Julianne Moore, "Still Alice" |
Todo listado
implica necesariamente omisiones; toda elección aúna subjetividades. Pero
existen ciertos criterios contundentes para evaluar, objetivamente un film, más
aún, si es un film de arte. Ha llegado el momento para escoger lo más relevante
del año en el renglón cinematográfico. La mayoría de los films los he visto en
festivales internacionales; trato de ver films independientes, aquellos que quizás
no aterricen en Venezuela. Trato de evitar, en esos festivales, los films
comerciales, que deduzco llegarán algún día al país. Si acaso! En el mercado de
los sábados en Los Palos Grandes se encuentra un “stand” donde es posible
comprar DVDs que remotamente se
mostrarán en las carteleras habituales. En fin…..
Que el 2015 se
nos brinde distinto, mejor, mucho mejor.
1) “Boyhood:
momentos de una vida” (EEUU) de Richard Linklater.
Filmada durante 12 años con el mismo elenco,
en Texas, donde vemos el aprendizaje de Mason (Ellar Coltrane, un
descubrimiento) frente a la vida, sus momentos plenos de euforia, de decepción,
teniendo a unos padres (Ethan Hawke, Patricia Arquette) disfuncionales que
asumen la cotidianidad como una rutina para solucionar sus problemas. Mason
crece, convive con los amigos, con su hermana, como cualquier hijo del vecino.
Se acaba la primaria, finaliza la secundaria, el entorno se modifica. La
música se convierte en un intérprete más de los años transcurridos. Una suerte de
postrealismo con una distinta óptica, la mirada impersonal, tal vez nostálgica
de una época. Oso de Plata al mejor director, Berlín. Premio Fipresci al mejor
film del año.
2) “Winter
sleeps” (Turquía) de Nuri Bilge Ceylan.
Larga, lenta y discursiva, con aires de Ingmar
Bergman y de Edward Albee (en el teatro), un guión preciso en la descripción
íntima de los personajes vis-á-vis a sus emociones. Un antiguo actor vive en la
casa heredada de su padre, convertida ahora en hotel. Su joven esposa se dedica
a la ayuda social y su hermana convive con el aburrimiento. El film es una
suerte de catarsis emocional permeando en cada instante un sentido de
frustración en sus vidas y nosotros, los espectadores, somos parte de ella.
Estéticamente admirable, un ensamble de actores a la altura, filmada en el
entorno fantasmagórico de Capadocia, el film ofrece múltiples lecturas y
discusiones. Es la vida misma en movimiento, Palma de Oro, Cannes.
3)
“Leviatán” (Rusia), de Andrey Zvyaginstsev
El
film es el retrato de la Rusia contemporánea. Desfilan alcaldes corruptos,
obsesionados en adquirir terrenos a precios irrisorios para luego urbanizarlos
o construir palacetes para ellos mismos. Se rodean de mafias, extorsionando a
diestra y siniestra. Vemos también a burócratas que asumen su función con
inercia y el vodka que lo toman como agua. El guión es lúcido, tajante. Filmado
en la costa abrupta del mar de Barents ( una metáfora?) donde los actores se
expresan con afán de dinero, otros con nostalgia y temor al futuro incierto. Un
film importante. Gran premio del Jurado, Cannes.
4) “Nebraska”
(EEUU) de Alexandre Payne.
Una familia errática, un padre con
principios de Alzheimer, una madre perennemente quejumbrosa ( June Squibb,
estupenda), dos hijos con conflictos personales. Bruce Dern es el padre, quizás
en su mejor papel, con ansias de ajustar cuentas con el pasado y convencido de
haber ganado un gran premio en la loterías, viajando al pueblo a reclamar lo
que considera es suyo. Un “road movie” personal, de mirada crítica al
provincialismo rural, inteligente en su planteamiento.
5) “El gran
Hotel Budapest” (EEUU) de Wes Anderson.
Basado en los
escritos de Stefen Zweig y en las ideas del propio director, seguimos los pasos
de M. Gustave (Ralph Fiennes), un famoso concierge de un hotel renombrado (pero
con el glamour de la decadencia,) en la
imaginaria República de Zubrowka entre las dos guerras y de Zero (Tony Revolori) su fiel ayudante. La trama se
centra en el robo de un cuadro del Renacimiento, una muerte misteriosa y una
gran fortuna que se disputan los herederos. Un film pletórico de situaciones
estrambóticas , una imaginación que exuda una original estética en la puesta en
escena y de cómo la guerra cambió a la sociedad con datos históricos puntuales.
Gran premio del Jurado, Berlin.
6) “Una paloma
sentada en una rama meditando sobre la existencia” (Suecia) de Roy Andersson.
El film no es
más que una serie de episodios con sus variantes repetidas. En la primera vemos
a dos vendedores con claros indicios de estulticia mental que discuten y se
pelean entre ellos. En el segundo vemos al belicoso rey Carlos XII que desfila
con sus tropas de antaño en la Suecia de nuestros días. Por momentos
surrealista, con un humor cruel que recuerda al director noruego Bert Hamer (los países también tiene su sentido de humor!), y con toques de Dostoyevski en
su crítica al hombre. El film en el fondo es una seria meditación sobre la
soledad intrínseca del individuo, Oso de Oro, Venecia.
7) “Fénix”
(Alemania) de Christian Petzold.
Como en su
anterior “Barbara” donde la protagonista protege y ayuda a un colega a escapar
de la Alemania del Este, aquí la historia se concentra en Nelly que logra salir
de un campo de concentración finalizada la II Guerra Mundial y decide someterse
a una cirugía para recomponer su cara destrozada por una bala. La mayoría de
sus familiares y amigos la dan por muerta pero ella se empeña a volver a la
vida de antes, a pesar que muchos le han advertido que su esposo fue el que la
delató a los nazis por ser judía. Su esposo no la reconoce pero encuentra en
ella cierto parecido a su esposa “fallecida” y la manipula para que recupere su
dinero en Suiza. Con la magnífica Nina Hoss (protagonista también en “Barbara”). Petzold es uno de los más
importantes nombres de la nueva camada de directores de la Escuela de Berlín).
8) “ Mommy”
(Canadá) de Xavier Dolan.
De apenas 25
años y con 5 largometrajes a su favor, Xavier Dolan, nacido en Montreal trae su
mejor film hasta la fecha. Un enfoque peripatético, la de un adolescente con
problema de conducta, internado en reformatorios, irascible, violento, con una
madre también desquiciada en su comportamiento, la propuesta de Dolan cual
“cinéma verité” asoma fluida, impactante, reflexiva. Gran Premio del Jurado,
Cannes.
9) “Adios al
lenguaje” (Francia) de Jean Luc Godard.
A sus 83 años,
vanguardista a ultranza y provocador
empedernido, dice Godard refiriéndose a su film: “La idea es simple, una mujer casada y un
soltero se encuentran. Se aman, se pelean, un perro deambula entre la ciudad y
el campo. Las estaciones pasan…..” El film en 3D,
al día en cuanto a la técnica en la proyección de imágenes, es un
conversatorio y una reflexión) al
borde de un lago, en un apartamento , donde se discute de política, de arte, de
sociología, de filosofía. Los celulares son sinónimo de la falta de
comunicación entre los individuos in situ y el lenguaje, por extensión, se va
diluyendo y corrompiendo. Resta la naturaleza y su perra Roxy que todo lo
observa y nosotros que la observamos a ella también. Gran Premio del Jurado,
Cannes, que compartió con el film de Xavier Dolan.
10) “La era
dorada” (China) de Ann Hui.
Recién se ha
empezado a estudiar a la ensayista y novelista china Xiao Hong, relegada
durante décadas. Rebelde, de mente emancipada, escapa de la tutela familiar y
de un matrimonio arreglado en la Manchuria de los años de 1930 y se establece
en Harbin. Abandonada por su amante, sin dinero y con un bebé en camino, las
circunstancias hacen que conozca a un escritor con el que establecerá una
simbiosis mental y física. El film de Hui apunta hacia un paneo de la China de
los años 30-40, compleja y turbulenta, con la descripción de la vida trágica de
la escritora a través de los varios personajes que nos la cuentan.
Mejor
director: Richard Linklater por “Boyhood : momentos de una vida”.
Mejor actor:
Romain Duris por “” La nueva novia” (Francia) de Francois Ozon
Mejor actriz:
ex aequo: Jennifer Aniston por “Torta”
(EEUU) de Daniel Barnz y Julianne Moore por “Still Alice”” (EEUU) de Richard
Glatzer y Wash Westmoreland.
Crítico
de cine. Escritor.
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