Foto Nicola Rocco |
Los días 15, 16, 22 y 23 de septiembre de 2018, a las 4:00 pm
El año es 1959. El lugar, la finca Vigía en Cuba, propiedad de Ernest Hemingway. Una mañana tormentosa, durante la época de huracanes tropicales del Caribe, es el telón ideal para “NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA”, un drama que se sirve del gran escritor estadounidense, y su esposa Mary, para que José Tomás Angola (Caracas, 1967) reflexione sobre algunas de sus preocupaciones artísticas, motivos de creación que ya ha explorado no sólo en el teatro, sino en la poesía y la narrativa.
“NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA”, regresa a la Sala de Teatro de la Asociación Cultural Humboldt, en cuatro únicas funciones los días sábados 15 y 22 y domingos 16 y 23 de septiembre, a las 4:00 pm, en la Asociación Cultural Humboldt de San Bernardino, una de las mejores salas de teatro de Caracas. Estacionamiento y vigilancia.
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LO QUE DIJO LA CRÍTICA
“Ningún hombre es una isla”, en el transcurso de su primera temporada, despertó el interés de la crítica y de personas ligadas a la vida intelectual del país, como referencias traemos, por ejemplo, lo que el escritor Álvaro Pérez Capiello comentó:
“Creemos que el telón no ha descendido para esta obra de José Tomás Angola, tal cosa ocurrirá cuando se diga de ella la última palabra y, a nuestro entender, mucho queda aún por escribirse de la que consideramos, desde ya, una referencia del teatro moderno venezolano.” (Papel Literario, diario El Nacional)
Alí E. Rondón, escritor, ensayista, y crítico de cine,entre otras apreciaciones, considera que “El caso es que Ningún hombre es una isla va mucho más allá de lo que en décadas recientes intentó Hollywood varias veces al llevar a la TV retazos en la vida y obra del ganador del Premio Nobel de Literatura 1954 con histriones como Kevin J. O’Connor (Los Modernos), StacyKeach (Hemingway), Chris O’Donnell (Entre el amor y la guerra) y Clive Owen (Hemingway &Gellhorn).” (Papel Literario, diario El Nacional)
Otro tanto hace Carlos Raúl Hernández: “José Tomás explora con profundidad y sobriedad el declive de este ser sobrehumano y, al tiempo, demasiado humano; y hace que lo encaren sus creaciones, los protagonistas de Por quién doblan las campanas, Jordan y María, la novela que consagra -como Fiesta años atrás- su pasión por España, en este caso por la guerra civil, para él lucha el bien y el mal, como en la simbología del toreo.” (El Universal, 7/02/2018).
UNA FIGURA FASCINANTE
“Hemingway siempre ha sido una figura fascinante para mí”, nos comenta Angola. “Un autor atormentado por demonios de su niñez, que siempre quiso hacer de su propia vida, su mejor obra. El que hubiese pasado toda su existencia demostrando lo valiente y rudo que era, solo ocultaba lo cobarde y débil que se sentía. En sus novelas, el protagonista masculino siempre es una suerte de alter ego de él mismo. Haciendo lo que él nunca hizo: inmolarse por un ideal en la guerra civil española, como en Por quién doblan las campanas. O luchar estoicamente contra la vejez y la muerte, simbolizado por aquel enorme pez, en El viejo y el mar. Hemingway más allá de su estampa más grande que la vida misma, es un enigma.”
El argumento de la obra nos revela a un Papa Hemingway en el ocaso de sus días, vencido por el alcoholismo, delirante, lleno de culpas, miedos y dudas. Frustrado por su imposibilidad de escribir, y perseguido por el fantasma del suicidio.
“La pieza ocurre en dos planos, uno real y naturalista, en su finca de Cuba, y otro en su fantasía, en el delirio por el alcohol y la neurosis. Todo en un mismo tiempo, el día que la tormenta tropical Grace azotó la isla. Me parecía un tropo perfecto pues su madre, con la que tuvo una relación de amor/odio, se llamaba justamente Grace. La obra es una excusa, una alegoría de lo que es la creación, la ficción como remedo de la realidad.”
Pero si en esa realidad los personajes de Ernest y Mary Hemingway actúan desde el conflicto producto del licor y la impotencia que aquejan al hombre, en el delirio sus demonios son otros: la inminencia de la muerte y el valor que se debe tener para cruzar con dignidad ese portal simbolizado por el puente que debe dinamitar Robert Jordan en Por quién doblan las campanas.
El día de la muerte de Hemingway, Gabriel García Márquez escribió un texto lleno de nostalgia titulado: “Un hombre ha muerto de muerte natural”.
"Hemingway -escribió García Márquez- no parecía pertenecer a la raza de los hombres que se suicidan. En sus cuentos y novelas, el suicidio era una cobardía, y sus personajes eran heroicos solamente en función de su temeridad y su valor físico."
José Tomás Angola nos reitera que “Hemingway, fue un suicida perpetuo. Su manera de beber sin freno y con episodios de delirium tremens que casi lo mataron, su fascinación por la caza, el acto puro de matar, y las armas, vehículos de la muerte. Sus relaciones afectivas destructivas y masoquistas, componen el cuadro de un hombre profundamente romántico, del siglo XIX. Morbosamente cercano a la mortalidad. En eso me siento reflejado. Pues para mí toda la creación se resume a dos único temas: la muerte y el amor. Eros y Tánatos que los griegos ya propusieron hace tantos siglos.”
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JOSÉ MANUEL VIEIRA ENCARNA A ROBERT JORDAN
Con José Tomás Angola, que hace el papel de Papa Hemingway, también interpretan José Manuel Vieira, reconocido actor, locutor y actor de doblaje de fama internacional, Premio Municipal de Teatro en el 2001, incorporando el rol de Robert Jordan, el protagonista de Por quién doblan las campanas. Vieira es una pieza fundamental de La Máquina Teatro pues es uno de sus fundadores. Angola y él son los únicos miembros originales que quedan en Venezuela de la agrupación que este 2018 cumplirá 23 años.
Angola apunta: “Robert Jordan es una ilusión en la mente delirante de Hemingway. Lo escogí porque la trama de Por quién doblan las campanas me luce muy parecida a este presente agónico venezolano. Sin duda es la novela de Ernest que más crudeza destila y por eso me gusta tanto. Además el personaje de Jordan es la mayor recreación de sí mismo que emprendiera en su narrativa.”
Andrea Miartus tiene el difícil reto de incorporar un doble rol: a Mary Hemingway y a María, la protagonista femenina de Por quién doblan las campanas.
“Me gusta el teatro de muy buena factura técnica. Actores con estupenda dicción e impostación. Cuando se incorporan personajes clásicos o universales, no se puede permitir tener acento venezolano, nuestro típico sonsonete caribeño.
Andrea tiene una voz hermosa y gran ductilidad escénica. Estudió en el Lee Strasberg Institute en Nueva York, y en Venezuela ha trabajado con Luigi Sciamanna, entre otros. La lectura que hace de los dos roles y su compromiso con ellos es admirable. A pesar de que no se estila en nuestro teatro períodos de ensayo tan largos, ha estado con nosotros los casi 5 meses de trabajo que llevamos. Estoy seguro de que será una gran sorpresa para muchos espectadores que no la conocen. Además era una exigencia que la misma actriz hiciera los dos roles: Mary Hemingway, con sus 40 años, y María con sus 20. Esta replicación de personalidades, construida desde la diferenciación interna y externa de los personajes, es parte del juego que propongo entre realidad y ficción que me interesa revisar como dramaturgo.” Andrea Miartus es además hoy en día la voz de la emisora radial Kys FM.
LOS RETOS
Como Papa, Angola debió someterse a un cambio físico y de edad: “Siempre me han gustado estos retos. Asumir personalidades muy distantes a mi registro natural. Imagino que ahí es donde veo la máscara que impone el teatro. Hemingway en ese momento de la pieza tiene 10 años más que yo, y su corpulencia y brutalidad están siendo desafiadas por el alcoholismo y la diabetes. Engordé unos 9 kilos y he estado trabajando con mi voz para extraerle un tono más “aguardentoso” y áspero.
Las grabaciones originales de su voz son antiguas, de cuando ganó el Nobel, y se oyen muy agudas y trabadas, con un acento y dicción muy característicos pero poco dramáticos. Para el personaje necesitaba desafiar esa verdad histórica y proponer otra lectura más cercana con su figura mítica. Eso fue lo que busqué.”
ESCRIBIR, PROTAGONIZAR Y DIRIGIR
José Tomás Angola no solo protagoniza y escribe el texto, que le llevó varios meses de trabajo, sino también asume la puesta en escena: “Es un proyecto muy complejo por todas las tecnologías que entraña, el diseño de arte que ha sido exigente y demandante dado el país que padecemos hoy, el proceso actoral que lo asumí con el equipo en un inusual período de muchos meses de ensayo, pero justamente por eso, por estar muy claro de lo que quería y de cómo lo quería, es que preferí asumirlo completamente. En Venezuela hay estupendos directores y actores, pero esta era una producción tan personal, tan alineada con toda mi capacidad creadora, que incluir otra visión o propuesta habría resultado en una obra diferente a la que concebí.”
Las tecnologías a las que hace referencia Angola son el video mapping, la proyección estereoscópica y la escenografía virtual. Todas técnicas novedosas que han sido poco exploradas en el teatro venezolano.
“Desde hace unos 10 años -Angola dixit- vengo investigando y proponiendo el uso extensivo del video en la creación teatral, pero no desde la manera habitual como se usa en nuestras salas: una proyección bidimensional como efecto, o un acto metadiegético que interrumpe la escena. No. Quiero que el recurso sea parte del discurso, así como lo es la escenografía o el vestuario, que son herramientas de composición y expresión de la pieza. Tanto en “Girasoles de Silencio” y “Diálogos de auto, cama y toilet”, como en “Polvo de hormiga hembra” y “La favorita del rey”, en donde construimos el antiguo palacio de Jerusalén en los espacios monumentales de la Concha Acústica de Bello Monte, el video se maneja desde otra perspectiva y eso le brinda al espectáculo una calidad nueva y diferente.”
Aunque el Mapping se usa limitadamente en Broadway, sobre todo por su costo, en Venezuela La Máquina Teatro ha logrado reunir a un equipo humano y técnico que lo hace económicamente posible.
“Me acompaña, prosigue José Tomás Angola, en esta producción José Martínez como diseñador multimedia. Con él hemos invertido muchas horas de trabajo milimétrico, midiendo pulgada a pulgada el escenario, haciendo grabaciones submarinas, recorriendo locaciones, construyendo la banda sonora y haciendo una simbiosis perfecta con Freddy Belisario que es el diseñador de la escenografía física. Sin gente como ellos, esto sería imposible. En el diseño de vestuario está Fabiola Neri que ha hecho un trabajo de reconstrucción y confección increíbles, a partir de fotografías históricas. Hasta el calzado de María lo confeccionó ella. Ha planteado tal detalle en el vestuario que parece más para el cine que para el teatro. La asistencia de dirección es de Elizabeth Yrausquín, una mujer polifacética, dramaturga, directora de arte y artista plástico. El diseño de iluminación está en manos de Manuel Troconis que me ha acompañado en mis últimos 4 montajes. Para él fue todo un reto trabajar iluminación teatral con video mapping pues se debe entender que la fuente lumínica de la proyección debe usarse como eje de la atmósfera y no su enemiga. Finalmente el productor general es Carlos Silva, uno de esos personajes legendarios de nuestro teatro, venido de los mejores años de la Compañía Nacional de Teatro, donde fue gerente, y Presidente de la Fundación Casa del Artista cuando esa institución tenía propósito y objetivos, y que hace dupla conmigo desde hace casi 20 años en La Máquina Teatro.”
Cuando se le pregunta a José Tomás Angola sobre las razones sobre una nueva temporada tan corta, la respuesta es interesante: “Una pieza de estas características sería imposible en cualquier otro escenario. Durante las funciones, la sala no se podrá utilizar para nada más. El ajuste del video, la proyección y el trabajo de iluminación es tan milimétrico que no se puede tocar. ¿Qué teatro permitiría algo así? Ahora para sobrevivir se deben hacer dos y tres funciones por día, con escenografías portátiles y compartiendo plantas de luces. Un proyecto como este no tendría cabida en otro lugar. Sólo en una institución como la Asociación Cultural Humboldt, abocada al arte, la vanguardia, los nuevos retos y la promoción de la calidad artística, se puede. Esas cuatro funciones son un lujo que solo quienes vayan podrán presenciar. No lo digo por pedante, sino porque es un montaje que difícilmente se repetirá pues ni llenando completamente el aforo todas las funciones, pagará su costo. Estamos claros que no hacemos teatro comercial, hacemos teatro de arte. Y eso implica sacrificios y mucha convicción. Mis proyectos son muy personales y demandantes y tardan muchos meses en fabricarse. Cuestan mucho dinero, que honestamente creo es en realidad una inversión para el teatro de Venezuela. Por eso trabajo en salas que permitan una apuesta absolutamente artística y no solo estén pensando en la taquilla. Invito a todos los que busquen nuevas propuestas de teatro, teatro de arte, a que asistan a las funciones. Estoy seguro de que verán algo que solo está ocurriendo en pocos teatros del mundo.”
UNA SALA PARA EL TEATRO DE ARTE
“NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA”, cuyas entradas están a la venta en la Asociación Cultural Humboldt, inició una programación teatral para presentar teatro de arte en la sala. En cartelera está la obra de William Shakespeare (“Medida por Medida”), y luego de la reposición de “Ningún hombre es una isla”, viene Federico Pacanins con “Duelista”, en una programación pensada para un auditorio que busca otra expresión en los escenarios.
"NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA" nos brindará la oportunidad de acercarnos a Ernest Hemingway, considerado por New York Times como el escritor más importante después de Shakespeare.
Entradas a la venta en la Taquilla del Teatro y/o mediante transferencia bancaria:
Asociación Cultural Humboldt.
Banco Provincial
Cta.Corriente 0108-0041-26-0100000966
RIF J-00059486-4
correo: asohumboldt@gmail.com
Envíe el correo con su transferencia especificando quién retirará las entradas en taquilla y le enviaremos una confirmación de recibido.