la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Famosas Actrices Argentinas unidas contra los crímenes sexuales y la violencia de género: el tiempo de los crímenes sexuales se acabó/ Solidaridad con Thelma Fardin, desde el New York Times hasta el presidente de Argentina / The New York Times, Página 12, Clarín, Perfil, 12- 15 de diciembre de 2018




Cecilia Roth, Julieta Ortega,  Dolores Fonzi, Lali Espósito, Laura Azcurra, Griselda Siciliani


  • La agrupación Actrices Argentinas  se creó para luchar por  el fin de la violencia de género y los crímenes sexuales y para dar apoyo a las víctimas. Es el Time´s Up de Argentina que continúa al Ni Una MenosLali Espósito, Dolores Fonzi, Griselda Siciliani, Nancy Duplaá, Bárbara Lombardo, Cecilia Dopazo, Cecilia Roth, Cristina Banegas, Mirta Busnelli, Muriel Santa Ana, Julieta Zylberberg, Jazmín Stuart, Anabel Cherubito, Andrea Pietra, Belén Chavane, Adriana Salonia, Julieta Cardinali, Julieta Díaz, Julieta Ortega, Laura Azcurra, Noemí Frenkel, Thelma Fardin, Violeta Urtizberea, Alejandra Flechner, Verónica Pelaccini y Silvina Acosta, son algunas de sus integrantes.


La actriz Thelma Fardin  (izquierda) denunciando a Juan Darthés en
conferencia de prensa


  • La denuncia de la valiente actriz Thelma Fardin,  violada por el actor Juan Darthés cuando ella tenía 16 años y él 45, ha conmovido a la sociedad argentina y repercutido en Estados Unidos y Europa.








Juan Darthés











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Las voces tras la denuncia a Darthes
El tiempo del silencio terminó
  • Calu Rivero (actriz): “Lo primero que quiero decir es que hoy no es mi día, es el día de Thelma. Yo hoy estoy acá por algo que es real, que es el relato de ella, que es muy demoledor, estoy apoyándola y estamos abrazándonos entre colegas. Cuando me enteré de la denuncia que iba a hacer Thelma, hace un tiempito, tuve una mezcla de sensaciones espantosas. Te preguntás por qué otra más. No podía creer que fuera todo tan parecido. El relato me atraviesa todo el cuerpo. Quise estar acá porque este momento, al menos para mí, es histórico. Quería vivirlo como una mujer que pone el cuerpo por las luchas contra la violencia de género".

  • Dolores Fonzi (actriz): “Estoy conmovida por la unión y la convocatoria, por la potencia que logramos todas juntas. Estoy contenta por Thelma porque pudo tener este momento de descargo que hace tiempo estaba esperando. Darthes no es una excepción, es una regla, y esto abre una puerta a las víctimas de este tipo de situaciones para sentirse acompañadas. El cambio depende de los medios y de la sociedad, de cómo damos vuelta la mirada".

  • Griselda Siciliani (actriz): “Es un hecho gravísimo y también un momento histórico. Es un acto de valentía muy grande el que hizo Thelma. Vinimos a contar que no está sola, que ninguna lo está. Esperemos que las cosas cambien".

  • Florencia Peña (actriz): “Más allá de este caso puntual, es importante que no haya miedo de denunciar y que las mujeres nos sintamos empoderadas. Muchas mujeres se quedan en sus casas aguantando pesadillas y muchas terminan muertas por no poder salir de esa situación, porque no tienen a dónde ir ni nadie que las escuche. Eso está cambiando. Por primera vez, muchas mujeres de los medios estamos poniendo un granito de arena, cada una como puede. Tengo muchas compañeras muy genias, que están poniendo el cuerpo para las que no podemos ponerlo tanto porque estamos laburando mucho. Estoy muy agradecida como parte de este colectivo de actrices y como mujer de que esté pasando esto".

  • Lali Espósito (cantante y actriz): “Thelma era menor, era una adolescentes. Hay que abordar todos esos temas también, más allá de esta denuncia puntual que por supuesto es lo más importante. Si a una adolescente le pasó esto estando de gira, tenemos que revisar cómo abordamos las producciones. Cuando sos grande te das cuenta de cosas, cuando sos chica estás cumpliendo tu sueño. Más allá del responsable principal, hay un montón de responsables. Y hace falta hablar de esto, no hay que naturalizar nada".

  • Jazmín Stuart (actriz): “Las actrices somos silenciadas sistemáticamente cuando ponemos en duda algo del engranaje en el que trabajamos. Es muy fácil que nos dejen de llamar, que nos saquen de nuestro trabajo, que nos quiten ese papel que estamos interpretando".

  • Leticia Siciliani (actriz): “Estoy muy orgullosa de toda la colectiva y acompañando a Thlema. Cuando ocurrió esto yo tenia 16 años, la misma edad que ella. Todas las mujeres sufrimos una situación que naturalizamos y que hoy en día nos damos cuenta de que fue acoso".

  • Laura Azcurra (actriz): “Ninguna de nosotras había pasado por la experiencia de tener que hacer una conferencia de prensa de este calibre. Fue algo muy nuevo y muy importante, no solo porque estamos denunciando una situación social que no queremos que vuelva a pasar sino porque la empatía de que una persona pública empiece a contar o tenga el coraje de poder hablar habilita a que otras mujeres puedan animarse. De hecho, a partir de esta convocatoria nos escribieron muchas mujeres. Lo que pasó hoy es un punto de inflexión, se abre una puerta que no se va a poder cerrar".

  • Mirta Busnelli (actriz): “Todos los días nos enteramos de un nuevo caso. Esto es ancestral, desde que el mundo es mundo el hombre consideró a la mujer como inferior. Hablé con Thelma, ella estaba hoy muy nerviosa y muy emocionada. Por suerte esto demuestra que la protesta y la toma de conciencia tomaron una dimensión geométrica".

  • Pablo Echarri (actor): “Repudio total para Juan Darthes. Nunca más en la televisión argentina".

  • Claudia Piñeiro (escritora): “Vean el vídeo de Thelma Fardin contando cómo la violaron en una gira a los 16 años. Duele, te parte, pero es necesario. Ella pudo hablar porque otras hablaron antes. A ver qué cara ponen ahora los que esquivaban el bulto diciendo “lo conozco y es un buen muchacho".

  • Nancy Dupláa (actriz): “Fuerza Thelma Fardin, nunca más en la televisión argentina Juan Darthes. Fuerza Calu".

  • Ofelia Fernández (militante feminista): “Mucho ‘Darthés hombre de familia’ y ahí lo tienen. Violando a una piba que podría ser su hija. Calladas nunca y juntas siempre".

  • Daniel Filmus (diputado nacional): “Acompañamos a Thelma Fardin y a todo el colectivo de Actrices Argentinas que, organizadas, piden justicia, respeto e igualdad".
  • Hugo Yasky (diputado nacional y dirigente sindical): “El tiempo de impunidad para los abusadores debe terminar. #MiraComoNosPonemos”".

  • Dalma Maradona (actriz): “A la distancia pero muy orgullosa de pertenecer al colectivo de Actrices Argentina! Las quiero mucho a cada una de ustedes, valientes mujeres".

  • Muriel Santa Ana (actriz): “Paso a paso. Escuchándonos, acompañándonos. Gracias a mis compañeras de Actrices Argentinas por todo".

  • Lizy Tagliani (actriz): “Perdón por pertenecer a un tiempo que aún no aprendió a respetar. Quizá fui cobarde y hoy le digo gracias a todas aquellas que se animaron, no importa cuánto paso, porque una heroína no se construye por ser fuerte sino por vencer obstáculos y miedos por ella y por todas”.

Producción: Paula Sabatés

Fuente: Página 12








Argentine Actor in Anti-Sex Abuse Video Accused of Rape

By The Associated Press
 / 
Fuente:
 The New York Times
BUENOS AIRES, Argentina — An Argentine television actor who participated in a video asking women to denounce sexual assaults is himself being accused of rape.
Actress Thelma Fardin accused Juan Darthes on Tuesday night of raping her in 2009 when she was 16 and he was 45. She spoke during a news conference act in Buenos Aires, where she was joined by dozens of other prominent actresses.
"Today we say enough. Listen to us, it's time that the impunity for abusers ends," actress and singer Lali Esposito said in a statement read by her and other artists.
Fardin said she had recently filed a criminal complaint in Nicaragua, where she says she was raped by Darthes in a hotel during a promotional tour for "Ugly Duckling," a children's television series.






Darthes has denied the allegation.
Three other women have accused him of harassment or abuse.
Writers, politicians and journalists have shown their support for Fardin on social media.
The case has brought back memories of the #MeToo movement that began in the United States in 2017 after sexual assault allegations surfaced against producer Harvey Weinstein.
Argentine President Mauricio Macri said Wednesday on Twitter that his government has canceled broadcasts of a public service announcement against gender violence that was made in 2016 and featured Darthes.
Macri said the move is "out of respect" for Fardin's criminal complaint.
"Our commitment is to work to eradicate all types of violence against women," Macri said.









El colectivo Actrices Argentinas recibió gran cantidad de denuncias de abuso. (AFP)


El impacto del testimonio contra Juan Darthés desató una ola de denuncias similares

Clarín, 12 de diciembre de 2018

El colectivo Actrices Argentinas recibió gran cantidad de casos. Aumentaron los llamados al 144 y también, los denuncias en las redes. Historias.



"Que se haga Justicia por nuestra compañera y por todas. Esto recién empieza". Así terminaba el documento leído por las actrices que acompañaron a que Thelma Fardin haga pública su denuncia de violación contra Juan Darthés. "Esto recién empieza" tiene un sentido: las actrices ya tienen más denuncias de compañeras que fueron acosadas, maltratadas, abusadas. Son situaciones antiguas, que han ocurrido en los 90, o a comienzos de 2000, y también de estos últimos tiempos. También aumentaron los llamados a las línea 144 y los casos denunciados públicamente en las redes sociales.
"Son muchas, muchas, es impresionante....", dice la actriz Marina Glezer a Clarín. Y detalla que son antiguas, de algunos años, muy recientes. "La lista es enorme, larguísima. Los abusos de poder, los abusos de todo tipo llegan hasta hoy... ¿Sabés la cantidad de Thelmas que hay? Y seguiremos juntas denunciando porque nos dimos cuenta del poder arrollador de la comunicación", agrega. Algunas de las denuncias llegaron luego de que se hiciera público el caso de Darthés, otras son previas.








Por fuera del ambiente artístico, muchas mujeres se animaron a denunciar. "Tuvimos un gran incremento de llamadas", dijo a Clarín Nicole Neiman, responsable de la línea 144 del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM).

"Lo que muestra claramente el efecto es que la mayor cantidad de llamados es por abuso sexual, cuando en general es lo que menos se denuncia. Siempre la mayoría de llamados tiene que ver con violencia física y psíquica —explica Neiman—. Las que están llamando son mujeres y adolescentes que están contando abusos por primera vez y no saben muy bien qué hacer".

Desde La Casa del Encuentro, Ada Rico, sostiene lo mismo: "Ante cada denuncia que se mediatiza ocurre este efecto cascada. Por eso pusimosuna guardia especial", asegura. Esa asociación civil, que abre sus puertas por la tarde, este miércoles lo hizo a las 10. "Estamos recibiendo muchas consultas de mujeres, grandes, adultas, adolescentes y también de madres que preguntan cómo ayudar a sus hijas. Ya tenemos citas para los próximos días", señala a Clarín.

Las redes sociales fueron otro canal en el que muchas mujeres se animaron a contar sus historias. Usaron el hashtag #MiráComoNosPonemos, como réplica a la frase que -según el relato de las denunciantes- repetía el actor: "Mirá cómo me ponés".







Una de las primeras fue la escritora y periodista Verónica Sukaczer. Contó que, cuando tenía 17 años, iba al taller literario de un "afamado escritor", ya fallecido. "Un día me quedé sola y él, de más de 60, encaró, me arrinconó contra una mesa y trató de besarme. Me lo saqué de encima de un empujón (era alto, grandote) y aceptó el no. Enseguida me preguntó qué iba a decirles a mis viejos. Y recuerdo que respondí, literal, ¿qué querés que les diga, que sos un viejo verde?", publicó en Twitter.
Nunca volvió al taller y, salvo a algunos amigos, decidió no contarlo. En diálogo con Clarín, explica los motivos de su largo silencio. "No lo había contado nunca por miedo, por vergüenza, por sentir, como sentíamos hace 30 años, que algo habíamos hecho para merecerlo", señala.
¿Por qué se animó ahora? "Porque la verdad, por suerte, es contagiosa. Porque se abren puertas y permisos y siento que, si yo cuento, tal vez se anime a hacerlo alguien más. La palabra nos libera, es el momento", responde Sukaczer.
Fuerte, muy fuerte, es el relato de la poeta Paula Jiménez. "Cuando tenía veinte estudiaba Psicología y fui violada por un compañero", escribió en Facebook. "Nos fuimos juntos a un hotel. Ni bien llegamos, yo me senté en la cama, tenía la intención de recostarme, obvio, de que estuviéramos juntxs en un de igual a igual que no sucedió nunca, porque él se paró delante mío y me agarró del pelo, me dijo 'esta sí que es buena' y me obligó a hacerle una fellatio", describe.
"Tengo la sensación de los mechones míos en sus manos, el zarandeo repentino de la cabeza, el revoltijo en la panza frente a él por primera vez (lo volví a sentir cada vez que me lo topaba en alguna materia o en el cumpleaños de un conocido en común)", sigue Jiménez. El hombre la empujó, la mordió, le hizo doler, la llenó de moretones.
"Ahora me toca a mí hacer algo con esto que durante años guardé como una vergüenza. Hoy sé que yo no tengo nada que reprocharme, que no es mi zona oscura, uno de los puntos de fuga de mi vida, sino de la suya", analiza la poeta en su publicación.
Por su parte, la escritora Natalia Rozenblum relató su vivencia. "A los 12 años mi profesor de saxo me chupaba los pies. Él empezaba diciendo que hacía calor, me pedía que me sacara el saquito -puedo verme con una musculosa blanca de ribetes amarillos-, después decía que me sacara las zapatillas y no sé, ahí estaba el tipo pasando su lengua de gato por mis dedos", publicó.

"La escena es tan absurda que durante mucho tiempo pensé que la había inventado, incluso cuando lo hablé con algunas personas coincidían en que no podía ser. Pero la imagen empezó a asaltarme una y otra vez", señala Rozenblum, que en los siguientes años vivió "varias situaciones más" mientras se convertía en lo que ella creía que era una mujer fuerte.

Fuente: Clarín



Actrices Argentinas. Foto: Leandro Teysseire





Reportaje exclusivo a Thelma Fardin, la actriz que denunció a Juan Darthes
"Yo le dije que no, que no y él siguió"
Tras la presentación de la denuncia por violación contra el actor, Fardin dio su testimonio a Página/12. Cuando ocurrió el hecho durante una gira de Patito Feo en Nicaragua ella tenía 16 años.

Por Luciana Peker

Thelma Fardin. Foto  Jose Nicolini


"Mira como me pones --me dice - Y me hace que lo toque.  Yo le digo que no, le digo que no. El sigue". 
No. No. No. Ella lo repitió. No. No. No. Ella tenía 16 años. Y denunció que el actor Juan Darthés, de 45 años entonces, se abalanzó sobre su cuerpo, en un hotel en Nicaragua, en el último día de la gira latinoamericana de la serie infanto juvenil "Patito Feo" que se emitió en Canal 13. Y ahora, nueve años después, en consonancia con un grito colectivo que va desde Ni Una Menos al repudio por el fallo machista en la muerte de Lucía Pérez, logró ir a Managua y ser escuchada ante la justicia. 
El 8 de diciembre la Embajada argentina en Managua certificó la denuncia de la actriz Thelma Fardin ante el Ministerio Público de Nicaragua realizada el 4 de diciembre. Se remitió una copia al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina que es mucho más que un documento burocrático. Es un símbolo de la sororidad y la decisión de no callar más de una actriz y de un colectivo feminista que une lazos en Argentina y Latinoamérica y que busca desbloquear de la mutilación del silencio a las víctimas. Pero, además, reflejar que los modos de producción de la televisión no pueden seguir mirando a otro canal cuando son protagonizadas y miradas por niñas, niños y adolescentes. 
Thelma tiene ahora 26 años e ingresó al elenco de "Patito Feo" cuando tenía 14 años. Trabajo desde el verano del 2007 hasta mayo del 2009 en el papel de Josefina. Allí se produjo una situación que logró, con el apoyo de organizaciones feministas, de derechos humanos y de la colectiva Actrices Argentinas, denunciar en la justicia de Nicaragua. El silencio no se rompe solo, sino con un movimiento feminista que alza la voz. Por eso, el relato no se vuelve fragmento, sino parte de un rompecabezas de las formas de ejercer y mostrar la impunidad del machismo, en medio de un éxito que volvió a una de sus protagonistas vulnerable y expuesta ante el encierro del castillo neomedieval del fervor del marketing teenager y que ahora busca cambiar, junto con la revolución de las hijas, para que la historia no se repita. 
En ese contexto, Thelma Fardin le cuenta a Página/12 un relato valiente, desgarrador y concreto del machismo que la televisión no quiere ver y que permitió hasta ahora: 
"En el final de la gira de Patito Feo, en Nicaragua, llegamos del estadio y el hotel estaba colapsado. Yo sacaba fotos para mostrarle a mi mamá. Bajamos de la camioneta y a una compañera la arañaron y a otra le arrancaron una parte de la ropa. Nos llevaron al fondo, al sector de la piscina y lo cerraron, porque incluso había gente que pagaba para llegar al elenco. Nos dicen que de ninguna manera podíamos ir al lobby porque estaba estallado. No es que estábamos con una comitiva que nos protegía. Para irme a mi habitación subo por las escaleras de servicio. Atrás mío viene este hombre. Lo recuerdo patente. Ya era de noche porque en Nicaragua a las seis de la tarde no hay sol. Yo dormía sola en la habitación. Y este tipo estaba enfrente mío en la habitación y teníamos que bajar a comer y cortar un pastel porque era el cumpleaños de una compañera. Cuando quiero entrar a mi cuarto la tarjeta estaba desmagnetizada. Yo venía de la pileta y estaba con un shorcito básico, un vestidito arriba y la toalla. Él me dijo: "No podes bajar a la recepción. ¿Por qué no llamas desde mi habitación y que te suban una tarjeta?". Yo estoy haciendo esa llamada y me empieza a besar el cuello desde atrás. Me quedé completamente paralizada. Incluso hoy si estoy haciendo una llamada y me empiezan a hacer eso me parece desubicado. En ese momento me desconcertó por completo. Él me agarra la mano, me da vuelta, me hace que lo toque, me muestra que estaba erecto y me dice: -Mira como me pones"
Es la misma frase que dijo en otras oportunidades a otras mujeres… ¿Por eso te impactó cuando leíste testimonios de otras víctimas?

-Sí, es un modus operandi. Hasta hace poco tiempo yo pensaba que era responsabilidad mía. Ahora que soy una mujer me doy cuenta que era una criatura. Los adultos deben ser los que deben preservar a las menores. Yo veo las fotos mías de esa época y me da ternura.
-Por supuesto que no es tu responsabilidad. ¿Pero el trabajo y la hiper sexualización de la tira te daban a entender que eras una mujer cuando todavía eras adolescentes?

-Hasta que no fui una mujer no me di cuenta. Hasta hace poco me definía como una mujer en construcción. Cuando me di cuenta que ya soy una mujer me di cuenta que era una nena en ese momento y se me produjo este quiebre. Ni siquiera sabía lo que era la seducción. Y tengo el mismo cuerpo desde que me bajó la menstruación a los 12 años. No tenía conciencia del cuerpo, pero estaba acostumbrada a verme maquillada para trabajar. Me costó mucho entender que había nenas que querían ser como yo por la fama de "Patito Feo" mientras que yo no tenía ni idea de quien quería ser.

-¿En medio de esa situación de una adolescencia cruzada por el trabajo, la popularidad, la hiper sexualización un adulto arremete con una conducta totalmente invasiva sobre tu intimidad?

-Se produce una situación de aprovechamiento. Él me tira en la cama. Me corre el short. Me practica sexo oral. Yo le digo que no, le digo que no y su nombre. Él sigue y me toca. Me mete los dedos. Y en ese momento le digo "Tus hijos tienen mi edad". Después descubro que es algo muy propio de las víctimas pensar en lo que el victimario no piensa. Y pensar que no puede estar pasando. Yo le seguía diciendo no. Es una frase muy contundente. Y él, sin embargo, se sube arriba mío y me penetra. En ese momento tocan la puerta para traerme la tarjeta. Eso logra que el salga de encima mío. Yo salgo corriendo a la puerta. Él me dice que no me vaya. Yo me meto en mi habitación a bañarme un rato largo. No entendía. Era una nena. Salía completamente de lo que podía manejar. Yo tuve que googlear cuántos años tenía en ese momento (45 años) porque para mí era un señor. Fin. Podía ser mi papá. Ni sabía cuántos años tenía.

-¿Cómo siguió la situación?

-Bajé a cenar y él me miraba. Yo no soportaba la mirada que me generaba mucha opresión. Enseguida empieza a llamarme por teléfono y me decía "Vení a mi habitación". Yo le decía que no de ninguna manera y cortaba. Me decía "por favor, vení". Y "Si no queres venir paseate por el pasillo", "Decime que tenés puesto". Yo colgué el teléfono, a pesar que siempre me despertaba con el teléfono como despertador para asegurarme de no quedarme dormida. Me quedé  despierta casi toda la noche. Bajé al lobby a la mañana y este tipo, que era el único adulto entre los actores, había otra gente pero de técnica, que a veces no estaban en el mismo lugar. Él decía "Yo era un pibe más". Y ese es el problema. No era un pibe más, era un señor. Pero le dice a dos chicos "No pude dormir, estuve toda la noche al palo". Y me mira como con una complicidad que no existía.

-¿Hubo presión laboral?

-Estaba con la valija y él se me acerca y me dice: "A vos nunca te va a faltar trabajo". Si yo accedía él me iba a garantizar trabajo y mi trabajo iba a estar supeditado a mis servicios sexuales y no a mi talento.

-¿Cuáles fueron los efectos de esa situación?

-A los dos meses me empezó a cosquillear toda la cara y no podía parar de llorar y llorar. Mi mamá me llevó a una guardia porque estaba muy asustada. En la guardia me reconocen y me dicen "No, esta chica está muy estresada por todo lo que vivió". Ellos se referían al éxito y yo estuve como dos meses tirada en el sillón de mi casa viendo películas, me deje, me abandoné, con jogging y remera, no me gustaba mi cuerpo. Yo rendía libre y no iba todos los días al colegio. Pero nos quedamos con ese diagnóstico.

-¿Cuándo pudiste contarlo en lo privado y en lo público?

-Cuando Calu Rivero habla en los medios sobre su experiencia laboral, una amiga la desestima en una charla y yo digo "Tuve una experiencia de mierda". Hace dos meses le puse palabras. Y es muy desesperante no poder hablar, porque él me puede atacar. Pero hay que entender, por sobre todo, que las víctimas tardamos un largo proceso en poder hablar. Y que hace diez años se estaban cortando polleras en la televisión. Ojalá que esa cosificación cambie. 



12 de diciembre de 2018
Fuente: Página 12





El tiempo de la denuncia

13 de diciembre de 2018








Como para dejar en claro que la sororidad no es tan solo una palabra, el colectivo Actrices Argentinas hizo público el indigno maltrato que las mujeres y les niñes suelen sufrir en el medio en que se desenvuelven a través de su solidaridad con el puntual caso de Thelma Fardin, quien decidió denunciar la violación de la que fue objeto en el año 2009 –cuando contando con tan solo 16 años de edad– fue sometida por el actor Juan Darthés durante el rodaje de una tira en la hermana República de Nicaragua. Desde ya el hecho va en sintonía con la lucha por la igualdad y la dignidad que las mujeres están sosteniendo desde hace muchos años y que en los últimos tiempos se plasmó a través de colectivos tales como el #NiUnaMenos, cuya gesta cada día cobra mayor peso e influencia en nuestro país. 

En el particular caso del ambiente artístico globalizado, resulta imposible soslayar la iniciativa del #Me Too, surgido a partir del develamiento de los abusos sexuales cometidos por un famoso productor de Hollywood, que disparó cual bola de nieve un sinfín de denuncias similares. Uno de los puntos cúlmine de ese movimiento fue el discurso que la famosa conductora, actriz y productora Ophra Winfrey brindó en oportunidad de recibir un Globo de Oro por su labor. Time’s up fue la expresión que la laureada empleó para hacer saber al “cerdo” que “tu tiempo terminó”, en obvia referencia a cuanto masculino haya sacado provecho de su posición de poder. Vale interrogar las razones por las cuales algunas personas (en especial si son menores) necesitan un largo tiempo para acceder a la posibilidad de hablar y así hacer pública la denuncia.

Por empezar, la disimetría afectiva que separa a un adulto de una menor, por ejemplo, causa estragos a la hora de consumarse la intrusión en el cuerpo. Por otra parte, el canalla o perverso conoce perfectamente el punto donde la vergüenza puede hacer que la víctima –no necesariamente una menor– se sienta culpable y cómplice del abuso padecido. De esta forma la damnificada debe superar la encerrona subjetiva que supone guardar bajo secreto hechos de los cuales sin embargo ha sido objeto. Luego, un entorno pusilánime o encubridor, según los casos, hace el resto. Y en esto reside el valor traumático de todo abuso: ser ubicado/a en el lugar de objeto por el agresor y por el entorno. De allí la importancia que la moral compartida ejerce para que una persona acceda a la posibilidad de hablar y así reparar la intimidad mancillada.

Vergüenza y pudor conforman un par de conceptos que transitan el mismo desfiladero aunque con funciones bien distintas. La primera es un afecto primario de la relación al Otro, que por estar usualmente ligada a la culpa, suele inhibir y no siempre a favor de la preservación del sujeto. Comenzar a hablar supone, en cambio, restituir el pudor, el cual, según Lacan, constituye la única virtud: ese velo que por abrir la vía del deseo y la dignidad, protege al mismo tiempo la intimidad del sujeto. La justicia debe ser reparadora para quien ha sufrido las consecuencias de una agresión a su honor e intimidad.

* Psicoanalista.
Fuente: Página 12