1. Porque le falta el principal de los sentidos: el del humor.
2. Porque se
siente Dios, aunque no sea Ministro.
3. Porque cree
todo lo que le dicen los medios (o miedos) de difusión de la Argentina actual, y ya
tiene el cerebro más lavado que mate cebado por un polaco.
4. Porque su mamá
es una santa, por lo tanto las demás mujeres son unas brujas.
5. Porque su mamá
es una bruja, por lo tanto las demás mujeres también.
6. Porque no tiene
mamá y no consigue quien lo mime.
7. Porque en
realidad le gustan más los hombres, aunque no ejerza.
8. Porque quiere
hacer mérito ante los centros de poder, exclusivamente masculinos:
empresariado, Fuerzas Armadas, animadores de TV, deporte, sindicatos, clero,
pompas fúnebres, etcétera.
9. Porque todo ese
asunto de la gestación y el parto le da miedo y asquete, como la educación
sexual al Ministro de Educación.
10. Porque usted tiene
los mismos atributos de Woody Allen pero no le dan el mismo resultado.
11. Porque no soporta
la idea de un rechazo sexual hacia usted o hacia otro, y cree que la
bella siempre debe estar a disposición de la bestia.
12. Porque usted no
vive en el presente (y para eso lo ayudan mucho) sino en la prehistoria mental,
y se da manija con tangos del 40.
13. Porque usted es
burro y en lugar de corregirlo con tiempo y esfuerzo lo disimula con
agresividad.
14. Porque usted es
culto pero culturiza fuera de la maceta, y leyó a Julián Marías y no a Simone
de Beauvoir.
15. Porque en el
fondo es antisemita, antinegro, antiobrero, antijoven, pero como eso ya no
corre se desquita con la misoginia, que aquí y ahora viene con premio (pero no
se descuide: por poco tiempo más).
16. Porque usted ama
el orden por sobre todo, y cada cosa en su lugar las mujeres en la cocina
(o en cueros en tapas de revistas), y Pinochet, Castro y García Meza en el
poder.
17. Porque cree
que la inepcia es cuestión de sexo, que es como creer en la cigüeña o en
elecciones inminentes.
18. Porque teme
que las mujeres hagamos rancho aparte, y no piensa que son los hombres quienes
lo inventaron y perpetúan. (Ver punto 8.)
19. Porque supone
que la mujer quiere imitar al varón, y no sabe que antes muerta que imitar a
semejante fabricante de desastres, desde la guerra atómica hasta el IVA.
20. Porque le
gusta que al mundo lo manejen los colectiveros.
21. Porque tiene
mucha paciencia para dejarse pisar la cabeza por cualquier matón y
muy poca para comprender errores de mujeres, que al fin y al cabo son,
históricamente, debutantes en la mayoría de las profesiones.
22. Porque teme
que las mujeres "pierdan la femineidad", cosa imposible de perder,
salvo que usted llame así a cosméticos y pilchas.
23. Porque usted teme
que le roben algo y no sabe bien qué, a pesar de que a diario lo saqueen y
basureen, y no precisamente las mujeres.
24. Porque es
sincero, y vale más machista recuperable que "feminista"
patrocinante como un papito que a las pretensiones femeninas dice que sí
PERO...
Ahora ya sabe. Con estos 24 puntos usted ahorra años y fortunas en psicoanálisis. Usted puede ser hombre o mujer, el machismo tampoco es cuestión de genes: poca gente más machista que algunas mujeres, sólo que ellas lo son por instinto de conservación, por despiste, por imitar a los hombres, por comodidad o porque así las dejan hablar por TV. Usted también lo es por todas estas razones pero además porque se cree superiorcito: hace unos 10.000 años que le pasan el aviso y claro, usted sigue comprando un producto inexistente. Ahora puede seguir siendo machista, pero con apoyo logístico. No se trata tampoco de ejercer la represión desde estas páginas. Es posible que la perseverancia le acarree aplausos y sensación de deber cumplido, amén de las palmadas de la patota. Pero ojo que no hay premio mayor que saberse persona inteligente y civilizada.
Si
no opta por eso, estará contribuyendo a la contaminación mental, que
es la que nos mata. Y no la humedad.
Estará inflando la maquinaria del prejuicio y la prepotencia y al fin se va a quedar solo como un ciempiés, de luto, convertido en drácula de utilería y en hazmerreír de las criaturas primaverales.
©María Elena Walsh
Argentina, 1980.
Dictadura militar.
(Ramos Mejía, Buenos Aires, 1 de febrero de 1930 – Buenos Aires, 10 de enero de 2011) fue una poetisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina, que ha sido considerada como «mito viviente, prócer cultural (y) blasón de casi todas las infancias».
Especialmente
famosa por sus obras infantiles, entre las que se destacan el personaje/canción
Manuelita la tortuga y los libros Tutú
Marambá, El reino del revés y Dailan Kifki, es también autora de difundidas
canciones populares para adultos, entre ellas Canción de Caminantes, Como la cigarra, Serenata para la
tierra de uno, El 45, El valle y el volcán, Los ejecutivos, Canción
de cuna para un gobernante, Oración a la justicia, Dame la mano y vamos ya,
etc. Entre sus álbumes destacados se encuentran Canciones para mirar (1963) y Juguemos
en el mundo (1968).
La
conocida película de dibujos animados Manuelita (1999), dirigida por Manuel García Ferré para el público infantil,
se inspira en su famoso personaje y reúne sus canciones.
Entre 1951
y 1963 formó el dúo Leda y María junto a Leda Valladares y entre 1985-1989
fue designada por el presidente Raúl Alfonsín para integrar el Consejo para la
Consolidación de la Democracia. Entre los artistas que difundieron el
cancionero de María Elena Walsh se destacan Joan Manuel Serrat, Susana Rinaldi, Mercedes Sosa, Sandra Mihanovich, Cuarteto
Zupay, Luis Aguile, Jairo, Rosa León.
Durante
toda su carrera publicó más de 20 discos y escribió más de 50 libros.
A
lo largo de su vida formó pareja con la folklorista Leda
Valladares, la directora de cine María Herminia Avellaneda y la fotógrafa Sara Facio,
con quien vivió desde inicios de la década de 1980 hasta su muerte.