«Dediquemos una financiación sólida, una valiente labor de promoción y una férrea voluntad política a alcanzar la igualdad de género en todo el mundo. No hay ninguna otra mayor inversión en nuestro futuro común.» — Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
Llamamiento al Paro Internacional de Mujeres – 8 de marzo 2017
Ni Una Menos prepara un paro internacional por los derechos de las mujeres
La última marcha de mujeres fue en octubre. Foto: Archivo / Mauro V. Rizzi
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Será el 8 de marzo e incluirá una movilización; varios países europeos y de América latina también harán protestas: Alemania, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Escocia, Honduras, Irlanda del Norte, República de Irlanda, Israel, Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía y Uruguay.
Después de tres masivas marchas, una
huelga de mujeres y la presentación del Índice de Violencia Machista, el futuro inmediato del colectivo Ni Una Menos
se dirige a la realización de un paro internacional de mujeres, a la expansión
de la iniciativa a otros países y a la profundización de las acciones contra
los femicidios y por la igualdad de género.
Desde que surgió, en
2015, su consigna contra los asesinatos de mujeres se expandió por todo el
país. Ni Una Menos fue apropiado por los distintos niveles de gobierno, por
grupos feministas locales y extranjeros, sindicatos y agrupaciones políticas y
sociales. La imagen que identifica al colectivo está presente en carteles en
dependencias del Estado como en casas particulares, comercios y avatares de
redes sociales.
También traspasó las
fronteras. Ahora hay Ni Una Menos en países como Perú y Brasil. En México se
creó el año pasado por redes sociales un grupo similar a partir de una marcha,
llamado Vivas Nos Queremos. Poco después, Ni Una Menos incorporó esa frase como
parte de su nombre, como señal de solidaridad con ese país, donde hubo siete
femicidios por día entre 2013 y 2014. En la Argentina, en 2016 hubo un
femicidio diario.
Dady Brieva. Fuente: Ni una Menos |
PARO DE MUJERES
Las
mujeres que originaron Ni Una Menos, en su mayor parte periodistas y
escritoras, se reúnen semanalmente para debatir y organizar acciones. La más
reciente fue el lanzamiento de la campaña #EstamosParaNosotras a través de las
redes sociales, que promueve el uso de una cinta negra ("como color de
luto y lucha") para transmitir apoyo entre mujeres.
Días atrás
se sumaron a la convocatoria de grupos feministas norteamericanos para
manifestarse contra las expresiones discriminatorias del flamante presidente
Donald Trump, a horas de su llegada a la Casa Blanca.
Nuestra compañera @LaGall está en Chicago. Trenes repletos camino a la #WomensMarch #NiUnaMenos#VivasNosQueremos
La próxima iniciativa del
grupo es un paro internacional, el 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Por ahora lo organizan en sintonía con grupos
feministas de Alemania, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Escocia, Honduras, Irlanda del Norte, República de Irlanda, Israel,
Italia, México, Nicaragua, Perú, Polonia, Rusia, Suecia, Turquía y Uruguay.
En
Buenos Aires, como el año pasado, el paro está convocado entre las 13 y las 14.
A las 17, habrá una marcha del Congreso a la Plaza de Mayo. Los detalles pueden
consultarse en el Facebook y la página web de las organizadoras, donde los
contenidos están en español y en inglés.
El primer paso en este camino al paro internacional de mujeres.
El 8 de marzo la tierra tiembla #NiUnaMenos#VivasNosQueremos
"El paro de 2015
tuvo repercusiones en otros países. Desde entonces empezamos a articular más
fuerte la actividad internacional. Primero con América latina, después con países
de Europa", contó a LA NACION la periodista Florencia Alcaraz, que el año
pasado viajó a La Paz para tender lazos y concertar acciones con Ni Una Menos Perú.
El paro internacional
apunta contra la violencia y contra la desigualdad económica entre hombres y
mujeres. Así lo
resume la periodista Marta Dillon: "El paro es la visibilización
de todas las horas que las mujeres trabajamos sin que nos paguen. Sabemos que
nuestras jornadas laborales son tres horas más largas porque las tareas de
cuidado se suman como segunda o tercera jornada. Además, la brecha salarial
está en el 30%. Vamos a parar las horas que no nos pagan para reflexionar sobre
esa desigualdad estructural".
"Cuando se inicia un camino, lo
peor es quedarse en la mitad", agregó la periodista Luciana Peker, una
"colaboradora" de Ni Una Menos. "Cuando las mujeres denuncian,
la violencia crece. El que antes les pegaba quiere matarlas. El ensañamiento
crece. Entonces la protección del Estado tiene que crecer", dijo a LA
NACION.
Mónica Cahen d'Anvers. Fuente: Ni una Menos |
"Lo que veo con mi trabajo como
periodista de género es que hubo un aumento de la crueldad a partir de las
denuncias de la primera marcha. A esto no se responde volviéndose a esconder,
sino protegiendo más a las mujeres, con un movimiento más fuerte. Por eso se
prepara un gran paro internacional. En la mitad del camino es donde las mujeres
más riesgo corren", dijo.
En 2017, Ni Una Menos también buscará
introducir en la agenda pública los tipos de violencia de género menos
conocidos (con respecto a los golpes o los femicidios), pero más frecuentes: la
violencia simbólica, sexual, obstétrica, institucional, entre otras,
tipificadas en la ley de prevención integral de la violencia contra la mujer.
Las activistas creen que
después de la primer marcha de Ni Una Menos, es decir, durante el último año de
gobierno del Frente para la Victoria (FPV) y el primero de Cambiemos, la
situación de las mujeres en la Argentina no mejoró. "Nuestra agenda sigue
siendo la misma que en 2015. Esto es lamentable", lanza Alcaraz.
"Seguimos reclamando el patrocinio jurídico gratuito para mujeres víctimas de violencia de género, que se transformó en ley, pero no es una realidad; se decía que iba a haber pulseras electrónicas para controlar a los agresores y por ahora es sólo una prueba piloto que se hace en unas pocas provincias, no es un plan federal. Además, creemos que el presupuesto que tiene asignado el Consejo Nacional de las Mujeres no es suficiente y la ley de educación sexual integral que pedíamos se cumpliera en 2015 sigue intacta".
"Seguimos reclamando el patrocinio jurídico gratuito para mujeres víctimas de violencia de género, que se transformó en ley, pero no es una realidad; se decía que iba a haber pulseras electrónicas para controlar a los agresores y por ahora es sólo una prueba piloto que se hace en unas pocas provincias, no es un plan federal. Además, creemos que el presupuesto que tiene asignado el Consejo Nacional de las Mujeres no es suficiente y la ley de educación sexual integral que pedíamos se cumpliera en 2015 sigue intacta".
Varias de
las integrantes del colectivo original, aunque no participan de los encuentros
organizativos, aportan al movimiento a través de sus acciones individuales. Se
trata de las periodistas Marcela Ojeda, Ingrid Beck y Ana Correa, entre otras,
que trabajan como periodistas en distintos medios, gráficos, televisivos,
radiales, online, y en las redes sociales.
"No
somos una ONG ni una Sociedad Civil, orgánicamente no tenemos nada definido.
Pero si mañana falla alguna línea de ayuda a las víctimas, o sucede algo que
conmueve, decimos que hay que salir y salimos. Mientras tanto, individualmente,
cada una tiene sus lugares de laburo, su micromilitancia", dijo a LA
NACION Ojeda, que conduce, junto a Valeria Sampedro el único programa de género
de Radio Nacional, Mujeres de Acá.
En el mismo sentido se manifestó Beck, quien coordinó la
elaboración, el año pasado, de un Índice de Violencia Machista sin financiamiento, basándose en los testimonios de 59.380 casos
para medir 15 dimensiones diferentes de violencia contra las mujeres. Lo
presentó formalmente en noviembre y planea llevarlo a las provincias y otros
países de la región.
"Los
registros estatales de femicidios dan cuenta de la cantidad de muertes, pero no
se meten con los otros tipos de violencia, con las instancias de violencia
previas, que si son detectadas y tratadas podrían servir para prevenir los
femicidios. Por eso quisimos trabajar en esto, hubo muchísima respuesta
positiva de parte de las mujeres, para contar qué les pasaba. La idea es
divulgar estos resultados, más allá de que estén online, para hacerle saber a
todos que esos datos están disponibles", sostuvo Correa.
Puede decirse que los
hitos de Ni Una Menos son las dos primeras marchas del 3 de junio, convocadas a
través de las redes sociales (la primera tuvo como disparador la muerte de
Kiara Páez en Santa Fe y reunió más de 200.000 personas sólo en Buenos Aires;
la segunda se realizó en el primer aniversario).
También la realización
del primer paro de mujeres y la movilización del "miércoles negro"
-el 19 de octubre-, convocados por redes sociales después la conmoción que
causó la violación y brutal homicidio de la adolescente marplatense Lucía Pérez.
En
febrero de 2016, la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, reconoció a Ni Una Menos por impulsar la
ley de asistencia gratuita a las víctimas de violencia de género, promulgada en
noviembre de 2015. Lo hizo durante su discurso ante estudiantes en Barracas
para difundir su programa "Dejemos que las niñas aprendan", uno de
los hitos de su visita a la Argentina con el entonces presidente norteamericano,
Barack Obama.
En
noviembre, la relatora especial de Naciones Unidas, Dubravka Simonovic visitó por primera vez la
Argentina para
analizar la situación de las mujeres en el país. La funcionaria viajó a algunas
provincias, mantuvo reuniones con funcionarios nacionales y locales, así como
con referentes de género de la sociedad civil. Entre ellas, las integrantes de
Ni Una Menos, quienes le entregaron a un informe sobre la cantidad de
femicidios, pero también sobre las muertes por aborto clandestino -más de 300
por año- y el incumplimiento de la ley de aborto no punible.
Durante una conferencia
de prensa, Simonovic destacó el trabajo de Ni Una Menos, que consideró "un
movimiento que se adelanta al problema [de género]" y consideró que
"el Estado debe ponerse a la par e intensificar esfuerzos".
La relatora de la ONU
también señaló que en la Argentina falla la aplicación de la ley de aborto no
punible, -que permite interrumpir el embarazo por violación, malformaciones
severas del feto o riesgo de vida de la madre- y consideró que ese
incumplimiento es "una violación de los derechos" de las mujeres.
Al final de la visita,
la ONU lanzó un comunicado donde reconoció al "movimiento argentino Ni Una
Menos por darle protagonismo al tema de los femicidios y así lograr atraer la
atención internacional".
Correa destacó la
importancia de esos reconocimientos, en particular las palabras de Simonovic
sobre el incumplimiento de la ley de aborto no punible. Pero aclaró que, por el
momento, el tema del aborto no se encuentra en la agenda de Ni Una Menos como
colectivo.
Aunque varias plantean
la necesidad de que se respete la ley de aborto no punible, y otras
directamente están a favor de que se sancione una ley que impulse el aborto
legal, la posición no es unánime.
Soledad Silveyra. Fuente: Ni una Menos |
CONSIGNAS
ENTRECRUZADAS
En
la segunda marcha del 3 de junio, así como en la movilización del
"miércoles negro", el 21 de octubre pasado, hubo banderas que pedían
por la liberación de Milagro Sala; contra el gobierno de Mauricio Macri, a favor de Cristina Kirchner, por la diversidad sexual, entre otras
reivindicaciones.
Y viceversa: en otras
manifestaciones, no necesariamente relacionadas con la igualdad de género y
contra la violencia machista, se levantaron las banderas de Ni Una Menos.
Sus impulsoras originales
son conscientes de que la consigna que presentaron hace más de un año por redes
sociales, de alguna forma, ya no les pertenece. Correa considera que es un
fenómeno "maravilloso". Ojeda agrega: "Cuando una consigna te
excede, nadie es dueño y todos son dueños. Ni Una Menos no pertenece a nadie.
Quien quiera apropiarse exclusivamente, miente. Yo, en particular, no me muevo
del eje de los tipos de violencia hacia las mujeres".
La periodista Ingrid
Beck destacó el carácter "amplio" y "transversal" que tomó
el colectivo desde que se formó en 2015. Correa coincidió: "Hay grupos de
Ni Una Menos en las provincias, en las ciudades, en los colegios, en los
sindicatos. El grupo original, promotor de aquella primera marcha, seguro va a
seguir trabajando para visibilizar la violencia de género, en la prevención.
Pero la buena noticia es que esto ya ganó la fuerza de un movimiento, nos
excede".
TIPOS Y
MODALIDADES DE VIOLENCIA
(Fuente:
Ministerio de Justicia)
La ley Nº 26.485
conceptualiza distintos tipos de violencia, categorizándolas en:
Violencia
Física. La
que se emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de
producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte su
integridad física.
Violencia
psicológica. La que causa daño emocional y
disminución de la autoestima o perjudica y perturba el pleno desarrollo
personal o que busca degradar o controlar sus acciones, comportamientos,
creencias y decisiones, mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción,
humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento.
Violencia
sexual. Cualquier acción que implique la
vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la
mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a
través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la
violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada,
explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.
Violencia
económica y patrimonial. La que se dirige a ocasionar un
menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer, a través de
la perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes, pérdida,
sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos,
instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y derechos
patrimoniales.
Violencia
simbólica. La
que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos
transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las
relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad.
Modalidades de
violencia (además la ley señala que, según las formas que se manifieste, en los
distintos ámbitos, las modalidades son):
Violencia
doméstica. Aquella ejercida contra las mujeres por
un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde
ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la
libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se
entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por
consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las
parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo
requisito la convivencia;
Violencia
institucional. Aquella realizada por las/los
funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier
órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o
impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los
derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen
en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas
y de la sociedad civil;
Violencia
laboral. Aquella
que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados y
que obstaculiza su acceso al empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia
en el mismo, exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad,
apariencia física o la realización de test de embarazo. Constituye también
violencia contra las mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de
igual remuneración por igual tarea o función. Asimismo, incluye el
hostigamiento psicológico en forma sistemática sobre una determinada
trabajadora con el fin de lograr su exclusión laboral;
Violencia
contra la libertad reproductiva. Aquella que vulnere el derecho de las
mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el
intervalo entre los nacimientos, de conformidad con la Ley 25.673 de Creación
del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable;
Violencia
obstétrica. Aquella
que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de
las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y
patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929.
Violencia
mediática. Aquella publicación o difusión de
mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de
comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de
mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente
contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres,
adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la
desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la
desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres.
LUNES 23 DE ENERO DE 2017
Fuente: La Nación
Fotos: La de las personalidades argentinas fueron agregadas por este blog, de la página de Ni una Menos.
Las trabajadoras de @LANACION nos sumamos al paro de mujeres. A las 16hs haremos foto general en medio de la redacción! #NiUnaMenos
Claudia Piñeiro. Fuente: Ni una Menos
“Paramos por las que nos faltan”
#NUM convoca a un paro internacional de mujeres, para el 8 de marzo, en coordinación con otras 30 organizaciones de diferentes países. La medida busca visibilizar y enfrentar las inequidades y violencias sufridas por las mujeres en todo el mundo.
Por Mariana Carbajal
24 de Enero de 2017
El próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, tendrá una fisonomía distinta. Las mujeres volverán a tomar masivamente las calles, en un paro internacional de mujeres, con movilizaciones, como adelantó a fines del año pasado Página 12. Ayer se lanzó la convocatoria en el país desde el Colectivo #NiUnaMenos, con amplia repercusión. Pero se está gestando una articulación global en una treintena de ciudades de países latinoamericanos, europeos y Estados Unidos. La medida de fuerza, inédita, busca denunciar la desigualdad histórica de las mujeres en la sociedad y sus múltiples consecuencias: desde las violencias machistas –y su expresión más extrema, los femicidios– hasta las muertes por abortos inseguros, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que recae mayoritariamente sobre sus espaldas, la brecha salarial en relación a los sueldos masculinos, y la precarización laboral. Las demandas tendrán su propia impronta y modalidad de adhesión en cada lugar, con un denominador común: se trata de una respuesta a la actual violencia social, legal, política, moral y verbal experimentada por las mujeres en distintos territorios y latitudes.
“Este 8 de marzo la tierra tiembla. Las mujeres del mundo nos unimos y organizamos una medida de fuerza y un grito común: Paro Internacional de Mujeres. Nosotras Paramos. Hacemos huelga, nos organizamos y nos encontramos entre nosotras. Ponemos en práctica el mundo en el que queremos vivir”: comienza el llamamiento difundido ayer en redes sociales desde #NUM. La propuesta es que el paro comience a partir de las 13, con posterior movilización desde el Congreso a la Plaza de Mayo. En distintas ciudades del país, organizaciones de mujeres y otros colectivos están definiendo las formas como se sumarán. Además de la marchas, en la discusión internacional se está barajando, por ejemplo, la posibilidad de boicotear ese día a las empresas que usan el sexismo en sus publicidades o en su enfoque hacia las trabajadoras, y el escrache a personajes públicos misóginos, como posibles formas de adhesión.
El llamamiento difundido por #NUM señala: “Nos apropiamos de la herramienta del paro porque nuestras demandas son urgentes. Hacemos del paro de mujeres una medida amplia y actualizada, capaz de cobijar a las ocupadas y desocupadas, a las asalariadas y a las que cobran subsidios, a las cuentapropistas y a las estudiantes, porque todas somos trabajadoras”.
Después del paro de mujeres del 19 de octubre se produjo una fuerte resonancia internacional, en la que grupos de mujeres activistas de distintas partes del mundo comenzaron a tejer alianzas para construir un momento conjunto de lucha, precisó la socióloga e investigadora María Pía López. “Pensamos el paro como un llamado de atención contra una ofensiva neoconservadora que intenta ir contra derechos, libertades y vidas. Esa ofensiva implica una suerte de caza de brujas y repone principios misóginos y racistas. Va desde discursos públicos y medidas políticas hasta el femicidio”, explicó en diálogo con Página 12, María Pía López, integrante del colectivo de periodistas, escritoras, y ensayistas desde donde se organizó el primer paro de mujeres en el país (19 de octubre), en articulación con sindicatos, agrupaciones políticas, estudiantiles, las campañas por el Derecho al Aborto y contra las Violencias, entre otros espacios, luego de las masivas movilizaciones del 3 de junio de 2015 y 2016.
En la convocatoria lanzada por #NUM, se enumeran las razones de la medida de fuerza. Entre otras: “Paramos porque nos faltan las víctimas de femicidio, voces que se apagan violentamente al ritmo escalofriante de una por día sólo en la Argentina. Nos faltan las lesbianas y travestis asesinadas por crímenes de odio. Nos faltan las presas políticas, las perseguidas, las asesinadas en nuestro territorio latinoamericano por defender la tierra y sus recursos. Nos faltan las mujeres encarceladas por delitos menores que criminalizan formas de supervivencia, mientras los crímenes de las corporaciones y el narcotráfico quedan impunes porque benefician al capital. Nos faltan las muertas y las presas por abortos inseguros”.
–¿Cómo se inscribe esta nueva convocatoria después de la multitudinaria marcha de mujeres en Washington del último sábado, con réplicas diversas ciudades del mundo? –le preguntó PáginaI12 a Verónica Gago, investigadora del Conicet y docente de la Unsam, también parte de #NiUnaMenos:
–La marcha de las mujeres de este fin de semana en Estados Unidos y en otras partes del mundo exhibió una política más allá de las urnas, en repudio a la campaña y las promesas de Trump contra migrantes, mujeres y personas trans, y mostró a la vez una expresión festiva y burlona del desacato. Esas imágenes y discursos –que circularon por todos lados– nos envuelven en esta marea que va más allá de las fronteras –como le dicen las compañeras italianas– y nos muestra de nuevo la fuerza y la escala global del movimiento. Al calor de este ciclo y en vistas al 8M, estamos haciendo una coordinación entre 30 países, el texto del llamamiento ya está en árabe y en chino, en mapudungún y en portugués, en inglés y en griego, y hay compañeras traduciendo al quechua y al aymara, entre otras lenguas. Se trata de una coordinación que es a la vez de redes y de cuerpos, de movimientos sociales y de sindicatos, de autoconvocadas y de activistas de la diversidad. La internacionalización del movimiento de mujeres disputa la idea de que la única legitimidad de movimiento y de construcción a escala global sea la del capital.
–¿Cuál es el espíritu de esta convocatoria al paro internacional en el país?
María Pía López: –Nosotras consideramos el femicidio como la punta del iceberg de un sistema de violencias y venimos denunciando el conjunto de situaciones en las que ese sistema se inscribe. Paramos por las mujeres que nos faltan –las asesinadas, las que murieron en abortos inseguros, las que están secuestradas en redes de trata y explotación, las militantes encarceladas, las presas por delitos de pobreza– pero también por todas nosotras, porque sobre las mujeres recae el mandato del trabajo no remunerado en la casa y en el cuidado, porque cobramos en muchos ámbitos menos que los varones, haciendo igual trabajo, porque somos las más afectadas por políticas de ajuste económico. Paramos porque creemos que a la crueldad se le contesta con más feminismo y con más organización. Un paro es una medida de fuerza pero también de construcción de una fuerza, de evidencia de esa fuerza común, de la que formamos estando juntas. En el paro del 8 esperamos que resuenen los conflictos que atraviesan distintos sectores sindicales y organizaciones, que resuene desde el reclamo mapuche por las tierras hasta la defensa de la ciencia y del trabajo, la situación de las despedidas y las que tienen trabajos precarios, las migrantes y las perseguidas. Que el paro recoja las tradiciones de lucha, los pañuelos de las Madres, las libertades que faltan, los deseos de todas. Acá tendrá su color y sus palabras, y otras en cada uno de los países. En esa polifonía, sin embargo, se reconocerá un texto común: ¡decimos basta!
Los puntos del llamamiento
El llamamiento al paro internacional de mujeres en la Argentina es para denunciar:
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La Relatora Especial de la ONU insta a la Argentina a que aumente la protección de las mujeres en una “cultura machista”
"También estoy preocupada porque la definición de violación no se basa en la falta de consentimiento sino que se relaciona con el uso de la fuerza"
Giorgina Barbarrosa. Fuente: Ni una Menos |
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas
«Del
techo de cristal a una alfombra de vidrios rotos»
Durante
mi infancia en la Corea de la posguerra, recuerdo preguntar sobre una tradición
que observaba: las mujeres que iban a dar a luz dejaban sus zapatos en el
umbral y, tras atravesarlo, miraban hacia atrás con temor. “Se preguntan si
alguna vez volverán a poder calzar esos zapatos”, me explicó mi madre.
Más
de medio siglo después, ese recuerdo me sigue obsesionando. En las regiones
pobres del mundo todavía hay mujeres que hoy en día corren el peligro de morir
durante el parto. La mortalidad materna es uno de muchos peligros que podrían
evitarse. Con demasiada frecuencia, las niñas recién nacidas son sometidas a la
mutilación genital femenina. Las niñas son atacadas en su camino a la escuela.
El cuerpo de las mujeres se utiliza en las guerras como un campo de batalla.
Las viudas son rechazadas y se ven empobrecidas.
Sólo
podemos hacer frente a estos problemas mediante el empoderamiento de las
mujeres como agentes de cambio.
Durante
más de nueve años, he puesto esta filosofía en práctica en las Naciones Unidas.
Hemos quebrado tantos techos de cristal que hemos creado una alfombra de
vidrios rotos. Ahora estamos barriendo las ideas preconcebidas y los prejuicios
del pasado para que las mujeres puedan avanzar y cruzar nuevas fronteras.
Yo
nombré a la primera mujer Comandante de una fuerza de efectivos de las Naciones
Unidas, e impulsé la representación de la mujer en los niveles superiores de
nuestra Organización hasta alcanzar dimensiones históricas. En la actualidad,
las mujeres son líderes en el ámbito de la paz y la seguridad —una esfera que
antaño fue del dominio exclusivo de los hombres. Cuando llegué a las Naciones
Unidas, no había mujeres al mando de ninguna de nuestras misiones de paz sobre
el terreno. Ahora, casi una cuarta parte de todas las misiones de las Naciones
Unidas están dirigidas por mujeres— cifra que no es ni mucho menos suficiente,
pero que representa una mejora considerable.
He
firmado casi 150 cartas de nombramiento de mujeres para puestos de
Subsecretaria General o Secretaria General Adjunta. Algunas provenían de
importantes instancias gubernamentales de prestigio internacional, otras han
pasado a ocupar puestos de liderazgo en sus países de origen. Todas me ayudaron
a demostrar cómo a menudo una mujer es la persona idónea para desempeñar una
labor.
A
fin de velar por que este progreso tan considerable sea duradero, hemos
elaborado un nuevo marco que exige responsabilidades a todo el sistema de las
Naciones Unidas. Donde antes se consideraba que la igualdad entre los géneros
era una idea encomiable, ahora es una política firme. En el pasado, la
formación sobre cuestiones de género era optativa; ahora es obligatoria para un
número cada vez mayor de funcionarios de las Naciones Unidas. Antes, solo en
unos pocos presupuestos de las Naciones Unidas se hacía un seguimiento de los
recursos destinados a fomentar la igualdad entre los géneros y el
empoderamiento de la mujer; ahora es una norma en casi uno de cada tres, y suma
y sigue.
Confucio
nos enseñó que para poner el mundo en orden, debemos comenzar por nuestros
propios círculos. Armado con la prueba del valor que aportan las mujeres
dirigentes en las Naciones Unidas, he hablado en favor del empoderamiento de
las mujeres por todo el mundo. En discursos en parlamentos, universidades y
actos en la calle, en conversaciones privadas con dirigentes de todo el mundo,
en reuniones con ejecutivos de empresas y en duras conversaciones con hombres
poderosos que gobiernan sociedades rígidamente patriarcales, he insistido en la
igualdad de la mujer e instado a que se adopten medidas para alcanzarla.
Cuando
asumí el cargo, en el mundo había nueve parlamentos sin representación de la
mujer. Hemos ayudado a lograr que esa cifra se reduzca a cuatro. En 2008 puse
en marcha la campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres”;
en la actualidad, decenas de dirigentes y ministros, centenares de
parlamentarios y millones de personas se han sumado a este llamamiento a la
acción.
Yo
fui el primer hombre en firmar la campaña Él por Ella (HeForShe), y más de un
millón de hombres más se han sumado desde entonces. Yo estuve al lado de los
activistas que pedían el abandono de la mutilación genital femenina y celebré
el momento en que la Asamblea General aprobó su primera resolución en apoyo de
ese objetivo. Me hago eco del llamamiento de muchas personas que saben que las
mujeres pueden impulsar el logro de nuestra ambiciosa Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
En
este Día Internacional de la Mujer, me sigue indignando que se nieguen los
derechos de las mujeres y las niñas, pero me siento alentado por las personas
de todo el mundo que actúan con el convencimiento de que el empoderamiento de
la mujer conduce al progreso de la sociedad. Dediquemos una financiación
sólida, una valiente labor de promoción y una férrea voluntad política a
alcanzar la igualdad de género en todo el mundo. No hay ninguna otra mayor
inversión en nuestro futuro común.
Verónica Llinás. Fuente: Ni una Menos |
NEGACIÓN DEL ABORTO = EXPROPIACIÓN DEL CUERPO DE LA MUJERES
27 de enero de 2017
·
La ilegalidad del Aborto es Violencia Física y Psíquica.
La ilegalidad del Aborto es Tortura Física y Psíquica..
La ilegalidad del Aborto es Violencia Física y Psíquica.
La ilegalidad del Aborto es Tortura Física y Psíquica..
· La ilegalidad del Aborto es la Expropiación del Cuerpo de las Mujeres.
· La Expropiación del Cuerpo de las Mujeres es una Violación a los Derechos Humanos.
El Cuerpo de las Mujeres ha sido Expropiado por la mayoría de los Estados y por todas las Religiones.
El Cuerpo de las Mujeres ha sido Expropiado por la mayoría de los Estados y por todas las Religiones.
Hasta que a las Mujeres no nos sea Devuelta la Propiedad de Nuestros Cuerpos, las Mujeres continuaremos siendo Prisioneras del Estado y de las religiones.
27 de enero de 2017