la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Truman, versión teatral del cuento "Vueltas Nocturnas..." de Capote, realizada por Leonardo Losardo y viviana marcela iriart








 

Versión Teatral del cuento “Vueltas Nocturnas o sugerencias sexuales dedos gemelos siameses”, del libro “Música para camaleones”, de Truman Capote, y de entrevistas que le realizaron.


PERSONAJES
Truman 1 /Escritor joven, alrededor de 30 años, irreverente, alegre, fresco, atractivo, exitoso.
Truman 2 /El “otro yo” de Truman 1.
Truman 3/ El mismo personaje con 60 años. Está destruido, amargado, feo, solo.


Se escucha el sonido de una puerta cerrándose. Taconeo de pasos de mujer alejándose. Un suave llanto de niño. Janis Joplin canta “Cry baby” (Llora nena). Un cenital azul ilumina a Truman 1-2 hamacándose suavemente en una vieja mecedora. Se escuchan sonidos de la noche: grillos, viento, sirenas, uno que otro carro.


TRUMAN 1: ¡Coño! ¡Otra vez despiertos! ¡Pero bueno! No hemos dormido ni un minuto. ¿Cuánto tiempo nos ha durado la siesta, cariño?

TRUMAN 2: Ya son las dos. Tratamos de dormirnos a eso de medianoche, pero estábamos demasiado tensos. Así que dijiste que por qué no nos masturbábamos, y te contesté que sí, que eso nos relajaría, normalmente surte efecto, de manera que nos masturbamos y nos dormimos enseguida. A veces me pregunto: ¿qué haríamos sin Madre Puño y sus Cinco Hijas? En todos estos años han sido muy buenas con nosotros. Verdaderas amigas.

TRUMAN 1: Dos horas asquerosas. Dios sabe cuándo volveremos a pegar ojo. Y no se puede hacer nada. Un traguito de algo no da resultado. No, no. Y una pastillita para dormir, tampoco.

TRUMAN 2: Vamos, acabemos con el numerito de los payasos. No me siento con ánimo esta noche.

TRUMAN 1: Nunca estás humor. Ni siquiera querías masturbarte.

TRUMAN 2: Sé justo. ¿Alguna vez te he negado eso? Cuando quieres masturbarte, siempre me tumbo y te dejo.

TRUMAN 1: Porque no tienes más remedio, por eso.

TRUMAN 2: Prefiero, con mucho, la satisfacción solitaria a algunos palurdos que me obligas a soportar.

TRUMAN 1: Si de ti dependiera, nunca tendríamos actividad sexual con nadie, salvo el uno con el otro.

TRUMAN 2: Sí, pero piensa en todas las molestias que eso nos habría evitado.

TRUMAN 1: Pero entonces no nos habríamos enamorado de nadie aparte de nosotros.

TRUMAN 2: Qué odioso estás esta noche. (Pausa.) ¿Te han contado más chistes últimamente?

TRUMAN 1: A los 24 años publiqué una novela: “Otras voces, otros ámbitos”. Bien recibida por la crítica, fue un éxito de ventas y alcancé cierta notoriedad. Algunos críticos dijeron: “Es sorprendente que alguien tan joven pueda escribir tan bien” ¿Sorprendente? ¡Sólo había estado escribiendo día tras día durante catorce años!

TRUMAN 2: Eso no era un chiste.

TRUMAN 1: Pero lo parecía. ¿Acaso la vida no es un chiste? Te contaré otro. Un día, una importante productora de Broadway llamó por teléfono a casa cuando yo no estaba.

TRUMAN 2: ¿Te refieres a la hermosa Cherly Crawford?

TRUMAN 1: Exactamente. El llamado lo atendió mi madre y Cherly, que tenía una preciosa voz grave que la hacía confundirse con un hombre, dijo:
-“Dígale que la Señorita Crawford lo ha llamado”. Y mi madre, indignada, le contestó:
- “Mire señor, no me importa lo que usted haga con su vida, pero me parece demasiado que se llame a usted mismo señorita”. Y le colgó

TRUMAN 2: (Ríe.) ¡Y Cherly ni siquiera era lesbiana! Pero cuéntame un chiste verdadero.

TRUMAN 1: Te voy a contar un chiste que me hizo reír. Algo que D.D.Ryan dijo a Greta Garbo.

TRUMAN 2: Ah, sí. Viven en el mismo edificio.

TRUMAN 1: Desde hace más de veinte años. Es una lástima que no sean buenas amigas, se gustan la una a la otra. Ambas tienen carácter y sentido del humor, pero sólo han cambiado algunas frases y nada más. 
Hace unas semanas, D.D. tomó el ascensor y se encontró sola con Greta Garbo. D.D. iba muy elegante, como de costumbre, y Garbo, como si nunca lo hubiese notado hasta entonces, dijo:

-“¡Vaya, señora Ryan! Está usted preciosa”. Y D.D., divertida, pero realmente emocionada, contestó: - “Mira quien habla”.

TRUMAN 2: ¿Eso es todo?

TRUMAN 1: C’est tout.

TRUMAN 2: Me parece un poco absurdo.

TRUMAN 1: Mira, olvídalo. No tiene importancia. Vamos a prender la luz y a sacar pluma y papel. Hay que hacer ese artículo para la revista. No tiene sentido quedarse aquí tumbado charlando con un zoquete como tú. Más nos valdría tratar de ganarnos los dólares.

TRUMAN 2: ¿Te refieres a esa especie de entrevista contigo mismo, en la que tienes que hacerte preguntas y contestarlas?

TRUMAN 1: Ajá. Pero ¿por qué no te quedas tranquilamente ahí tumbado mientras lo hago? Estoy harto de tu perversa frivolidad.

TRUMAN 2: De acuerdo, escoria.

TRUMAN 1: Pues ahí va.

(…)



©Leonardo Losardo y viviana marcela iriart
Truman
(fragmento)
City Bell-Caracas
1997







Truman Capote  nació en Nueva Orleáns en 1924 y murió en Los Ángeles en 1984. A los 18 años se muda a Nueva York y colabora con “New Yorker”. En 1948, a los 24 años, publica “Otras voces, otros ámbitos” e inicia una brillante carrera que lo convertirá en millonario y famoso: “El arpa de hierba”, “ Desayuno en Tiffany’s”, “A sangre fría”, “El invitado de Acción de Gracias”, “Plegarias atendidas”, “Un árbol de noche”, “Color local”, “Música para camaleones”. Fue guionista de cine y actor circunstancial.