Armando Reverón en el documental de Margot Benacerraf (Venezuela, 1952).

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la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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EL TEATRO ES UN CORAZÓN ESPIRITUAL, prólogo de JOSÉ PULIDO del libro "María Teresa Castillo-Carlos Giménez-FITC 1973-1992", edición Escritoras Unidas & Cía. Editoras, diciembre 2023

 



 

José Pulido y Lindsay Kemp en el FITC

  

©Rolando Peña-Karla Gómez




Desde 1908 hasta 1935 Venezuela fue gobernada por el dictador Juan Vicente Gómez. Pero en sus últimos años de mandato hubo otro Vicente generando el nacimiento de un país más civilizado:  Vicente Emilio Sojo.  El maestro Sojo creó en 1930 la Orquesta Sinfónica de Venezuela y en ese mismo año fundó el Orfeón José Ángel Lamas junto con Juan Bautista Plaza, Eduardo Calcaño, José Antonio Calcaño y Moisés Moleiro.


También nació en 1930 la primera estación de radio: Broadcasting Caracas, que posteriormente se llamaría Radio Caracas Radio.


Todo eso parecía un anuncio de futuro, de creación, la búsqueda de un destino más acorde con los tiempos modernos. Otras voces. Músicos alborotados que además se la pasaban reunidos en la casa de la pianista y compositora María Luisa Escobar.


Músicos alborotados, poetas alborotados, pintores alborotados, bailarines alborotados, escritores alborotados. Por todas partes salían artistas, voces, cantos, formas, interpretaciones del momento.


Un año después, en 1931, se fundó el Ateneo de Caracas que dio origen a todos los ateneos de Venezuela. Así comenzó la cultura a tomar forma de país y el país a tomar forma de expresión cultural. Los venezolanos iniciaron la observación de sus virtudes, sus oficios, sus mejores expresiones.


El concepto de Ateneo fue la gran respuesta femenina a la dictadura de la ignorancia.


La primera presidenta del Ateneo de Caracas fue, precisamente, la pianista María Luisa Escobar y entre las asistentes a esos inicios se hallaba una joven de 23 años de edad llamada María Teresa Castillo. En el año 1958, cuando cayó la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, fue nombrada presidenta del Ateneo de Caracas la señora María Teresa Castillo. Ella estuvo siempre a la altura de aquella pasión transformadora que hizo nacer los ateneos en Venezuela.


María Teresa parecía un terremoto de entusiasmos. Nada era imposible para su voluntad de generar actividades que semejaran siempre una siembra fundamental. Ella se desvivía por demostrar la espiritualidad del país, la inteligencia del país, la fertilidad intelectual del país.


Es de imaginar lo que ocurrió cuando ella y Carlos Giménez se conocieron y se juntaron en torno a un objetivo, amando el destino del arte.


Porque Carlos Giménez era un terremoto de entusiasmos: nada era imposible para su voluntad de generar actividades. Él la miró y le dijo: “Hagamos buen teatro, señora María Teresa”. Y ella también lo miró y de una vez le dijo: “hagamos eso, muchacho querido”. Se podría decir que de un breve diálogo así, entre esos dos seres, era natural que surgiera un gran proyecto. Una grandiosidad inolvidable. El Festival Internacional de Teatro de Caracas nació de esa manera.

 

LA EXPRESIÓN TEATRAL


Muy importante: la certeza de que Carlos Giménez pertenecía a la más encumbrada expresión teatral hizo que los mejores creadores del teatro, los sublimes y estremecedores teatreros del mundo, sintieran deseos de estar en América Latina mostrando sus creaciones, sus ideas, sus conceptos, su arte. Querían estar cerca de Carlos y de su grupo.


El grupo de Carlos no fue constituido solamente por el hermoso lazo fraterno denominado Rajatabla: también lo integraron todos los creadores que le acompañaron en diversos momentos y fortalecieron aún más su quehacer teatral. Este libro contiene esa realidad, esa experiencia que probablemente representa un momento histórico del teatro internacional.


En este libro las voces más sinceras expresan una temporada imborrable. Y alumbran con más claridad las figuras de Carlos Giménez y de María Teresa Castillo, dos personas que dedicaron sus existencias a otorgarle importancia a la actividad cultural, al trabajo del espíritu, al arte como medio para encontrar caminos perdurables y auténticos.


He ahí una razón para hacer un libro y juntar todos los detalles de esa gesta que mantiene su eco en los oídos del amor teatral. He ahí una razón de continente, de establecer una memoria para que en algún otro momento de la historia las nuevas generaciones sepan que hubo una grandeza de expresión artística, intelectual, digna de ser registrada y por lo tanto memorizada.


Afortunadamente, en beneficio de todos los conglomerados, siempre hay seres humanos especiales haciendo y rehaciendo la grandeza. Y cuando desaparecen se siente la necesidad histórica de decir que los queríamos y que los admirábamos porque parte de nuestra vida espiritual se formó, se alegró y se emocionó con lo que ellos soñaron y realizaron.


El teatro es uno de los corazones que palpitan en el ser humano, que mantiene la vida más allá de lo físico porque el teatro es un corazón espiritual hecho con las más antiguas expresiones de la música, del lenguaje, del cuerpo y del sentir. Carlos Giménez lo entendió así y desde el primer instante en que se dedicó al teatro fue un servidor de la escena, un duende de la escena, un trabajador de pasiones.


María Teresa Castillo era el refugio de los corazones, de las voluntades y los quehaceres en función del arte: ella era el espacio humano donde ocurría todo.


Ella era un sonriente Ateneo, un irreductible Ateneo. Madre cultural de tantos y tantos hijos. De tantos y tantos sueños.


 

JOSÉ PULIDO

Genova, noviembre 2023

Prólogo del libro "María Teresa Castillo-Carlos Giménez-FITC 1973-1992" 

Edición de  Escritoras Unidas & Cía. Editoras (diciembre 2023)





JOSÉ PULIDO

1945.  Nace el día 1 de noviembre en Villa de Cura, estado Aragua, en plena sabana del sector denominado los Tanques, que posteriormente se transforma en zona industrial. Hijo de  Eliseo Zapata y Victoria Pulido.

 

1965. Comienza a colaborar en periódicos humorísticos de Villa de Cura.


1971. Redactor del Diario El Sol, Valencia, estado Carabobo.


1972. Publica dos poemarios: Esto, y Paralelo lelo,  editados por García e hijos. Caracas.

 

1975. Jefe de Redacción de El Diario Católico. San Cristóbal, estado Táchira, donde también se desempeñó como director encargado por varios períodos. Publica poemas en distintas publicaciones del estado, y en Zaranda,  Ediciones de la Red de Bibliotecas Públicas del Estado Táchira. San Cristóbal. 1980.

 

1976. Le otorgan el Premio Regional de Periodismo. Gobernación del Estado Táchira.

 

1978. Jefe de Redacción del diario Última Hora. Acarigua, estado Portuguesa. Recibe el Premio Municipal de Periodismo. Concejo Municipal de Acarigua- Acarigua- Estado Portuguesa.

 

1979. Corresponsal de guerra en Nicaragua, durante los conflictos tras el derrocamiento de Anastasio Somoza, desde marzo hasta julio.

 

1982. Es elegido para el cargo de Secretario de Comunicación del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Nivel Nacional,  Agosto 1982-Agosto 1983. Y Secretario de Comunicación del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Nivel Nacional, Agosto 1982-Agosto 1983.

 

1984. Redactor de las Páginas de Arte del diario El Nacional. Su experiencia como escritor aparece referida en el libro: Confidencias literarias de 35 escritores latinoamericanos, Ed. Rafael Cartay, Colección Ensayo,  Dirección General de Cultura y Extensión Universitaria de Los Andes. Mérida.  Recibe el Premio “Henrique Otero Vizcarrondo” que otorga El Nacional al mejor redactor; y recibe la Orden Andrés Bello, en su Segunda Clase. Invitado al Festival de Poesía de Bagdad. “Merbed”. Octubre- Noviembre.

 

1985. Jefe de las Páginas de Arte del diario El Nacional. Publica el libro con sus mejores entrevistas, titulado: Muro de confesiones, editado por la  Academia de la Historia. Colección El Libro Menor. Caracas. Recibe la Orden Francisco de Miranda. Segunda Clase.

 

1986. Invitado al Festival de Poesía de Bagdad. “Merbed”. Octubre-Noviembre.

 

1987. Aparece su primera novela, Pelo blanco,  Editorial Planeta, que relata parte de la historia de la Colonia Tovar.

 

1988. Miembro fundador del Festival de Música de Cámara de la Colonia Tovar. Y asesor de Prensa en la Semana Cultural Venezolana del Consulado de Venezuela en Brasil, Río de Janeiro. Sus cuentos aparecen en la antología: Detrás de esa columna de humo. Muestra de la narrativa en Caricuao, Editorial La Espada Rota. Redactor Especial y fundador del Departamento de Investigación de El Diario de Caracas.

 

1989. Aparece su segunda novela Una mazurkita en la mayor, Editorial Planeta, Finalista Premio Miguel Otero Silva de Novela, que cuenta la vida de Augusto C. Sandino y la guerra en Nicaragua. Es electo para el cargo de Secretario de Finanzas del Colegio Nacional de Periodistas, Seccional Distrito Federal, Agosto 1989 -Agosto 1990.

 

1990. Corresponsal Internacional de la Agencia Venezolana de Noticias (Venpres). Lima, Perú. Miembro del Directorio de la Agencia Nacional de Derechos de Autor del Trabajador de la Prensa (ADAP), Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP)- Caracas. Octubre 1989-Marzo 1990.

 

1991. Jefe de Información de Arte y Espectáculos. Diario de Caracas.

 

1992. Miembro del Comité editorial, fundador del suplemento cultural Bajo Palabra, editado por El Diario de Caracas. Jefe de Información y fundador del suplemento humorístico El Diablo de Caracas, editado por El Diario de Caracas.

 

1993. Sus entrevistas son objeto de estudio en el libro: Para desnudarte mejor. Realidad y ficción en la entrevista, de Nelson Hippolyte Ortega, Editorial Monte Ávila Editores Latinoamericana, Colección Documentos, 1993. Es nombrado Director (encargado) de El Diario de Caracas.

 

1994. Publica sus poemas junto a Rafael Arráiz Lucca, Joaquín Marta Sosa y Enrique Viloria Vera, en la antología Linajes,  Ediciones Pavilo, Caracas 1994. Nombrado por Salvador Garmendia como Jefe de Redacción de la  Revista Imagen Latinoamericana.

 

1995. Nuevamente publica sus poemas en la antología: Cortejos, Ediciones Pavilo. Caracas 1995.  En Italia incluyen sus cuentos en:

Narrativa venezolana attuale. (Consiglio Nazionale delle ricerche), A cura di Judit Gerendas e José Balza. Ulzoni Editore-Roma.

Una selección de sus poemas se incluye en: Antología de la poesía amorosa venezolana,  Selección de Jesús Salazar, Editorial La espada rota. 1995. Viaja a Chile donde dicta una Conferencia en la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile. Octubre. Foro en la Zona Histórica de México, en representación de Venezuela. Anfitriones: Juan Villoro y Carmen Boullosa.  Septiembre: Conferencia “Integración y Literatura”, Universidad  de Los Andes. Bogotá. Colombia. Agosto: Conferencia sobre Literatura, Universidad Javeriana. Bogotá. Colombia. Agosto: Conferencia “Periodismo y Literatura”. Universidad Nacional de Bogotá. Colombia.

 

1996. Director-creador de El Otro Cuerpo, suplemento de El Ateneo de Caracas, encartado en El Nacional. Es invitado a participar en el libro: Fichero Presidencial. Presidentes y presidencias de Venezuela, de Manuel Caballero, Elías Pino Iturrieta y Diego Bautista Urbaneja. Ed. Contraloría General de la República. 1938-1996. 1996.  (Ensayo).

Sale a la calle la antología: Vecindarios, que reúne a Rafael Arráiz Lucca, Joaquín Marta Sosa,  Enrique Viloria Vera y José Pulido, Ediciones Pavilo. Caracas 1996. Asesor del Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber.

 

1997. Jefe de las Páginas de Arte y  Tendencias. Diario El Universal. Publica la cuarta antología junto con Rafael Arráiz Lucca, Joaquín Marta Sosa y Enrique Viloria Vera: Invocaciones,  Ediciones Pavilo. Caracas.

 

1998. Se publica el libro de cuentos Vuelve al lugar que se te ha señalado, por el Fondo Editorial Contraloría General de la República.  Y el ensayo: El deporte y sus cunas, Fondo Editorial 60 años,  Contraloría General de la República. III Olimpíadas de la Contraloría General de la República. Olimpíadas de los 60 años. 1938-1998. Crónicas suyas aparecen en El libro del béisbol. Cien años de pelota en la literatura venezolana,  Selección y notas de Federico Pacanins,  Colección Quirón, Editorial Los libros de El Nacional.

Asistente Editorial de la Revista BCV Cultural, publicación del Banco Central de Venezuela.

 

1999. Publica Los mágicos,  Editorial Monte Ávila Latinoamericana,  finalista en la Bienal Internacional Francisco Herrera Luque. Participa en el libro de crónicas sobre artes plásticas: 25 Lecturas para 25 años, MACCSI,  Contraloría General de la República. Caracas.

Publica el poemario Los poseídos, Editorial Pavilo, que recibió el  Premio Municipal de Poesía del Distrito Federal en el año 2000, que otorga la Alcaldía de Caracas.

 

2000. Editor de la revista Circunvalación del Sur. Coautor del libro: El Mural de Zapata, Soledad Mendoza Editores. Sus crónicas aparecen en: Confines del Placer, Selección y Notas. Yolanda Pantin y Federico Pacanins. Federico Pacanins, Yolanda Pantin, Joanna Vegas Editores.

 

2001. Publica el poemario Peregrino de vidriera, Editorial Pavilo. Entrevistas suyas aparecen en el libro: Nueve Miradas,  Bigott en sus 80 años, Ed. Bigott.  Participa con sus entrevistas en el libro BCV 60 años 28 testimonios, 60 Aniversario del Banco Central de Venezuela. 

 

Guionista de la telenovela A calzón quitao, trasmitida por Radio Caracas TV.

 

2004. Publica Duermevela (poesía), Editorial Pavilo. La canción del ciempiés (novela),   La sal de la tierra, entrevistas y retratos de Vasco Szinetar,  Colección Ediciones Especiales, Banco Central de Venezuela, Caracas.

 

2007.  Publica la novela El bululú de las ninfas, Editorial Alfa, Colección Orinoco.

 

2011. Publica Gustavo Dudamel, la sinfonía del barrio (biografía), en la colección Libros de El Nacional.

 

2012. Publica la novela El requetemuerto, en la Colección Vértigo, Ediciones B. Forma parte de la Antología en homenaje a Miguel de Unamuno, que se publica como parte de la programación del XV Encuentro de Poetas Iberoamericanos en Salamanca, España.

 

2013. Los héroes son villanos tímidos, una recopilación de sus cuentos aparece publicada por Otero Ediciones.

 

2013-2106: Sigue publicando sus poemas y narrativa en diferentes medios digitales. Continúa realizando reportajes.

 

2017: Se radica en Génova, Italia.

 

2019: Recibe en Milán, Italia,  el  Premio Orchidea d´Argento alla carriera.

 

2017-2023: Realiza lectura de sus poemas y conferencias sobre la poesía venezolana en diferentes ciudades europeas. Sigue realizando reportajes y escribiendo.

 

2023: Es nombrado Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.

 

 

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MARÍA TERESA-CARLOS-FITC 1973-1992




 

 

"MARÍA TERESA CASTILLO-CARLOS GIMÉNEZ- FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO DE CARACAS 1973-1992", de José Pulido, Rolando Peña, Karla Gómez, Viviana Marcela Iriart, Carmen Carmona y Roland Streuli, edición Escritoras Unidas & Cía. Editoras, diciembre 2023

 


©Rolando Peña-Karla Gómez


El libro María Teresa Castillo-Carlos Giménez-Festival Internacional de Teatro de Caracas 1973-1992 homenaje a los 50 años del primer FITC, a los 30 años de la muerte de Carlos Giménez y a los 11 años de la desaparición de María Teresa Castillo, esos seres mágicos que fueron quienes lo inventaron y lo dirigieron durante 20 años, es el resultado de la unión de un equipo de personas maravillosas que se unieron para hacerlo posible, donando su arte, su tiempo y su dinero: el poeta José Pulido (prólogo); el artista multimedia Rolando Peña y  la directora de arte Karla Gómez (portada);  la gerente cultural  Carmen Carmona (producción general);   el fotógrafo  Roland Streuli (fotografías)  y la escritora  Viviana Marcela Iriarten idea, edición, entrevistas y producción general.

El poeta José Pulido, en una parte de su magnífico prólogo, nos cuenta:

“María Teresa parecía un terremoto de entusiasmos. Nada era imposible para su voluntad de generar actividades que semejaran siempre una siembra fundamental. Ella se desvivía por demostrar la espiritualidad del país, la inteligencia del país, la fertilidad intelectual del país.

 Es de imaginar lo que ocurrió cuando ella y Carlos Giménez se conocieron y se juntaron en torno a un objetivo, amando el destino del arte.

 Porque Carlos Giménez era un terremoto de entusiasmos: nada era imposible para su voluntad de generar actividades. Él la miró y le dijo: “Hagamos buen teatro, señora María Teresa”. Y ella también lo miró y de una vez le dijo: “hagamos eso, muchacho querido”.

 


“Ephémere”, Ko Murobushi Company, Japón, 1992. ©Roland Streuli

 

El libro cuenta con catálogos del FITC, textos de Carlos Giménez y María Teresa Castillo y valiosos testimonios de personalidades de la cultura mundial: la dramaturga y escritora Elisa Lerner; el director del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero; el dramaturgo José Gabriel Núñez; el director y dramaturgo fundador del Theja, José Simón Escalona; el escritor y crítico Rodolfo Izaguirre; el diseñador de iluminación y gerente cultural mexicano, Ángel Ancona; la cofundadora de la Compañía Nacional de Teatro y gerente cultural, Elaiza Irizarri; el cineasta y escritor Alberto Ferreras; la actriz, directora y productora Teresa Selma; el actor y docente Roberto Moll, la dramaturga Indira Paez; la ex directora general del CONAC y escritora, Norka Valladares; el dramaturgo y director Elio Palencia; el actor y productor Karl Hoffman; el artista multimedia José Augusto Paradisi Rangel; la actriz y docente Francis Rueda; el director y gerente cultural José Luis Montero Conde; la gerente cultural francesa Bernardette Chaudé; el actor y cofundador de Rajatabla, Juan Pagés; el director de Rajatabla, William Lopez; el director y fundador del Theatron Centro Dramático, Rodolfo Molina; el director y dramaturgo José Dominguez; la consejera académica y gerente cultural Marta Queralt Vila; el dramaturgo y director Daniel Uribe; el actor y director Aníbal Grunn; el productor y escritor Armando Africano; el actor y productor Ángel Acosta; el actor argentino Alvin Astorga; el ex director de la Casa del Artista, Juan José Bartolomeo; el gerente cultural Marcos Belisario; el director y fundador del grupo Bagazos, Gerardo Blanco; el músico cubano Juan Marcos Blanco; el actor Roberto Calvarese; el realizador de escenografía Esmeiro Herrera; el diseñador de iluminación Jose Jimenez; el actor Vito Lonardo; el fotógrafo Nicola Rocco; el actor Gerardo Luongo Zoppi; el actor y director Alfonso Rey; el actor Manuel Villalba; la ex empleada del Ateneo de Caracas, María Magdalena Leseur Maldonado y testimonios del equipo realizador.

El libro María Teresa Castillo-Carlos Giménez-FITC 1973-1992, de lectura gratuita, edición de Escritoras Unidas & Cía. Editoras22 de diciembre de 2023, fue realizado sin subsidios ni aportes de la empresa privada. 



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MARÍA TERESA-CARLOS-FITC 












Carlos Giménez: "Quince días sobre un barril de pólvora", entrevista de Moisés Pérez Coterillo, fotos Roland Streuli, 1992/ del libro "María Teresa Castillo-Carlos Giménez-FITC 1973-1992"(2023)

 





 

©Roland Streuli

  

 

En medio de la tormenta que ha dejado a la intemperie a la clase política de Venezuela y sin cauces de participación a la ciudadanía, el IX Festival Internacional de Teatro se ha convertido en un acontecimiento lleno de sentido cívico. Su director, Carlos Giménez, hace balance de la reciente edición de Caracas ’92.

Es primero de mayo en Caracas. Aún no han transcurrido dos semanas desde la clausura de IX Festival. Por la avenida México, que conduce hasta El Silencio, desfila una escuálida manifestación convocada por los sindicatos oficiales. Se escuchan consignas antigolpistas y vivas a la normalidad democrática. En el otro extremo de la ciudad abre otro desfile un retrato gigante del golpista Chávez, mientras un altavoz difunde su arenga. Tampoco hay multitudes. Cualquiera de los espectadores del Festival que tuvieron la calle como escenario reunió más participantes que las dos manifestaciones juntas. Y es que el teatro fue durante unas semanas, en medio de la crisis del país, un acontecimiento civil de primer orden. De ahí el carácter excepcional de esta IX edición del Festival de Caracas, para su director Carlos Giménez.

 

-        La crisis que vive el país se manifiesta en una ausencia de la participación de la gente, que ha sido apartada de la construcción y el desarrollo del país. De ahí el fracaso de las últimas elecciones, o esta pequeña manifestación del Primero de Mayo, cuando antes convocaba a cientos de miles de personas, con todas las grandes figuras políticas al frente. Pero en casi todos los espacios de la vida civil la participación democrática del venezolano se ha ido debilitando. Paradójicamente con el  Festival sucedió a la inversa: se multiplicó la participación de la gente y cambió la composición socio-cultural del público, se amplió a sectores mucho más populares que nunca habíamos visto participar antes. Eso generó una especie de caos y se fue de las manos de los organizadores. En las circunstancias en las que el país vivía, poner cien mil personas en la avenida Bolívar a contar La Verdadera Historia de Francia frente a las puertas del Consejo Supremo Electoral, que es una de las instituciones más desacreditadas del país, con estallidos de bombas, tanques de guerra, soldados muriendo y gente reclamando su derecho a la violencia, era toda una  provocación. Y sin embargo, la gente participó civilmente, dentro de las posibilidades que el país y el Festival le ofrecían.

 

 

UN ACONTECIMIENTO CIVIL

 

-        El Festival concentró multitudes en las puertas de los teatros, la mayoría sin entradas, exigiendo y logrando meterse en los espacios físicos. Para unos, esto es una salvajada, porque desde que el festival existe han tenido sus entradas o sus carnets privilegiados. Ese público “culto” que lo ve todo civilizadamente, que llega con su coche a su estacionamiento y sale del espectáculo casi sin aplaudir porque quiere evitarse la cola de la salida. La gente que se desplaza por los subterráneos -porque esta es la ciudad de los subterráneos: estacionamientos subterráneos, autopistas subterráneas como la del Libertador, hasta clubes de moda también subterráneos- de pronto sienten que esto no tiene nada que ver con lo que ellos entienden como cultura.

 



“La gran parada”, Compañía  Royal de Luxe. Francia. Inauguración Popular. Av. Bolívar Caracas,  1992. 
©Roland Streuli





Por otro lado, hay una reacción multitudinaria de un sector de la población que tomó el Festival como vía de escape, como una de las escasas posibilidades de participación, porque han dejado de creer en determinadas cosas, pero necesitan imperiosamente participar.  Yo siento que el festival fue un fenómeno más que nunca político. Fue el Festival de la incertidumbre.  Durante quince días, estuvimos montados sobre un barril de pólvora, en un país que no tiene garantías constitucionales. Concentrar a miles de personas en la calle le ponía los pelos de punta a cualquiera, incluidos los propios organizadores y sin embargo los eventos más organizados, más festivos, más llenos de alegría fueron los espectáculos en las calles. Porque la gente sentía que no tenía que pasar por una puerta angosta donde señores con cara de odio, estaban dispuestos a no dejarlo entrar, después de esperar una hora y pico.

 

 

Aunque para Carlos Giménez esta edición del Festival cierra una etapa, no está pensando en replantear su modelo, absolutamente insólito.

 

-        No tendría sentido copiar o asimilar el modelo de los otros festivales que se hacen en el mundo. En países como los nuestros con un movimiento teatral como el que tenemos, un Festival con otras características significaría imponer la rutina sobre la rutina y lo que nosotros intentamos es que el Festival produzca una sacudida, un temblor, un estremecimiento. Como cuando pasa un terremoto: siempre queda algo que reajustar y el movimiento teatral venezolano y en líneas generales el latinoamericano, ha sido reajustado. En estos 20 años yo he visto crecer una nueva generación de actores y actrices en Venezuela. He visto nacer el Centro de Directores para el Nuevo Teatro. Hemos asistido a la creación del Teatro Nacional Juvenil. A la consolidación de las instituciones y la desaparición de otras. Al surgimiento de una nueva dramaturgia.

La oportunidad bienal de recibir y de dar información dentro de un marco de fiesta, donde la exaltación es como el veneno compartido entre miles de personas, yo creo que no puede desaparecer. Lo importante es lo que el Festival puede aportar al desarrollo teatral venezolano o latinoamericano. Y en ese aspecto a lo mejor hemos sido pocos audaces. Creo que viene un momento de reflexión, de ver cómo podemos aprovechar todo lo que el Festival genera, no sólo en la ciudad. Varios sectores del país quedan como agotados, exhaustos, hablando durante semanas del Festival.  Para mí el Festival es como un hábitat, que debe tratar de modificarse internamente para que su proyección sea más adecuada, pero si el Festival pierde ese carácter de fiesta, para mí es preferible que muera.

 

 


NOS FALTÓ IMAGINACIÓN

 


El ’92 era una fecha un poco especial para el Festival de Caracas. España ha estado bien representada, al menos en sentido numérico, con cinco espectáculos…Pero para Carlos Giménez que, como tantos latinoamericanos tiene sentimientos encontrados de amor y odio respecto a España, algo se ha perdido en esta ocasión del V Centenario.


 

-        Creo que tanto a la parte española como a nosotros, nos faltó imaginación y audacia para enfrentar el proyecto. Lo que hemos hecho fue como una repetición de otros años. Comparado con la Operación Cargo ’92 de Francia, tan llena de imaginación, de una audacia, de un buen criterio, pensada como una oportunidad de imaginar de una manera nueva su relación con América Latina, se nos ha quedado pequeña. Ahí están los resultados; unos espectáculos concebidos para tratar de establecer un puente con la imaginación. Más de 200 personas trabajaron durante semanas con los equipos franceses, sufriendo, peleándose, pero creando un conocimiento a través del trabajo, que tuvo un resultado en una fiesta multitudinaria. La participación francesa fue como estar haciendo otro Festival dentro del festival. El importe de la operación costó 6 millones de dólares (600 millones de pesetas). (Nota del libro: pagados por el estado francés).

 

No va a haber en este año otra plataforma, otro escenario como el de Caracas o el de Bogotá, que reúnan entre los dos cerca de un millón de espectadores. Con España fue todo como muy institucional, pensado desde los parámetros de una concepción que yo creo que no se compadece con las verdaderas necesidades de la relación entre España y América Latina. Tuvimos colaboración, muchísima colaboración, para que las compañías vinieran. El público reaccionó entusiasmado ante el espectáculo de Els Joglars o se fascinó con Nacho Duato.

 

Pero, de cualquier manera, lo que nosotros pudimos hacer en conjunto debió ser mayor. Se desaprovechó el espectáculo natural del acontecimiento, que es éste, América Latina; se pudieron hacer cosas  más audaces. No en el sentido de riesgo gratuito, sino para investigar en esta relación entre España y América que sigue siendo compleja, extraña, apasionante, excitante. Yo no digo que la responsabilidad sea sólo de la parte española. Yo hago también mi mea culpa.

 


Antes que termine este año de gracia, Carlos Giménez dirigirá un espectáculo en el Piccolo Teatro de Milán, lo que le mantendrá alejado durante unos meses de Rajatabla.


 

-        He estado involucrado hasta ahora en muchos proyectos Institucionales de Venezuela, y por eso no he podido aceptar propuestas afuera. Ahora tengo esta oportunidad de hacer este trabajo en el Piccolo y de asumir un cierto compromiso conmigo mismo, con el fin de que varias de las instituciones en las que yo estoy comprometido, comiencen de alguna manera a desprenderse del cordón umbilical y marchen por sí solas”.

 





Fuente: Roland Streuli





 


 

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