la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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“Casta Diva” obra de teatro de Ethel Dahbar

Ethel Dahbar, Alma Ingianni y Rubèn Rega.
Festejando el estreno de "Casta Diva".
Caracas 1984





Espectáculo creado para la actriz Alma Ingianni.

Nannette y Francesca, ambas moviéndose en el Mundo de la Opera, son dos mujeres, dos personajes y una sola actriz/cantante.
Nannette camina con su opacidad de sombras tras las luces de la Gloria y el Poder de Francesca Viannini, la “Diva” a la que ama y odia.
Una pasión enfermiza ante los halagos del público y la falta de un amor auténtico,  es el destino de las otras, la excéntrica, desenfrenada y máscara deforme. Está consciente de ello, tanto como lo está del maravilloso sortilegio que ejerce ante su único amante: el público.
En la pesadumbre del camerino Nannette inicia diariamente un ritual: interpretar a Francesca, ser la otra. Ella se viste con los mejores trajes de la Diva, se envuelve en sus gasas, se desdobla, grita, increpa y se ataca. Se siente culpable de no ser todo lo fiel, que debería, ante el poder.
En “Casta Diva”, están presentes la soledad, la angustia y un corrosivo humor.  Espejo roto del que surge en una mueca de dolor, una sonrisa, una metáfora, un verso y las arias de algunas óperas que subrayan y enmarcan este cuadro.


“Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel: de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.  Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del Siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson: el otro comparte esas preferencias pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil: yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica”
Jorge Luis Borges. “BORGES Y YO”



Acto único
El escenario se encuentra en semipenumbra. Lejos se escucha cuando afina la orquesta. Se abre la puerta y entra Nannette en escena. Viste un taller sobrio gris. La música es el Preludio de “Rigoletto” de Verdi. Trae en sus brazos, además de la cartera, libretos, y un cuaderno tipo diario. El escenario tiene un chaise-long, un Boudoir de tres espejos, una silla con posabrazos, pelucas  e infinidad de vestidos de opera colgados y zapatos por casi todo el escenario. Es el camerino de la Diva.

NANNETTE: (Simula prender la luz, habla y se mueve con cierta timidez pero con naturalidad, acomoda algunas cosas) Uff, qué calor … (se sienta frente al espejo de la Diva, se mira) … me veo mal … cansada, con todo este trabajo y las clases (se toca el rostro, las ojeras) … me arreglaré un poco, sino cuando ella llegue … (se va quitando su tailler y queda en enagua … comienza a tararear trozos de la opera “Rigoletto” se pinta los labios … de pronto mira su reloj y se pone pícara) … todavía es temprano … (se levanta y escoge un robe de chambre de La Diva y se lo pone, incluso puede colocarse una de las pelucas; camina por la habitación, primero normal, luego con cierto nerviosismo, mira a un lado y a otro) … veamos, veamos … (se arrima a la mesa donde están las pelucas, se prueba una, toma un abanico, se hecha viento y comienza a hablar más afectadamente, como si fuera la Diva)

Nannette/diva: Nannette … Nannette! ... sé que has llegado! ... siete años a mi lado, a mi sombra y aún no sabes que no soporto tus absurdos juegos … (sentándose en el sofá) … ven inmediatamente Gioconda … (ríe) … disculpa, olvidaba que odias tu propio nombre … ven, arrímate, aún hay tiempo, podemos  conversar … sé tan poco de ti … tanto ocuparme de mi persona, de mis contratos de mis asuntos, me hace olvidar de los demás … anda discúlpame, mi pobre, mi tonta Nannette … (se ríe, se pone de pié, camino y dice apresurada e imperativa, girando alrededor del chaise-long) … Nannette los zapatos rojos … Nannette el vestido del primer acto … Nannette, corrige el maquillaje … trae mi peluca ya! ... ayyyyy (se agarra el estómago) … mis pastillas, mis pastillas con el agua de Vichy … Nannette, corre, corre, Nannette, jajaja …

Qué pasa contigo? Me odias, me envidias? Podrás pensar que me interesas poco, que te subestimo, que tal vez que te ignore. Pero sabes hay días en que una … (observa el cuaderno de Nannette) … sabes una cosa, algún día robaré ese cuadernito que siempre llevas contigo … sí ese, que con seguridad anotas todo sobre mi., … con mis memorias que pretendes publicar y hacerte rica a costa mía! ... maldita gata, de qué  hablas? De mis eternos insomnios? De mis amantes? De mi narcisísima frigidez?(afirmativo) dirás que soy arrogante, mala,  hipocondríaca …! vaya novedad! Pero no podrás decir jamás  que no tengo talento!



(se sienta en el sofá, se mira al espejo, se estira los ojos, habla con tono apaciguador) 

Escucha Nannette, te lo diré otra vez por si lo olvidaste.  Yo soy una y mil. Soy la grande Francesca Viannini “la última diva” … (pausa) … uso máscaras! ... sabes cuántas tengo? ... dilo, dilo … ah! No lo sabes! ... verás, uso una para a los papparazzi que me persiguen, corriendo con sus cámaras fotográficas o en sus motos … tontos jovencitos, buscan fama, gastando tomas en procura del ángulo único, del gesto que me muestre diferente! ... otra con una amplia sonrisa de triunfo para asombrar a los reporteros que hacen horas de antesala para mis reportajes, a los cuales siempre llego atrasada … y la más importante! La que uso para cubrir mis debilidades, mis miedos, mis supersticiones, para luchar día a día con los fantasmas que me atemorizan!!!

Nannette: (Se quita con rabia la peluca, habla como Nannette, mirando al espejo) crees que eres la última diva, pues te equivocas, yo seré tu sucesora, sobrepasaré tus agudos y tus graves y sabes muy bien que soy joven, mucho más joven que tú…

Nannette/diva: (Se levanta majestuosamente es la diva otra vez) mira, pequeña ilusa … escribe bien esto que te diré por si lo omitiste, yo formé mi propia imagen. Horas y horas moviéndome ante el espejo, … modelando gestos … poses … estudiando cada sonrisa a utilizar en una noche y mis máscaras, dispuestas a aparecer en el momento indicado. La voluntad puesta a prueba para borrar toda actitud espontánea. No lo olvides Nannette, escríbelo, dí que este ser alucinante que te hostiga, es Pigmalión, Galatea y Afrodita….sí, porque yo soy el mito!, la leyenda!. (mira a Nanette) Crees que estoy enloqueciendo verdad? Pues no, no es nada de eso. Nadie más cuerdo y ambicioso que yo … lo que pasa es que tú me haces poner muy nerviosa, además todos me atormentan: los directores, los regiseurs, los modistos, los profesores de canto, los recuerdos... (con énfasis, pero bajo) los recuerdos…. 

“-Studia, studia, studia!” (voz del padre)

“-Cuántas horas, estoy cansada!? (voz de Francesca joven)

“Dai, dai. Quelle que bastano! (voz del padre) 

“Avrai il megliore conservatorio. Professore il pui exigente, il piu caro!
 
-Después le decía a  mamá. 

“Vedrai, Carlotta que un giorno la nostra Francesca debuttera alla Scala de  Milano.  Solo la Scala per lei. Niente di piu!!” 

Y hacía grandes ademanes en el cielo como si dibujara un gran cartel con mi nombre….hace 15 años, allí, fue mi debut, donde papá lo quería. Cuando ensayaba, sentía la presencia de María, en el escenario, en el camerino … ése había sido su imperio durante más de 11 años (evocadora) … el día del mi debut la ciudad estaba húmeda, parecía no haber cielo ni tierra, el auto atravesaba las calles, como si navegase por un canal de aguas quietas, el cielo estaba azul, todo era azul…y debutaba en la scala con “La bohème” de Verdi, y el mejor elenco…

(Nannette, parodiará a la diva, con el aria de “mi chiamanno mimi” ella solo dirá el texto en español de todas las arias, con la música de fondo correspondiente, enciende una vela de un viejo candelabro, se pone un sombrerito y dice:)

Nannette: Ahora verás de lo que yo soy capaz, nunca has oído mi voz, por esa razón las memorizo … cantaré solamente cuando te suplante y mueras de asombro. (Pie para música, comienza el aria orquestada de Mimí de La bohème)     

Me llaman Mimí, pero mi nombre es Lucía,
mi historia es breve:
hago bordados en tela y en seda,
en blanco y color, para mi placer y venderlos.
Vivo tranquila y feliz, trabajando con la aguja
y mi pasatiempo es..imitar las lilas y las rosas.
Me gustan las cosas que poseen esa dulce magia
que hablan del amor, de la primavera,
de sueños y quimeras.  Esas cosas que llevan el
nombre de poesía. Me comprende?
Me llaman Mimí. Por qué? No lo sé,
sola me preparo mis comidas,
no suelo ir a misa, pero a menudo
sí rezo mucho al Señor.
Vivo sola, solita
en mi pequeño y blanco cuarto,
desde el cual miro los tejados
y el cielo…
Ahhhh ... pero cuando llega el deshielo,
El primer rayo de sol me pertenece!
el primer beso de la primavera y
el primer sol, son míos!
Con el nuevo abril,
aspiro el perfume de la rosa,
que se abre en mi vaso, pétalo a pétalo…
Es tan dulce su aroma! ...
Desgraciadamente, las flores que y hago,
no tienen ese exquisito perfume.
Otra cosa de mí, no sabría contarle,
solamente que soy su vecina,
que viene a molestarlo
a esta hora tan inoportuna.

(termina el aria, deja el candelabro de pronto mira al público y se transforma nuevamente en Francesca)

Nannette/diva. Y el público, ese oscuro y centelleante monstruo, envuelto en sus ropajes negros, rojos y dorados. Agazapado en la oscura fosa, observándome hasta con los ojos de sus sortijas, sentía sus binoculares escudriñando todo, hasta mis cuerdas vocales en mis agudos…; y cuando al final moría… el silencio pareció aquietarse aún más (pausa) … Rodolfo sollozaba pronunciando mi nombre y los últimos acordes acompañaban el despacio descenso del telón y la luz que se desvanecía lentamente, solo un foco iluminaba mi cara, blanca, inmóvil, sin un respiro … bajo las luces que iluminaron la sala, el gran monstruo comenzó a resquebrajarse y cada una de aquellas partes comenzaron a ovacionarnos … no! A ovacionarme! (señala al público) él, ella, ellos … todos de pié gritaban mi nombre…” brava! Bravísima Francesca!” Tuve que salir a saludar veinticinco veces, yo sola, pequeña y grande en ese famoso escenario. 

Y al día siguiente, los críticos buscaron nuevas palabras para describir mis cualidades vocales y el más importante de ellos dijo “el mundo de la ópera ha ingresado en un nuevo tiempo,: La era de Francesca Vianinni” (habla a Nannette) “la gloria, Nannette, da poder y el poder es la droga más excitante y voluptuosa que ha probado el hombre!

Nannette: (Se quita el sombrero y con rabia lo arroja al suelo) pero esta vez no fue tuya la gloria Francesca! Además no tienes conciencia en lo ridícula que te ves cuando me cuentas tus amoríos.. (hojea su cuaderno … ve un velo blanco sobre el chaise-long o diván y lo agarra, nuevamente es Francesca, confidente)

Nannette-diva: … por aquellos días me asediaba el tenor, que ya tenía mucha fama y mucho más dinero … cómo se llamaba? Alcindoro, que no era tan gordo como aparecía en escena. Duró solo dos meses! Odiaba mis sábanas de satén. (sonríe) … “me resbalo!”… gritaba cada vez que hacíamos el amor utilizando sus registros más altos … “me resbaloooo” (ríe a carcajadas) pero ya me había regalado varias valiosas joyas. Para ese entonces yo ya había establecido mis reglas, así que le dije “addio, bello Alcindoro” y seguí con mis sábanas de satén, y el resto…

(comienza a jugar con el tul)

El amor! ... podrías decirme qué es? (pensativa) … uno confunde ciertos sentimientos, no es verdad? Oh, mi amor, mi querido amor. El tiempo ha pasado y tu presencia me acompaña, me sigue, está aquí conmigo, entre la gente en la ciudad, en cada instante de mi creación … eso solo a mí me pertenece. (pausa, música, se comienza a escuchar orquestado el “Amami Alfredo” de La Traviata). 

Fue en el Cairo, hace tanto tiempo, y después nunca más! El sol quemaba, humillaba, y él corría con sus pasos largos y una visión de la vida más allá del peligro y la cordura. Y me arrastró como el viento del desierto…

Déjame cerrar los ojos para verlo … Dios … cómo eras? ... no puedo recordar el color de tus ojos, ni el color de sus cabellos … pero mi piel aún siente tus grandes manos recorrer mis poros … en la calle hay sangre. Algo había pasado en Egipto y él tecleaba y tecleaba el piano. De pronto se abalanzaba sobre mí como un equino árabe, salvaje y jadeante y aplastaba su cuerpo contra el mío.

Canté y bailé descalza en las arenas, envuelta en gasas, junto a los templos cercanos al Nilo … e hicimos el amor cara a cara, a la historia…

Nannette: (Ríe) jajajaja, ella siempre inventa cosas, dice que es creativa, pero nunca dice que también es muy mentirosa (hojea nuevamente el cuaderno).

Nannette/diva: … Te ríes, piensas que miento? Uno inventa su historia diariamente, crea fábulas para seguir viviendo y mezcla la verdad con la fantasía…es como un juego de espejos donde tú tomas mi vida. Y a veces yo también tomo algo de  la tuya (pausa larga) … las otras historias son tan repetidas! Después de las funciones recorro los lugares nocturnos más caros, siempre identificable por mis elegantes capas y mis sofisticados sombreros, todo diseñado exclusivamente para mí. Bebo lo justo, como lo estricto … (imitando al maestro) “nessuna caloría per la signora Vianinni” ... acompañada por aristócratas y políticos genuflexos y amanerados, adulantes, ensoberbecidos porque mi presencia en su mesa los halaga y es tan importante como la de una reina. Saben que no compartirán mi lecho, mas su vanidad queda saciada! (pausa) … pero a mí  quién me ama? Nessunno. Ni ellos, ni los jóvenes que sí pasan por mi alcoba reviviendo mi juventud! Tampoco io los amo! (va al centro del escenario

… Solo mantengo mi vieja pasión, mi público, mientras él me sea fiel, yo también lo seré! (señala al público) … e lui! Mi hermoso, tierno e implacable amante!   Para enamorarlo sacrifico mi cuerpo a los masajistas,  las estrictas dietas, a los maquilladores, paso horas, meses, años solfeando, fraseando, vocalizando, alejada del mundo que me rodea... (ríe) a veces los hago sufrir con mis desplantes para que después salgan a comentar las extravagancias de la diva! ... esta es mi verdad, el público ama el mito y yo que me reflejo en ellos, lo amo más aún!

Nannette: (Camina enfurecida por el escenario, puede tirar algunos objetos al suelo) … flores para la diva! ... perfumes joyas, pieles y capas para la diva, la diva … al cuerno con la diva!

Nannete/diva: (En tono de burla) me siento mal! ... creo que esta noche no podré actuar! ... ayyy! Tengo cólicos … Mis antiespasmódicos … Nannette, Nannette … tráeme agua natural, me estoy quedando muda.  Verificaste que no haya ni una partícula de polvo en la sala! ... media hora el aire de la sala tiene que estar apagado! ... chequea si lo hicieron o no hago la función! ... ayy, estos malditos cólicos que no ceden! ... Nannette trae mis zapatos, revísalos uno a uno, asegúrate que estén todas las perlas … ya sabes, una perla que ruede y mil lágrimas derramaré yo. Es fatídico! Tráeme el traje, quiero mi peluca la de hoy, la de ayer, todas, todas (arroja cosas al suelo).

Nannette: …Francesca, crees que estoy loca???, (Se escucha aria de la locura de “Lucía de Lamermoor”) tú, me vuelves loca ... todos... Como a la pobre Lucía… (comienza con furia a tirar los vestidos,  se va calmando lentamente) … Nannette, cálmate, eres fría, calculadora, un poco sádica, un poco loca y excesivamente ambiciosa pero me amo y tengo que triunfar… (ve una muñeca, la toma y comienza a imitar a Francesca luego de una pausa)

Nannette/diva: …cuando la guerra, yo todavía jugaba a las muñecas. Con mamá nos fuimos a la villa de la montaña. Papá quedó en la ciudad, negociando con unos y con otros … claro primero con los unos y después con los otros. Un día llegaron soldados y se quedaron un tiempo en nuestra casa.  Mamá, hacía preparar grandes comidas que ella amenizaba tocando el piano. … Después del café reían mucho y al finalizar la noche, las risas continuaban en el cuarto de mamá… (Estruja la muñeca de trapo entre sus manos) esas risas que entonces no entendía me atormentaron durante mucho tiempo. Tenía sueños extraños y pesadillas. (mira a la muñeca y la arroja de sí) … mamá, tan fina, dama de sociales, signora Viannini, benefactora de los pobres, … qué te parece Nannette? ... desde aquellos tiempos me acompañan muchos miedos.  Miedo a enfrentarme cada mañana al espejo, a las nuevas arrugas, a las manchas que comienzan a salpicar mi piel … y ese miedo terrible de perder mi voz.

Pero hay otros miedos que me causan placer, durante las funciones se apodera de mí un terror inconfesado, que lentamente se convierte en un morboso deleite. Angustia por no dar la nota justa?   Pensar que puedo ser abucheada?... No lo sé exactamente… pero me acerco segura, medido el tiempo, al centro mismo del escenario, frente a la orquesta, al borde del precipicio, con la última nota, prolongada hasta la exasperación, conjuro el peligro y siento el éxtasis, en una terrible y deliciosa cópula conmigo misma. Y me digo: “Francesca has vencido una vez más! (pausa, mira a Nannette casi extasiada) … ven, juguemos al amor, tú serás Tristán, yo por supuesto Isolda. Ven, ven… (música, comienza el aria final orquestada, de Tristán e Isolda de Wagner, Nannette, está en el suelo, tiene entre sus brazos a Tristán moribundo)

Tranquila y muy, muy suave
su sonrisa así se eleva
mientras sus párpados
se entreabren lentamente.

No véis, oh camaradas
cómo resplandece su rostro
con brillo desmedido, y circundado
de estrellas, es llevado al infinito!

No véis, acaso que henchido
el corazón y augusto el pecho
éste aún late con la fuerza de un león?

Tampoco véis que,
desde sus labios en celestial descanso,
él envía, suave y manso su más
tierno aliento?

Oh! Camaradas, amigos míos, oid! Oid!
o es que solo yo
escucho esa música, ésa su voz,
que todo dice, que todo perdona?

Yo he de aspirar esa voz,
beber de ella,
sumergirme…y morir dulcemente,
envuelta en ondas murmurantes
que me incitan al supremo placer.


(Deja el tul sobre el diván como si fuera Tristán y habla muy serenamente)

Nannette/diva: Y cuando muera … que será en otoño y el parque luzca ocre y el Lago de Como dorado, cuidarás de mí hasta el anochecer, porque a esa hora llegarán las walquirias a buscarme y me llevarán con ellas. La diosa de la noche estrellada,  me acogerá en su seno y las lágrimas de mis admiradores vestirán mi cuerpo desnudo. El silencio será total … (pausita) así tú podrás contar mis anécdotas, ésas que anotas cuando crees que no te observo (busca en distintos espacios, hasta encontrar el cuaderno, lo hojea…) … pero aquí no hay anécdotas, sino pentagramas musicales, argumentos de óperas, repertorios, citas con el maestro Luciano! …Maldita gata traicionera, apareciste como un felino asustado, te acurrucaste … miauuuuuuu … mientras pasabas tu sedosa cola entre mis piernas … me hiciste creer que me querías y ahora me das este zarpazo … vattene, sporca, vai in strada y racconta cuando hice el amor en los sótanos del templo de Wagner en Bayrheut. Diles que noche a noche dejo mi voluptuosidad en los escenarios mientras mi cuerpo se consume lentamente olvidándome de todo placer y que este vientre mío, siempre estará seco. 

Tan inocente que parecías, siempre con tu peinadito de moño, a la antigua, a pesar que eras joven, tus blusitas y eternas polleras, y tus eternos tics o dolores de cuello…. (imitando una conversación telefónica de Nannette)

“Professore Luciano, maestro, puede postergar la cita del día …” … “señora Francesca, voy a atender a los reporteros, así Ud. no se molesta y la espera no les será tan fastidiosa ...”  Y tus coqueteos con los críticos? Qué esperabas de ellos? ... te falta mucho estúpida ragazza!!! Yo demostré que soy una diosa, que creo en el destino que el hombre se forja a sí mismo y no hay precio que no se pague cuando con él se obtiene la gloria. Schema, este trono no tiene sucesora!!! (Furiosa)… dónde estás, dónde te escondiste, Nannette, Nannette, quiero la cabeza de Nannette, en bandeja de plata! (comienza a oírse el aria final de Salomé. Nannette se arrodilla y le habla a la cabeza de Yokanaan),  quiero la cabeza de Yokanaan. 


Ah! No quisiste dejarme,
besar tu boca, Yokanaan!
Ahora voy a besártela!
Quiero morderla, como
se muerde una fruta madura.
Pero, por qué no me miras Yokanaan?
Tus ojos, tan terribles,
tan llenos de furia y
desprecio,
están ahora cerrados.
Abre tus ojos!
Por qué no profieres
ni una palabra?
Esa víbora escarlata,
que contra mí escupía
su veneno!
Dijiste palabras feroces
en contra mía,
en contra de Salomé,
hija de Herodías,
princesa de Judea!
Pues bien, yo vivo!
pero tú estás muerto,
y tu cabeza
me pertenece.
Puedo hacer con ella
lo que me plazca.
Puedo arrojársela a los perros,
o a las aves del aire.
Ah! Yokanaan, Yokanaan
eras tan hermoso.
Nada en el mundo
era tan blanco como tu cuerpo.
Nada en el mundo
era tan negro como tu pelo.
En el mundo entero
nada era tan rojo
cómo tu boca!
Ah!
Por qué no me miraste?
Sobre tus ojos pusiste
la venda de aquel
que deseaba solo ver a Dios.
Pues bien!
Ya has visto a tu Dios,
a mí nunca me viste!
Si me hubieras mirado
me habrías amado!
Tengo sed de tu belleza.
Tengo hambre de tu cuerpo.
Ni el vino ni las manzanas
Podrán apaciguar mi deseo.

(Pausa, la música alcanza gran fuerza, la  escena se oscurece. Salomé vuelve a tomar la supuesta cabeza de Yokanaan y besa sus labios)

Ah!............he besado tu boca Yokanaan, yo he besado tu boca!

(Termina el aria besando una supuesta cabeza ensangrentada que tiene entre sus manos.  Luego un rayo de luna cae sobre Salomé, levanta los brazos, abre su boca desmesuradamente pero no sale ningún sonido, siente y ve la espada que la matará por orden de Herodes. Muere. (pausa corta), suenan tres timbres, Nannette se levanta presurosa, trata de acomodar todo el desastre que hizo, pero ya no hay tiempo para hacerlo.  Está nerviosa, agitada. Va a salir, se da vuelta y dice)

Nannette: ... Pobre Francesca, … lo supones ... pero no lo crees ... y antes de que tu estrella se apague yo … (suenan dos timbres más y sale corriendo), (Música, el aria “Casta diva” de Norma, cantada por La Callas. La diva entra por la puerta central, vestida con su gran capa negra con marabú y su gran sombrero que casi le tapa la cara. Lentamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo, profusamente iluminada con un seguidor, mientras las luces van disminuyendo.  Nunca se verá su cara).

La diva: Nannette … Nannette … donde te has escondido! ... dónde estás  (Mira el desorden que hay en el  camerino) … sé que has llegado.

(El aria va subiendo de tono, mientras la luz que la iluminaba se va apagando muy lentamente)   


©Ethel Dahbar
Publicado con la autorización de su hijo Sergio Dahbar.


Este unipersonal fue producido por Carlos Giménez, Director Artístico del Departamento de Teatro del Ateneo de Caracas bajo la Presidencia de la Sra. María Teresa Castillo. Fue estrenado, en la “Sala de Conciertos” del Ateneo de Caracas el día Viernes 23 de Marzo de 1984.


Elenco:

Gioconda Ferrari “Nannette” y Francesca Viannini:
Alma Ingianni

Fotos, programas y afiche:
Jorge Casanova

Musicalización: 
Rubén Rega

Gentileza: 
Radio Nacional de Venezuela

Vestuario: 
Eva Ivanyi

Realización: 
Roberto Spoladore, Aurelia Scorza

Sombrero: 
Adán Martínez

Peinado de la Sra. Alma Ingianni:
Anthony

Escenografía y ambientación: 
Martín López

Realización:
Dpto. Técnico Ateneo de Caracas

Asistente de dirección:
Juan Arias

Producción: 
Andrés Vázquez

Iluminador:
David Blanco

Agradecimiento por sonido: 
Eduardo Bolívar

Diseño Iluminación/ Producción: 
Espectáculo ideado y dirigido por: 
Rubén Rega.




La prensa opinó:

La Ingianni, actriz de avasallante personalidad, reafirma su versatilidad en la interpretación de los diversos personajes operáticos que encarna en “Casta Diva”, comunica mediante su gestalt y sus miradas manteniendo la atención del espectador asombrado entre la risa, la nostalgia y la emoción, bajo la atenta mirada del director”
G. Schaffer. Diario” Ultimas Noticias” 10/84.


“…Alma Ingianni, en “Casta Diva”, hizo estremecer a los espectadores por su excelencia.  Al ver hacer uso de su talento, intempestivamente acudieron a mi mente aquellas palabras de Stephen Wolf “las almas que viven dentro del cuerpo, son innumerables”. Su trabajo interpretativo así lo demuestra, una gracia sin paralelo que sublima en lo etéreo….”
P. García. “El Universal” 15/10/84.

“…Alma Ingianni, muestra su calidad de primerísima actriz en “Casta Diva”...con ayuda de una escenografía -Martín López- de un vestuario -Eva Ivanyi- y de una iluminación -Carlos Giménez- bien ajustadas a las exigencias de una pequeña sala, han obtenido Alma, Rega y su equipo, el merecido aplauso de un publico que no se aburre ni un solo momento, lamentando la corta duración del espectáculo.
RAS/periódico “El Nacional” 7/10/84

“Casta Diva” entertaining for theatre and opera lovers. Alma Ingianni`s performance is physically exhausting as she runs the gamut of characterizations from the resignation and envy of Nannete through the varied personalities of the operatic heroines to the imperiousness, eccentricity and sense of emotional isolation of the Diva. Rega`s direction makes optimum use at all times of the artistic force of his star and of the dramatic possibilities of the text” (“Casta Diva” entretenimiento para los amantes del teatro y la opera. La actuación de A. Ingianni es físicamente exhaustiva mientras recorre con sus caracterizaciones desde la resignación y envidia de Nannete a través de las diversas personalidades de las heroínas operáticas hasta la prepotencia, excentricidad y el estado emocional de soledad de la Diva.  La  dirección hace óptimo uso todo el tiempo de la fuerza artística de su estrella y las posibilidades dramáticas del texto.)”
Shelley Pearson. “Daily Journal” 4/10/84.

“Casta Diva, un espectáculo de calidad” A nuestro parecer la actriz, cumple uno de los más bellos trabajos de su dilatada carrera artística...Cuando se nos ofrece un montaje como éste es cuando observamos el progreso del teatro. Cuando Alma Ingianni, con su gran vestido negro domina la escena final, un largo y tenso silencio rómpese con el estruendo del aplauso de los espectadores”
Pedro Gatti. “Tribuna Popular” 6/11/84.

“…“Casta Diva”, cuenta con la avasallante personalidad de Alma, quien matiza los colores múltiples de “la Diva” y su asistente “Nannette” y los otros personajes operísticos con madurez y esplendor escénico. El espectador queda fascinado tanto por su actuación iluminada por C. Giménez y la sugestiva  e impecable “misce en scène” de Rega”
Giselle Schaffer. Revista “Momento”.2/4/84.

“…Obra singular fue ese íngrimo personaje vivido por la primerísima actriz A. Ingianni…Admiramos su dominio escénico, su profesionalismo, su bien impostada voz plena de expresivos matices…encontramos excelente la dirección de Rega y todo su trabajo con muchos aciertos como los acentos y signos en situaciones estratégicas para lograr su “comento scenico”, inteligentemente ayudó a la definición de la protagonista, de la “prima donna” con los medios típicos de la ópera y el arte lírico... la música, los trajes, la escenografía fueron acertadas escogencias...el diseño de luces de Carlos Giménez es también excelente, lo que a la música son los silencios, las pausas y las antelaciones, al teatro es la luz. Así a nuestro juicio lo entendió Carlos Giménez en Casta Diva. Todos cuadraron el ritmo de esta novedosa Casta Diva, con la cual se nos llevó hasta la extraña y singular teatralidad que el arte de “la lírica”, es decir, el arte de la ópera conlleva.”
Reyna Rivas. Vuelta de Hoja. “El Nacional” 4/10/84.

“…Esa noche me enfrenté, por fin, con “La Ingianni” luce convincente, cálida, Maravillosa!!! No pude quitarle los ojos de encima.. Las buenas cosas son efímeras. Quisiera preguntarle a Ethel Dahbar si eligió a la Ingianni pensando en La Diva o escribió La Diva pensando en La Ingianni…”
Federico Alvez. Revista “Zeta” No.514/10/84.

“... con el comienzo de la música Alma Ingianni camina hacia el tocador, los presentes no intentan tragar, no intentan moverse un poquitito en las sillas, ella se sienta y da inicio a una actuación tan impresionante que convierte en carne, nervios, músculos y sensaciones las palabras, todas las palabras...parece molerse a sí misma, triturarse, sacarse los sentimientos...”
José Pulido. “El Nacional”. 17 /03/1984 de l984.

“Excelente dirección de R. Rega, y una bella iluminación de Carlos Giménez... trabajo de mimada orfebrería y camafeo, equilibrio, integración, medida, delicadez. Sí, virtuosismo para conocedores, arte “de cámara”, exquisitez.  Alma Ingianni,  con un perfecto dominio técnico, una profunda sabiduría,  un excepcional sentido del matiz, una elegancia escénica de plástica escultórica, es, sencillamente, un regalo del arte, Alma La Primerísima”.
Juan Martínez de la Vega. “Diario de Caracas” 10/84


La Ingianni se desdobla en diferentes mujeres, la servil Nannete, la Diva, Salomé, Norma, Lucia, ...todas las Divas de las grandes óperas ... ella llena el escenario con su fogosa presencia. Su “griffe” actoral la demuestra sobradamente con este texto ideado por el director y escrito para ella por Ethel Dahbar, qué otra gran actriz podría interpretarlo?”
Sonia Murillo Martín.“El Universal” 22/4/1984.

“Lo mejor del Teatro de l984” “El trabajo de Alma Ingianni es una delicada labor que plasma la simultaneidad de personajes presentados por E. Dahbar.  Los cambios, los matices, entonaciones, no se hacen esperar en esta versada y magnífica actriz de excelentes dotes histriónicas, sencillamente es un deleite ver a esta primera figura sobre el escenario por su expresividad, su capacidad de estremecer y su fuerza, atrayendo la atención del público en el difícil ejercicio del espectáculo unipersonal, reafirmando la calidad de su oficio.”
P. García. “El Universal” 2/4/1984.


Alma por Alma”.
©Rubén Rega





"Alma por Alma", biografía de la actriz Alma Ingianni / prólogo de Dra. Susana D. Castillo, Universidad de California, libro de Rubén Rega (fragmento), Uruguay 2008


Arnaldo André con Alma Ingianni en Caracas cuando grabaron juntos una telenovela







Un acercamiento biográfico e indeleble de una gran actriz sudamericana, nacida en Montevideo, Uruguay y que paseó su arte y su talento en el teatro, cine y televisión  por muchos países como  Uruguay,   Argentina, Chile, Venezuela, España, Italia. 



Incluye el texto íntegro de su unipersonal "Alma por Alma" 
Incluye el texto íntegro de “Casta Diva” de Ethel Dahbar.





Prólogo de Susana D. Castillo







Con creciente interés he repasado el texto de “ALMA POR ALMA”. Sus páginas, enhebradas prolija y tiernamente por el director Rubén Rega, forman un valioso documento que proyecta la destellante trayectoria de Alma Ingianni, apasionada y controvertida actriz uruguaya que impactó (en escena y fuera de ella) a todo quien la conoció.

El acierto del texto, amén del valor intrínseco del estudio, es la multiplicidad de enfoques sobre el tema central y la orquestación armoniosa de los mismos en un afán de plasmar - en la memoria del tiempo- la incandescente figura de la Ingianni desde variados ángulos. Así, Rega nos lleva de la mano para darnos un esbozo biográfico de tono intimista que predominará en gran parte de la narración y que dará unificación al texto en su totalidad. Hay, por ejemplo, momentos candorosos como los referentes a los inicios de la actriz y más adelante, instantes fugaces de viajes - capturados al vuelo - y vívidas memorias - gestos, ademanes, actos espontáneos, registrados como por una lente fotográfica - durante sus giras internacionales y sus presentaciones en escenarios lejanos. Esa voz va cobrando vigor a medida que la Ingianni, exiliada no sólo de la dictadura militar de su país natal sino también de la de Chile y Argentina, llega en la década de los setenta a Venezuela por azar, según anota la dramaturga Viviana Marcela Iriart en una sorprendente anécdota aquí incluida. Fue el “fatum” de Alma no sólo llegar a Venezuela sino involucrarse directamente en una institución cultural del renombre del Ateneo de Caracas. Y no le será fácil incursionar en ese medio. Será un volver a empezar... Pero su garra, su extraño magnetismo, su disciplina y su tenacidad, demostrados en uno y otro programa televisivo o proyecto teatral caraqueño empezarán a abrirle las puertas del éxito. Su repertorio, por eso, llegará a ser variado y exquisito. Sin embargo, según la opinión de la misma actriz y la de la crítica más exigente, la apoteosis de su habilidad interpretativa se pondrá de relieve cuando surge el binomio Rega-Ingianni. El autor es muy discreto sobre este punto por ser un creador muy pudoroso, pero hay suficiente documentación que atesta a esta aseveración nuestra. “CASTA DIVA”, de Ethel Dahbar y “ALMA POR ALMA” de la misma Ingianni/Rega (1984), incluidas en la presente edición, fueron dos espectáculos unipersonales aclamados sin reserva por la crítica. “Un regalo del Arte” les llamaron. “Impecable y sugestiva mise en scène,” dijo al unísono la crítica. Más específicamente, el dramaturgo y psicólogo Johnny Gavloski resumiría este logro en una frase: “Alma por Alma fue la obra que definió su carrera. Quizá su vida.” En realidad, el libro capta ese insólito proceso de dos seres al encontrarse, descubrirse y reconocerse a través de una sensibilidad estética afín. Tal parecía que esta actriz, de dilatada trayectoria, hubiese descubierto nuevas dimensiones en sus conflictivos personajes bajo la sensibilidad exquisita de Rega. Así lo declaraba ella en repetidas entrevistas. “Reconozco que soy fuerte de carácter, pero Rega ha logrado manejarme como quiere, insinuándome cosas que él supo desde el principio y que yo descubro ahora.” Por su parte, Rega empezó su experiencia como director teatral al asumir la dirección de “CASTA DIVA” para lo cual consideró necesario dimitir sus funciones administrativas en el Círculo de Críticos teatrales de Venezuela, CRITVEN. Un sincronismo creativo fortuito que dejaría profundas huellas en ambos artistas y que se proliferó en proyectos que ambos planearon en complicidad a través de los años y la distancia.



El tono intimista del narrador de “ALMA POR ALMA” se diluye un tanto para dar paso a otras voces: la de los amigos y compañeros que evocan instantes compartidos con la Ingianni. Aún más, y esto sí que es crucial, leeremos las declaraciones de la misma Diva en una breve sección dedicada a sus desenfadadas e insólitas declaraciones a la prensa.


El texto adquiere un tono evaluativo cuando el autor cede la palabra a la Crítica. Para ello presentará una variada selección de reseñas organizadas cronológicamente. Interesante polifonía ésta en la que se escuchan estruendosos aplausos, alabanzas y una que otra nota discordante. La llamaron Diva, acercándola inconscientemente al sentido etimológico de perfección y divinidad que conlleva el término, para referirse a ese especie de encantamiento o hechizo que parecía emanar de sus creaciones. Y la llamaron también diva, con «d» minúscula, cuando presenciaron sus exabruptos y sus protestas hacia todo lo que ella consideraba injusticia. Nada de esto es incongruente. Por el contrario. Nos parece un acierto tener todo este material crítico así organizado. La personalidad misma de la Ingianni fue compleja y conflictiva, un rasgo que se reveló desde que se inició en su país natal donde llevaba un estilo de vida que fascinaba y extrañaba a la vez. Por eso, al leer los comentarios de su carrera, ahora que el círculo se ha cerrado, nos queda la polifacética imagen de una libérrima Alma: genuina, espontánea, fuerte, audaz, bella, ingeniosa, franca, enigmática, desenfadada, temperamental. Su manera frontal y directa de abocar las situaciones, su tono fuerte y contundente al resolver la vida sonaba tal vez a prepotencia. Pero de allí salían también «sus queridas otras,” las reencarnaciones que tanta fascinación y arrobamiento causaron en los escenarios del mundo por varias décadas. Alma, la que no tuvo formación teatral, se daba -visceral e intuitivamente- en toda su intensa desnudez en cada uno de sus roles. Es de especular que su sensibilidad era tal que podía comunicar una carga electrizante de auténtica emotividad a una muchedumbre. Intuitiva, sagaz, Alma podía salir y entrar de sus personajes, extasiando a su público y desconcertándolo a la vez, al dejarle al descubierto quizá resquicios del mundo interior que éste ignoraba

Para concluir, es indispensable recordar que el hecho teatral está dado dentro de un contexto específico. Y de ahí que este homenaje a la Ingianni esté enmarcado apropiadamente por un esquemático recuento de los procesos sociales. Los precisos análisis de Rubén Rega junto a la lúcida visión de la crítica Sonia Murillo-Martin dan buena cuenta de la situación política de América del Sur durante las últimas tres décadas del siglo XX y en especial, de los regímenes militares en los países del Cono Sur con el consiguiente exilio masivo. Asimismo, Rega menciona -con toques impresionistas- el estado de alucinación que presentaba la sociedad febril de Venezuela, generoso país receptor de la diáspora sureña. Nuestros fuertes y antiguos vínculos afectivos con el anchuroso país de Venezuela nos convierte en un testigo poco parcial para comentar esta compleja etapa de dolorosas y conflictivas situaciones surgida a raíz de la llegada de la diáspora del Sur. Sólo es digno recordar que la condición alienante del venezolano de ese entonces tenía raíces muy profundas que podrían trazarse a sus circunstancias históricas mismas, acentuadas - eso es obvio- por la fortuita aparición del petróleo en 1914 en las riberas del lago Maracaibo que se abriera, como bien ha señalado Arturo Uslar Pietri, “inmenso en el aire como una palmera de azabache... como una inmensa rúbrica de tinta que firmara sobre el cielo un decreto de revolución.” El surgimiento vertiginoso de la industria petrolera violentó el proceso transformacional de la sociedad venezolana. Y esa falta de transición o proceso evolutivo es lo que más asombraba a cuanto exiliado llegaba, en la etapa mencionada, a esta pródiga y anchurosa tierra. Las secuelas emocionales del exilio, el proceso de adaptación, fueron también vivencias de Alma Ingianni. “Todo ha sido posible porque logré integrarme a Venezuela. Amo y respeto a este País como a mi misma patria. Son tantas las cosas que uno tiene que pasar para adaptarse, satisfacciones y sufrimientos y una inmensa alegría por haber superado el costo de la adaptación. Pienso que pronto seremos una Sudamérica integrada....” Tal vez el sueño de Alma tardará en realizarse pero la amplia generosidad de Venezuela se comprueba con cada extranjero que decide quedarse a pesar de que los obstáculos de retorno a otros lares hayan desaparecido. Alma Ingianni murió en la ciudad de Caracas una mañana de abril del 2004 dejándonos con ello más desprotegidos ante nuestra orfandad existencial.




©Susana D. Castillo

San Diego State University,
San Diego, California




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“¡Dejadme entrar! ¡Dejadme entrar! ¡Dejadme entrar !!! "
“que bien puedo en concejo  de los hombres,  "
"que bien puede una mujer, sino dar gritos, dar voces?"
"Vosotros sois hombres nobles? Vosotros padres y” 
“deudos, que no se os rompen las entrañas de verme "
 "tantos dolores?”
"Ovejas sois, bien lo dice de Fuenteovejuna el nombre!”
"Gallinas, hilanderas, amanerados,  cobardes!”
"Mujeres de la villa!!! ….Acudid todas para que se cobre,”
"vuestra honra!!!….Acudid todas…." 

"(La actriz cae al suelo)….ay que alivio!…no, no me lastimé. (Pausa. Mira al público) Hola, que tal,….no, no estoy loca, soy actriz, bueno mas o menos, cuando una está en esta profesión, es que   estoy ensayando una parte del monólogo de Laurencia, de la obra Fuenteovejuna del dramaturgo español Lope de Vega….(pausa pequeña, se para, mira a todo el público)…No me conocen? pero que han estado haciendo todos éstos últimos años?, porque yo he andado por todas partes, yo o mis personajes, o mis otras, a mí me gusta llamarlas mis queridas otras… Me llamo Alma Ingianni, con doble ene…"  

"Alma por Alma" de Alma Ingianni.


Así, irrumpía Alma, en el despojado escenario de cualquier teatro o espacio, para hacer su monólogo "Alma por Alma", e  inmediatamente caía esa temida cuarta pared y se comunicaba con los espectadores, como si estuviera charlando con sus amigos, produciéndose  esa mágica simbiosis teatral. Era una actriz, como le gustaba llamarse. pero además de su intenso talento histriónico, poseía una belleza física que destacaba su presencia.  En el escenario, no pasaba jamás inadvertida, era un imán  y tenía el poder de transformarse en su personaje sacando de su interior sus “queridas otras”, que bajaban cuando ella las invocaba, ante ese rito cultural mágico y teatral, que solo poseen las Primeras Actrices. Movía sus brazos y sus manos instintivamente, denotando una precisa estética corporal que en momentos y de acuerdo a sus personajes parecían aladas como en “Casta Diva”, garras poderosas, fuertes, letales en “Medea”, dulces y tiernas interpretando a la “Tía Luisa” en “La muerte de García Lorca”, precisas y teatrales en su  diva rusa, “Irina Arkadina” de “La Gaviota”, delicadas, finas, ejecutivas en la “Sra. Croft” de “El asesinato de la Enfermera George”, rebeldes, jóvenes y enérgicas en su “Casandra” de “Las Troyanas”, suaves y pasionales en “Picnic”, perturbadas, nerviosas en la “Catherine” de “De Repente en el Verano”, viejas , gastadas y de pronto jóvenes como “Madeleine” en “Savannah Bay”, prohibidas y tormentosas en “A puerta cerrada” y totalmente diferentes en sus otras interpretaciones o debiéramos decir “reencarnaciones”.   Sus actuaciones siempre fueron muy destacadas tanto en Venezuela, el extranjero y en su lejano Montevideo.


MONTEVIDEO QUE LINDO TE VEO....

Alma no había estudiado arte dramático en ninguna escuela, tampoco había tomado clases con ninguna actriz. Su talento para la interpretación era innato, al igual que su belleza. De su niñez, solamente sabemos que completó Primaria y Secundaria y un curso de secretaria. No hemos encontrado en la investigación personas que nos informaran al respecto.  Eso sí, desde joven, decía,  le gustaba recitar y recuerdo que me contó que estudió declamación con un profesora amiga, allá en Montevideo.   Trabajaba como secretaria en ANDA Asociación Nacional de Afiliados, una Sociedad Privada, con varios servicios de ayuda a sus miembros. Ya, en esa temprana edad, presentía que algo aleteaba fuertemente dentro suyo. Sin duda debía ser ese Ave de Fuego que signa a los grandes artistas y que luchaba por nacer.

El prodigioso parto, surgió cuando acudió, alguien la invitó a la Sala de Teatro del Grupo "La Máscara" para ver por primera vez una obra de teatro "A puerta cerrada” de Jean Paul Sartre, interpretada por una de las más grandes actrices de Uruguay  tocada por ése hálito de pasión: Nelly Weissel.   “Fue tal el impacto de escuchar y ver actuar aquél "monstruo sagrado", que decidí, ese mismo día que quería ser actriz"  me dijo  "no podía apartar mis ojos de Nelly, estaba como hipnotizada por su impecable actuación, y recuerdo que aplaudí hasta que las manos me quedaron coloradas"

Y al poco tiempo, el director Atilio Acosta, director del antes mencionado grupo, ya vinculado con Alma e impactado por sus naturales condiciones artísticas, le ofreció un papel protagónico en la obra de Noel Coward "Los ángeles caídos" y debutó con los más grandes auspicios. Fue el "boom" de la temporada teatral, la prensa especializada, destacó su presencia y dominio escénico, amen de su belleza.  Una “estrella” había nacido en ese país pequeño del Cono Sur, -ya con el sino de Diva-. Siempre fue una mujer atractiva, de fuerte carácter y personalidad, y con rasgos muy destacados: dos expresivos y grandes ojos negros, mirada profunda, intensidad en el lenguaje, y una enigmática sonrisa.


        Con el grupo "La Máscara" bajo la dirección de Atilio Acosta, continuaron otros importantes títulos, con sus actuaciones como "Las de Caín" de J. Álvarez Quinteros, en 1961, “Programa Salinas” de Salinas, “Tres sombreros de copa” de Mihura, "La oscuridad en lo alto de la escalera" de W. Inge.  En 1962 "Los invisibles" de La Ferrere, “La fuente del arcángel” de P. Salinas,  "Picnic" de W. Inge “De repente en el verano” de T.Williams.  En 1963, "Los cuatro perros" de  J.C.Legido, "El asesino sin sueldo" de E. Ionesco, dirigida en estas dos oportunidades por Sergio Otermin, quien se convertiría en su gran amigo “La Lección” de E. Ionesco..  En ese mismo año también la dirige Bernardo Galli en "La idiota" de Marcel Achard.  En 1966 la dirige nuevamente J.A. Acosta en "Así que pasen 5 años" de F.García Lorca, y "La Malquerida" de J. Benavente.  En 1967 hace "El Embrujado" de Valle Inclán, dirigida por Roberto Fontana. “La cabeza del bautista” En 1968, Sergio Otermin, la llama para hacer  "Las troyanas" de Eurípides versionada por el mismo y  en 1970 "El amor castigado" de J. Anouilh. “Espíritu burlón” de N. Coward, “Divinas palabras” de Valle Inclán, “Sueño de una noche de Verano” de W. Shakespeare. El director Alberto Restuccia la dirige en "Guay Uruguay" de M. Schinca y "En Familia" de F.Sanchez en l973. Y en ese mismo año, la dirige Laura Escalante en "No hay que jugar con fuego" de Strindberg, “Un largo adiós” de T. Williams, “La más fuerte” de Strindberg.



LA PRENSA OPINÓ

Sobre la comedia de M. Achard. “La idiota”


“…cabe agregar a los mejores momento de la obra, la estupenda irrupción de Alma Ingianni en el segundo acto…”
                                                                                                                
J.C.Cravea/25/6/65


Sobre “Oscuridad en lo alto de la escalera” de W. Inge.

“…en el montaje se destacó la fina sensibilidad en la actuación de Alma Ingianni…”
 Diario “El Sol”/s.f./s.f.


 Artículo sobre varias de sus actuaciones.

 “La joven actriz Alma Ingianni, viene actuando con singular éxito en dos obras simultáneamente. Interviene en la primera parte de “Asesino sin sueldo” de Ionesco en el Teatro La Máscara y en los dos últimos actos de “La Idiota” de Achard en el Teatro Odeón.  La temperamental actriz que también trabajó en la televisión uruguaya, logró el gran espaldarazo cuando se le confió el principal papel en la obra “Pic Nic”.  Volvió a destacarse al interpretar a la protagonista de “De repente en el verano” de T. Williams. Desde entonces sus actuaciones y éxitos se han venido acrecentando en su carrera artística.”
“El DIA”/s.f./s.f.


Artículo sobre “El Embrujado”

Un artículo con foto de Alma y Atilio Acosta, en una escena de “El Embrujado” de Valle Inclán, dirigida por Roberto Fontana en la sala del Ateneo Popular, anuncia “La obra y Alma Ingianni, constituye uno de los platos fuertes de la cartelera teatral montevideana”.
“El País”/s.f/s.f.

                                                                                                                 

Así opinaron sobre “Las Troyanas” de Eurípides.

“Alma Ingianni, locura en dos planos” “Las Troyanas”de Eurípides en el Odeón mas que un noble esfuerzo…Una Casandra (Ingianni) de evidente dotes naturales, transmuta los aspectos visionarios, litúrgicos de su desvarío y sale satisfactoria y brillante en el conjunto.”
M.R.M.

                                                                                                                         

Sobre “De repente en el Verano” de T. Williams.

“De repente en el Verano” T. Williams en La Máscara…en cuanto a Alma Ingianni que ya nos había dejado una impresión grata y favorable en “Pic Nic”, superó la misma, con gran soltura, expresión, gesto oportuno, y excelente voz…”
Manlio Vitale d’Amico/”El Plata”/24/4/64. 

                                                                      


Un viejo programa del teatro “La Máscara”, de setiembre/octubre del año 1961 con la foto de Alma en la portada, junto a otras actrices anuncia “Las de Cain”, comedia en tres actos de S. y J. Álvarez Quintero, dirigido por Atilio Costa, con un extenso elenco que incluía a Hugo Frasca, Claudio Goeckler, Ana Ma. Casó, Susana Castro, Norberto Guerra, Yuki Valdes, entre otros.

Otro viejo programa del Teatro del Centro, del año 1970, anunciaba a la Cia. Martínez Mieres, Margara Willat, en su Temporada 1970, “El amor castigado” de Jean Anouilh, dirigido por Sergio Otermin, el glamoroso vestuario de Guma Zorrilla y la actuación de Alma Ingianni junto a los cabeza de compañía, y con Villanueva Cosse, Roberto Jones y Adriana Lagomarsino, quienes brillaron en la cartelera montevideana de ese año.

La mayoría de los directores querían trabajar con ella y era  un hecho poco frecuente en el teatro independiente de los años 65', en el que Alma tuvo que actuar simultáneamente en dos obras, "La idiota" y "El asesino a sueldo", en una ciudad donde su población acudía masivamente a ver las obras de teatro que ofrecía la engrosada cartelera teatral con la Comedia Nacional y el auge del Teatro Independiente donde se la veía correr de un teatro al otro, y se convirtió en un clásico ver pasar aquella hermosa actriz, veloz por la transitada Avenida l8 de Julio. Esa Avenida, era la principal de la pequeña ciudad de Montevideo que poseía el encanto y el bullicio cultural, con sus misteriosos cafés como el “Sorocabana” concurridos por intelectuales y espectadores; los cines enormes como el “Censa”, el “Trocadero”, el “18 de Julio”, el “Ariel”, el Rex y los adyacentes “Ambassador”, “Metro” todos anunciando la era del Cinemascope; el Café Tupí Nambá, frente al Teatro Solís, que era el escenario de la vida bohemia, encuentros de espectadores que acudían antes y después de las funciones de teatro o cines, lugar donde las discusiones continuaban hasta altas horas de la mañana, y hasta agresiones entre algún cónyuge de una actriz quien le lanzó un café a un crítico de teatro conocido por sus punzantes comentario, quien había despreciado la actuación de la primera actriz en su reseña; resonaban aún los ecos de los triunfos futbolísticos obtenidos por Uruguay en dos lejanos Campeonatos Mundiales y los fanáticos acudían a los clásicos partidos entre los equipos de “Peñarol” y “Nacional” en el Estadio Centenario;  los Desfiles de Carnaval por la Av. 18 de Julio, totalmente iluminada con miles de lámparas de colores que resaltaban el paso de  las multicolores carrozas alegóricas con movimientos mecánicos y manuales. Murgas, comparsas de negros y lubolos, humoristas, gigantes y cabezudos, desfilaban  envueltos en una nube de volátiles serpentinas, papelitos, y el penetrante aroma de los pomos lanza perfumes.   Los bailes en el Teatro Solís con Xavier Cugat y su Orquesta, y otras invitadas, eran un clásico imperdible; las ya famosas “llamadas” de la raza negra que partían del Conventillo del Viejo Mundo, con sus comparsas que iban llamando a las otras con un contagiante repique de tambores y al ritmo de sus febriles toques, bailaban y brillaban, envueltas en grandes tocados de plumas y ya en esos años con minúsculos bikinis, las vedettes Marta Gularte y Rosa Luna entre otras, con el público fan de cada comparsa, danzando tras de ellos; los corsos de barrios con divertidos juegos de agua y escenográficos tablados, montados en los diversos barrios con creativos diseños  y realizaciones espectaculares que congregaban cientos de personas en cada barriada; los Cines de Barrio con sus matinés, vermouth y noche, con una duración de casi 8 horas, los divertidos corsos de agua; los grandes espectáculos que venían del llamado “Primer Mundo” como el TNP de Francia con María Casares, The Old Vic, de Londres con Vivian Leigh, la inolvidable “Scarlet” del film “Lo que el viento se llevó”, el Picolo Teatro de Milano, dirigido por el joven Giorgio Strheler, el Theatre Guild, de Estados Unidos, con Helen Hayes, June Havoc, Leif Erickson y Roy Scheider que posteriormente se hizo famoso con los filmes “Tiburón” y “All that Jazz”, en fin, la “dolce vita” de Fellini en pleno,  que hacía de Montevideo,  casi, el sueño de una ciudad cosmopolita. Pocos años después comenzaría el oscurantismo, en la pequeña tacita de plata, en el paisito de M. Benedetti, allá, oprimido geográficamente por los gigantes limítrofes, Brasil y Argentina, en un rinconcito del Cono Sur.

En un país tan pequeño, donde todo se centraba en su capital y Punta del Este que ya iba adquiriendo un prestigio internacional por sus hermosas playas y sus famosos Festivales de cine con la presencia de destacadas estrellas de cine mundial como Silvana Pampanini, Gerard Phillipe, , Alma logró volverse mediática. Se hablaba de ella, de su impactante presencia, de su gestalt, de sus silencios poblados de palabras, era admirada y asidua a una hermosa playa de moda "playa Honda" de la costa montevideana, donde acudía con un grupo de amigos entre ellos su infaltable y querido Otermin y el actor Roberto Fontana.  Recuerdo que muchos años después, por la década de los finales del 72'  en Caracas, donde la conocí personalmente, le pregunté en una entrevista “por qué, cuando vivía en Montevideo, se la veía tan lejana, casi antipática, era quizá por el éxito que estabas teniendo?”  abrió desmesuradamente sus grandes ojos y me respondió  "Fíjate tú, que no era antipática, era tímida, y ante aquella avalancha de buenas críticas y halagos, que te cuento los creí en un cincuenta por ciento, pues  lo que a mí me interesaba, era superarme cada día, todo era un reto a enfrentar. En fin, era el comienzo de una carrera, por la cual abandoné casi todo"

Pero volvamos al Montevideo de los 70', ya en los inicios de su convulsión social, ante una política que no miraba hacia los necesitados y donde las fuerzas conjuntas militares, ya se preparaban para tomar el Gobierno que culmina con el Golpe de Estado y la Dictadura Militar... que se instala en el país, disolviendo las Cámaras el 27 de Junio de l973 hasta cuando los uruguayos dijeron basta en el año 1985…por otra parte habían aparecido los polémicos Tupamaros, movimiento que luchaban clandestinamente por los derechos humanos y la reinstauración de la Democracia. La gente veía menguar sus salarios, y la libertad de expresión y el derecho de reunirse o congregarse en grupos cada día  iba haciéndose más complicado, comenzó el segundo “Éxodo” del pueblo oriental, muchos emigraban hacia otros países en busca de oportunidades de trabajo y libertad, bajo la mirada indolente de presidentes  como Bordaberry, quien actualmente está siendo cuestionado por el nuevo Gobierno de izquierda, elegido democráticamente por el pueblo uruguayo en el año 2004, con la Presidencia del Dr. Tabaré Vázquez.


Ante una invitación del Dr. Carlos Gonzáles Naranjo, Embajador de ALALC  -actualmente ALADI- de visitar su país  Venezuela, luego de una estadía de casi dos años en Toronto, Canadá, me fui a Caracas donde viví por muchos años, quizás los más felices de mi vida en ese generoso, grande y bello país, habitado por una gente expresiva  y amistosa que me hicieron sentir como otro venezolano más.
 
 Mientras tanto, me llegaban los ecos de Alma, quien paralelamente al teatro independiente,  comenzó a hacer televisión en programas unitarios llevada de la mano de Otermin y en el programa "Primer Plano" la dirige en: "Un largo adiós"  y  "De repente en el verano" de T .Williams, donde vuelve a interpretar una magistral "Catherine" según la prensa televisiva,  y siguieron otros personajes en obras como "La señorita Julia", que más tarde interpretará nuevamente en Caracas, "La más fuerte" de Strindberg, "La cabeza del Bautista" de Valle Inclán, "Sueño de una noche de verano" de W. Shakespeare.

Una mujer progresista, humana ante el sufrimiento de la gente, rebelde ante la Dictadura Militar, que ya habían tomado el Poder en "su paisito", como ella lo llamaba también, luchó contra esa fuerza aterradora participando activamente en el movimiento “26 de Marzo” y junto con el director y amigo Restuccia,  y casi impotente ante el dolor, los amigos desaparecidos y la muerte en forma de “desaparición” que rondaba entre los ciudadanos progresistas, toma la decisión más tarde, ante la persecución de los militares, contra quienes discreparan con su poderío amenazador,  de abandonar Uruguay y se va a Buenos Aires, Argentina, cuando fue informada que estaba en la lista negra de la Dictadura.  En Argentina de inmediato incursiona en el teatro y la televisión, Canal 9, compartiendo cartel con figuras importantes como Rodolfo Bebán con quien ya había compartido cartel en la puesta al aire de un programa llamado “Torneo de Otoño”, los lunes en el Canal 4 de Montevideo, donde un artículo del Diario “El País” destacaba “sin alardes ni poses Alma Ingianni demuestra que  es una muy buena animadora y estupenda comediante”.        Luego con Arnaldo André, el eterno galán, donde nace una sincera amistad que luego volverá a renacer en Caracas, entre otros primeros actores y actrices del ambiente artístico argentino, con apariciones especiales en episodios de "Alta Comedia" una serie televisiva de gran calidad y exitoso rating.

Pero el destino, en forma de Empresario, capta su talento, y  le ofrece un importante contrato para trabajar en la Televisión Chilena donde estelariza y comparte telenovelas con Walter Kliche, otro actor uruguayo que vivía en Santiago.     Comienzan los proyectos teatrales con la Cia. Kanda Jaque presentando la obra “Espíritu Burlón” de Noel Coward, acompañada por Núbel Espino, Eliana Simpson, Armando Fenoglio, Martha Euneus y Julia Pou. Otra vez feliz de poder trabajar en lo que la apasionaba, comienza a escucharse su nombre, le hacen entrevistas, triunfa, la miman y se siente muy cómoda , cercana siempre de su sufrido país, pero, sucede lo nefasto, lo impensable, tras el golpe militar al Presidente Salvador Allende, electo democráticamente por el pueblo chileno,  liderado por el tristemente famoso General Augusto Pinochet y apoyado por potencias como los Estados Unidos con la ya instaurada “Operación Cóndor”, masacran al democrático y progresista  gobierno de Allende… Alma, devastada ante el horror, protesta desconforme con lo ocurrido, que le recordaba lo que pasaba en su Uruguay, se siente perseguida, hace otra vez sus maletas y viaja ligera de equipaje hacia su nuevo y promisor destino, Venezuela.


Alma y Alejo Felipe en "Medea"
Sala de Conciertos, Ateneo de Caracas 




LA  TIERRA  PROMETIDA

En la bella Caracas, llamada “la sucursal del Cielo”, custodiada por su gigante verde y multicolor Avila, año 1974, Alma descubrió la exuberante naturaleza geográfica del Valle de la Eterna Primavera, como un Boticelli tropical, bordeada de un realismo mágico y encantada por lo que vio. Me contó, tomándonos un “marroncito” en el concurrido “Gran Café” de la Avenida más transitada, Sabana Grande: “Comencé a luchar de nuevo, de abajo, aquí nadie me conocía y  empecé a buscar trabajo.  El primero fue, en el Ateneo de Caracas no como actriz, sino como secretaria, con el Profesor Porte Acero, aquí conocí a una gran mujer, la señora María Teresa Castillo, a Miguel Otero Silva, y más tarde a Carlos Giménez,  pero esa es otra historia" me respondió con su inefable sonrisa.

Venezuela, vivía una época de esplendor económico con el dólar a Bolívares 3.20 en el año 71, y se había convertido en La Meca de muchos emigrantes del Cono Sur que huían asediados por sus Dictaduras Militares, Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia amén de otros países europeos e independientemente de Colombia, su vecino de fronteras, cuya penetración de ilegales y naturalizados  es casi constante, quienes también buscaban mejoras económicas que en sus países no podían encontrar. 

 Entre los años 70,80 y 90, se comenzaron a construir las Torres del Parque Central, casi de inmediato el monumental Teatro Teresa Carreño, y  más tarde el actual Edificio del Ateneo de Caracas, la era de los grandes rascacielos había comenzado, la “época dorada”, el movimiento cultural, los Festivales Internacionales de Teatro con participantes de la talla como Lindsay Kemp, Tadeusz Kantor, Jorge Lavelli, Peter Brooks, La Cuadra de Sevilla, La Cia. de Nuria Espert, Teatro El Galpón, Eugenio Barba y su Odin Theatre,Els Joglars, entre otros, que le otorgaban a Venezuela ese glamour cosmopolita y una agitada vida nocturna, propia de las grandes capitales culturales. El consumismo, los viajes y compra de apartamentos en Miami, la llegada de artistas famosos,  el brillo de las psicodélicas y elegantes discoquetas que competían con la Música Disco, John Travolta, Abba, The Village People, el gay power, la Venezuela del oro negro, de las bellísimas Misses que conquistaban los títulos de belleza en el Mundo. Todo era bullicio y alegría bajo el sol caribeño y las estrelladas e iluminadas noches caraqueñas de diversión en los teatros, cines, discotecas, pubs, inevitablemente terminaban en las areperas con sus famosas “reinas pepeadas” o en los concurridos y famosos desayunos del Hotel Tamanaco. Las divertidas salidas de fin de semana con grupos de amigas y amigos a las bellas playas del amplio Litoral que ofrecía hermosas playas, como Bahía de Cata, Chichiriviche, Puerto La Cruz, o las más cercanas como Anare, Los Caracas, Chuspa, Osma con sus golpes de tambores y las imperdibles estadías en las famosas playas de la Isla Margarita, la perla de Oriente.

Sabana Grande, antes transitada por carros que paseaban parsimoniosamente por su Av.Principal, que posteriormente fue  convertida en Avenida peatonal, con infinidad de Cafés y restaurantes al aire libre, tipo europeo pero con sabor venezolano, deslumbraba a los turistas y a los nuevos emigrantes que continuaban llegando, en busca de oportunidades.   Según confesión de un joven venezolano Pablo García colaborador del Periódico “El Universal”: “éramos sauditas y los gobiernos de turno, nos adoctrinaban que éramos superiores”. Ya Arturo Uslar Pietri, había hecho famosa su frase “el petróleo era el excremento del diablo”. Entre los 70´ y los 80’ comenzó también la “Venezuela saudita”, los viajes a Miami, la compra de apartamentos, la construcción en su pleno auge, las fastuosas fiestas en grandes mansiones, los eventos con pantagruélicos cocktailes y espléndidos pasapalos, estrenos de obras teatrales con gran despliegue escenográfico. Rivalizaban y ofrecían sus menús, enormidad de nuevos restaurantes, franceses, árabes, criollos, italianos, en fin todo el arte culinario del mundo, un festín para los clientes, que consumían y acompañaban con excelentes vinos,  En los 90, ya los rascacielos de cristales multicolores se elevaban en la comercial parroquia de Chacao, en la residencial Altamira o en la Avenida Principal de Las Mercedes poblada por los restaurantes más lujosos y exóticos; los grandes “malls”, los Shopping Centers, los espectaculares cines, los conciertos de las diferentes orquestas sinfónicas, hacían de Caracas una fiesta multidisciplinaria. Los estrenos teatrales seguidos de opíparos cocktails, y posteriores reuniones en cafés o bares, las gloriosas temporadas de ópera   de los Teatro Municipal y Nacional, que más tarde se trasladaron al portentoso y moderno Teatro Teresa Carreño.   Destacadas figuras internacionales  del “bel canto” como Luciano Pavarotti, Renata Scotto, Plácido Domingo, Montserrat Caballe, Alfredo Kraus. Viorica Cortés, por nombrar solo algunos, conjuntamente con los cantantes líricos venezolanos Cecilia Núñez Albanese, Julio César Mármol, Pedro Liendo, Violeta Alemán, Mirna Moreno, etc.  enriquecían las estupendas veladas con el público asistente vestido con sus mejores galas.

El Ateneo de Caracas, era el centro, la cúpula de la cultura multidisciplinaria, conformada por sus famosos vecinos artísticos, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de los Niños, el Museo Bellas Artes, el Museo de Ciencias, la Fundación Rajatabla y el descomunal Teatro Teresa Carreño, destacado entre los más grandes de América del Sur..

Paralelamente, la imparable carrera artística  de Alma continuaba. Discretamente aceptó un pequeñísimo papel  -a pesar de su calidad de Primera Actriz que apenas duraba tres minutos en escena-, que el ya famoso, creativo y polémico director Carlos Giménez, le ofreció  en el multiestelar elenco del conocido Grupo de Teatro Rajatabla, en la obra “Divinas Palabras” de Valle Inclán: “Yo era una pordiosera que decía dos parlamentos   "un bien de caridad, para el desgraciado sin luz de razón",  que era mi hijo que cargaba en un carrito, de pronto tenía que sentir un fuerte dolor en el bajo vientre, en la vagina y caía al suelo retorciéndome y llorando de dolor decía "Ay, Ayyy. Ayyyy, …me muero…qué dolor, es  como un gato que me come en el propio lugar del pecado….Ay! qué estrellón en el cielo!….Este día se acabó" y me moría y me sacaban arrastrándome, de la escena, la cual yo estiraba con mis ayes”,  me comentó riendo en una entrevista. Posteriormente utilizamos ésta anécdota, en la obra “Alma por Alma”.

Bastó esa pequeña escena para que otro director italo argentino, Julio Salinas, le ofreciera el papel protagónico de "La señorita Julia" de Strindberg, que ya A.I. había protagonizado en su país, para estrenar en la sala Rajatabla.  El polémico montaje encarado por la dirección era casi minimalista, con gestalt operàtica y buenos desplazamientos. La actuación de Alma Ingianni fue pasional y deslumbrante, era como un imán para los ojos de los espectadores, con un impactante mutis al final de la obra, que arrancaba aplausos por su magnetismo personal. Los comentarios boca a boca se escuchaban en los lugares donde se reunía la gente de teatro; "No te pierdas la actuación de la paraguaya o uruguaya", "todavía no viste a la tronco de actriz del coño sur?", "Mira, vale no te la pierdas, está bien chévere".       Pero un pequeño y vergonzoso movimiento xenófobo hicieron circular panfletos que repartían a la salida de la Sala de Teatro con titulares como "Piratas del sur, nos quitan el trabajo o "Qué tiene que ver Strindberg, con la cultura venezolana?". Fue un momento difícil, pero pasajero e incluso provechoso, porque engrosó el anecdotario del monólogo, que mas tarde hicimos.

"No quiero ser actriz!, Por qué habré elegido esta carrera? Nunca 
estoy segura de nada, ni de nadie.  Todo se convierte en envidia,
competencia desleal, autoritarismo….Me sentí dolida, profundamente
agredida, sola, ajena, extranjera…Por qué, por qué?….y poco a poco
fui comprendiendo y entendí que yo también pertenecía a éste lugar
a ésta bella tierra…por un Derecho de Vida."
                                                                                                
 A.I. De “Alma por Alma”


Sí, se sintió sola, triste, dolorida,

“...se unieron los del allá...los demás de allá... 
comunicado va,  comunicado viene...
y tuvimos que bajar la obra... 
me sentí dolida, agredida, 
me sentí ajena... 
me sentí” extranjera...

“País verde y herido,
patria pobre...
país que no te tengo
vida y muerte...
cómo te necesito!” 

“Alma por Alma” A.I.

LA PRENSA OPINÓ:

 “Una excelente labor de Alma Ingianni. El trabajo de la actriz podría parecer a primera vista sobreactuado, sino se atiende al criterio de fondo de la dirección que apunta a obtener una actuación melodramática, ficticia, que deje en claro el carácter de símbolo de que se invisten los personajes. La Ingianni, demuestra sus extraordinarias condiciones y su madurez expresiva”.
   Luis Masci./ Caracas, 18/10/1977
                                                                            




 Alma en el Aeropuerto de Maiquetía, 
regresandode una gira con el grupo 
Rajatabla de Carlos Giménez



“…Punto y aparte hay que hacer ante la labor interpretativa de Alma Ingianni, en su personal y matizadísima creación de la Señorita Julia. Su trabajo es artísticamente emocionante, precisamente por la búsqueda y alcance de una verdad, que es eso, esencialmente artística.  La notable actriz se sitúa en una línea realista envuelta en un halo expresionista tanto por la propia estructura anímica, compleja y llena de fluctuantes estados de la Señorita Julia…”
     Juan M. Vidal Rodas./”El Nacional” 17/9/77
                                                                  


“…Alma Ingianni, interpreta como diva novecentista, cabalga tras las sombras de La Bertini, se vuelve desmesurada,  y muere (esta vez sí) en clave expresionista, en el agotador tour de force de la protagonista…”.
      Gustavo Tambascio/Buen Teatro/s.f.
                                                                        


Pero su tenacidad, sus ganas de luchar, su fuerza , su talento, y su lema “las fronteras son las que nosotros mismos nos imponemos” hace que le ofrezcan un importante contrato en Canal 4 Venevisión, en la exitosa telenovela "Rafaela" de Delia Fiallo, protagonizada por Chelo Rodríguez y Arnaldo André y la Co-protagonización de Alma Ingianni en el rol de “Mireya”, la esposa argentina de “Juan José” (Arnaldo) que venía a buscarlo y no le otorgaba el divorcio para casarse con “Rafaela” (Chelo).  Arnaldo era el galán del momento y fue contratado por Venevisión y su reencuentro con Alma, ya habían trabajado en Buenos Aires con mucha química en sus actuaciones. Era la contrafigura de Chelo y fue catalogada por la prensa como “la más "mala" entre las "malas" de las villanas de la TV.” El éxito fue fulminante, la gente la paraba en las calles o la abordaban en los supermercados. Muchas veces le gritaban en las calles,  "Maluca, divórciate y deja en paz a Juan José (interpretado por Arnaldo André)",  "Chica deja a Rafaela en paz!",  "Ché Miresha, dejá a la gente vivir su vida, no te interpongás"
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Había nacido "Mireya" y su popularidad era tan grande que la gente había tomado sus dichos como  "Dónde está mi bebéeee?" o el inefable "Qué brutal!", y  se pusieron de moda en toda Caracas.


LA PRENSA OPINÓ

 “Alma Ingianni, “Mireya”, Mala solo en Televisión. Esta rubia actriz desde el mismo momento de su llegada provocó en el público televidente una reacción de rechazo y antipatía colectiva. Los seguidores de la trama de “Rafaela” se convirtieron de inmediato en los enemigos de Mireya. Esta desconocida actriz en la televisión venezolana, es de origen uruguayo, lleva en el país varios años trabajando en teatro. Su trayectoria es grande y en su país también realizó excelentes trabajos.  Ella confiesa que se siente muy feliz de caerle mal al público televidente, porque esa es una prueba de que su personaje ha calado…”.
     “Variedades”/3/1/78
                                                                                                     



“Nuestra portada. Rafaela causa la locura de Mireya”, “Bueno, si estoy llamando a Chelo por su nombre y no por Rafaela, es porque la identificación de todos los personajes de la novela ha llegado a tal extremo que para el público yo soy “Mireya” y no Alma Ingianni. Todos estamos contentos con el éxito de la telenovela y personalmente me siento muy feliz que mi debut en la TV venezolana, haya gustado al televidente” Alma es prácticamente uno de los puntales de la novela de Delia Fiallo”.
    S.N. /S.F.
                                                                                                                


“Sensible, solitaria. La Mujer que esconde Mireya” Alma Ingianni, la actriz que con su interpretación de Mireya,  ha conquistado en tiempo record el odio de los televidente, pero en persona es una mujer sensible, solitaria. También dice que el personaje Mireya, no tiene nada que ver con ella. Le preguntamos como se siente al recibir tanto odio de los televidentes y exclama sonriente “demasiado cómoda”.
     Por Lavinia González.
                                                                                                   

“María del Mar”.  En esta telenovela se produjo el retorno de la actriz Alma Ingianni, quien se había hecho popular con el personaje de Mireya en “Rafaela”.  Su personaje actual se llama “Maura” “La roja”, una ex prostituta de un botiquín.  Maura, es una mujer de fuerte temperamento, pero de gran calor humano y ternura. Alma compone con total autenticidad tan distinto a Mireya, lo que demuestra la versatilidad de una actriz competente y estudiosa.”
Venezuela Farándula/S.N./S.F.

                                                                                        
Alma, reencontró su lugar en ese bello, surrealista y tropical país, con gente maravillosa, generoso, desordenado, apasionado, divertido, vehemente, cultos, naif.   Ella reía con esa dulce, pícara, misteriosa y retadora sonrisa y confesaba a los periodistas que la acosaban con entrevistas:   "Arnaldo, me pertenece a mí,  todas las mujeres estamos enamoradas de él.      Amo a Juan José  (Arnaldo) además es mi marido, y sé que me ama y abandonará a Rafaela!"  Revista "Venezuela Farándula”."Mi amor es para toda la vida y no me voy a divorciar.  La verdad es que este personaje “Mireya” que ya vive en mí, me da muchas satisfacciones y agradezco a ese maravilloso público que día a día, la hace vibrar"   Revista "Venezuela Farándula.”
 
Por el año 78´ el grupo teatral, "Nuevo Grupo", formado por tres talentosos dramaturgos y directores: Román Chalbaud, José I. Cabrujas e Isaac Chocrón, invitan a Alma para estrenar una obra de un joven autor venezolano Carlos Sánchez, titulada "El Pacto" Co-protagonizada por Marta Lancaste y dirigida por otro joven director Carlos Omobono.
Alma era una mujer de muchas anécdotas, y con su amigo Omobono tuvo algunas muy divertidas. Una noche m llamó por teléfono y me dijo “Tú sabes, lo que me ocurrió hoy! iba para la función y me agarró  un tranca en la autopista, estaba nerviosísima,  y cuando llego al teatro, Omobono estaba en el escenario comunicando a los espectadores “Señoras, Señores, la obra ha sido suspendida...Alma Ingianni ha muerto”........un silencio total, y en ese momento entro yo y corrí al escenario para explicar lo que me había sucedido. Carlos me ve y me dice,  “Para mí, estás muerta”,  y en el teléfono escuché una tremenda carcajada. Hay otra anécdota con él, desarrollada durante el montaje de la obra, que se incluyó también, más tarde, en el texto de “Alma por Alma”.
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LA PRENSA OPINÓ:

 "Marta Lancaste y Alma Ingianni de distintas escuelas, realizan un verdadero "tour de force"…Alma con una entrega total, logra hacer creíble el débil personaje con un despliegue de gestos impecables y una polifónica matización de voces en graves y agudos que hicieron recordar a otra monja, interpretada por Vanessa Redgrave".
 Revista "Venezuela Farándula" R.G/


Alternando su labor televisiva, interpreta diversos personajes, que fueron acrecentando su popularidad y su prestigio, cosechando nominaciones y premios.  Por otra parte, el director de teatro Antonio Briceño en el año 1981, decide montar,"El asesinato de la enfermera George" de F. Markus y le propone el rol de ·”Mercy Croft”, una alta ejecutiva de televisión lesbiana, que visita a la primera actriz de una teleserie para eliminarla por bajo raiting, el cual Alma acepta, a pesar de ser un papel secundario pero trascendental en su carrera artística.  El papel protagónico, lo realizaba la actriz Lola Ferrer ampliamente conocida y trabajaba también la actriz, Francis Rueda, a quien ella quería y consideraba como su hermana.
El día del estreno, la Sala Rajatabla, estaba abarrotada, con espectadores sentados en el suelo, la “Srta. Croft” en un pasaje de la obra, intenta seducir a la compañera de la actriz que iba a retirar de la telenovela y en una escena antológica del teatro venezolano, Alma, desplegó todo su potencial actoral conmoviendo al público a tal grado, con un inolvidable mutis de escena, que todos se pusieron de pie a aplaudirla a telón abierto, y continuó así  durante todas las funciones.  Por ésta actuación, obtuvo tres premios,  el Premio Municipal de Teatro, el del Circulo de Críticos Teatrales CRITVEN y el Premio Juana Sujo.

LA PRENSA OPINÓ: 

“Alma Ingianni, como la ejecutiva del Canal de Televisión, ha logrado afinar su versatilidad en el delineamiento de su Mercy Croft, matizando su personaje con los reclamados tintes, inteligentemente medida, ratificando sus condiciones capaces de ser aplaudidas por el público más exigente, hecho demostrado en la noche del estreno, durante su primer “mutis” en el segundo acto, cundo un aplauso cerrado la aclamó, así como a las grandes “divas” operáticas, después de sus más logradas arias, lo que la convierte en el “alma” a través de toda la obra…”.
    Giselle Schaffer/Revista “Ronda”
                                                                     

“…En cambio Alma Ingianni podríamos decir que brilla con luz propia, por su inteligencia para desenvolver su rol, en forma perspicaz y dosificada…”.
    Leonardo Azparren Gimenez. El Nacional/ s.f.
                                                              

“Entre Lesbos y la TV”…que se crece cuando entra en interacción con Alma Ingianni: el juego entre las dos es de admirable riqueza expresiva…!y esa Alma divina!...aproximada a lo sublime en uno de los más completos trabajos interpretativos vistos por estos predios en los últimos tiempos: gran actriz, bajo una dirección capaz de obtener de ella los más nobles registros, ella está llena de destellos y es uno de esos casos en que a uno le provoca decir, cuando presiente que está a punto de terminar su escena “No te vayas maldita, sigue actuando!”.
     Ruben Monasterios./”El Nacional” 14/2/1981
                                                             


Más tarde el director Herman Lejter que había hecho estudios en Francia, le ofrece interpretar el papel protagónico femenino de “Afinen sus violines” de Víctor Haim, el cual acepta encantada por la gran admiración que sentía por éste director que había integrado, en lengua española, el grupo  de la Universidad del Teatro de las Naciones, con sede el teatro Sarah Bernard en París integrado por actores y actrices como Pelusa Vera de Uruguay y distintos países latinoamericanos dirigido por el famoso Víctor García. quien más tarde trabajó  en varias oportunidades con Nuria Espert, “Yerma” de Lorca y “Las Sirvientas” de Genét.     Luego de intensos ensayos con otros dos actores venezolanos, Pedro Marthan y Gilberto Pinto, estrenaron la obra  y

  
LA PRENSA OPINÓ:

"…A. Ingianni demuestra otra vez que el talento no tiene fronteras de acentos foráneos. Explaya con total acierto la complicada y conflictiva sicología de su personaje, realizando una magistral y conmovedora actuación…". 
    R.G./Revista “Venezuela Farándula”/s.f.
                                                                         

“…la actriz Alma Ingianni lució tranquila, segura en el dominio de sus módulos de interpretación y convirtiéndose en el punto obligado de referencia, tanto por la calidad humana de su personaje (una bailarina decadente) como por el brillo que le daba en la escena. Ella es una gran profesional…”Afinen sus violines”, es una obra que debe verse, disfrutarse y pensar en lo que dice su autor Víctor Haim…”. 
   E.A. Moreno Uribe/El espectador/ s.f.
                                                                          

“…quien mejor desarrolló la forzadísima evolución del conflicto y consiguió el milagro de darle continuidad, fue Alma Ingianni, quien se superó a sí misma y reafirmarse como la gran actriz que es…”.
    Juan Martínez de la Vega/”Caracas a diario”/25/4/l982
                                                  

Mientras tanto continuaban sus éxitos en las telenovelas como "María del Mar" de Delia Fiallo, "La casa de los Ávila" de José Gabriel Nuñez, "El sol sale para todos" de Cesar Rondón, "Esa muchacha de ojos color café" de Fausto Verdial, "María, María", "Mr. Holmes" y "La loba herida" de José I. Cabrujas, "Pedacito de cielo" de su gran amigo J. Gavlosky, entre otras, y en distintos canales.   De allí pasa a "Marte Televisión" una novedosa y promisoria productora de telenovelas, dirigida por H. Pérez Belisario, y junto con Martín Lantigua, Gladys Cáceres y otros importantes actores y actrices conforman el staff de ésta Productora que innova y vende las telenovelas producidas en sus estudios, a los otros canales.
Más tarde, toma la dirección de la Productora, José Simón Escalona, quien había hechos sus inicios como maquillador junto a Ibrahim Guerra (excelente director) en la obra “La casa de Bernarda Alba”. Allí, bajo la nueva Dirección, que fue trayendo otros actores y actrices, hace la telenovela "Piel" protagonizada por José Luis Rodríguez, el comentario que me hizo entre divertida y enojada  fue: "Tú te das cuenta, me dieron el papel de mamá de José Luis, y somos de la misma edad, yo creo que no estoy tan mal, como para que por lo menos me dieran una hermana o una tía".
Las revistas especializadas y las de chismes, comentaron el hecho y el desperdicio del talento de Alma. El Puma confesó para la Revista “Venezuela Farándula”, entre risas, “que se sentía muy divertido, teniendo una mamá tan joven y tan bella”.  Su contrato, continuó hasta casi el final de la Empresa, aunque cada vez, la nueva dirección le daba menos personajes e inadecuados para una primera actriz, pero ella lo tomó en un principio con mucha filosofía y entereza  hasta que llegó la eclosión final y luchó por sus innegables derechos.


“ASI, CON UNA SONRISA, MUCHOS EJECUTIVOS DE
“ALGÚN CANAL DE TELEVISIÓN, 
QUE NO QUIERO NOMBRAR  
PRETENDEN TERMINAR CON LA CARRERA ARTÍSTICA 
Y HASTA CON LA VIDA DE MUCHOS ACTORES”

 “El asesinato de la enfermera George” de F. Marcus, 
  incluída en texto de “Alma por Alma”


El Grupo Rajatabla, del Ateneo de Caracas, aún no se había convertido en Fundación, se preparaba para comenzar una extensa gira por Europa, con la obra de José A. Rial "La muerte de García Lorca", protagonizada por Roberto Moll y el elenco de Rajatabla.  Carlos Giménez y Francisco Alfaro, directores del grupo, deciden llamar a Alma para interpretar un rol pequeño pero encantador "La Tía Luisa" y otros papeles como la hermana de Federico, Yerma etc. "acepté encantada, ante la posibilidad de trabajar en lo que más me gustaba y formando parte del elenco, la vida te da sorpresas".   Fui invitado a viajar,  como Adjunto a la Presidenta del Ateneo de Caracas, la Sra. María Teresa Castillo, separada ya del escritor venezolano Miguel Otero Silva. Nos costaba un poco no llamarla Sra. Otero, pero su constancia por mantener su nombre de soltera y su tremenda tenacidad y fuerza vencieron.   Para Europa marchamos todos con la Sra. María Teresa, encabezando la Gira.  La obra había tenido un tremendo éxito en Caracas, y en distintos Estados venezolanos e incluso en países limítrofes.        Alma, disfrutó mucho haciendo los diversos papeles en Madrid, España, (durante el transcurso del Mundial de Football en ese país)    En una polémica función en el Teatro María Guerrero, donde a telón abierto los espectadores españoles irrumpían la escena con sus opiniones, sucedió que cuando a Alma  le tocó decir un parlamento de la Hermana de García Lorca, que decía “es que se puede hacer otra cosa en España?” un espectador respondió  en voz alta “sí, comer mierda”.  Inmutable, Alma continuó con su texto y con el agitado ritmo de cambios de personajes, que este grupo internacional, está acostumbrado a realizar. El público español se dividió y continuaban alabanzas y protestas de un lado y de otro. En consecuencia, un tremendo éxito en el Teatro María Guerrero con salas llenas.      La Ingianni, estaba realmente feliz, ya se había casado con su querido Miguel Presa, propietario de una Empresa y Representación de Libros y otros importantes cargos dentro de la Industria impresora.
En Florencia, Italia luego de las exitosas funciones de la misma obra, en la sala “SPAZIOCINQUE”, paseábamos y nos deleitábamos con la histórica y pletórica ciudad de la  cultura. Todavía recuerdo sus ojos inquisidores que  hurgaban con  admiración en el Battistero "La Porta del Paradiso" de Lorenzo Ghiberti, la Piazza Signoria rodeada de magníficas estatuas como el David o IL Perseo, con su bella fuente de Neptuno de Bartolomeo Ammannati, la Galería degli Uffizi, el Ponte Vechio, sobre el río Arno.  Mas tarde en Roma, en el Teatro Argentina, culminó con broche de oro, el fin de la gira del Grupo. En los momentos libres caminábamos por la Vía Appia, íbamos con todo grupo a cenar a las tratorías, pisamos las milenarias piedra de los senderos del Foro Romano, entramos en el Coliseo y prácticamente ella se sumergió en sus sótanos y ya  en Milán corría por las calles desde el Duomo hasta La Scala de Milán pasando por la Galería Vittorio Emanuele II, sus ojos se entrecerraron y pensé que en aquél preciso momento parecía estar comunicándose con sus ancestros.  Luego en el viaje ferrocarril hasta el Lago de Como, no hablaba, se mantenía callada observando los verdes y sembrados campos italianos a través de la ventanilla y creí ver que una lágrima caía de sus ojos, o tal vez fue una leve llovizna que mojó su rostro, por la abierta ventanilla del tren. El Lago de Como, aparecería con espontaneidad, más tarde cuando hicimos “Casta Diva” igualmente que La Scala de Milán, Caracallas, y todo el Mundo Operático y sus respectivas Divas.
                                    
“y pude ir al Festival de Florencia, yo que no conocía Europa
 no lo podía creer!!!.....estudié, estudié el papel como loca...
 y por fin Firenze, y los italianos....Llegó el día del estreno. 
Me ponía el vestido, la peluca, los zapatos de la madre....  
(señal de la cruz)....me sacaba el vestido, la peluca, los zapatos 
de la madre...me  ponía la peluca, el vestido, los zapatos 
de la tía, hacía la tía,....me sacaba la peluca, el vestido, los 
zapatos de la tía...me sacaba todo y corría a escena haciendo 
Yerma.....quedaba agotada… pero feliz...”

  “Alma por Alma” A.I.

                                                          
Llegó a Caracas, renovada, y casi inmediatamente el Grupo Rajatabla vuelve a invitarla para ir a México con la misma obra y luego a la Argentina, " allí, como quien dice cruzando el charco, frente al paisito, tu te imaginas?” comentó.     Ya La Ingianni, como todos la llamaban, estaba en la cresta de la ola, afortunadamente tuve la oportunidad de viajar nuevamente con la Presidenta del Ateneo de Caracas, María Teresa Castillo, y fuimos todos juntos a Buenos Aires y posteriormente a Córdoba, y otra vez fue un inolvidable tour en el país más austral de América del Sur, donde todos los actores  del grupo Rajatabla fueron aclamados y ovacionados de pie y especial su director, Carlos, quien había vivido y estudiado en esta última ciudad.
En el año 1983, Carlos Giménez para inaugurar la nueva Sala de Teatro "Anna Julia Rojas", del Ateneo de Caracas, escogió la obra de Antón Chejov  "La gaviota", llamó a Alma y le ofreció el codiciado papel de “Irina Arkadina”, con un gran elenco como Benshimol, Gustavo Rodríguez, Roberto Moll, su querida amiga Amanda Gutiérrez en el papel de Nina, y Dilia Waikaran, entre otros.          Me comentó sonriendo,"Qué alegría, ese papel estaba destinado para mí, fíjate, mis iniciales son A.I. y el de ella I.A., lo que es a mí, éste personaje no me lo quita nadie" y nadie se lo quitó.  Aunque el montaje fue polémico, Alma destacó en su personaje.


LA PRENSA OPINIÓ:

“Las actuaciones no son convincentes en su totalidad, excepto Alma Ingianni, quien creó un personaje de gran importancia, como lo es Irina Arkadina…”    
   E.A. Moreno Uribe/ El espectador/Pág.25/1983                                                                               




“Alma Ingianni, se ha convertido en la columna del espectáculo en “La Gaviota”, su personaje Irina Arkadina –la deslumbrante, la intensa- no podrá más que sentirse complacida con la interpretación que de su vida ha hecho la Ingianni”.
  “El Universal”/cuarto cuerpo/Culturales/4/1983
                                                                     
     
“…la mejor del elenco, sin duda, Alma Ingianni…”.
   “El Mundo”/14/4/83
                                                                                

“…Alma Ingianni, brilló con luz propia, interpretando con gran veracidad, a Irina Arkadina, un personaje indudablemente que encajaba en su piel de primerísima actriz, con toda su sensibilidad a flor de piel…”.
   R.G./Venezuela Farándula/Abril 1983
                                                                          


Con esa Diva teatral rusa, que luchaba entre el amor de su hijo, de su amante y de su gran pasión su profesión el teatro, conquistó al público y a la prensa.  Muchos confesábamos que era un personaje, escrito para ella, o por lo menos fue la Diva, dibujada impecablemente por Chejov.

Ya “La Ingianni” había incursionado en el cine venezolano y co-producciones en películas como “El vividor” de Díaz Punceles, “Neurosis sobre ruedas” de B. Kaplan, “La venganza, o la belleza de las flores” de T. Urguelles, “Buscando a mi hijo” de B. Clair, también en dos co-producciones  una con Italia  “Amazona blanca” protagonizada por Rick Battaglia y otra con Francia, “El salvaje” con Catherine Deneuve e Yves Montand.

“Pero como todo tiene su recompensa en éste mundo traidor
de pronto...así, de un día para el otro llega la fama, la popularidad
por medio de la pantalla pequeña.. A mí me encanta la fama, firmar
autógrafos, que te reconozcan. Muchas artistas se quejan luego que
lo logran, por esta invasión a sus vidas privadas, pero a mí
me fascina, que invadan todo lo que quieran.”

   “Alma por Alma”.A.I.
                                                                                          


Debido a la popularidad que había acumulado, por su trayectoria y considerada un importante personaje vinculado a las Artes, integrada al quehacer teatral y televisivo venezolano, y su contacto con los grandes actores que llegaban a Venezuela, un equipo periodístico del Bloque de Prensa, encabezado por Sylvia Vergara para una de las revistas, le preguntaron: “Siempre estas rodeada de bellos galanes, queremos saber como es Arnaldo André”, A.I.  “es un encanto! Nos conocemos desde hace años y somos muy buenos amigos. Es un excelente actor, estupendo y generoso, muy buen compañero y posee una de las cualidades que yo más admiro en una persona, contagia su alegría de vivir y siempre tiene una palabra de aliento para todos y todos los días un lindo gesto para mí, es súper buen mozo y todas morimos por él”.   “Y dinos, como te trató Yves Montand”   “Bueno, yo no hablo muy bien el francés, pero nos entendíamos en una mezcla de gestos y algunas palabras en español. Pude apreciar, que es una persona muy culta y entendido en el arte cinematográfico, siempre estaba atento a todas las tomas y hacía comentarios con el director, posee una voz hermosa y es  muy buen mozo también. Y lo más fascinante a nivel personal es que siempre me daba un beso, aquí, en la mano, la cual confieso me costaba lavármela cuando llegaba a casa.”   “Dinos Alma, que es lo que más te importa en la vida?”   “La paz, el amor y el derecho que tiene toda persona a trabajar y si se ha preparado hacerlo en lo que más le gusta”


 

Año 1984. Carlos Giménez me llama a su Despacho, en el Edificio Rajatabla, y me propuso idear un argumento para Alma, pues tanto él, como ella querían hacer un monólogo. Entusiasmado ante el proyecto y teniendo en mente el Mundo de la Opera, se me ocurrió que bien podría interpretar a una Diva de la Opera y al mismo tiempo interpretar también la asistente de la Diva e incluso varias protagonistas de óperas.  Carlos llamó de inmediato a Ethel Dahbar, dramaturga argentina residente en Venezuela, quien ya había hecho un texto fascinante para Rajatabla  “Martí, la palabra” con el cual Carlos hizo uno de sus más bellos y poéticos montajes que triunfó en Venezuela, en Europa y especialmente en el país del poeta, La Habana, Cuba.  Ethel, con quien éramos amigos, aceptó, hablamos de la idea, nos reunimos varias veces, y ella dramatizó y concretó un hermoso texto.



Luego vino la sorpresa, Carlos, Alma y Ethel confabulados, me propusieron que yo dirigiera el espectáculo, y luego de pensar en esa responsabilidad, acepté el reto y nació “Casta Diva” espectáculo unipersonal de una hora y veinte minutos y mi debut como director.



De inmediato renuncié al cargo de la Junta Directiva del Círculo de Teatros de Venezuela CRITVEN, por una cuestión de ética, y comenzamos a ensayar con una pasión vertiginosa. Por mi parte no puedo negar que en ciertos momentos me acosaba el temor y el sentido de responsabilidad que sentía ante aquella tremenda actriz y el respeto hacia los espectadores, pero continué adelante con el total apoyo de la Sra. María Teresa Castillo y estrenamos el día 23 de Marzo de1984, con vestuario de Eva Ivanyi, quien gentilmente cedió sus honorarios, escenografía de C. López, y el Diseño de iluminación de Carlos Giménez, la única que diseñó fuera de su grupo Rajatabla. Pero Alma quería un sombrero de Diva para la parte final y me llevó de la mano al Teatro Teresa Carreño, bajamos las escaleras, y llegamos al taller de Adán Martínez, unos de los mejores diseñadores y vestuaristas de Sud América, uruguayo venezolano, y le hizo la capelina negra más linda que Alma usó y por supuesto con la bondad de los grandes, no cobró, fue un regalo para la Diva. Los ensayos, merecerían un capítulo aparte. Se estrenó con la  siguiente ficha técnica:        

                                      

“Casta Diva”  de Ethel Dahbar

  Elenco:

  Gioconda Ferrari “Nannnette” y Francesca Viannini: Alma Ingianni

  Fotos, programas y afiche: Jorge Casanova

  Musicalización: Ruben Rega

  Gentileza: Radio Nacional de Venezuela

  Vestuario: Eva Ivanyi

  Realización: Roberto Spoladore, Aurelia Scorza

   Sombrero: Adán Martínez

   Peinado de la Sra. Alma Ingianni: Anthony           

   Escenografía y ambientación: Martín López

   Realización: Dpto. Técnico Ateneo de Caracas

   Asistente de dirección: Juan Arias

   Producción: Andrés Vázquez                                          

   Iluminador: David Blanco

   Agradecimiento por sonido: Eduardo Bolívar

   Diseño Iluminación: Carlos Giménez

    Espectáculo ideado y dirigido por: Ruben Rega.



Estrenada el día Viernes 23 de marzo de 1984, en la “Sala de Conciertos” del Ateneo de Caracas. 



La prensa opinó:



“La Ingianni, actriz de avasallante personalidad, reafirma su versatilidad en la interpretación de los diversos personajes operáticos que encarna en “Casta Diva”, comunica mediante su gestalt y sus miradas manteniendo la atención del espectador asombrado entre la risa, la nostalgia y la emoción, bajo la atenta mirada del director”

G. Schaffer. Diario” Ultimas Noticias” 10/84.



“…Alma Ingianni, en “Casta Diva”, hizo estremecer a los espectadores por su excelencia.  Al ver hacer uso de su talento, intempestivamente acudieron a mi mente aquellas palabras de Stephen Wolf “las almas que viven dentro del cuerpo, son innumerables”. Su trabajo interpretativo así lo demuestra, una gracia sin paralelo que sublima en lo etéreo….”

P. García. “El Universal” 15/10/84.



“…Alma Ingianni, muestra su calidad de primerísima actriz en “Casta Diva”...con ayuda de una escenografía -Martín López- de un vestuario -Eva Ivanyi- y de una iluminación -Carlos Giménez- bien ajustadas a las exigencias de una pequeña sala, han obtenido Alma, Rega y su equipo, el merecido aplauso de un publico que no se aburre ni un solo momento, lamentando la corta duración del espectáculo.

RAS/periódico “El Nacional” 7/10/84



“Casta Diva” entertaining for theatre and opera lovers. Alma Ingianni`s performance is physically exhausting as she runs the gamut of characterizations from the resignation and envy of Nannete through the varied personalities of the operatic heroines to the imperiousness, eccentricity and sense of emotional isolation of the Diva. Rega`s direction makes optimum use at all times of the artistic force of his star and of the dramatic possibilities of the text” (“Casta Diva” entretenimiento para los amantes del teatro y la opera. La actuación de A. Ingianni es físicamente exhaustiva mientras recorre con sus caracterizaciones desde la resignación y envidia de Nannete a través de las diversas personalidades de las heroínas operáticas hasta la prepotencia, excentricidad y el estado emocional de soledad de la Diva.  La  dirección hace óptimo uso todo el tiempo de la fuerza artística de su estrella y las posibilidades dramáticas del texto”)

Shelley Pearson. “Daily Journal” 4/10/84.



“Casta Diva, un espectáculo de calidad” A nuestro parecer la actriz, cumple uno de los más bellos trabajos de su dilatada carrera artística...Cuando se nos ofrece un montaje como éste es cuando observamos el progreso del teatro. Cuando Alma Ingianni, con su gran vestido negro domina la escena final, un largo y tenso silencio rómpese con el estruendo del aplauso de los espectadores”

Pedro Gatti. “Tribuna Popular” 6/11/84. 



“…“Casta Diva”, cuenta con la avasallante personalidad de Alma, quien matiza los colores múltiples de “la Diva” y su asistente “Nannette” y los otros personajes operísticos con madurez y esplendor escénico. El espectador queda fascinado tanto por su actuación iluminada por C. Giménez y la sugestiva  e impecable “misce en scène” de Rega”

Giselle Schaffer. Revista “Momento”.2/4/84.



“…Obra singular fue ese íngrimo personaje vivido por la primerísima actriz A. Ingianni…Admiramos su dominio escénico, su profesionalismo, su bien impostada voz plena de expresivos matices…encontramos excelente la dirección de Rega y todo su trabajo con muchos aciertos como los acentos y signos en situaciones estratégicas para lograr su “comento scenico”, inteligentemente ayudó a la definición de la protagonista, de la “prima donna” con los medios típicos de la ópera y el arte lírico... la música, los trajes, la escenografía fueron acertadas escogencias...el diseño de luces de Carlos Giménez es también excelente, lo que a la música son los silencios, las pausas y las antelaciones, al teatro es la luz. Así a nuestro juicio lo entendió Carlos Giménez en Casta Diva. Todos cuadraron el ritmo de esta novedosa Casta Diva, con la cual se nos llevó hasta la extraña y singular teatralidad que el arte de “la lírica”, es decir, el arte de la ópera conlleva.”

   Reyna Rivas. Vuelta de Hoja. “El Nacional” 4/10/84.  



“…Esa noche me enfrenté, por fin, con “La Ingianni” luce convincente, cálida, Maravillosa!!! No pude quitarle los ojos de encima.. Las buenas cosas son efímeras. Quisiera preguntarle a Ethel Dahbar si eligió a la Ingianni pensando en La Diva o escribió La Diva pensando en La Ingianni…”

Federico Alvez. Revista “Zeta” No.514/10/84.



“... con el comienzo de la música Alma Ingianni camina hacia el tocador, los presentes no intentan tragar, no intentan moverse un poquitito en las sillas, ella se sienta y da inicio a una actuación tan impresionante que convierte en carne, nervios, músculos y sensaciones las palabras, todas las palabras...parece molerse a sí misma, triturarse, sacarse los sentimientos...”

José Pulido. “El Nacional”. 17 /03/1984 de l984.



“Excelente dirección de R. Rega, y una bella iluminación de Carlos Giménez... trabajo de mimada orfebrerería y camafeo, equilibrio, integración, medida, delicadez. Sí, virtuosismo para conocedores, arte “de cámara”, exquisitez.  Alma Ingianni,  con un perfecto dominio técnico, una profunda sabiduría,  un excepcional sentido del matiz, una elegancia escénica de plástica escultórica, es, sencillamente, un regalo del arte, Alma La Primerísima”.

Juan Martínez de la Vega. “Diario de Caracas” 10/84



“La Ingianni se desdobla en diferentes mujeres, la servil Nannete, la Diva, Salomé, Norma, Lucia, ...todas las Divas de las grandes óperas ... ella llena el escenario con su fogosa presencia. Su “griffe” actoral la demuestra sobradamente con este texto ideado por el director y escrito para ella por Ethel Dahbar, qué otra gran actriz podría interpretarlo?”

Sonia Murillo Martín.“El Universal” 22/4/1984.



“Lo mejor del Teatro de l984” “El trabajo de Alma Ingianni es una delicada labor que plasma la simultaneidad de personajes presentados por E. Dahbar.  Los cambios, los matices, entonaciones, no se hacen esperar en esta versada y magnífica actriz de excelentes dotes histriónicas, sencillamente es un deleite ver a esta primera figura sobre el escenario por su expresividad, su capacidad de estremecer y su fuerza, atrayendo la atención del público en el difícil ejercicio del espectáculo unipersonal, reafirmando la calidad de su oficio.”

P. García. “El Universal” 2/4/1984.



El éxito la acompañaba, ella era como un imán para  la prensa y el público, tanto por sus actuaciones como por su fuerte temperamento, por su lucha contra la injusticia y la actitud frontal que tomaba ante los problemas.  Los amigos, sabíamos de su solidaridad con los más necesitados, de la ayuda que prestó a varios artistas que pasaban malos momentos económicos o de enfermedades extremas. Cuando ella no podía reunir el dinero necesario no le importaba ir a pedir a otros más poderosos, por una operación al corazón u otras enfermedades, y muchas veces salió con las manos vacías. También conocimos su enfado, su tozudez, y su empeño cuando defendía una causa que ella consideraba correcta como opinar y tomar posición solidaria  ante despidos de sus compañeros  y muchas veces comenzaron a decir que era “conflictiva”, por esa razón.



A los pocos meses del estreno de “Casta Diva”,a pesar del gran éxito de crítica y público, la obra es bajada de la cartelera del Ateneo y nos vimos imposibilitados de conseguir otro espacio. Era mi primera dirección y fue un momento de decisiones  muy difíciles. Alma sintió ese dolor, pues el espectáculo había sido acogido maravillosamente por el público y todos los medios audiovisuales y se sintió un poco deprimida....



“Eso es envidia! A la gente sin talento y con pretensiones”

“no les queda otro recurso que difamar a quienes”

“verdaderamente lo tienen.  Ese es un pobre consuelo.....”



Anton Chejov citado en “Alma por Alma”
ALMA POR ALMA (fragmento)

© Rubén Rega
Uruguay, 2008, edición del autor








ALMA INGIANNI, biografía
Alma Ingianni comenzó de muy joven su carrera teatral en Montevideo, Uruguay, en el año 1960 en el grupo teatral “La Máscara”. Hizo muchas obras tanto en teatro como en Televisión uruguaya. También realizó giras por diferentes países de Latinoamérica como Argentina, Chile, México, entre otros. Mas tarde se radicó en Venezuela,  adquirió la nacionalidad venezolana y se convirtió en una estrella con su personaje de villana en la telenovela “Rafaela” con Arnaldo André y Chelo Rodríguez. Realizó teatro y cine, en donde tuvo una breve participación al lado de Catherine Deneuve e Yves Montand en la película “El Salvaje”. Junto al grupo Rajatabla realizó varias giras por Europa.

TEATRO 
“Los ángeles caídos” de Noel Coward.
“La oscuridad en lo alto de la escalera” W. Inge.
“Las de Caín” de Álvarez Quintero.
“Los invisibles” de G. Laferrere.
“La fuente del Arcángel” de W.Inge,
“Pic-Nic” de W. Inge.
“Los cuatro perros” de Juan C. Legido.
“El asesino sin sueldo” de E. Ionesco.
“La idiota” de M. Achard.
“De repente en el verano” de T. Williams.
“La malquerida” de J. Benavente.
“Así que pasen cinco años” de F. García Lorca.
“El embrujado” de Valle Inclán.
“El amor castigado” de J. Anouilh.
“Las Troyanas” de Eurípides/Sartre.
“No hay que jugar con fuego” de Strindberg.
“Espíritu burlón” de N. Coward.
“Divinas palabras” de Valle Inclán.
“Señorita Julia” de Strindberg.
“Sueño de una noche de verano” de W. Shakespeare.
“La lección” de E. Ionesco.
“Señorita Julia” de Strindberg (en Caracas)
“Divinas palabras” de Valle Inclán (en Caracas)
“Afinen sus violines” V. Haim
“El asesinato de la enfermera George” de F. Markus.
“El pacto” de A. Sánchez.  
“La Gaviota” de A. Chejov.
“Casta Diva” de E. Dahbar.
“La Diva” performance de R. Rega.
“Alma por Alma” de Ingianni/Rega. “
“Medea” de J. Anouilh.
“Savanah Bay” de M. Durás.
“A puerta cerrada” de Sartre.

CINE.
“El salvaje” con Yves Montand y Catherine Deneuve.
“El vividor”,  dirección García Punceles.
“La venganza”, de García Punceles.
“Neurosis sobre ruedas”,  dirección Betty Kaplan.
“Amazona blanca”, con Rick Batagglia.  Producción Italiana.

TELEVISION
Actuó  en varios canales de Televisión de Uruguay, Argentina, Chile y Venezuela.
 





Uruguay
“Poesía en TV”,  programa en Televisión, Montevideo, Uruguay .
“Poesía israelí en TV”, especialmente invitada por la Embajada de Israel en Uruguay.
“Teatro en TV”: varias obras, bajo la dirección de Sergio Otermin.

Argentina
Varias telenovelas con Rodolfo Bebán y Arnaldo André.
“Alta Comedia”, Canal 9.
“Teatro en TV.”, Canal 9.

Chile
“Teatro en TV”

Venezuela
Telenovelas en diferentes canales de TV como  Venevisión, Venezolana de Televisión, RCTV, Marte Televisión, entre otros. Algunas telenovelas: “Rafaela”, “María del mar”, “La mansión de los Ávila”, “Piel. Programa “Viernes de Teatro”, en Venevisión y transmisión de su obra de teatro “Alma por Alma” por Canal 5.


GIRAS INTERNACIONALES
Festival Internacional de Florencia, Italia.
Festival Internacional de Guanajuato, México.-
Temporada en el Teatro María Guerrero, Madrid, España.
Temporada en el Teatro San Martín de Buenos Aires, Argentina.


GIRAS POR VENEZUELA

"Alma por Alma”, unipersonal de A.Ingianni y Rubén Rega, dirección Rubén Rega

Dramaturgia
"Alma por Alma", co-escrita con Rubén Rega.

Libros
"Alma por Alma", de Rubén Rega. Biografía que contiene el texto del unipersonal del mismo nombre y el monólogo "Casta Diva", escrito por Ethel Dahbar especialmente para Alma. Uruguay 2008, edición del autor.



"ALMA...ANTES DEL DESAYUNO" por JOHNNY GAVLOVSKI  




Querido Ruben:
Me pides que te hable de Alma!! No se como hacerlo. Por lo general estos escritos siempre implican que uno hable bien de la persona que se ha ido: nunca discutiste con ella, nunca hubo un si y un no... Todo lo “bueno” se resalta, y la persona se torna ideal... Si eso es lo que esperas, desde ya te digo que no lo haré. Eso me aburre, y Alma lo aborrecería.
Alma era humana, tan humana... en el sentido de tener todas esas virtudes y defectos que hacen adorable y terrible a cualquier persona. Nosotros corríamos entre esos dos polos. Nacidos el mismo día, conjurábamos ese espíritu acuariano de “solos contra el mundo” para hacer y deshacer en nuestras conversaciones diarias. Si, diarias. Alma y yo hablábamos todos los días entre 7:30 y 8:00 a.m., a pesar del desayuno de Miguel. Bueno, hablábamos hasta que nos peleábamos. Peleábamos, nos reconciliábamos. Ella no me perdonaba no haber protagonizado “Los Puentes Rotos”, y yo rezongaba por la herida por haberme quitado la dirección de “Savannah Bay”. Pero a pesar de eso, allí estábamos, apoyándonos, cuidándonos mutuamente en el complejo mundo de Marte TV.

Si bien nunca pudimos trabajar juntos en teatro, en TV sí trabajamos bastante. Cómplices para tantas escenas. Cómplices para sobrevivir. Ella “me cuidaba” en los sets; yo la “cuidaba” en los castings y en los libretos.
Ahora me doy cuenta: nos cuidábamos. Sabíamos que no pertenecíamos a ese mundo de la televisión, que estábamos allí por tantas otras razones que no eran precisamente arte, lidiando en el día a día con la mezquindad de un medio, que poco a poco se convirtió en patrimonio de la mediocridad de un género. Nuevas “primeras damas” de la actuación, desplazaban a las veteranas. Actrices de la talla de la misma Alma, Betty Ruth, y Gladys Cáceres, comenzaron a ser de soporte de estas nuevas figuras, muy bien conectadas, porque, como decía un nuevo gerente – para aquel entonces – de TV: “la pantalla no admite arrugas”; refiriéndose por estas a experiencia, trabajo constante, estudio, tablas, teatro. Si, teatro.... de verdad!.
Alma y yo nos mirábamos. Ambos sabíamos que las nuevas actrices no tenían, no la mitad de la trayectoria artística de ella y sus compañeras, y aún así, había que callar por aquello del salario mensual. Bueno, tratándose de Alma era un callar relativo. Ella callaba mientras no se metieran con el personal obrero de la planta, o abusaran de los figurantes. Entonces si decía. Entonces su fama de “conflictiva” (es decir, la de aquella persona que no sabe callarse ante lo que considera injusto) salía a relucir.

Escribo esto y mil recuerdos vienen a mi mente.

La extraño, sabes. Ayer mismo en la mañana iba a tomar el teléfono para llamarla. Inmediatamente recordé que ya se había ido. Alguien me dijo una vez que estamos prestados en este plano, que cuando lo que venimos a hacer se cumple entonces, hay que levantar vuelo... Como una gaviota. Sobre el mar de la existencia. Hacia el horizonte de la eternidad. Bajo el cielo de nuestros sueños.

Entonces, Alma... Entre las páginas de “La Rosa Tatuada”. En el repicar de mi teléfono al amanecer. En una carcajada en el mercado, entre el yogurt y los tomates, que no son buenos para el ácido úrico. Detrás de la página de cultura de El Nacional; molesta por no haber sido invitada a un estreno, preparando el café guayoyo, mientras me recriminaba: “Ché, terminá de desayunar y me llamas, que no te entiendo nada de lo que dices”. Alma, al amanecer. Alma, y “te dejo porque Miguel se va”, y un “te llamo más tarde”, y hacerlo para comentarme una frase de metafísica. Y trancar para rezar el Padre Nuestro; y volver a tomar el teléfono para quejarse que no sabía nada de Gonzalo, su querido amigo Gonzalo Veluttinni..., y para decirme que había mandando al infierno a.... No, eso no lo digo. Eso se queda en mi recuerdo de “te lo digo a ti que se que no se lo vas a decir a nadie”; se queda en el eco de “que tengas feliz día”, y “un besito, sabes”. Y lo que más disfrutaba, Rubén, los 26 de Enero:

- “Feliz Cumpleaños, Johnny”.
- “Feliz Cumpleaños, Alma”
- Te gané. Este año te llamé yo primero...
- Ja... Ja... Deja que llegue el próximo.




Johnny Gavlovski
Psicólogo, Dramaturgo, Director
Caracas 5/6/2005

"Alma por Alma" 
de Rubén Rega
Publicado en Uruguay, 2008