Protagonista de mi propio ocaso,
a la espera del día ineluctable
del espacio infinito
navegando en ondulación desesperada
a vencer los límites de la sombra,
del tiempo ondulante e inefable
paseando hasta las extensiones
de lo desconocido.
¿Cuál será la última hora
hacia lo innominado tal vez?
¿Qué universo sinfónico de especies?
¿Qué monstruo se traga las visiones?
¿Dónde está la dulzura?
Ya no hay dolencia- ni manos
de seda.
Tal vez tome la paz- la muy
artera……
El Cosmos te acosa
con manos ajenas en
puertos desiertos.
El tiempo transcu-
rriendo filosóficamen-
te.
Aquello que se pierde
nunca vuelve.
Las voces con identi-
dad jamás se callan.
© María Luisa Báez
Del libro Final del Sueño, edición Comala.Com, Caracas 2002.