Llegar al Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) es asumir el consabido rol habitual:
confrontar el catálogo (este año de 456 páginas), comprobar que 3 o 4 filmes
que uno quiere ver colindan con el horario; luego el dilema de la escogencia y
la frustración posterior de no poder ver todo lo que ofrecen. Aparte de estos
bemoles, el paisaje arquitectónico del downtown Toronto ha cambiado, vemos
nuevos condominios por doquier, espacios de incipiente construcción añadido
al bululú que insufla el Festival
con “F” mayúscula. He visto 46 films, 2 o 3 extraordinarios y una selección que
no deja de asombrar. Sólo reseñaré
algunos muy buenos y otros en escala menor. En la bolsa que nos entregan cuando
retiramos el carnet que nos acredita encontré,
además
de la parafernalia acorde al material informativo y de publicidad, un
paquete de cotufas, un recipiente de plástico para la microonda y dos condones.
“Amor” (Austria) fue uno de
esos filmes extraordinarios y la segunda Palma de Oro para Michael Hanecke.
Contó con dos actuaciones para el recuerdo (Jean Louis Trintignant y Emannuelle Riva) hablando un francés con una dicción impecable, que conviven afrontando su
mortalidad. Ella, luego de sufrir un ACV y paralizada de medio cuerpo recibe la
atención de su esposo y dentro de esa cotidianeidad Hanecke la subraya con
naturalidad y apoyado por un guión
compasivo y sin pizca de sentimentalismo. Nanni Moretti, presidente el Jurado
en Cannes se molestó (y con razón) cuando el jurado quiso otorgar a Trintignant
y a Riva los premios a la mejor
actuación pero los estatutos de Cannes (como los de Venecia) impiden otorgar el
monopolio de los principales premios a un mismo filme. Una postura absurda pues
si se lo merecen, por qué no?!!!
El tema de la eutanasia
tratado en ”Amor” también es recurrente en “Bella adormentata”(Italia) de Marco
Bellochio basado en el caso “Eluana” que devino en un tema de debate nacional
cuando la joven en cuestión, después de un accidente , vivió 17 años en coma
mientras sus padres, a través de litigios, pedían retirarle los tubos vitales.
El filme, se desarrolla con 3 historias
paralelas, y Bellochio, siempre polémico, increpa contra la sociedad, contra la política
( y los políticos), en un filme a ratos discursivo pero bien actuado.
Matteo Garrone obtuvo su
segundo gran Premio del Jurado en Cannes con “Reality” (Italia), (su anterior
fue “Gomorra””) posee un talento perceptivo en captar el tumulto familiar
napolitano ( los gritos, los gestos operáticos, el drama, la comedia) pero no
me convenció la transición del personaje (Aniello Arena, estupendo) que quiere
participar como dé lugar en un reality show y es rechazado pero sigue soñando
hasta perder el sentido común. Como dato anecdótico, Arena cumple condena de 20
años en una prisión italiana por un doble asesinato.
No cabía un alma cuando entré
a la sala para ver “Piedad” (Corea del Sur) de Kim Ki Duk, un film prolijamente
facturado, sangriento y
visceralmente morboso : la historia de una venganza, de una madre
hacia un prestamista, que convierte en
inválidos a los que no cumplen con la deuda. “Más allá de las colinas”
(Rumania) de Cristian Mungiu ( el mismo
de “4 meses, 3 semanas, 2 días”) fue otro de esos filmes extraordinarios del TIFF.
La historia apunta hacia dos jóvenes huérfanas que años atrás tuvieron una
relación lésbica en un reformatorio, la
una ingresó a un monasterio cristiano ortodoxo bajo la batuta de un “papa”,
autoritario e inflexible en la ideología religiosa. La otra se mudó a Alemania
y regresa para llevarla y sacarla del
monasterio con facilidades primitivas, sin luz y aislados. Un tanto larga pero
un triunfo de dirección, actuación y de profundidad en los planteamientos.
Con una ausencia de 9 años y
confinado a una silla de ruedas ( razón por la cual no pudo asistir al TIFF),
Bernardo Bertolucci compensó su incapacidad física con una vitalidad pletórica
de juventud, audacia y al son de los tiempos, “Yo y tú” ( Italia) posee el
desenfreno de sus primeros filmes ( “Antes de la revolución “, “ La estrategia
de la araña”) con un guión que “cliquea” con los jóvenes, el acercamiento entre
dos medios hermanos, ella una heroinómana empedernida, pero lúcida consigo
misma y con la otredad y él, un adolescente solitario, experto en insectos.
Ese día, al salir de la sala
me entero que “Piedad” de Kim Ki Duk acababa de ganar el León de Oro en
Venecia. Un sentimiento de frustración me invadió pues jamás pensé que ganaría.
Después un colega me señaló que se lo iban a dar a “El maestro” (EEUU) de P.A.
Anderson pero que los miembros del jurado llegaron a un “entente” pues los
reglamentos del Festival, como en Cannes, impiden dar los premios importantes a
un solo film. Phylip Seymour Hoffman y Joseph Phoenix recibieron ex aequo los premios como mejor
actor. El TIFF no es competitivo, se otorga el premio del público. Siempre he
sostenido, contra la gran mayoría, que la competividad saca lo peor de las
personas, a nivel humano y del sentimiento.
Después de tanto elogio de la
crítica precedente esperaba más del filme de Anderson. Controversial por
recrear la vida del fundador de una secta ( algunos dicen que se refiere a Ron
Hubbard, fundador de la “Cientología”, aunque en el film no se menciona este
nombre sino otro; qué pensarán los seguidores de este movimiento por cuyo
edificio pasaba yo dos veces por día camino al hotel, a veces a medianoche con las
luces siempre prendidas?) Seymour Hoffman asume su papel con la autoridad de un
creyente a ciegas frente a sus seguidores y Phoenix de igual proporción en el
renglón actoral es su protegido, un borracho y un pendenciero. El final y lo
lamento es anti climático pero representa uno de los filmes estrella de este
año.
Manuel de Oliveira cumple 104
años en diciembre. He tratado de seguir su trayectoria. En la Cinemateca francesa le
rindieron una retrospectiva hace muy poco. Recuerdo con fruición cuando
conversamos largamente en Montreal en un encuentro casual ( causal?) alejados
del maremágnum de la prensa. Aún guardo su carta escrita por su puño y letra. Una
colega alemana, sentada al lado mío en la sala me comentó “ que es un milagro
que siga dirigiendo”. “Gebo y la sombra” (Portugal) semeja un teatro filmado (
como en el filme del nonagenario Alain
Resnais “ Aún no has visto nada todavía”, que lo vi posteriormente en la mítica
sala Pagode en París), la cámara fija, los personajes ( un padre, una madre, una esposa y algunos
amigos) apenas se mueven, los planos son estáticos. Discuten la desaparición de
su hijo: un ladrón. Con Michel Lonsdale, Claudia Cardinale y Jeanne Moreau,
entre otros. “Todos cometemos crímenes, por lo menos en nuestras mentes”, dice
el patriarca.
“Un affair real” ( Dinamarca)
de Nicolaj Arcel, un filme de época sobre la familia real danesa a fines del
siglo XVIII, narrado con soltura, una historia que cautiva ( un rey medio bobo,
una reina inglesa que se enamora de un doctor alemán que trae a la corte las
ideas liberales del siglo de las luces), estupendamente ambientada, recibió
sendos aplausos (algo no muy común en el TIFF) cuando se prendieron las luces.
A pesar que el espectador
sentado al lado mío gritó “Boo, boo” al filme “Pasión” (EEUU) de Brian de
Palma, no comparto su criterio. Estamos ante un thriller erótico, con toques
hitchkockianos, una puesta en escena elegante y estilizada, creo que tendrá
éxito de taquilla. Naomi Rapace y Rachel McAdams son las competidoras
profesionales en el ámbito de la publicidad y actúan con convicción. El filme
es un “remake” de “Crimen de amor” de Alain Corneau.
Se me había pasado por alto
que el domingo, en Toronto, el metro abre a las 9 a.m. ( ni que fuera un
pueblo!!!). Mi función era a las 8.30 am. No iba a pagar 25 dólares por un
taxi. Llegué a tiempo, a pesar que mi hotel se ubica “uptown” no podía perderme “La última cena” (China) de
Lu Chuan (aquél del admirable “Ciudad de vida y muerte”) sobre la rivalidad
entre dos generales durante el colapso de la dinastía Qin, en el siglo III A.C.
y el comienzo de la dinastía Han. Un estudio y una meditación sobre el poder,
la intriga y cómo la historia es tergiversada a través del tiempo.
“Paraíso: amor” (Austria) de
Ulrich Seidel es la primera parte de una trilogía y aquí vemos al turismo
utilizado como un culto a eros: vemos cómo mujeres viajan a Kenia para
desahogarse sexualmente. Hace tiempo que no me reía tanto pero después de la
mitad de la historia el humor se diluye, se vuelve repetitivo con escenas
altamente explícitas. La óptica de Seidel es de crítica y de sátira mordaz que
se ha convertido en su caballito de batalla como lo vimos en “Días de perro”
del 2001.
Michael Shannon está
magnífico como el sicópata en “El hombre de hielo” (EEUU) de Ariel Vromen llevando una vida apacible como un padre de familia y como un asesino a sueldo. Winona Ryder, irreconocible por su delgadez , es la esposa sumisa que oculta todo,
también sobresaliente. Basado en un caso real.
Después de ver “Hannah Arendt” (Alemania) de Margarethe von Trota sobre la gran intelectual, entendí
mejor el término “la banalidad del mal” que
ella acuñó en un libro cuando fue enviada a Israel a cubrir el juicio a Adolf Eichmann que le acarreó la enemistad de muchos amigos y colegas. Arendt
sostenía que Eichmann era un burócrata, torpe, que seguía órdenes, sin
capacidad de raciocinio, que no tenía consciencia del mal y personajes como él eran capaces de las peores
brutalidades por no saber razonar. El filme sigue los pasos de Arendt (Bárbara Sukowa) durante su estancia en los EEUU.
3 horas de duración, 6
historias paralelas que se entremezclan pasado y futuro, muchas de las escenas
uno no sabe lo que está pasando, “Cloud Atlas” (Alemania) de los hermanos
Wachowski ( “Matrix”) y Tom Tykwer ( “Corre Lola, corre”) es una experiencia
cinematográfica in situ en el asiento, pero al abandonar la sala la historia se
evapora. Mientras escribo estas líneas he olvidado el filme. Sólo recuerdo el
birlibirloque técnico, la maestría visual y que trata sobre la
interconectividad entre las personas a través del tiempo. Leí el libro hace
algún tiempo y no sé si deba releerlo . Jamás imaginé que podría ser trasladado
a las imágenes en movimiento, de cualquier forma el trío de directores merece
mi respeto por su audacia y coraje.
“El árbol de la vida” de
Terence Malik fue el mejor filme de 2011. Su subsiguiente “ State of wonder” (EEUU)
resultó una decepción. Una pena crasa. Altamente anticipado fue marginado por
los críticos cuando fue presentado en Venecia a pesar de contar con una
admirable factura técnica. Los personajes que meditan introspectivamente sobre
el amor y lo que este sentimiento conlleva se nos aparecen como flotando en una
atmósfera sin consistencia dramática. El
diálogo es parco y conciso y dicho a sotto voce. Ben Affleck deambula de un
lado a otro y Javier Bardem, como el sacerdote del pueblo se lamenta ( en castellano)
de su rollo existencial.
Uno de los filmes más
inteligentes del TIFF en el sentido de azuzar los mecanismos del cerebro para
descubrir ( o disentir) temas que atañen a la filosofía y que nos afectan desde
hace siglos es “El barco de Teseus” (India) de Anand Gandhi. Aquí se relaciona
con el karma, el dharma, la reencarnación y el nirvana. El filme parte de la
premisa que si cada pieza de un barco es reemplazada, sigue siendo el mismo
barco? Seguimos las peripecias de tres personajes ( un monje que defiende los
derechos de los animales, una directora de cine egipcio que ha perdido la vista
pero que está por recuperarla después de una operación y un corredor de bolsa
que recibió un transplante de riñón que le fue robado a un hombre humilde) con
un mismo hilo conductor que los une al final. Los personajes afloran pletóricos
de energía y la ciudad de Mumbai, caótica y deslumbrante, como telón de fondo.
(Cada año el TIFF dedica una sección a las ciudades, el año pasado fue Buenos
Aires y ahora el honor le recayó a Mumbai ( el antiguo Bombay).
Estupendamente editada y
basada en unos escritos (diarios, cartas encontradas hace poco en una maleta)
“Love, Marilyn” (EEUU) de Liz Garbus nos revela a una actriz lúcida y alerta, un producto de los medios
que, en retrospectiva, se ha convertido en un ícono de la tragedia griega. Con
imágenes ( fotos, escenas de filmes
nunca antes vistas), entrevistas de personas que la conocieron, esa rara
presencia de Marilyn Monroe que para emplear un
vocablo de Boris Izaguirre, “eclipsaba” a todos a su alrededor. Este
eclipse uno lo capta en el documental.
Para celebrar los 25 años del
álbum “Bad” de Michael Jackson, Spike Lee nos trajo el documental “Bad 25” (EEUU) con entrevistas,
videos y todo el aparataje detrás de las bambalinas para su preparación que
culminó con el tour que comenzó en el estadio de Wembley. Allí vemos a un
Jackson, que con su voz atiplada, era un consumado profesional, exigente,
meticuloso y un gran artista.
Claude Miller falleció este
año. “Terese Desqueyroux” (Francia) basado en la novela de Francois Mauriac fue
su testamento fílmico. El personaje en cuestión viene a integrar el panteón
literario de mujeres conflictivas: (Anna Karenina, Madame Bovary) incapaces de
amar a sus conyugues ( por diversas razones) y aquí Audrey Tautou, quién la
interpreta, la vemos como un ser carente de todo afecto ( hacia su esposo,
hija, amiga) Sus argumentos del por
qué quiso envenenar a su esposo no me
convencieron, en fin…. Esto no altera la calidad del filme un tanto
convencional en su envoltura.
Caracas, octubre 2012