Rosa Montero, en la Feria del Libro de Madrid / Samuel de Roman (Getty Images) |
Dice Rosa Montero que este "no es un libro solo para mujeres", de la misma manera, dice, que "tampoco lo es el feminismo". La escritora y periodista, Premio Nacional de las Letras 2017, acaba de publicar 'Nosotras. Historias de Mujeres y algo más' (Alfaguara), un libro que escribió en 1995 y reeditó en 2007. En esta nueva edición, Montero suma un nuevo prólogo a los dos anteriores, que también se incluyen, y añade a los 16 perfiles de mujeres de la obra original -Zenobia Camprubí, Simone de Beauvoir, Frida Khalo o las hermanas Brönte- cerca de un centenar de biografías de mujeres fundamentales en la Historia.
Montero explica que no ha querido hacer "un catálogo hagiográfico de mujeres perfectas" porque no cree que "las mujeres tengamos que ser forzosamente admirables, reivindico que podamos ser tan malas, tan necias y tan arbitrarias como lo son los hombres en ocasiones". También cree que el libro llegará hoy a lectores nuevos y en un contexto social muy distinto al de los años 90: "vivimos un momento histórico, en los últimos tiempos estamos subiendo un pequeño peldaño de la Historia, y es pequeño, pero es que subir un peldaño es tremendo y creo que se ha dado ese avance en la conciencia y en el peso que supone para todos, mujeres y hombres, seguir atrapados en una sociedad sexista".
Montero afirma que, a pesar de que ha habido "cientos y miles de mujeres importantísimas a lo largo de la Historia, no han sido recogidas en los anales", algo "trágico porque siempre hemos tenido que empezar de cero, y el peso tremendo de la montaña de olvido que nos aplasta hace que cada vez tengas que empezar otra vez, y eso es terrible". La escritora sostiene que "la cultura es una trenza, es un testigo que nos vamos pasando y esta sociedad nos ha robado ese testigo, nos ha robado a las mujeres ir creciendo, y eso lo he visto de forma patente, reveladora y desoladora cuando he escrito este libro".
Una de esas mujeres desconocidas y olvidadas a las que reivindica Rosa Montero en este libro es Enheduanna (2300 a.C.), una princesa mesopotámica, hija del rey acadio Sargón I, que "tiene el privilegio de ser el primer autor literario de la historia de la Humanidad: su obra Exaltación de Inanna es el primer texto firmado que se conoce". Además, hizo las primeras anotaciones astronómicas y Musicales de la Historia.
En el libro, Rosa Montero pone de manifiesto, además, la dificultad de muchas de estas mujeres "para educarse, y es de una tragedia de tal calibre... Tengamos en cuenta que las mujeres no fueron admitidas en la universidad hasta bien entrado el siglo XX y llegaron a ser eruditas". Aunque la escritora también denuncia que "los trabajos de muchas de ellas fueron ensombrecidos o robados por sus maridos, sus hermanos, sus profesores, cómo han sido sus hallazgos devorados por los hombres que tenían a su alrededor".
Sobre el momento actual, la periodista señala que "el sexismo y el machismo es una ideología en la que nos educan a todos, de manera que las mujeres también lo tenemos; hay montones de experimentos que se han hecho en todo el mundo que demuestran que tenemos una mirada sesgada que valora al hombre por encima de todo y en esa mirada sesgada entramos nosotras también".
"Que Ana Patricia Botín se declare feminista me parece estupendo", señala Montero, y sobre si veremos llegar el día en que una mujer dirija el país: "El País periódico lo veo más fácil y el país, espero que sí, espero verlo antes de morirme".
Respecto a quienes creen que vivimos un momento de "venganza" tras las denuncias de abusos y acoso que se han venido repitiendo desde que saliera a la luz el 'caso Weinstein', Montero sostiene que "siempre va a haber un exceso y un error, es obvio, lo que pasa es que se le da una mayor importancia mediáticamente si el exceso o el error vienen de las mujeres: no le damos la misma importancia a las tonterías que dicen los hombres y a sus excesos; es para desprestigiar una reivindicación básica y justísima".
La escritora recordaba que cuando era estudiante iba sola en metro todos los días -desde los diez a los diecisiete años- al Instituto Beatriz Galindo de Madrid y que no se libraba "ni un solo día de que me tocaran el culo o se restregaran contra mí al menos una vez entre los cuatro trayectos que hacía al día", y que una amiga suya protestó un día, con once años, "y el pedófilo le pegó una bofetada".
Fuente: Cadena Ser