la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Elizabeth Bishop escribe sobre Marianne Moore: "Esfuerzos del cariño" / El Nacional, Caracas, 3 de octubre de 2017


Marianne Moore y Elizabeth Bishop

Presentamos un fragmento del ensayo que Elizabeth Bishop (1911-1979) escribiera sobre Marianne Moore (1887-1972), ambas poetas norteamericanas ganadoras del Premio Pulitzer. El texto está incluido en el volumen 2 de la “Obra completa” de Moore, y fue traducido por Mariano Peyrou para Vaso Roto Ediciones (España, 2016)





En la primera edición de los Collected Poems (Poesía reunida) de Marianne Moore, de 1951, hay un poema que originalmente se llamó “Esfuerzos y cariño”. En mi ejemplar de este libro, Marianne tachó la palabra “y” y escribió “del” encima. A mí este cambio me gustó mucho, de modo que voy a titular este texto “Esfuerzos del cariño”.
Conocí a Marianne Moore en la primavera de 1934, cuando estaba en el último curso en la universidad de Vassar, por medio de Fanny Borden, la bibliotecaria. Una amiga del colegio y su madre, ambas más leídas y más sofisticadas en sus gustos literarios que yo, me habían hablado de la poesía de Marianne Moore hacía unos cuantos años. Yo ya había leído todos los poemas de la señorita Moore que había podido encontrar, en copias atrasadas de The Dial y pequeñas revistas y antologías que sacaba de la biblioteca de la universidad. No sabía que la poesía podía ser así. Me gustó inmediatamente, y aunque sabía que había un libro suyo llamado Observations (Observaciones), no estaba en la biblioteca y no lo había visto nunca.
Como la señorita Borden era la persona idónea para presentarme a Marianne Moore, quiero decir algo sobre ella. Era la sobrina de la Lizzie Borden de Fall River, y en la universidad corría el rumor de que la espeluznante historia de Lizzie Borden había tenido efecto moderador en la personalidad de Fanny Borden. Era sumamente tímida y reservada y hablaba tan bajo que era difícil oír lo que decía. Era alta y delgada; siempre iba vestida con prendas de tonos marrones o grises, anticuadas, discretas y distinguidas. Solía desplazarse en una bicicleta sin cadena. Recuerdo verla pedaleando muy despacio hacia la biblioteca, cuesta arriba, alta y erguida sobre aquel curioso artilugio, que a veces parecía más apropiado para una dama que una bicicleta con cadena, y aparcándola en el lugar que le correspondía al llegar. (En aquella época no les poníamos candados a las bicicletas). Una vez, cuando ella hubo entrado, examiné su bicicleta, constaté que no tenía cadena y traté de averiguar cómo funcionaba. No pude. No teníamos mucha relación con la bibliotecaria; alguna vez, cada mucho tiempo, para ir a buscar un libro, nos enviaban al despacho de la señorita Borden, que era sombrío como una cueva y estaba lleno de libros apilados por todas partes. Para los distintos documentos que tenía sobre el escritorio, empleaba como pisapapeles unas piedras bastante grandes, suaves y redondeadas, que traía de la costa. Una vez, cuando mi compañera de habitación hizo un comentario admirativo sobre una de ellas, la señorita Borden le dijo, con su voz casi inaudible: ―¿Te gusta? Puedes quedártela. Entonces se la dio. Era gris, redonda y muy pesada. Un día me enviaron al despacho de la señorita Borden a buscar un libro, ya no recuerdo cuál. Nos quedamos hablando un rato y al final me armé de valor y le pregunté por qué no había un ejemplar de Observations, de esa poeta maravillosa que era Marianne Moore, en la biblioteca de Vassar. Ella pareció ligeramente sorprendida y me preguntó:
―¿A ti de verdad te gustan los poemas de Marianne Moore?
Yo le contesté que sí, los pocos que había podido encontrar.
―La conozco desde que era una niña –me dijo la señorita Borden con tranquilidad, y después me hizo una pregunta que probablemente cambiara el rumbo de mi vida–: ¿Te gustaría conocerla?
Yo era sumamente –no, terriblemente– tímida y muchas veces había salido corriendo para que no me presentaran a adultos mucho menos distinguidos que Marianne Moore, pero le dije que sí de inmediato. La señorita Borden me dijo que le escribiría a la señorita Moore, que vivía en Brooklyn, y también que me prestaría con mucho gusto su ejemplar de Observations.
El ejemplar de Observations de la señorita Borden me abrió los ojos en más de un sentido. Poemas como “An Octopus” (“Un pulpo”), sobre un glaciar, o “Peter”, sobre un gato, o “Marriage” (Matrimonio), sobre el matrimonio, me impactaron y me dieron la sensación, que todavía tengo hoy, de ser milagrosos por su empleo del lenguaje y por la forma en que están construidos. ¿Por qué nadie había escrito nunca de esta manera tan clara y deslumbrante? Pero al mismo tiempo me quedé perpleja al descubrir que la señorita Borden (que, según me enteré, era una vieja amiga de la familia Moore), evidentemente, no compartía mi gusto por esos poemas. Metidas en la parte de atrás del libro encontré algunas reseñas que habían salido tras la publicación de Observations, en 1924; la mayoría eran muy desfavorables, y algunas simplemente bobas. Incluso había una parodia de un poema de Moore firmada por Franklin P. Adams. Y, lo cual era todavía más revelador, la señorita Borden no había considerado adecuado pedir un ejemplar del libro de su amiga para la biblioteca de la universidad. (Más tarde, aquel mismo año, conseguí un ejemplar en la sección de libros de segunda mano de Macy’s).
Al fin llegó el día en que la señorita Borden me dijo que había tenido noticias de la señorita Moore y que la señorita Moore estaba dispuesta a encontrarse conmigo en Nueva York, un sábado por la tarde. Años después me enteré de que Marianne había aceptado conocerme a regañadientes; por lo visto, la encantadora señorita Borden ya había enviado a varias chicas de Vassar a conocer a la señorita Moore, y a veces también a su madre, y ninguna les había gustado. Probablemente esto explicara las condiciones en que se produjo nuestra primera cita: yo tenía que encontrar a la señorita Moore sentada en el banco que hay a la derecha de la puerta que da a la sala de lectura de la Biblioteca Pública de Nueva York. Podrían haber sido incluso más estrictas. Más tarde me enteré de que si la señorita Moore realmente pensaba que no le iba a caer bien la gente con la que se había citado, organizaba el encuentro en el puesto de información de Grand Central Station, donde no había lugar para sentarse y, si era necesario, se podía escapar al instante. Entretanto, la señorita Borden me había contado algunas cosas más de ella: dijo que era infantil, una pequeña criatura extraña y atractiva con el pelo rojo y brillante, muy bromista y, como se podría haber esperado, dada a llamar a su familia y amigos con nombres de animales.
Yo estaba muy asustada, pero me puse mi nuevo traje de primavera y cogí el tren rumbo a Nueva York. Nunca había visto una foto de la señorita Moore; lo único que sabía era que tenía el pelo rojo y que solía llevar un sombrero de ala ancha. Me imaginaba que el pelo sería rojo brillante y que ella sería alta e intimidatoria. Llegué muy puntual, incluso un poco pronto, pero ella había llegado antes que yo (por muy pronto que una llegara, Marianne siempre estaba ahí la primera) y –me di cuenta de inmediato– no era muy alta y no tenía absolutamente nada de intimidatoria. Tenía cuarenta y siete años –a mí, por aquel entonces, me parecía una anciana– y en el pelo unos tonos que iban desde el blanco hasta el rosa claro y el color ladrillo; por otra parte, sus cejas de color rosa-teja parecían cubiertas de una escarcha blanca. El gran sombrero plano y negro era como yo me imaginaba que sería. Aquel día llevaba un traje de tweed azul y, como era su costumbre en esa época, un polo de hombre con un lazo negro en el cuello. Su aspecto era muy pintoresco y recordaba de un modo vago al de Bryn Mawr en 1909, pero al mismo tiempo era estilosa. Me senté y ella empezó a hablar.
Tengo la impresión de que Marianne estuvo hablándome sin parar durante los siguientes treinta y cinco años pero, naturalmente, eso es absurdo. Viví muchos de esos años lejos de Nueva York y solo nos veíamos de vez en cuando. Debía de ser una de las mejores conversadoras del mundo: lo que decía siempre era entretenido, esclarecedor, fascinante y memorable. Su conversación, como su poesía, no se parecía a la de nadie. No sé de qué me habló en aquel primer encuentro. Ojalá en esa época hubiera escrito un diario. Por suerte, ignoraba que otras chicas de Vassar antes que yo no habían superado la prueba, así que empecé a sentirme menos nerviosa e incluso pude hablar un poco. Tal vez tuviera un rapto de inspiración, no lo sé; en cualquier caso, le atribuyo, al menos en parte, mi golpe de gran suerte por haber tenido como amiga a Marianne Moore. El circo Ringling Bros, y Barnum & Bailey estaba haciendo su temporada de primavera en Nueva York y le pregunté a la señorita Moore (nos llamamos “señorita” durante más de dos años) si quería ir al circo conmigo, dos semanas más tarde, el sábado. Yo no sabía que ella siempre iba al circo; no se lo perdía por nada del mundo, así que aceptó; cuando volvía a Poughkeepsie, en el autobús diurno, todo mugriento, me sentía sumamente feliz.
El circo
Llegué a Madison Square Garden muy temprano –habíamos quedado pronto porque queríamos ver a los animales antes de que empezara el espectáculo–, pero Marianne ya estaba allí. Iba muy cargada: llevaba dos bolsas azules de tela, una en cada brazo, y dos enormes bolsas marrones de papel. Me dio una de estas y me dijo que contenían pan integral rancio para los elefantes, porque el pan integral rancio era una de las cosas que más les gustaba comer. (Más adelante se me ocurrió que probablemente el pan blanco rancio les gustaría igual, pero que Marianne se preocupaba por su salud). Cuando entramos y bajamos hasta la planta inferior, donde ya oíamos (y olíamos) a los animales, me contó su plan preliminar. Su hermano, Warner, le había regalado una pulsera de pelo de elefante que a ella le encantaba; se trataba de dos o tres hebras de pelo negro unidas con unos broches de oro. Uno de los pelos se había caído y nunca lo había podido encontrar. Como yo ya sabría, los elefantes solo tienen pelo en la parte de arriba de la cabeza. En la bolsa, Marianne tenía unas tijeras de uñas. Yo tenía que distraer a los elefantes adultos con el pan y, si teníamos suerte, los guardias no se fijarían en ella, que iría hasta el final de la jaula, donde estaban los elefantes bebés, para sacar las tijeras y cortarles algunos pelos con los que reparar la pulsera.
Tenía toda la razón; a los elefantes les encantó el pan integral rancio y empezaron a barritar y a empujarse para hacerse con él. Yo me quedé en un extremo de la jaula, dándoles rebanadas de pan a los elefantes mayores, que las cogían con la trompa, y la señorita Moore se fue al otro extremo, donde estaban los elefantes bebés. Los elefantes grandes estaban haciendo tanto escándalo que uno de sus cuidadores vino donde estaba yo, y por el rabillo del ojo vi a la señorita Moore inclinada hacia delante en puntas de pie, con las tijeras en la mano. El pelo de elefante es correoso; me pareció que no acabaría nunca de cortarlo. Pero logró terminarlo, y entonces les dimos triunfalmente el resto del pan y nos fuimos a ver a los demás animales. La señorita Moore abrió su bolsa y me enseñó tres o cuatros pelos bastos y grisáceos envueltos en un pañuelo de papel.
Detesto ver a los animales metidos en jaulas, especialmente si son jaulas pequeñas, y sobre todo si se trata de animales de circo, pero creo que Marianne, aunque es probable que sintiera lo mismo, tenía tanto interés por ellos, tanta pasión, y sabía tanto de ellos, que podía dejar de lado, durante un rato, el dolor o la rabia que le producía verlos encerrados. Recuerdo que aquel día una serpiente con unos dibujos muy hermosos se estaba retorciendo en un terrario de cristal y de repente levantó la cabeza; dio la impresión de que lo hacía aposta para mirarnos.
―¡Mira, me conoce! –dijo la señorita Moore–. Me recuerda del año pasado.
Preferí pensar que lo decía en broma, aunque en realidad creo que no del todo. Después subimos al piso de arriba y comenzó el espectáculo. Marianne sacó un tentempié de las bolsas azules: unos termos con zumo de naranja, huevos duros (solo las yemas) y más pan integral, pero fresco y untado con mantequilla. También recuerdo de esa primera vez que fuimos al circo (habría otras) que delante de nosotros se sentó un hombre con tres niños pequeños, dos chicos y una chica. El espectáculo de los circos grandes dura bastante tiempo, y los niños, a partir de cierto momento, comenzaron a inquietarse. Marianne se inclinó hacia delante de manera abrupta, como hacía ella las cosas muchas veces, y le dijo al padre que si la niñita quería ir al servicio, ella la llevaría encantada.

© Elizabeth Bishop

Fuente: El Nacional


Elizabeth Bishop: Página oficial
Marianne Moore: Página oficial



Cinco poemas de Marianne Moore



Poeta modernista, crítica, traductora y editora, ganó el Pulitzer Prize y el National Book Award por sus “Poemas reunidos” (1951). Los textos aquí seleccionados fueron tomados de su “Poesía completa”, traducidos por Olivia de Miguel para la cuidada edición a cargo de Lumen (Random House Mondadori, España, 2010)





¿Qué son los años?
     ¿Qué es nuestra inocencia,
cuál nuestra culpa? Todos
     desnudos, ninguno a salvo. ¿Y de dónde
el valor: la pregunta incontestada,
la duda firme
–que calladamente llama, que sorda escucha–, que
en la desgracia, incluso en la muerte,
     da valor a los demás
     y, en su derrota, mueve
     al espíritu a ser fuerte?
Sabio y dichoso aquel que
     acepta que ha de morir
y en su prisión se eleva
sobre sí mismo como
el mar en una sima, luchando por ser
libre e incapaz de serlo,
     y en ese abandono
     halla supervivencia.
     Así se comporta
quien siente con vigor.
     Como el ave que al cantar
yergue su cuerpo creciéndose.
Aunque cautivo, su poderoso canto
dice qué vulgar es la satisfacción,
qué pura la alegría.
     Esto es ser mortal,
     esto es ser eterno.



Al progreso militar
Usas tu cerebro
como una muela de triturar
     paja.
Lo abrillantas
y con tu pervertido ingenio
     te ríes
de tu torso,
postrado donde el cuervo
     desciende
sobre los débiles corazones
que su dios le asigna,
     llama
y bate las alas
hasta que el tumulto atrae a
     más
voluntarios negros
para volver a resurgir,
     guerra
a bajo coste.
Ellos lloran por la cabeza
     perdida
y buscan su presa
basta que el cielo de la tarde
     enrojece.



La mente es un mecanismo encantador
es un mecanismo encantado
     como el brillo en el
ala de una chicharra
     subdividida por el sol
     hasta que las cuadrículas son legión.
Como Gieseking interpretando a Scarlatti;
como el pico punzón
     del ápterix o el
chal del kiwi
     de peludas plumas para la lluvia, la mente,
     tanteando su camino como un ciego,
camina con la vista fija en el suelo.
Posee el oído del recuerdo
     que oye sin
necesidad de oír.
     Como la caída del giroscopio,
     de inequívoca exactitud
porque está ajustado con soberana certeza,
es un poder de
     dramático encanto.
Es como el collar de
     la paloma animado
     por el sol; es el ojo del recuerdo;
es concienzuda inconsistencia.
Arranca el velo; desgarra
     la tentación y la bruma
que visten los ojos
     del corazón –si el corazón
     tiene rostro; hace pedazos
el abatimiento. Es fuego en el iridiscente
collar de la paloma; en las
     inconsistencias
de Scarlatti.
     El orden pone
     a prueba su desorden;
no es el inmutable juramento de Herodes.



Puedo, podría, debo
Si me dices por qué el pantano
parece infranqueable, entonces te
diré por qué pienso que
puedo atravesarlo si lo intento.
**
Valores al uso
Iba a la escuela y me gustaba el lugar,
hierba y sombras de hojita de acacia como encaje.
Se discutía sobre la escritura. Decían: “Creamos
valores en el proceso de vivir, es inútil esperar
su progreso histórico”. Sé abstracto
y desearás haber sido concreto; es un hecho.
¿Qué estudiaba yo? Valores al uso,
“juzgados en su propio terreno”. ¿Soy aún oscura?
De improviso, un estudiante dijo al pasar a mi lado:
“‘Relevante’ y ‘plausible’ eran palabras que yo entiendo”.
Una afirmación grata, anónimo amigo.
Ciertamente, los medios no deben frustrar el fin.
© Marianne Moore
Fuente: El Nacional


Cinco poemas de Elizabeth Bishop




Elizabeth Bishop (1911-1979) es una de las más reconocidas poetas norteamericanas del siglo XX. Recibió los más relevantes premios literarios de su país: Pulitzer, National Book Award, National Book Critics Circle Award y Premio Internacional de Neustadt. Aquí, cinco poemas de su imponente “Obra completa” traducida por Jeannette Clariond








Invitación a miss Marianne Moore
Desde Brooklyn, sobre el puente de Brooklyn, en esta hermosa
mañana,
ven, por favor, volando.
En una nube ardiente de sustancias químicas,
ven, por favor, volando,
por el súbito redoble de mil pequeños tambores azules
cayendo del cielo aborregado
sobre la resplandeciente gradería de agua del puerto,
ven, por favor, volando.
Silbatos, banderines y humo al viento. Los barcos
lanzan señales cordiales ondeando mil banderas,
ascendiendo y cayendo como aves a lo largo del puerto.
Entran en escena: dos ríos que portan con gracia
innumerables pequeñas y diáfanas medusas
sobre bases de cristal tallado arrastradas por cadenas de plata.
El vuelo es seguro; el buen tiempo garantizado.
Las olas llegan en versos esta hermosa mañana,
ven, por favor, volando.
Ven con la punta de cada uno de tus zapatos negros
arrastrando un reflejo de zafiro,
con una negra capa de mariposas y bon-mots,
y solo Dios sabe cuántos ángeles todos encima
de la ancha ala negra de tu sombrero,
ven, por favor, volando.
Portando un inaudible ábaco musical,
un delicado ceño crítico y cintas azules,
ven, por favor, volando.
Hechos y rascacielos centellean en la marea; Manhattan
está inundada de moralejas esta hermosa mañana, así que
ven, por favor, volando.
Escalando los cielos con natural heroísmo,
por encima de los accidentes, por encima de las películas malignas;
de los taxis y de las injusticias en general,
mientras resuenan las trompetas en tus bellos oídos
que simultáneamente escuchan
una leve música no inventada, apropiada para el ciervo almizclero,
ven, por favor, volando.
Ante quien los sombríos museos se comporten
como los corteses pájaros satinados,
ante quien los afables leones echados esperan
en la escalinata de la Biblioteca Pública,
deseosos de alzarse y traspasar cada puerta
hasta las salas de lectura,
ven, por favor, volando.
Podemos sentarnos y llorar; podemos ir de compras,
o jugar todo el tiempo a equivocarnos
con un valioso cúmulo de vocabularios,
o podemos lamentarnos con coraje, pero ven, ven,
por favor, volando.
Con dinastías de construcciones negativas
que se oscurecen y mueren a tu alrededor,
con la ortografía que de pronto gira y brilla
como bandadas de andarríos en el cielo,
ven, por favor, volando.
Ven como una luz blanca en el cielo aborregado,
ven como un cometa diurno
con un enorme caudal de vocablos cristalinos,
desde Brooklyn, sobre el puente de Brooklyn, esta hermosa
mañana
ven, por favor, volando.




París, 7 A.M.
Hago un viaje a cada reloj del apartamento:
algunas manecillas apuntan histriónicamente a una dirección
y algunas hacia otras distintas, desde sus caras ignorantes.
El tiempo es una Étoile; las horas divergen
tanto que los días son viajes alrededor de los suburbios,
círculos bordeando las estrellas, círculos solapados.
La breve escala en fotograbado del tiempo invernal
es un ala extendida de paloma.
El invierno vive bajo el ala de una paloma, un ala muerta de
plumas mojadas.
Mira abajo, hacia el patio. Todas las casas
están construidas así, con urnas ornamentales
puestas en las buhardillas de los tejados donde las palomas
pasean. Es como una introspección
para mirar hacia dentro, o una retrospección,
una estrella dentro de un rectángulo, una remembranza:
este cuadrado vacío bien podría haber estado allí.
–Los castillos infantiles, construidos en los más fríos inviernos,
podrían haber alcanzado estas proporciones y ser casas;
los imponentes fuertes de nieve de cuatro y cinco pisos
resistiendo la primavera como los fuertes de arena la marea,
sus paredes, su forma, no podrían disolverse y desaparecer,
solo superponerse en una fuerte cadena, convertidos en piedra,
y agrisar y amarillear como estas casas–.
¿Dónde están las municiones, las bolas reunidas
con su corazón de hielo en forma de estrella astillada?
Este cielo no es una paloma-guerrera-mensajera
que escapa de infinitos círculos entrecruzados.
Es una muerta, o el cielo del cual una muerta ha caído.
Las urnas han atrapado sus cenizas o sus plumas.
¿Cuándo se disolvió la estrella?, ¿o es que quedó atrapada
en la secuencia de cuadrados y cuadrados y círculos y círculo?

¿Pueden los relojes decir: esta allí, abajo,
a punto de rodar sobre la nieve?


Paisaje marino
Este paisaje celestial con garzas blancas erigidas como ángeles,
ascendiendo inclinadas tan alto como quieren y tan lejos
como quieren en hileras e hileras de inmaculados reflejos;
la región entera, desde la garza en lo alto
hasta la ingrávida isla de manglares
con luminosas hojas verdes delicadamente ribeteadas con guano
como iluminaciones de plata,
y hasta los sugerentes arcos góticos de las raíces del manglar
y en el fondo, el hermoso verde guisante del prado
donde a veces salta un pez como una flor silvestre
en una decorativa espuma de rocío;
esta es una historieta de Rafael para el tapiz de un papa:
semeja el paraíso.
Pero un faro esquelético erguido allí
con sotana en blanco y negro,
que vive desquiciado, cree saberlo todo.
Cree que el infierno brama bajo sus pies de hierro,
que por eso el agua en la marea baja es tan tibia,
y sabe bien que el paraíso no es así.
El paraíso no es como volar o nadar,
pero algo tiene que ver con lo oscuro y con un fuerte resplandor
y cuando anochezca recordará algo
sólidamente formulado que decir al respecto.


El champú
Las sosegadas explosiones en las rocas,
los líquenes se multiplican
extendiéndose en grises conmociones concéntricas.
Han acordado
encontrarse con los anillos de la luna, a pesar
de que en nuestro recuerdo no han cambiado.
Y como los cielos nos vigilan
desde siempre,
tú has sido, querida amiga,
temeraria y pragmática;
y mira lo que ocurre. Pues el Tiempo es
nada si no es indulgente.
Las estrellas fugaces en tu cabello negro
en luminosa formación
¿adónde se dirigen en bandada,
tan directas, tan temprano?
―Ven, déjame lavártelo en esta gran tinaja,
maltrecha y brillante como la luna.


Los hijos de los ilegales
En las apacibles laderas de los montes
juegan la motita de una niña y la de un niño
solas, y junto a ellas, la motita de una casa.
El ojo suspendido del sol
parpadea indiferente, y entonces vadean
gigantescas olas de luz y sombra.
Una inquieta mancha amarilla, un cachorro,
los vigila. Las nubes se están acumulando;
una tormenta se acumula tras la casa.
Los niños juegan a cavar agujeros.
El suelo es duro: intentan utilizar
una de las herramientas del padre,
un azadón con el mango roto
que apenas logran sostener entre los dos.
Cae con estruendo. Su risa esparce
resplandores en el cumulonimbo,
débiles chispazos de indagación
dirigidos como el ladrido del cachorro.
Y para su pequeña y soluble
arca indemne,
la aparente respuesta de la lluvia
consiste en una ecolalia,
y la voz de la Madre, fea como el demonio,
sigue llamándolos para que vuelvan a casa.
Niños, el umbral de la tormenta
se ha deslizado bajo vuestros zapatos enlodados,
mojados y cautivos, permanecéis entre
las mansiones de donde podríais elegir
una más grande que la vuestra,
cuya legitimidad perdura.
Sus documentos empapados preservan
vuestros derechos en cuartos anegados por la lluvia.


© Elizabeth Bishop
Obra completa (1 – Poesía)
España, 2016
Vaso Roto
Traducción de Jeannette Clariond
Fuente: El Nacional







Elizabeth Bishop en la película "Luna en Brasil"




Elizabeth Bishop e Lota de Macedo Soares en "Flores Raras": Glória Pires vive triângulo homossexual em novo filme de Bruno Barreto/ "Gloria Pires vive triángulo lésbico en nueva película de Bruno Barreto" / por Stella Rodrigues, 5 Ago 2013, Rolling Stone / "Glória Pires fala do desafio de viver uma personagem real e interpretar em inglês" -" Gloria Pires habla del desafío de hacer un personaje real e interpretar en inglés", Globo Filmes 16/08/ 2013




Flores Raras: a história de amor da arquiteta Lota de Macedo Soares  (a idealizadora do Aterro do  Flamengo e da poetisa Elizabeth Bishop




Flores Raras: la história de amor de la  arquiteta Lota de Macedo Soares  (la creadora del parque   Aterro do  Flamengo ) y de la  poetisa Elizabeth Bishop


/ por Globofilmes




Glória Pires fala do desafio de viver uma personagem real e interpretar em inglês  / Gloria Pires habla del desafío de hacer un personaje real e interpretar en inglés.



Glória Pires estreou em uma grande produção de cinema como protagonista do filme “Índia, a Filha do Sol” em 1981. Desde então, sua filmografia ficou marcada pela diversidade de estilos nos personagens que interpreta. Na bem-sucedida franquia “Se eu Fosse Você”, de Daniel Filho, a atriz trocou de corpo por duas vezes com Tony Ramos. Em “Lula, o Filho do Brasil”, de Fábio Barreto, interpretou Dona Lindu, mãe do ex-presidente Luís Inácio Lula da Silva.

Gloria Pires se inició en el cine en una gran producción como protagonista del filme  “Índia, a Filha do Sol” en 1981. Desde entonces, su filmografía quedó marcada por la diversidad de estilos en los personajes que interpreta. En la exitosa franquicia  “Se eu Fosse Você”, de Daniel Filho, la actriz cambió de cuerpo dos veces con Tony Ramos. En “Lula, o Filho do Brasil”, de Fábio Barreto, interpretó a Doña Lindu, la madre del ex presidente Luis Ignacio da Silva.

Com mais de 15 filmes no currículo, Glória dá mais uma prova de sua versatilidade, ao interpretar a arquiteta Lota de Macedo Soares, no longa-metragem de Bruno Barreto que chega ao circuito em 16 de agosto. Na coprodução Globo Filmes ela atua boa parte do tempo em inglês para recriar o romance da idealizadora do Aterro do Flamengo com a poetisa americana Elizabeth Bishop (Miranda Otto), que viveu no Brasil entre 1951 e 1966. Em entrevista ao portal Globo filmes, a atriz revela detalhes da relação entre as duas personagens e conta curiosidades sobre os bastidores das filmagens. 

Con más de 15 películas en su currículum, Gloria da una prueba más de su versatilidad al interpretar a la arquiteca Lota de Macedo Soares, en el largometraje de Bruno Barreto que se estrena el 16 de agosto. En la coproducción de Globo Filmes ella actúa buena parte del tiempo en inglés para recrear el romance de la creadora del Aterro do Flamengo con la poetisa america Elizabeth Bishop (Miranda Otto), que vivió en Brasil entre 1951 y 1966. En la entrevista al portal Globo Filmes, la actriz revela detalles de la relación entre los dos personajes y cuenta curiosidades sobre el detrás de cámara de la filmación.

Como é o desafio de levar às telas uma personagem real?
Lota é um personagem importante para a vida do Rio, mas que pouquíssimas pessoas conhecem. Foi um desafio interpretar essa mulher à frente de seu tempo, visionária, que tinha como principal preocupação fazer com que a cultura estivesse viva entre população da cidade. O último projeto dela, que foi o Aterro do Flamengo, cumpre essa missão. Eu tenho que inventar palavras para definir como foi interpretar este personagem fantástico. 

Cómo es el desafío de llevar a la pantalla un personaje real?
Lota es un personaje importante para la vida de Río, pero que poquísimas personas conocen. Fue un desafío interpretar a esa mujer adelantada a su tiempo, visionaria, que tenía como principal preocupación hacer que la cultura estuviera viva entre la población de la ciudad. El último proyecto de ella, que fue el Aterro do Flamengo, cumple esa misión. Yo tengo que inventar palabras para definir como fue interpretar a este personaje fantástico.

Em relação ao romance vivido pelas protagonistas, o que você acha que uma viu na outra?
Acredito que o fato das duas terem uma história de perda de suas famílias pode ter as unido. Uma era o oposto da outra, acho que isso gerou essa atração. O casamento durou 15 anos.

En relación al romance vivido por las protagonistas, ¿qué crees tú que vio una en la otra?
Creo que el hecho de que las dos tienen una historia de pérdida de sus familias puede haberlas unido. Una era lo opuesto de la otra, creo que eso generó atracción. El casamiento duró 15 años.

Você atuou em inglês e contracenou com atrizes com outras formações e bagagens. Como é essa dinâmica no set? 
Ótimo. Houve uma empatia muito grande. A Tracy Middenfort e a Miranda Otto são duas excelentes atrizes. No início, foi um pouco trabalhoso ficar à vontade com ideia de atuar em inglês, mas foi tudo muito bom.

Tú actuaste en inglés e interactuaste con actrices con otras formaciones e experiencias. Cómo fue esa dinámica en el set?
Genial. Hubo una empatía muy grande. Tracy Middenfort y  Miranda Otto son excelentes actrices. En el inicio, fue un poco difícil sentirme a gusto con la idea de actuar en inglés, pero todo fue muy bien. 

Onde você foi buscar informações para construir a personagem?
Lota era muito reservada e não gostava de fotografias, por isso não existem muitas imagens ou registros audiovisuais nas quais eu pudesse me basear. Fui buscar em documentos e correspondências entre ela e o (governador) Carlos Lacerda. E também num livro americano sobre a Elizabeth Bishop que, consequentemente, traz muitas informações sobre a Lota. A partir dele peguei diversas referências em relação a ela, sobre seu jeito. Foi assim que tive um contato maior com a personalidade da personagem.

Donde buscaste informaciones para construir el personaje?
Lota era muy reservada y no le gustaban las fotografías, por eso no existen muchas imagenes o registros audiovisuales en los cuales me pudiera basar. Busqué en documentos y correspondencias entre ella y el (gobernador) Carlos Lacerda. Y también en un libro americano sobre Elizabeth Bishop que, por consecuencia, tiene muchas informaciones sobre Lota. A partir del libro tuve diversas referencias en relación a ella, sobre su forma de ser. Fue así que tuve  un contacto mayor con la personalidad del personaje.

Como era a relação da Lota com o Lacerda? 
Eles eram muito amigos e, de certa forma, suas ideias progressistas influenciaram algumas atitudes do Lacerda como político. Lota era uma mulher à frente de seu tempo.

Cómo era la relación de Lota con Lacerda?
Ellos eran muy amigos y, de cierta manera, sus ideas progresistas influenciaron algunas actitudes de Lacerda como político. Lota era una mujer  adelantada a su tiempo.

Você comentou que gostaria que quem fosse assistir ao filme não ficasse preso à questão da sexualidade.  Qual a principal temática de ‘Flores Raras’?
Todo filme que tem cenas de amor e de romance acaba atraindo um interesse especial das pessoas. Sendo a relação homossexual esse interesse cresce. A gente sabe que até hoje os homossexuais são perseguidos e naquela época mais ainda, por conta disso acredito que as duas buscavam essa vida mais afastada do meio social. A questão da homossexualidade está ali, mas o mais importante é conhecer a história dessa carioca e dessa americana.

Tú comentaste que te gustaría que la persona que viera la película no quedara atrapada por la cuestión de la sexualidad. ¿Cuál es la principal temática de "Flores Raras"?
Toda película que tiene escenas de amor y de romance acaba atrayendo un interés especial en las personas. Siendo una relación homosexual ese  interés crece. Una sabe que hasta hoy los homosexuales son perseguidos y en aquella época todavía más, a raíz de eso creo que las dos buscaban esa vida más apartada del medio social. La cuestión de la homosexualidad está allí, pero lo más importante es conocer la historia de esa carioca y esa americana.

Fonte: Globofilmes
16/08/2013

Traducción al español: vmi




Glória Pires vive triângulo homossexual em novo filme de Bruno Barreto







“Foram 17 anos esperando o projeto acontecer”, disse a atriz sobre Flores Raras, que conta a história de amor da arquiteta Lota de Macedo Soares  (a idealizadora do Aterro do  Flamengo e da poetisa Elizabeth Bishop


"Han sido 17 años de espera para que el proyecto se realizara", dijo la actriz sobre Flores Raras, que narra la historia de amor de la arquitecto Lota de Macedo Soares (la creadora del Aterro do  Flamengo de Rio de Janeiro) y la  poeta Elizabeth Bishop






As atrizes Miranda Otto e Glória Pires, o diretor Bruno Barreto e a produtora Paula Barreto participaram de uma coletiva no início da tarde desta segunda, 5, em São Paulo, para promover o filme Flores Raras, que conta uma versão da história de amor real vivida pela arquiteta Lota de Macedo Soares (Glória) e a poetisa norte-americana Elizabeth Bishop (a australiana Miranda) nos anos 50.
Las actrices Miranda Otto y Glória Pires, el director Bruno Barreto y la productora Paula Barreto participaron de una rueda de prensa al comienzo de la tarde este lunes, 5, en  São Paulo, para promover la película  Flores Raras, que cuenta una versión de la historia de amor real vivida por la arquitecta Lota de Macedoa Soares (Glória) y la poetisa norteamericana Elizabeth Bishop (la australiana Miranda) en los años 50. 
“Quando recebi o e-mail, não acreditava na minha sorte de ter o papel e de vir para o Brasil e fiquei maravilhada com a estética e cinematografia”, disse Miranda, logo no começo da entrevista. “Eu não sabia muito sobre Elizabeth Bishop e quando li o roteiro fiquei encantada com essas mulheres.”
"Cuando recibí el correo electrónico, no podia creer la suerte que tenía de tener el papel y venir a Brasil y quedé maravillada con la estética y  la cinematografía", dijo Miranda, al inicio de la entrevista. "Yo no sabía mucho sobre  Elizabeth Bishop y cuando leí el guión me quedé encantada con estas mujeres."
O projeto nasceu há quase duas décadas, quando Lucy Barreto, mãe de Bruno, comprou os direitos do livro Flores Raras e Banalíssimas – A História de Lota de M. Soares e Elizabeth Bishop, de Carmen Lucia Oliveira. Logo pensou em Glória Pires para o papel de Lota, mas teve dificuldade de encontrar um diretor.
El proyecto nació hace casi dos décadas, cuando Lucy Barreto, la madre de Bruno, compró los derechos del libro Flores Raras y Banalíssimas - La historia de Lota M. Soares y Elizabeth Bishop, de Carmen Lucía Oliveira. Inmediatamente pensó en Gloria Pires para el papel de Lota, pero tuvo problemas para encontrar un director.
“Minha mãe me ofereceu e eu não me interessei, aí ofereceu para o Hector Babenco e ele também não se interessou. Quando minha ex-mulher Amy Irving fez o monólogo da Marta Góes Um Porto para Elizabeth Bishop, lá nos Estados Unidos, senti uma ‘cosquinha’”, contou Barreto. Só então nasceu a vontade de trabalhar no projeto. “Fui ler o livro e passei anos tentando achar o ângulo. Aí me ocorreu que o que permeava tudo aquilo era a perda. A pessoa forte, resolvida, vai perdendo tudo e a pessoa alcoólatra, perdida, vai se fortalecendo porque aprende a lidar com a perda”, define Barreto.
"Mi madre me lo ofreció y yo no me interesé, ahí se lo ofreció a Héctor Babenco y él tampoco se interesó. Cuando mi ex esposa, Amy Irving, hizo el monólogo de Marta Góes  Un puerto para  Elizabeth Bishop, allá en los Estados Unidos, sentí un 'cosquilleo'", dijo Barreto. Sólo entonces nació el deseo de trabajar en el proyecto. "Leí el libro y pasé años tratando de encontrar el ángulo. Entonces se me ocurrió que lo que atravesaba toda esa historia  era la pérdida. La persona fuerte, resuelta, lo va perdiendo todo  y la persona alcohólica, perdida, se hace más fuerte porque aprende a lidiar con la pérdida ", dijo Barreto.
Glória aceitou o papel desde o início. “Foram 17 anos esperando o filme acontecer. Para mim foi um presente”, afirmou a atriz. “O que me atraiu até hoje em um personagem não foi a semelhança comigo, mas que tipo de vivência poderia ter com ele, que interpretação faria. E, claro, roteiro, diretor, a gente vai se cercando de coisas legais. Ela é muito mais aberta do que eu, sou muito mais comedida. Ela [Lota] pensava algo e ia atrás de realizar, eu sou mais de refletir.”
Gloria aceptó el papel desde el principio. "Han sido 17 años esperando que la película se realizara. Para mí fue un regalo ", afirmó la actriz. "Lo que me atrajo hasta el día de  hoy del personaje no fue la semejanza conmigo, sino que tipo de  vivencia podría tener  con él, que interpretación haría. Y, por supuesto, el guión, el director, una se va rodeando de cosas muy  interesantes. Ella es mucho más abierta de lo que soy, mucho más comedida. Ella [Lota]  pensaba  algo e iba inmediatamente trataba de realizarlo,   yo soy más de  reflexionar ".
Flores Raras, como quase sempre é o caso, não é uma cinebiografia 100% fiel aos fatos da vida real. Há concessões e liberdades artísticas muito bem-vindas. “O compromisso maior da ficção é com a verossimilhança e não com a realidade. Às vezes, você coloca a verdade na tela e não fica verossímil”, explicou o diretor.
Flores raras, como  casi siempre, no es un cinebiografía 100% fiel a los hechos de la vida real.Hay concesiones y libertades artísticas muy bienvenidas. "El mayor compromiso de la ficción es con la verosimilitud y no con la realidad. A veces se pone la verdad en la pantalla y no es creíble ", explicó  el director.
Por mais que a perda seja, de fato, a temática de maior peso no longa – algo que ele deixa abundantemente claro em todas as cenas e reforça até mais do que o necessário no final –, os relacionamentos de três mulheres homossexuais caiu como uma luva ao atual cenário político do Brasil. “O filme veio em um momento bom, quando essas questões já estavam em discussão. Ele acrescenta, mostra duas mulheres em uma vida conjunta absolutamente comum, desmistifica um pouco”, define Glória. Bruno acrescenta que as filmagens terminaram há cerca de um ano e meio, antes de essa ser uma pauta tão quente no país.
Por mucho que la pérdida es, de hecho,  la temática de mayor peso en el filme - algo que el deja muy claro en cada escena y refuerza aún más de lo necesario en el final-  las relaciones de tres mujeres homosexuales cayó como un guante en el escenario político actual de Brasil. "La película llegó en un buen momento, cuando  estas cuestiones ya estaban en discusión. Y  la película suma, porque  muestra a dos mujeres en una vida juntas absolutamente común, desmitifica un poco"  define Gloria. Bruno añade que la filmación terminó alrededor de un año y medio, antes de que este sea un tema tan caliente en el país.
“Se fosse a pauta do dia, seria mais fácil”, contou ele, que, ao lado da irmã Paula, teve dificuldade para captar dinheiro por causa da temática homossexual. “O Itaú, conservador, participou. O banco onde a gente tem conta não quis patrocinar”, disse. “Foi o maior investidor privado que tivemos. Não fosse isso, não teríamos pagado as dívidas”, complementou Paula, afirmando que foram R$ 13 milhões de investimento. “Filme de época é sempre caro”, disse sobre o projeto, que tem cenografia e figurinos caprichados e muitos efeitos especiais para deixar o Rio de Janeiro com cara de década de 50.
"Si fuera la agenda del día, sería más fácil", contó él, que junto a su hermana  Paula, tuvo problemas para conseguir eldinero por la temática homosexual. "El (banco) Itaú, conservador, participó. El banco donde tengo mi cuenta no quiso participar", dijo. "Fue el mayor inversor privado que tuvimos. Si no fuera por eso, no habríamos pagado las deudas", agregó Paula, afirmando que fueron £ 13 millones de inversión. "Hacer películas de época es siempre caro", dijo sobre el proyecto, que tiene escenografías  y trajes de época y muchos efectos especiales para mostrar a  Río de Janeiro con la cara de la década del 50.
Barreira do idioma
Outro ponto que tem se destacado na carreira para Glória é o desafio de interpretar em inglês. “A questão do inglês foi complicada. Tivemos apoio da Barbara, atriz norte-americana, que ajudou a soltar a língua. Me preocupavam mais as cenas de emoção, porque nessas horas você vai para o seu cantinho, seu conforto”, afirmou ela. Já o diretor maximizou a dificuldade que ela encarou, de trabalhar em outra língua, e destacou: “Sempre achei a Glória um monstro, é uma das maiores atrizes, como todo mundo sabe. Eu só não sabia que ela seria um monstro em inglês também. Penelope Cruz, Antonio Banderas... muita gente tenta e nem sempre dá certo. Eu não sei qual o segredo dela, só sei que deu muito certo.”


Barrera lingüística 
Otro punto que se ha destacado en la carrera de Gloria es el desafío de interpretar en inglés. "La cuestión del inglés fue complicado. Tuvimos el apoyo de Barbara, la actriz estadounidense, quien ayudó a aflojar la lengua. Me preocupaban más las escenas de emoción, porque en ese momento tú vas para tu lengua, tu comodidad" , dijo. El director maximizó la dificultad que ella enfrentó, de trabajar en otro idioma, y ​​dijo: "Siempre he pensado que Gloria es un monstruo, es una de las más grandes actrices, como todo el mundo sabe. Yo solamente no sabía que ella sería un monstruo también en inglés. Penélope Cruz, Antonio Banderas ... mucha gente intenta y no siempre funciona. Yo no  sé cuál es el secreto de ella, sólo sé que funcionó muy bien ".

Flores Raras, que chega aos cinemas brasileiros no próximo dia 16 e abre o festival de Gramado (que começa no próximo dia 9), também já foi exportado para países como Escandinávia, Arábia, Coréia e Alemanha. Será lançado na primeira semana de novembro, nos Estados Unidos – estrategicamente, para poder concorrer ao Oscar e Globo de Ouro.
Flores raras, que llega a los cines brasileños el 16 y abre el Festival de Gramado (que comienza el 9 de junio), ya fue  exportado a países como Escandinavia, Arabia, Corea y Alemania. Se dará a conocer la primera semana de noviembre, en los Estados Unidos - estratégicamente, para poder ser elegible para el Oscar y el Globo de Oro.

por Stella Rodrigues
5 Ago 2013
Traducción al español: vmi







Flores Raras

Filme recria ambientes da década de 50 e 60


A história de amor entre Elisabeth Bishop (poeta americana vencedora do Prêmio Pulitzer em 1956) e Lota de Macedo Soares (“arquiteta” carioca que idealizou e supervisionou a construção do Parque do Flamengo). Ambientado no Brasil dos anos 50 e 60, quando a Bossa Nova explodia e Brasília era construída e inaugurada, o longa acompanha a história dessas duas grandes mulheres e suas trajetórias 
Quem já foi ao cinema assistir a“Flores Raras” teve a oportunidade voltar 60 anos no tempo e conhecer melhor o Rio de Janeiro de meados do século XX. O filme de Bruno Barreto se passa durante os anos 50 e 60, quando a cidade vivia intenso período de expansão ao incorporar diferentes modelos de arquitetura e construir novos cenários e espaços. O longa registra esse ambiente de transformação da cidade através de um cuidado estético, recriando locais e adaptando cenários através de efeitos especiais e intervenções técnicas.

Para representar a época em questão, “Flores Raras” contou com o trabalho de parceria entre fotografia e direção de arte. O longa retrata a relação de amor entre a arquiteta brasileira Lota de Macedo Soares e a poeta americana Elizabeth Bishop. “Flores Raras” não abandona releitura fiel dos lugares pelos quais a história de amor das duas se passou. A Região Serrana fluminense, a cidade de Nova York e o próprio Rio de Janeiro foram recriados cuidadosamente no longa.

Lota, que é interpretada por Glória Pires, foi idealizadora do Parque do Flamengo. Para recriar o momento de construção do Parque, por exemplo, a equipe do filme foi gravar numa fazenda localizada no bairro do Recreio, Zona Oeste do Rio. O espaço tem uma enorme área aberta, que remete ao local que estava sendo construído. A equipe gravou na fazenda e em seguida no próprio Aterro do Flamengo, fazendo a junção dos espaços na pós-produção e dando a ideia de volta no tempo.  Segundo Mauro Pinheiro, diretor de fotografia do filme, o posicionamento de câmeras no espaço recriado foi tamanho, que até o movimento do sol foi estudado e representado na posição certa:

"Vivi muito tempo no Flamengo, então o parque sempre foi familiar pra mim.  O sol no parque nunca está à direita do Pão de Açúcar, por exemplo. Tivemos essa preocupação de encaixar esse espaço na rota do sol e quando formos ao Aterro filmar o mar e o entorno, tínhamos essa correspondência", detalha o fotógrafo.
Pinheiro conta que a opção por planos abertos ajudou a ilustrar esses espaços pelos quais o filme remetia. Segundo ele, quem assiste a “Flores Raras” vivencia o romance das duas personagens sem estar inserido num contexto claustrofóbico. O espectador é apresentado a uma grande quantidade de paisagens recriadas. O diretor lembrou ainda, que muitas cenas de continuidade precisaram de recursos digitais para alcançarem resultado. Mauro Pinheiro  citou o exemplo de um jardim, que não poderia ser destruído e acabou apagado através de efeitos especiais.  Ele acredita que o trabalho conjunto da fotografia com a direção de arte do filme foi fundamental na recriação desses espaços específicos. Para o fotógrafo, é impossível inclusive demarcar onde um dos departamentos deixa de interferir no que é definido pelo outro.



"Esses dois departamentos ficam misturados. Era um trabalho muito difícil e entrava esse terceiro elemento dos efeitos digitais. O jardim da casa da Serra não podia ser destruído, mas no começo do filme ele está em construção, então foram os efeitos que o derrubaram. Tinha a luz, a arte e os efeitos com os três aspactos caminhando juntos".

Em parceria com o trabalho realizado por Mauro na fotografia, a direção de arte de “Flores Raras” foi comandada por José Joaquim Salles. O diretor de arte reforçou que o uso de efeitos especiais foi fundamental para a releitura da época. Para ele, a ambientação de “Flores Rarars” para o período antigo aconteceu graças a uma cooperação mútua de seu departamento aliado ao de fotografia e também ao trabalho do diretor Bruno Barreto. Salles relembrou as dificuldades de preservar os espaços da época do filme e, em sua opinião,  o maior desafio estético ao voltar no tempo foram as variações da moda ao longo dos anos, que acaba transformando o que é antigo em atual. Segundo Salles, muitos elementos da década de 50 como móveis e artigos do gênero voltaram a ser usados hoje em dia.

"Um problema grande foi que tem muita coisa que voltou a ser moda hoje em dia, então, por mais que tivesse a ver com a época, ainda ficava com cara de atual. Tivemos que nos desdobrar e procurar outras referências para fazer o ambiente ter cara de anos 50 e 60", observa o diretor de arte.



“Flores Raras” estreou nos cinemas no último dia 16. O longa, que segue em cartaz em todo o país, é uma coprodução Globo Filmes

Fonte: Globofilmes
23/0820/13