestro de profunda raigambre personal y musical en
la vida de Juan Carlos, éste decide crear una Cátedra de Composición con su
nombre, que enaltezca su memoria. Dicha Cátedra tuvo infinidad de problemas
para su desarrollo dentro del medio para el que decidió aportar, y no deja de
sorprender que siendo JUAN CARLOS NÚÑEZ FUNDADOR DEL SISTEMA DE ORQUESTAS
NACIONALES JUVENILES E INFANTILES DE VENEZUELA junto al Mto. José Antonio
Abreu, se haya obviado olímpicamente su rol y su nombre en esa saga, que
injustísimamente jamás haya formado parte de su Directiva -cosa que de manera
muy sorpresiva, expedita y conveniente SÍ hayan logrado algunos políticos, que
no músicos-, que nunca ninguna orquesta del Sistema le fuera cedida para
estrenar ninguna de sus obras en ninguna de sus Salas y que se haya
arrinconado, al punto casi de desaparecer en vida del Mto., la Cátedra de
Composición que fundó en su sede.
Hubo de sobrellevar con mucha
indignación la injuria de contínuas faltas de respeto y rechazo a todas sus
propuestas académicas en favor de sus alumnos, lo que le desanimó cada vez y
terminó afectando gravemente su salud, para beneplácito de sus cordiales
enemigos. Toda una trama oscura, sibilina y corrompida le aisló con alevosa
maldad y le hizo sufrir indeciblemente, pues fue siempre un alma esencialmente
amante de la bondad del ser humano y profesó una fé profunda en el potencial
del talento joven, que tanto se esmeró en hacer florecer.
Sea muy oportuna la ocasión
para recordar que fue precisamente bajo su Dirección que se realizó el primer
concierto en gira internacional de la agrupación que más tarde sería conocida
como FESNOJIV, actualmente denominada “el Sistema".
Pero no todo fueron luchas,
también hubo muchos premios oficiales de su país y en el extranjero,
ceremonias, condecoraciones y múltiples reconocimientos en todas las
disciplinas en las que su creación infinita se expresó, junto a figuras
pivotales del medio cultural, para dejarnos páginas indelebles de su extenso
quehacer artístico. Páginas y eventos que fueron apreciados y aplaudidos de pie
por el público que siempre le respetó, admiró y acompañó; el público, su
aliciente y consuelo.
Hoy, después de su partida,
comienzan los homenajes. Pareciera que tuviese necesariamente que haber
desaparecido del plano físico el único compositor venezolano que figura en la
Enciclopedia Europea de la Música para que se reconociese su valía.
Y a partir de esta hora, en la
que muchos se aprovecharán de su ausencia para mostrar caretas y usurpar
bancos, me apresuro pues a hacer un saludo pleno de gratitud a los alumnos
egresados de su Cátedra que a continuación nombraré, pues lucharon a su lado
con su personal esfuerzo para hacer historia y en cada uno reside, por estrecha
conexión humana y académica que les tocó vivir, la semilla imborrable del
Maestro.
Vayan mi reconocimiento y
afecto para (+) LEONIDAS DE SANTIAGO (+), WILMER FLORES, DANIEL BRAVO, LIXI
MENDOZA, GUSTAVO RENDÓN, BERTHA E. ARTERO PONCE, RICARDO ESCORCIO, LIBER
OSCHER, MIGUEL DÍAZ BARRIOS, CÉSAR MALDONADO SOSA, ALBERTO GONZÁLEZ, ADRIÁN
SUÁREZ, LUIS OCHOA (+), EVENCIO JOSÉ DÍAZ CHAPARRO, ANDRÉS ELOY RODRÍGUEZ
MIRELES y MAURICIO INFANTE.
Gracias a todos por haber
escrito junto a Juan Carlos las páginas más apasionantes de su vida como
compositor docente, les saludo en la esperanza de que produzcan mucho más
frutos de tan profunda vid.
Como actriz formó parte del
importantísimo grupo Rajatabla de Carlos Giménez, siendo dirigida por él en
numerosas obras con las cuales recorrió gran parte del mundo, participando en
Festivales Nacionales e Internacionales de Teatro, destacándose La
Muerte de García Lorca y Bolívar de José
Antonio Rial, La vida es sueño de Calderón de la Barca y
el musical Historia de un Caballo de León Tolstoi.
Ganadora de los Premios
Nacionales de Canto “Escuela Superior de Música José Ángel Lamas” en sus
Niveles Medio y Superior y Premio Especial del Jurado “Vicente
Emilio Sojo” a la mejor interpretación de las obras de este autor
venezolano. En 2009 ganó el Concurso Internacional de Canto
Lírico Ciudad de Cervinara en Avellino, Italia. Su
actuación en dicho Festival, le valió la invitación –como única latinoamericana
participante en el evento- a audiciones de convocatoria exclusiva para
cantantes de la Unión Europea en el Teatro del Giglio, en Lucca. Es también la
primera venezolana que ha logrado ser admitida en un reducido número de
participantes en las Master Class de la reconocida soprano
búlgara Rayna Kabayvanska.
Ha cantado en calidad de solista
con la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, Orquesta Sinfónica de
Venezuela, Orquesta Municipal de Caracas, Gran Mariscal de Ayacucho y Orquesta
Sinfónica de la Ópera, bajo la conducción de los Mtos. Juan Carlos Núñez, Alfredo
Rugeles, Rodolfo Saglimbeni, Antonio Delgado y Ángelo Pagliuca. Formó
parte activa del staff de la Compañía de Ópera Memoria
de Apariencias de la Camerata de Caracas, bajo la dirección de Isabel
Palacios.
Como escritora es autora del
libreto Los Albores de la Revolución, espectáculo
multidisciplinario para actores, cantantes, Coro y Orquesta del Mto. Juan
Carlos Núñez, concebido para exaltar la gesta independentista de Francisco de
Miranda y del libreto de la obra sinfónica Amazonía del
Mto. Núñez. También hizo una versión de “La Orestíada” de Esquilo –para la
Cátedra Latinoamericana de Composición Antonio Estévez- y la del libreto
original de “La Viuda Alegre” de Léhar.
Actualmente asume la autoría del
libreto “Gringo enamorado”, junto al artista plástico
José Augusto Paradisi .
A propósito de la culminación de la temporada de obras y musicales en el país, la actriz y cantante lírica Fanny Arjona analiza el tema de las producciones de espectáculos, que se debaten entre la urgencia por producir ganancias y la necesidad de mostrar calidad artística
La improvisación –como algo no previsto o no preparado- no forma parte del vocabulario de Fanny Arjona.
A la cantante lírica y actriz, con sólida formación artística, le preocupa el devenir de las puestas en escena que se ofrecen en Venezuela. Y sí, por una parte, está el llamado “tema país”, del que por mucho padecerse, no se describe; también está el hecho de que los espectáculos, precisamente, por garantizarse un aforo repleto, buscan abastecerse con más nombres de estrellas del firmamento farandulero que de talentos, lo cual da, como resultado, obras que no satisfacen plenamente el requisito artístico y de calidad.
Este es un aspecto que a Arjona le preocupa, y del cual conversa.
-¿Qué importa más en las obras, en los musicales? ¿la capacidad actoral, la taquilla, el talento para cantar?
-A ese punto hay que responder con total sinceridad. En un medio artístico lógico, lo que primero se tomaría en cuenta es si los candidatos en cuestión tienen la facultad para cantar, unida a las necesarias condiciones actorales. Pero en un medio tan exótico como éste, la primera consideración que se tiene en cuenta es la ganancia. Lo que se busca primordialmente es que el elenco esté conformado por actores que sean “caras conocidas”, preferiblemente con proyección en televisión para asegurar una buena taquilla. Si cantan o no, es algo que después se ve en el camino y se soluciona según sople el viento. No hay mayor consideración más allá de si básicamente afinan o no. Clases o talleres, ensayos y profesores de ocasión, están considerados para salir del paso.
-¿Cree que hay un problema de formación artística en el país?
-Hay un problema grande y evidente en relación con la formación y salida a la palestra por afán de figurar, apremio alimentado por la presión de producciones y productores inescrupulosos, con objetivos claros de rentabilidad comercial. Y hacia ese punto están enfocadas también muchas “escuelas integrales” actuales, que le hacen el juego al sistema comercial.
-¡Claro que hay un problema, uno enorme! Hay profesores, referentes serios y sustentados, claro que los hay, pero de los que el comercio huye por impaciencia y obligación de “marketing”. Lo importante es producir rápido y cobrar, no importa qué. Gracias al bombardeo sistemático basado en la pobre concepción de cartelera y oferta teatral, el público ya está lo suficientemente atontado, aburrido y carente de opciones, como para aceptar cualquier oferta al paso.
-Mucha improvisación…
-Últimamente la gente “se forma a sí misma” de la noche a la mañana, sin referentes, en tiempo récord, instantáneamente. “Hay que resolver” es la consigna y sobre ese parámetro se sustenta la medianía, que no exige ni es exigida pero sí vendida. Si alguien sale bien librado del compromiso, es debido al sustento de su formación particular anterior a estas décadas. En un entorno inmediatista como éste, es fácil encontrar jóvenes aspirantes, espontáneos, animadores, modelos, dilettantes y ganadores de concursos de belleza que de pronto son “actores” que “hacen teatro” y “cantan”. Allí yo diría que lo más propio es llamar las cosas por su nombre para decir en toda regla que lo que hacen es comercio. “Ganapanes” los llamaba mi maestro…
-Y lo ideal sería contar con talentos formados tanto para la música como para la actuación.
-En el ámbito del canto lírico, hay excelentes cantantes que nunca han sido formados ni entrenados actoralmente, pero al menos son músicos, tienen escuela e instrumento a punto, restaría aportarles seriamente lo que les falta. Como contraparte, del lado teatral hay estupendos actores, unos pocos con condiciones idóneas para el canto y formación leve, y otros a los que sencillamente natura negó toda posibilidad con el canto y la música. Muy contrariamente de lo que sucede en el ámbito del canto académico, en el canto popular “canta” quien sea, cuando sea, sin importar el parche en el ojo.
-Como formato, el musical tiene presente y futuro en otras partes del mundo ¿lo tiene realmente en Venezuela?
-Toda forma artística depende de sus intérpretes y su supervivencia, de la calidad de los intérpretes mismos, tanto como del soporte económico para su proyección. Cuando hablas del musical, estás hablando de un gran género, muy exigente, de un esquema pre-establecido y formateado en Broadway, como ineludible referencia. Sería aventurado afirmar si el musical tiene o no futuro en el país, donde su aparición en cartelera ha sido más bien azarosa en el tiempo, si bien con más presencia en los últimos años. En el presente hemos visto grandes producciones esporádicas de gran formato y muchos yerros unas, con mayores aciertos otras, pero siempre de carácter transitorio. También hemos visto iniciativas de pequeño formato de cámara, conformadas por un ensamble instrumental ad hoc, de carácter monologal prácticamente, con clara proyección comercial y de calidad variable, que no pueden ser identificadas con el término de “musical” en toda regla.
-¿De qué dependería ese futuro?
-El futuro del musical depende de muchos factores, principalmente, el del aspecto de formación individual del artista para ofrecer un producto acabado, cualquiera sea su especialidad. Esa es la base sobre la que se asientan otros importantísimos condicionantes como viabilidad económica, realización, costo de los boletos y permanencia en cartelera, aspecto éste que en Venezuela es absurdo y totalmente contrapuesto a la naturaleza esencial de ese tipo de espectáculos. Aquí se han hecho grandes esfuerzos tratando de elegir buenos casts para grandes títulos ocasionales, inversiones millonarias en meses de ensayos y pocas funciones; más publicidad han obtenido los preparativos que el espectáculo mismo. Muchas veces, con resultados muy discutibles.
-Por lo general -y he allí la razón de ser de un musical-, un título dura años en cartelera y con elencos intercambiables, que van renovándose y sustituyéndose según pasa el tiempo. En el país se han hecho inversiones importantes en musicales con ciclos fugaces, con suerte llegan a uno o dos meses en mini-temporadas de fines de semana; complementadas luego con representaciones aisladas, dentro o fuera de la capital. El único musical que conozco estuvo a sala llena y con una larga temporada en su momento, fue “Historia de un Caballo” de León Tolstoi/ dirigida por Carlos Giménez con su grupo Rajatabla con un récord de 100 funciones continuas.
Fanny Arjona y Ángel Acosta en "Historia de un caballo", de Tolstoi, dirección de Carlos Giménez. Foto: Roland Streuli
Fanny Arjona en "Historia de un caballo" de Tolstoi-Carlos Gimenez. Foto: Roland Streuli
-Ignoro qué pueda deparar el futuro, pero mirando bien la situación actual y en medio de una crisis económica creciente, el gran musical es un formato arriesgado con pocas posibilidades de subsistir, tanto por sus exigentes niveles de inversión y preparación, como por cast idóneo y co-responsabilidad profesional. Por los momentos, está destinado a ser materia media de consumo masivo, es decir, a ser un espectáculo con medianías, para hacer negocio y no arte, no en el mismo empaque. Con honrosas excepciones.
-Si para los productores, lo comercial se impone a la calidad de la obra ¿cuál podría ser una salida honrosa, desde su punto de vista?
-Ya el hecho de que la calidad sea soslayada en una propuesta para ser ofrecida al público no es sólo un contrasentido, sino un irrespeto. Salidas honrosas creo que es precisamente el slogan detrás del que se han amparado muchos productores y directores con afán comercial para ofrecer espectáculos de dudosa calidad. En mi opinión, creo que en principio el problema debería enfocarse en depurar el medio profesional en lo posible para luego pensar en los títulos, y llegados a ese punto, pensar en un esquema adaptado a este medio, con sus posibilidades y limitaciones y en el que puedan tener cabida las producciones de compositores venezolanos. ¿Por qué no? Pero lo principal, y creo que eso responde a tu pregunta, es que los productores salgan de su estrecho cerco de farándula y miren más allá de la televisión y se documenten, vayan al teatro, a la Ópera, al ballet, a los conciertos, a ampliar su cultura, su nivel de información y sus radios de acción.
-¿Cómo hacer para que un productor sepa, conozca sobre el trabajo de los artistas, de los músicos formados?
-El ámbito de los productores comerciales es un ghetto cerrado poblado por misses, modelos, figuras del momento, cronistas de chismes y lugares de moda. Interesar a un productor para que acceda al mundo desconocido del espacio sinfónico por ejemplo, es ardua tarea. Sinceramente no sé de ningún productor de ese medio que vaya motu-proprio a ningún concierto, allí todo depende de su interés individual. Pero creo que allí los periodistas tienen un importante papel para dar a conocer e informar a ese sector tan desasistido y colaborar en las mejoras estructurales de esa dinámica, haciéndoles conocer de alguna forma quién es quién y el trabajo que ha realizado. Una sección configurada en alguna página web al efecto, una revista, alguna publicación, es lo que se me ocurre pudiera servir para esos fines. En ese sentido, creo que los profesionales de la comunicación social podrían servir igualmente como catalizadores sinérgicos e interactivos para las secciones gerenciales de teatros por ejemplo, aportándoles a éstas los nombres de distintos productores. Esto, con el fin de que puedan serles extendidas invitaciones a aquellos para sus programaciones.
-Usted es un referente artístico en este tipo de obras ¿dónde están otros artistas así?
-Gracias por lo de referente artístico. Los otros artistas como yo, según expresas, lamentablemente no abundan. Aclaro esta afirmación rápidamente, primero, porque muchos actores reconocidos han hecho sus carreras teatrales sin cantar nunca ni pretender hacerlo, y segundo porque muchos cantantes sólidos han mantenido como norte principal su carrera musical, sin preocupación ni ocupación manifiesta por su parte actoral.
-También debo aclarar que en lo que a mí respecta, lo digo no por ego, sino porque yo me exigí no sólo profundizar en mi formación teatral integral con los mejores maestros del momento, sino que también me esforcé y mucho, para no conformarme con cantar en rango genérico -y aquí debo disculparme por la libertad de tan largo paréntesis-. Yo me negué rotundamente a cantar boleros que es lo que la mayoría de las actrices hace, con más o menos fortuna, con más o menos habilidades, con más o menos talento y es lo que abunda. Desde mis inicios en el Teatro, me apasionó el canto lírico y paralelamente hice mi formación técnica a la par del desarrollo de mi carrera teatral, cosa para nada fácil. Una obra tras otra, desde los clásicos del Siglo de Oro español hasta los musicales precisamente, los ensayos, las giras, todo tuve que intercalarlo con mis clases de canto, de danza y de música.
-Comencé con el maestro Francisco Kraus y pasado el tiempo con la profesora Yazmira Ruiz, a la que debo tres Premios Nacionales de Canto Lírico y otros reconocimientos internacionales. Ingresé al IUDEM y luego hice muchas master-class dentro y fuera del país, la más reciente con la soprano Rayna Kavaywanska en Italia. Con ello quiero decir que llevo igualmente la vida de un cantante lírico, vocalizando, leyendo música, montando repertorio, trabajando con un repertorista, haciendo Ópera sobre un escenario, por lo que considero anexé esa herramienta a mi condición originaria de actriz. Eso me ha permitido continuar con la inserción de mi trabajo y enfoque actoral en el ámbito de la música académica y llevar mi oficio teatral a la Ópera, lo que me resulta apasionante.
-Pero la formación necesaria, por fuerza y límites del medio, ha debido ser y sigue siendo de índole personal y parcelada, de modo que si un actor quiere cantar, depende sólo de su legítimo interés y disciplina individual lograrlo. En el país encontrarás, por ejemplo, en el canto académico magníficas voces sin bases actorales, pero con talento -eso es redimible- y buenos actores con condiciones básicas para el canto, pero todo en medida potencial, medianamente desarrolladas según las circunstancias. Son pocos los actores que pueden cantar seriamente.
-Creo que son precisamente los proyectos los que impulsan al crecimiento profesional en este sentido y es mucho más fácil encontrar a actores que puedan cantar y vayan paulatinamente cumpliendo etapas evolutivas en ese sentido, que a cantantes que actúen. Y definitivamente, vas a encontrar a esa clase de profesionales en el Teatro.
-Aparte del talento artístico ¿podría ser que haya también algún problema de dirección escénica, dirección artística, concepto de montaje, cantidad de ensayos, nivel de compromiso de los talentos?
-Comenzaré diciendo que todos los elementos que confluyen para un montaje, están inevitablemente entrelazados y son interdependientes. De este modo, no es posible catalogar de “bueno” en su totalidad un espectáculo si el vestuario o la escenografía por ejemplo, son de mediocre realización, todo cuenta, todo está involucrado. Iré por partes.
-En el campo de la Dirección Escénica que mencionas, hay un enorme bache, con bases profundas en la ausencia de formación teatral. Hoy día pululan las agrupaciones teatrales unas con más trayectoria que otras, con directores más o menos formados, pero el musical es otra cosa, otro estilo, otro género. Y tal como sucede en el terreno de la Ópera, aquí hablamos de un lenguaje escénico especializado, en el que el Director no sólo debe manejar los elementos básicos de un montaje teatral, sino que debe rebasarlos, pues hay otros componentes en el conjunto –aquí necesariamente de gran formato de la escena-, que deben ser manejados (cuerpo de baile, figurantes, músicos, etc) y otros profesionales con los que se trabaja en estrecha relación (coreógrafos, compositores, directores de orquesta, etc).
-Actos de fe…
-Con ello quiero decir que quien asume este rol, debe por fuerza no sólo poseer una sólida información sobre el género que lo respalde para su resolución, sino que también -e idealmente-, debería ser capaz de leer una partitura o al menos de seguirla si no sabe leer música, conocer de danza, de canto y tener buenas bases de manejo de masas sobre el escenario. Eso como cuestión básica. Pero lo que realmente sucede en la realidad es que muchos directores espontáneos asumen tal responsabilidad en la total ignorancia del género y sus requerimientos, confiando en que “funcionará” por la dinámica misma del montaje, por la fe sobre su fuerza de voluntad, la pericia o proyección de sus protagonistas o en la ingenuidad de que “el paquete” que viene comprado por fuerza y que obliga sea remontado sobre sus cánones originales, se limitará al poco esfuerzo de la copia. Los más hábiles y con más oficio, son quienes salen bien librados del asunto, pero la gran mayoría que aborda el género lo hace una vez más, basado en la improvisación, pensando más en el interés económico que en la calidad sustentada de lo que pueda ofrecer. Honrosas excepciones incluidas.
-Faltan los talentos…
-Del terreno de la producción artística hemos hablado suficientemente, de la cantidad de ensayos y el nivel de compromiso profesional falta otro tanto, teniendo en cuenta que ambos están íntimamente relacionados. Es este último el que marca la pauta, tanto como para la selección del cast, como para establecer cuántos ensayos son necesarios para lograr un buen resultado. Con esto quiero decir que la honestidad profesional juega un gran papel a la hora de aceptar un compromiso y que a pesar de la impronta extravagante que denota este medio, lo ideal es que para un musical, los involucrados canten. Pareciera una perogrullada, pero el contexto demuestra justo todo lo contrario.
-¿Eso qué implica?
-Un profesional sin técnica ni oficio para el canto, pero presionado por su imagen a participar en un montaje de esta naturaleza, requerirá obviamente un mayor número de ensayos que otro mejor formado para alcanzar un resultado aceptable. Pero sucede que “aceptable” no debería existir ni en el léxico ni la dinámica de un profesional que se precie, no puede haber medias tintas ni autocomplacencias cuando se trata de ofrecer un espectáculo al público, cualquiera sea su naturaleza. Para mí es sencillamente inadmisible. Y allí, justo en el ejercicio de ese concepto, comienza la mediocridad a bullir y corroer lenta y profundamente.
-¿Podría ser más específica? ¿Cuál ha sido su experiencia?
-Sucede que según los cronogramas aleatorios de producción “no hay tiempo” para más ensayos, hay que quedarse con éste o con aquella “porque es la que resuelve”, “el que se lo sabe” y no hay más chance “para que otro se lo aprenda”. Cuando la realidad abruma como una ola y el montaje “no camina”, entonces emerge la salida desesperada de lanzar el anzuelo a un profesional a última hora, para que “resuelva” en veinte días o menos, lo que aquél no pudo en tres meses. Y lo digo con todo el peso de la experiencia propia. Eso, en el caso de una resolución feliz. Cuando no, vemos lo que abunda: un musical en el que sólo dos actores de un elenco de cuarenta, pueden cantar realmente.
-He sido sorprendida en estos meses, constatando que una conocida actriz que no posee ni instrumento, ni técnica, ni training para cantar, ha logrado una cierta salida digna de su embrollo, entonando rítmicamente con la orquesta su parte musical y dotándola de fundamento netamente actoral, lo que lo hizo creíble. Claro, es un asunto muy bizarro ese de no cantar en un musical, pero así van las cosas y esa es la realidad de este medio, en líneas generales. Llegados a este punto, hay que echar mano del célebre dicho que reza “no es culpa del ciego, sino el que le da el garrote”.
-Es grave la situación…
-Creo que una anécdota cercana puede ayudar a resumir en una, todas las preguntas que has hecho y que me parece son un fiel reflejo del laxo estado actual de respeto al público y la relación -inexistente hoy día- entre formación, desempeño profesional y oferta comercial. No hace mucho, asistí por invitación a un musical muy promocionado por estos días y lo menos que puedo decir es que acudí a una experiencia surrealista (a precios injustificadamente elevados y pleno de caras conocidas). Una corrompida copia foránea en la que el protagonista no era actor, ni director y muchísimo menos cantante, pero asumía todas esas facultades alegremente, recién aterrizado de la nada; con extrema improvisación y muy poca honra. Lo primero que el señor de marras (que no nombraré) hizo tan pronto apareció, fue salmodiar un texto ininteligible, desafinar al punto de escándalo y estar a contratiempo con la Orquesta, con la cara más dura que he visto nunca en escena. Un verdadero faux-pas que no figuraría ni un día en los predios off-off-off-off Broadway, una verdadera vergüenza.
Un espacio pleno de
vacío y un pozo lleno de silencio, con mil compases que ya no cantan. De nuevo
otro obituario, de nuevo el mismo mal fatídico, de nuevo Semana Santa, que
arrastra consigo los dolores del Señor. También tú ahora, tan pronto y pasando
por la vía del Calvario sin Cireneos, enmudeciste para siempre.
Todos a uno, se agolpan ahora
los recuerdos que pugnan y regresan sin aviso los días en que jugaba a las
escapadas para oírte cantar, camuflada en los salones donde tu voz y tu sonrisa
se enseñoreaban, los conciertos a los que acudimos para aplaudirte, tus
historias, las tertulias, los proyectos, los gratísimos encuentros en tu casa,
con nuestro común amado Juan Carlos Núñez, en la que siempre hubo un piano
dispuesto que indefectiblemente él terminaría tocando; los mojitos de Ricky,
las ocurrencias de “Mami”, las largas conversaciones plagadas de tu cultura y
gentileza, las anécdotas de camerino… Todo se ha ido ahora tras de ti, alma
generosa de tu lejana Cuba. Que sea ahora para ti perpetua la eterna luz.
Gracias por tu amistad franca
y sin dobleces, por tus sonrisas, por las coincidencias y los momentos
compartidos, gracias por las horas de apoyo, solidaridad y admiración mutuas,
gracias por tu testimonio de entrega en cada escenario, cada concierto, cada
trazo de música que acuñaste; gracias por la historia de leyenda que signaste
en este país. Te recordaré con inmenso afecto, siempre.
Gracias, Lucy, mi querida, mi
admirada y eterna Diva.
Dicen que las leyendas no
mueren, más ha terminado ya para ti el sufrimiento.
Nos inclinamos reverentes ante
tu camino, tomando de la mano la justa compasión y sin embargo, ¡que
inexplicable resulta ahora comprender tu ausencia!
Sólo quedan permanentes esta
admiración y este cariño rubricados a toda prueba, para entregarlos
acompañándote al infinito, donde ahora entre los astros, tu voz se expande…
Cantante lírica, actriz y
escritora venezolana. En 2009 ganó el Concurso
Internacional de Canto Lírico Ciudad de Cervinara en Avellino, Italia.
Su actuación en dicho Festival, le valió
la invitación –como única latinoamericana participante en el evento- a
audiciones de convocatoria exclusiva para cantantes de la Unión Europea en el
Teatro del Giglio, en Lucca. Es también la primera venezolana que ha logrado
ser admitida en un reducido número de participantes en las Master Class de
la reconocida soprano búlgara Rayna Kabayvanska.
Ha cantado en calidad de
solista con la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar, Orquesta Sinfónica de
Venezuela, Orquesta Municipal de Caracas, Gran Mariscal de Ayacucho y Orquesta
Sinfónica de la Ópera, bajo la conducción de los Mtos. Alfredo Rugeles, Juan
Carlos Núñez, Rodolfo Saglimbeni, Antonio Delgado y Ángelo Pagliuca.
Formó parte activa del staff de la Compañía de Ópera Memoria
de Apariencias de la Camerata de Caracas, bajo la dirección de Isabel
Palacios.
Como actriz formó parte del importantísimo
grupo Rajatabla de Carlos Giménez, siendo dirigida por él en númerosas obras
con las cuales recorrió gran parte del mundo, destacándose La Muerte de
García Lorca y Bolívar de José Antonio
Rial, La vida es sueño de Calderón de la Barca y el
musical Historia de un Caballo de León Tolstoi.
Como escritora es autora del libreto Los
Albores de la Revolución, espectáculo multidisciplinario para actores,
cantantes, Coro y Orquesta del Mto. Juan Carlos Núñez, concebido para exaltar
la gesta independentista de Francisco de Miranda y del libreto de la obra sinfónica Amazonía del
Mto. Núñez. También hizo una versión de “La Orestíada” de Esquilo –para laCátedra
Latinoamericana de Composición Antonio Estévez- y la del libreto original
de “La Viuda Alegre” de Léhar.
Actualmente asume la autoría
del libreto “Gringo enamorado”, junto al artista plástico José Augusto Paradisi Rangel.