la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Malala Yousafzai, la niña paquistaní baleada gravemente por los talibanes por querer estudiar, gana el Premio Internacional de la Paz para las Niñas y Niños / BBC, El Universal, ABC, 27-28 agosto 2013


Malala recibió un disparo en la cabeza en un intento de asesinato. (AFP)

Convertida en un símbolo de la resistencia contra los talibán, la adolescente figura también entre los candidatos este año al premio Nobel de la Paz.






La Haya.- La joven paquistaní Malala Yousafzai, rescatada de un atentado de los talibán en octubre de 2012, fue galardonada con un prestigioso premio internacional de la Paz por "su combate para que las niñas del mundo entero tengan acceso a la educación", anunció el martes la fundación Kids Rights.

La joven de 16 años recibirá el Premio Internacional de la Paz de la Infancia (International Children's Peace Prize) de manos de la yemení Tawakkol Karman, premio Nobel de la paz en 2011, durante una ceremonia que tendrá lugar en La Haya, el 6 de septiembre, precisó la misma fuente, indicó AFP.

"Con 11 años, Malala se hizo famosa al escribir bajo seudónimo un blog para la BBC", señaló la organización en un comunicado. "Ella escribía cada día sobre su pasión por la escuela y sobre la opresión de los talibán en Pakistán", apuntó.

"Puso énfasis en la prohibición de ir a la escuela para las niñas de su región", añadió.

Los talibán paquistaníes, que controlaban de 2007 a 2009 el valle de Swat, donde Malala residía, mataban a sus oponentes, fustigaban a las personas culpables de violar su versión radical de la ley islámica, impedían a las mujeres a acudir al bazar y a las niñas a la escuela.

Para castigarle por su implicación en favor de los derechos de las niñas de ir a la escuela, los talibanes atacaron el 9 de octubre de 2012 el autobús escolar que transportaba a Malala. La joven, alcanzada por una bala en la cabeza, sobrevivió y fue operada en Pakistán, antes de ser ingresada en un hospital de Reino Unido, donde vive actualmente.

El Premio Internacional de la Paz para los Niños, iniciativa de la fundación holandesa KidsRights iniciada en 2005, recompensa cada año un niño "por su implicación en favor de los derechos de la infancia". El precio está dotado con 100.000 euros, que serán invertidos en proyectos relacionados con la causa de la laureada.


Fuente: El Universal, Caracas
27 de agosto de 2013





La joven paquistaní Malala, galardonada con el Premio de la Paz infantil 



 El 6 de septiembre acudirá a La Haya y recogerá el reconocimiento por su defensa de la educación femenina


Malala Yousafzai, la joven paquistaní que resultó gravemente herida en un ataque perpetrado el año pasado por los talibán en represalia por su defensa de la educación femenina, será galardonada con el Premio de la Paz infantil.
«Malala ya fue uno de los nominados en 2011, pero este año el comité de expertos ha decidido por unanimidad no nominar a otros niños, por lo que el Premio de la Paz infantil será para ella», ha dicho el director de la Fundación Dutch KidsRights, Marc Dullaert. La premio Nobel de la Paz 2011, la activista yemení Tawakkol Karman, será la encargada de entregar el galardón a Malala en la ceremonia que se celebrará el próximo 6 de septiembre en La Haya, según ha informado la cadena británica BBC.

El 9 de octubre de 2012, milicianos de Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP) abrieron fuego de forma indiscriminada contra el coche en el que Malala y otras dos niñas se dirigían a su escuela de la localidad de Mingora. Las tres resultaron heridas, pero Malala gravemente, por lo que tuvo que ser trasladada a Reino Unido para ser intervenida quirúrgicamente.
Los talibán paquistaníes explicaron que el ataque obedecía al activismo de Malala, que había adquirido notoriedad por defender la educación femenina en un blog de la BBC. Además, amenazaron con que volverían a intentar matarla. Malala ha pasado cinco meses recuperándose en el Hospital Reina Isabel de Birmingham. En marzo reanudó las clases en esta localidad británica, donde ha decidido instalarse definitivamente con su familia.


Fuente: ABC, Madrid
28/08/2013


Malala Yousafzai to receive children's peace prize



Malala Yousafzai will receive the International Children's Peace Prize on 6 September

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A teenage activist shot in the head by the Taliban is to receive the International Children's Peace Prize.
Malala Yousafzai was targeted as she travelled to school in Pakistan after campaigning for girls' education.
The 16-year-old was treated in Birmingham where she now lives.
Women's rights campaigner and 2011 Nobel Peace Prize winner Tawakkol Karman will present Malala with the International Children's Peace Prize in The Hague, Holland, on 6 September.
Marc Dullaert, chairman of the Dutch KidsRights Foundation, which awards the prize, said: "Malala was already one of the nominees in 2011, but this year the expert committee unanimously decided not to nominate other children, but to award the International Children's Peace Prize to Malala."
Malala, then aged 15, and two friends were attacked on their way home from school last October.
She was treated at the Queen Elizabeth Hospital in Birmingham and had a titanium plate fitted to help her hear.
She began attending Edgbaston High School in March.

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10 OCTOBER 2012, MAGAZINE
28 MARCH 2013, ASIA
05 APRIL 2013, US & CANA

Fuente: BBC, Londres




Joan Baez, el Dalai Lama, el Maestro José Antonio Abreu y Malala Yousafzai leen “Yo tuve un sueño” de Martin Luther King a 50 años de la Marcha de Washington / Estados Unidos homenajea al Dr. King con un sello postal conmemorativo y diversos actos/ BBC-Londres, La Nación-Buenos Aires, 28 de agosto de 2013


Martin Luther King y Joan Baez
Sello postal conmemorativo de la Marcha


Pincha para ver el video con el discurso leído por  Joan BaezDalai LamaMalala Yousafzai, Maestro José AntonioAbreu, Stevie Wonder, entre otras personalidades.

«Yo Tengo un sueño» 

discurso de  Martin Luther King,  Marcha de Washington de 1963 


«Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy en la que quedará como la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestra nación. Hace cien años, un gran americano, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos y esclavas negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio. Pero 100 años después debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro y la negra aún no es libre. Cien años después, la vida del negro y de la negra es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro y la negra  vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después, el negro y la negra todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En cierto sentido, llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaración de Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería heredero. Esa nota era una promesa de que todos los hombres y mujeres  tendrían garantizados los derechos inalienables de 'vida, libertad y búsqueda de la felicidad'. Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro y a la negra un cheque sin valor que fue devuelto con el sello de 'fondos insuficientes'. Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Por eso hemos venido a cobrar ese cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado para recordarle a Estados Unidos la urgencia feroz del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos e hijas   de Dios. Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro y de la negra no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro y la negra sólo necesita evacuar su frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro y la negra  tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma. Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos y hermanas blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado al nuestro. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de marchar siempre hacia el frente. No podemos volver atrás.

Hay quienes preguntan a los que luchan por los derechos civiles: '¿Cuándo quedarán satisfechos?' Nunca estaremos satisfechos mientras el negro y la negra sean víctimas de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados por la fatiga del viaje, no puedan acceder a un alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos mientras la movilidad básica del negro y de la negra sea de un gueto pequeño a uno más grande-.Nunca estaremos satisfechos mientras a nuestros hijos e hijas les sea arrancado su ser y robada su dignidad con carteles que rezan: 'Solamente para blancos'. No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro y una negra de Mississippi no pueda votar y un negro  y una negra en Nueva York crean que no tienen nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes acaban de salir de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención. Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que, de alguna forma, esta situación puede ser y será cambiada. No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, mis amigas, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.

Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: 'Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres  y mujeres son creados iguales'.

Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos e hijas de los ex esclavos y ex esclavas  y los hijos e hijas de  los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo el sueño de que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo el sueño de que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama, pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas. ¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada y toda la carne la verá al unísono. Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir en la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños  y niñas de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: 'Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad'. Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad. Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania. Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. ¡Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada montaña de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad! Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día en que todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo espiritual negro: '¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!'».



Obama afirmó que sueño de Luther King todavía está pendiente


El presidente de EE.UU. conmemoró el 50 aniversario del discurso del premio Nobel y afirmó que sigue desigual la distribución de la riqueza

WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, alertó hoy de que el "sueño" de Martin Luther King "parece aún más difícil de alcanzar" que hace 50 años, al advertir de que la brecha racial persiste en cuanto a la distribución de la riqueza.

"La sombra de la pobreza arroja una sombra sobre nuestra juventud en muchas comunidades del país", ejemplificó Obama durante un acto para conmemorar los 50 años del famoso discurso "I have a dream" ("Tengo un sueño") pronunciado por King en la marcha por los empleos y la libertad en Washington.

El presidente estadounidense rindió homenaje esta tarde a Luther King por haber ofrecido salvación tanto a los oprimidos como a los opresores, honrando el discurso del icónico defensor de los derechos civiles, "I have a dream", 50 años después.
"King ofreció un camino de salvación tanto a los oprimidos como a los opresores. Sus palabras pertenecen a la historia, son más potentes y proféticas que cualquier otra en nuestro tiempo", afirmó Obama en la escalinata del Lincoln Memorial, en Washington.
El mandatario estadounidense dijo que los "sacrificios" de King y de sus compañeros en la "Marcha sobre Washington", en defensa de la igualdad racial y del empleo, no había sido en vano, y por ello rindió homenaje a numerosos activistas anónimos que habían luchado por los derechos civiles en esos años.

"Porque ellos marcharon, los consejos municipales han cambiado, los poderes legislativos en los Estados cambiaron, el Congreso cambió y, sí, en un momento hasta la Casa Blanca cambió", dijo Obama en referencia a su propia elección como presidente, en una frase que desató una ovación entre la multitud congregada a pesar de una llovizna casi permanente en Washington.

El mandatario pronunció su discurso en un podio montado en el lugar exacto donde King se dirigió a una impresionante multitud venida desde diversos lugares de Estados Unidos, para expresar su "sueño" de una sociedad en que las diversas comunidades vivan en armonía. 

Voz poderosa


 Obama, dijo hoy que su país "se volvió más libre y justo" gracias a la marcha por la libertad en Washington en la que Martin Luther King pronunció su famoso discurso "I have a dream". "Ese día Estados Unidos cambió para ti y para mí. Con sus palabras Luther King dio una voz poderosa a las tranquilas esperanzas de millones de personas", afirmó Obama ante la multitud congregada frente a las escalinatas del monumento a Lincoln en Washington.

Según el presidente, "la posición de todos los estadounidenses que trabajan, independientemente de su color, se ha erosionado". "Durante más de una década los trabajadores estadounidenses de todas las razas han visto estancarse sus salarios e ingresos. A pesar de que los beneficios empresariales se han disparado, así como los pagos a unos pocos afortunados, la desigualdad ha aumentado de manera constante", detalló.

Por tanto, a juicio de Obama, la "gran asignatura pendiente" hoy en día es asegurarse de que el sistema económico estadounidense ofrece "una oportunidad justa para la mayoría" y esa tarea "no será fácil".

"Sé que el camino será largo, pero sé que podemos llegar", pronosticó el presidente, convencido de que la misma "imaginación" que impulsó hace 50 años a King y a todos los que marcharon junto a él está presente en los jóvenes de hoy.

Decenas de oradores, entre ellos Joan Baez, Clinton y el también ex presidente Jimmy Carter, precedieron a Obama.

Agencias AFP, EFE, Reuters y AP

Fuente: La Nación, Argentina
28 de agosto de 2013



Martin Luther King: 'I have a dream' revisited


To mark the 50th anniversary of Martin Luther King's I Have a Dream speech, BBC Radio 4 asked notable figures to record a recital of the celebrated text.

Listen to it in full below, and see striking images from a period of American history which became a tipping point for social change.


VIDEOMartin Luther King: 'I have a dream' revisited






Listen to interviews with the I Have a Dream programme contributors. Below is a full list of the contributors, in addition to Dr Martin Luther King Jr:

Congressman John Lewis: last surviving member of the big six leaders of the American Civil Rights Movement, who spoke at the March on Washington on 28 August 1963; 
Joan Baez: American songwriter, musician and activist who performed at the 1963 March on Washington; 
Dr Maya Angelou: American author and poet, Northern coordinator for Dr King's Southern Christian Leadership Conference; 
Professor Muhammad Yunus: Nobel peace laureate, and Bangladeshi microcredit economist; 
Doreen Lawrence: soon to become Baroness Lawrence, the mother of murdered British teenager Stephen Lawrence; 
Wei Jingsheng: Chinese human rights and democracy campaigner, imprisoned for more than 18 years; 
Mary Robinson: former UN high commissioner for human rights and the first female president of Ireland; 
John Hume: awarded the Gandhi Peace Prize, the Martin Luther King Award and jointly awarded the Nobel Peace Prize for his contribution to the peace process in Northern Ireland; 
His Holiness the Dalai Lama:Tibetan Buddhist spiritual leader; 
Albie Sachs: anti-apartheid campaigner, appointed by Nelson Mandela to serve as a judge on the Constitutional Court of South Africa; 
President Ellen Johnson Sirleaf of Liberia: first female head of state in Africa, Nobel peace laureate and campaigner for women's rights; 
Raja Shehadeh: Palestinian lawyer, novelist and political activist; 
Ndileka Mandela: first granddaughter of Nelson Mandela, reading on his behalf; 
Ariel Dorfman:Chilean-American novelist, playwright, journalist and human rights activist; 
David Grossman: Israeli author and peace campaigner; 
Dr Shirin Ebadi: human rights lawyer, one of Iran's first female judges, first Muslim woman to win the Nobel Peace Prize; 
Malala Yousafzai: Sixteen-year-old student and education activist from Swat in Pakistan, shot by the Taliban for going to school; 
Satish Kumar: Indian peace campaigner and environmentalist; 
Maestro Jose Antonio Abreu: Venezuelan economist, educator and musician, founder of the El Sistema project which harnesses classical music to the cause of social justice; ; 
Stevie Wonder: American musician, singer and songwriter, campaigned for Martin Luther King's birthday to become a national US holiday.


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·         The speech in full - text
Elsewhere on the BBC
Radio audio and photo film production by: David Stenhouse, Liza Greig, Paul Kerley, Dave O'Neill, Sophia Domfeh and Mark Bryson.

Fuente: BBC News



JOAN BAEZ: PREMIO A LA TRAYECTORIA








Premio a la Trayectoria otorgado por la 
 2011
Video-biografía.


ELISA LERNER: una entrevista de prensa o La Bella de Inteligencia (Ensayo para una conversación a las 10 am) por Jacqueline Goldberg, Caracas 25 de agosto de 2007

 



El título de esta conversa —irresoluta como el teatro y la poesía— corresponde a la primera obra teatral de Elisa Lerner, publicada en la revista Sardio No. 7 en abril de 1960 y estrenada ese mismo año en el marco de la inauguración del teatro La Quimera con un elenco integrado por Carmina Morón, Carlos Franchi y Guillermo Montiel. Esa inicial e iniciática pieza de Lerner —Premio Nacional de Literatura— abrió un arco del que formarían parte otros cinco exitosos montajes: El país odontológico (1966), La envidia o la añoranza de los mesoneros (1974), La mujer del periódico de la tarde (1976), En el vasto silencio de Manhattan (1963-1964) y la muy aplaudida Vida con mamá (1975). Hoy esas piezas, con prólogo de Rodolfo Izaguirre, pueden volverse a leer en un mismo volumen, que será presentado en los próximos días gracias a Angria Ediciones. Se trata de un libro caleidoscópico que nos lleva a la Venezuela de varios tiempos, pero sobre todo al tiempo teatral de una de las escritores más exquisitas de la actual literatura venezolana.


Un apartamento. Un salón. Muebles de madera. Simples. Muy simples. No hay libros, ni artificios de escritor. Una terraza. Dos sillas. Mucho sol. La conversación se inicia allí. Pero la calle se espesa, sus ruidos hieren. Vamos entonces a la cocina, también muy diáfana, sin reveses. La mesa es pequeña, apenas cabe el grabador y un vaso de agua. El Ávila es una pared avasallante. Los ruidos de la calle nos acechan, pero desde una distancia amortajada. Seguimos conversando. Vamos del teatro a la vida. Van y vienen nombres, instantes de la literatura venezolana, cadencias de una vida actuada a sorbos. Antes de la despedida pido ver su habitación de escritora. Lerner la muestra sin recelo. Se disculpa ante el imperceptible desorden. Es la habitación de una Virginia Woolf complacida. Una habitación propia. Con una computadora enorme y enigmática, muchos libros, cuadros y unas postales de Colette pegadas en la pared. Esa sí es Elisa Lerner, digo. Aunque también es la del salón sobrio y la cocina despejada. La misma de las crónicas, los relatos y las seis obras de teatro que se reeditan por justicia y sed de quienes la admiramos.


ESCENA 1


GOLDBERG: Un nuevo libro. Todo su teatro reunido. ¿Cómo se ve desde ahí?

LERNER: Más que verme a mí misma, es como ver una parte de la biografía teatral del país. He escrito con coherencia quizá en el tiempo, pero no con una fidelidad continua de años. Me he dado cuenta de que me acompañaban sobresaltos vitales en los momentos en que escribía teatro, que han sido resultados de alguna pasión, algún dolor, alguna época. Correspondían a momentos tersos personales, que pude haberlos tenido hacia otros géneros.

GOLDBERG: ¿Y por qué el teatro?

LERNER: El teatro se ha dado como cuando una mujer cuenta de sus pasiones amorosas. Yo podría hablar de flirts largos o breves. Y pude reunir las obras que he escrito gracias al empeño de unas jóvenes mujeres maravillosas, Verónica y Angelina Jaffé, de Angria Ediciones.

GOLDBERG: ¿Corrigió antes de entregar de nuevo estas obras a la imprenta?

LERNER: En realidad no. Todas las piezas están tal cual salieron en su momento. Quizá de Vida con Mamá eliminé una pequeña línea que hablaba del Código Civil. Son las mismas piezas.

GOLDBERG: ¿Respeto hacia sí misma?

LERNER: Una vez me dijo Emir Rodríguez Monegal que el lenguaje de la escritura corresponde al momento en que se hizo. El error de la gente es creer que siempre somos los mismos. Las personas estamos montadas en diversos caballos de un tíovivo que es la vida. La que escribió esas piezas era una mujer muy joven. Y yo fui cambiando. Y la de hoy, la que echó una ojeada a esas piezas para publicarlas es completamente distinta.

GOLDBERG: ¿Distinta?

LERNER: Tan distinta soy que no he vuelto a escribir teatro.

GOLDBERG: ¿Volverá el teatro a su comarca escritural?

LERNER: El teatro puede ir y volver. Pero en mi caso quizá no vuelva. Quizá me he quedado con lo que fue mi primera y para muchos oculta vocación: la narrativa. Escribí un libro muy joven, que llamé La ciudad del lucro y de evidente ironía hacia la gente interesada en los negocios y no en la ética. Pero ese libro se quedó allí.

GOLDBERG: ¿El teatro lo arropó?

LERNER: El teatro se me dio, no sé porqué. Creo que en un momento dado en Venezuela las mejores sensibilidades estaban volcadas hacia el teatro. Había una gran ebullición del género. Yo venía del Liceo Fermín Toro, donde desde los doce años hablé con Alberto de Paz y Mateo, un republicano español, encantador y simpático. Claro, yo nunca entré en el teatro experimental: para actriz no sirvo y no sabía entonces lo que era ser dramaturgo. Ni se me ocurría. Yo pensaba que iba a ser periodista. Luego, pasó que admiraba mucho a Ida Gramcko como periodista y poeta. Y la vi que empezó a escribir teatro. A Elizabeth Shön también la admiraba muchísimo y ella me leyó su pieza Intervalo. Creo que sin darme cuenta empecé a escribir teatro.

GOLDBERG: ¿Cómo?

LERNER: Mi primera pieza fue accidental. Estaba buscando un trabajo con la idea de que todos mis amigos estaban en el gobierno. Claro, yo no sabía de normas, vengo de la inmigración. Pensaba que eran mis amigos y que eso bastaba para que me dieran un trabajo como abogada. Por eso me puse a leer el periódico de pe a pa a ver si aprendía más del país. De ahí salió esa primera pieza, que pensé que sería una sátira. Se la mostré a los muchachos de Sardio y me dijeron que eso era teatro, que la querían publicar. La pieza se llevó a escena y hasta gustó.

GOLDBERG: ¿Fue violento el encuentro entre la escritura íntima, la de la habitación propia, y el mundo convulso y multitudinario del teatro?

LERNER: Yo creo que no escribí más teatro por eso. Después de Vida con mamá me empezaron a hacer muchas entrevistas. Fue un gran éxito crítico, cosa que no sucede aquí con el teatro. Sin darme cuenta me convertí en un personaje. Y eso está muy reñido conmigo misma, que nunca he dejado de ser una buena hija de mamá que escribe en su cuarto. Una amiga de adolescencia lo llamaba el cuarto proustiano de Elisa.

GOLDBERG: Pero, ¿fue violento ese encuentro entre la escritura y las tablas?

LERNER: Ah… No eso no. Es que nunca vi sino unos ensayos de La Bella de Inteligencia que hizo Guillermo Montiel. Después me fui a Estados Unidos. No vi las otras piezas. Y el montaje por antonomasia, el primogénito —el de Antonio Constante en 1975— de Vida con mamá respondía mucho a mis sueños de escritora de teatro.

GOLDBERG: ¿Entonces giró el timón?

LERNER: Eso fue inconsciente. Fue buscar otras voces. El escritor encuentra cierta felicidad, o la vida se le hace más sustentable, a través de ese espejo opaco que sólo se limpia con la propia escritura, con la cuartilla. Por eso me fui a la crónica, al relato. Pero el proceso de uno es muy interno, lento, no se muestra sino mucho tiempo después.

GOLDBERG: ¿Qué dejo el teatro en la narrativa que vino después?

LERNER: No dejó nada.

GOLDBERG: ¿Nada?

LERNER: Uno siempre tiene que estar empezando. Uno no acumula puntos como un deportista. No acumula horas de vuelo. Uno se vuelve, tal vez, un nadador de más brazadas, la pluma se vuelve ligeramente más atlética en la tinta de la vida. Lo que tengo es oficio, muchas heridas de tinta.

GOLDBERG: ¿Y los diálogos, el manejo del espacio en el relato? ¿Eso no es teatro?

LERNER: Todos saben que he sido bastante solitaria, por eso mis personajes de ficción tienen soliloquios, no sé si oyen mucho a los demás. Pero la vida es así. Todos andamos muy apresurados. En el fondo mis personajes son todos muy desolados.



ESCENA 2


GOLDBERG: Leer teatro, ¿no es fastidioso?

LERNER: En mi adolescencia leí mucho teatro. Uno leía a Camus, a Oscar Wilde, Tennessee Wiliams y algo de Ibsen. Cuando uno es muy joven leer teatro puede ser un acto muy vital. Fui una de las primeras en leer Esperando a Godot de Samuel Beckett. Hoy para mí leer teatro es como leer álgebra.

GOLDBERG: ¿Se leía teatro en grupo?

LERNER: ¡Claro! Recuerdo que nos reunimos una vez para hacer una puesta en escena de La cantante calva en una traducción de Rodolfo Izaguirre y Gonzalo Castellanos. Actuamos Perán Erminy, Gonzalo Castellanos, Elenita Feil y yo. Eso fue apoteósico. La gente me vino a saludar, a decirme que era como una Greta Garbo. Creo que Esperando a Godot y La cantante calva nos hizo más soportable esa cosa tan terrible que fue para nosotros la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

GOLDBERG: ¿Será que la premura cotidiana nos quitó la paciencia para leer teatro?

LERNER: También pasa que yo tengo que racionar mucho la luz de mis ojos. Además, las editoriales no tienen la efusión de publicar teatro. O será que no hay grandes autores de teatro. Todo lo dicta el estilo editorial del momento. Hoy a España no le interesa publicar dramaturgia porque allá lo que hay es teatro clásico. Cuando venían grandes ediciones en los años cincuenta, venían de Buenos Aires, porque en Argentina siempre hubo un gran teatro. Yo lo vi. Estuve allá. Había euforia de teatro. El teatro era una vida.

GOLDBERG: ¿Y en Venezuela?

LERNER: Espérate… Te decía que como en Argentina si había una gran teatro se traían grandes traducciones. Entonces estábamos plenos de libros de teatro. Esa pérdida ha sido uno de los dramas del siglo XX, porque el teatro es una de las grandes pasiones de la inteligencia. A veces es más apasionante leer teatro que verlo. Pienso que quizá he dejado de leer teatro porque muchas de las personas cercanas que me impulsaban ya no están.

GOLDBERG: ¿Y en Venezuela?

LERNER: En Venezuela ha habido otro drama. En un país caótico como el nuestro, la gente tiende a obedecer a la mayoría que tiene más a mano. Este ha sido un país de narradores y de poetas, en el que yo he sido poco clasificable. Además, el teatro lo han considerado como no literatura. Es verdad que entre los escritores de teatro hay personas que tienen el oficio y son muy respetables, pero no necesariamente son dominadores de un lenguaje literario. Creo que eso influyó en Juan Liscano para que en su Panorama de la Literatura Venezolana expurgara a los autores de teatro.

GOLDBERG: ¿Pero quién dice que el teatro no es literatura?

LERNER: Es que nuestra tradición ha impedido la literatura teatral. Aquí hay personas con mucho talento en la poesía que bien pudieron haber escrito teatro.

GOLDBERG: Su teatro tiene imágenes, instantes poéticos…

LERNER: No soy quien para decirlo, pero mi teatro se acerca más al lenguaje de un poeta que al de un dramaturgo propiamente. De todas maneras, no soy poeta.

GOLDBERG: Pero hoy los géneros están abolidos.

LERNER: Eso ha costado mucho y precisamente la promiscuidad de los géneros en los últimos años me ha facilitado las cosas. Por eso puedo decir que soy, simplemente, escritora. Lo que dice Vargas Llosa, una escribidora. Una mujer amante de las letras. Soy como Drácula, en lugar de tragar sangre me trago toda la tinta de la que soy capaz.

GOLDBERG: ¿Ha escrito poesía?

LERNER: Escribí dos poemas a los catorce años, uno a los dieciséis —que salió en El Heraldo— y dos a los dieciocho. Nunca más. La poesía no se me da. La poesía es un don. Aquí todo el mundo quiere ser poeta. Lo que si es verdad es que me doy cuenta de que cada vez me interesa más leer poesía.


ESCENA 3


GOLDBERG: ¿Podemos hablar de ese libro de narrativa que está escribiendo ahora?

LERNER: Es un libro que sale después de muchos fracasos… Pero es mejor no hablar porque lo que se habla no se escribe.


GOLDBERG: Aunque dice haber clausurado la etapa del teatro, ¿sigue esperando montajes, relecturas, revisiones, una nueva crítica?

LERNER: Me gustaría mucho que en Venezuela se montara La mujer del periódico de la tarde.

GOLDBERG: En el prólogo del libro de teatro, el crítico y compañero generacional suyo, Rodolfo Izaguirre, dice que siendo usted adolescente gustaba «de mirar hacia el Sur porque allí encontraba un lujoso resplandor que entonces le era difícil vislumbrar en ninguna otra región del espíritu literario, ya que era en la zona austral del continente donde reinaban la imagen y la palabra de las hermanas Silvina y Victoria Ocampo, y la revista Sur, en Buenos Aires, se erigía como emblema del pensar denso y del escribir con elegancia». ¿Está cómoda con esa visión?

LERNER: Sí, porque es cierto. Aunque nunca lo había visto así. Yo compraba siempre la revista Sur de Victoria Ocampo. De muy joven leía a Jorge Luis Borges. De niña me compraban Billiken y veía las películas argentinas. La verdad es que Argentina fue una gran pasión para mi generación.

GOLDBERG: ¿Y lo judío….?

LERNER: Yo tengo una cosa que es muy judía y es la necesidad de escribir. Para no interrumpirnos en el mundo. Para no quedarnos desolados. ¿Qué es el escritor? Pues alguien que no quiere ser expulsado, que necesita a los lectores. Eso me viene, sin querer, de un inconsciente de educación sentimental judía. Lo demás son sofismas de las edición, de lo que no me preocupo. Uno es madre de todos sus hijos y de todos sus libros. No puedo hacer diferencia entre mis libros, lo único es que uno se parece más a lo que está escribiendo ahorita. Lo demás son pasiones locas, producto de noches locas.

GOLDBERG: ¿No hay un único y verdadero libro, como en el amor?

LERNER: Eso no lo puedo decir yo. Pienso que mi pieza más importante es Vida con mamá, pero de pronto a alguien le gusta más otra.

GOLDBERG: ¿Se ha colado ese mundo judío en el teatro?

LERNER: No, en el teatro no. Quizá la ironía de mis personajes es judía. Y el humor.

GOLDBERG: ¿El humor?

LERNER: El humor es una distancia, con una crítica y una sonrisa. Es una manera más bien sonriente de asomarse a algo que no se conoce del todo o que se puede tener.

GOLDBERG: ¿Y el cine?

LERNER: Ah… Antes iba mucho al cine

GOLDBERG: Escribía sobre cine.

LERNER: Durante años mi trabajo en la revista Imagen fue escribir crónicas sobre cine, que por cierto no están reunidas en libro. Y en todo lo que yo escribo está siempre el cine. Una de las primeras cosas que hizo mi familia fue llevarme al cine, tendría cinco o seis años. Recuerdo unas escenas de María Estuardo. Mi mamá me mostraba las actrices, los actores, los productores, los directores judíos. ¿Qué me quería decir con eso? Que los judíos no eran sólo aquellos que yo veía detrás de los mostradores de las tiendas del centro y que hablaban el alemán de preguerra con ella. Me quería decir que los judíos estaban en el mundo y hacían cine. No me explicó más nada. Yo entendí que tenía una familia allí. No teníamos a nadie en Caracas y mi familia los domingos fueron entonces los personajes del cine. Esos eran mis amores. Y a ellos tenía que llegar. ¿Cómo? A través de la escritura…Y hay otra cosa que me dijo mi mamá: tú nunca verás a un judío en un acto de violencia. No me tuvo que explicar por qué éramos la gente del libro. A través del cultivo de la inteligencia se evita aparecer en hechos de sangre. Eso entendí. Por eso nos perturban tanto los gobiernos que traen violencia: nos producen un dolor que está más allá de la ración que a cada uno nos toca.
Caracas
25 de Agosto de 2007

Publicado en Nuevo Mundo Israelita, 2004.