la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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A los 81 años, Tina Turner revela cómo sobrevivió al abandono, a los abusos sexuales y a la pérdida de un hijo en dialogo con la escritora Eve Ensler (V) / Infobae, 9 de diciembre de 2020

 En diálogo con V (la autora de Los monólogos de la vagina , antes llamada Eve Ensler) adelantó su nuevo libro, Happiness Becomes You (La felicidad te sienta bien). Allí cuenta su travesía espiritual para superarlo todo







A los 16 años, cuando vio a Tina Turner cantar en vivo en Fillmore East, un pequeño teatro en el East Village de Nueva YorkV se llamaba todavía Eve Ensler, apestaba a patchouli y sumaba, a la confusión habitual de los 16 años, el haber sido abusada por su padre. “No solo la vi y la escuché cantar ‘Proud Mary’”, recordó en la entrevista que le hizo en The Guardian, “la sentí en cada célula de mi cuerpo adolescente”.


Tal vez fue su voz —”voluptuosa, en carne viva”— o tal vez fue el movimiento de las famosas piernas largas, la impresión de asistir a un despliegue de sexualidad femenina libre del temor que acompaña a una chica cuyo padre se metía en su cama cuando tenía cinco años. “La reina del rock’n’roll parecía tanto una chamana como una cantante. Supe instintivamente que había sufrido abuso y dolor. Los sobrevivientes tenemos una especie de radar”, escribió en la nota sobre el nuevo libro de Turner, y también sobre Turner, que a los 81 años sigue siendo una inspiración para millones.


Lo más importante no es lo que nos sucede sino cómo elegimos reaccionar

“Pero lo que me resultó impactante, sanador, asombroso, fue su capacidad de transformar públicamente ese dolor en poder. Vi lo que el cuerpo y el espíritu femenino podían hacer, y yo también quise hacerlo. Fue como si de repente se abriera cada portal de mi joven ser. En retrospectiva, sé que nunca hubiera escrito Los monólogos de la vagina sin que me pasara Tina Turner”.

Tina Turner acaba de publicar su tercer libro, Happiness Becomes You (La felicidad te sienta bien), “una guía para cambiar tu vida para siempre”, según lo subtituló (Vera Tammen/ Trunk Archive)

Tina Turner acaba de publicar su tercer libro, Happiness Becomes You (La felicidad te sienta bien), “una guía para cambiar tu vida para siempre”, según lo subtituló (Vera Tammen/ Trunk Archive)

Esa facultad para transfigurar la experiencia parece entera en lo que Turner llama, con calma, los últimos años de su vida. Escribió en Happiness Becomes You (La felicidad te sienta bien), “una guía para cambiar tu vida para siempre”, según subtituló este libro: “¿Cómo superé tantos problemas graves? Puede que conozcas la lista, que es larga: una niñez desdichada, el abandono, un matrimonio abusivo, una carrera estancada, la ruina financiera, la muerte prematura de familiares y muchas enfermedades. Hubo muchas circunstancias y fuerzas externas que no pude cambiar o controlar, pero la revelación que me cambió la vida fue que yo podía cambiar mi manera de responder a esos desafíos”.


El libro trata sobre esa revelación: “Donde vaya, me conmueve cuando la gente me dice cuánto la inspiró mi historia de vida, los desafíos que superé en mis ocho décadas en este planeta. Soy una sobreviviente por naturaleza, pero he tenido ayuda, y no me refiero al éxito o al dinero, aunque he sido bendecida con las dos cosas. La ayuda que ha sido esencial para mi bienestar, mi alegría y mi resiliencia es mi vida espiritual.


Eso, que definió como un trabajo y una travesía, le fue de provecho hace poco: “He pensado mucho sobre la adversidad en la última década, mientras luchaba contra una serie de crisis graves de salud, que casi me mataron. Mientras las atravesaba, tuve muchas oportunidades de examinar mi vida y hacerme algunas preguntas difíciles”. Sintetizó: “La ayuda más valiosa viene del interior y la paz llega cuando los individuos trabajamos para convertirnos en seres mejores”.



“Lo que me resultó impactante, sanador, asombroso, fue su capacidad de transformar públicamente el dolor en poder. En retrospectiva, sé que nunca hubiera escrito Los monólogos de la vagina sin que me pasara Tina Turner”, escribió V (Paula Allen/ eveensler.org)

“Lo que me resultó impactante, sanador, asombroso, fue su capacidad de transformar públicamente el dolor en poder. En retrospectiva, sé que nunca hubiera escrito Los monólogos de la vagina sin que me pasara Tina Turner”, escribió V (Paula Allen/ eveensler.org)

Por eso aunque V tenía “una tonelada de preguntas para Tina”, las dejó a un lado y se concentró en el libro que la artista escribió en Suiza, donde vive, sobre su práctica budista. Como Turner, la autora de Los monólogos de la vagina y The Apology practica el budismo nichiren, una rama del mahayana distinta del zen y basada en las enseñanzas del japonés Nichiren y en el Sutra del Loto, con muchas escuelas.


En cada una de sus líneas sentí su impulso vital, una felicidad indestructible”, describió en The Guardian su experiencia al leer Happiness Becomes You. “Fue este impulso vital el que llevó a su existencia el amor verdadero y la hizo atravesar el suicidio de su hijo mayor, como su propio cáncer, derrames cerebrales y otros problemas de salud difíciles”. Craig Turner se quitó la vida en el verano boreal de 2018; el verano anterior ella necesitó un transplante de riñón, que le fue donado por su esposo, el productor musical alemán Erwin Bach, con quien se casó en 2013 luego de 27 años de convivencia.


Una vez que decidí que mi estándar personal de belleza sería el mío propio, pude por fin apreciarme a mí misma

 

V: —Tu nuevo libro es muy esperanzador, y comenta algunos momentos duros en los cuales convertiste lo negativo en positivo, o como tú dices: “Trasformé el veneno en medicina”. ¿Significa eso que no guardas resentimientos?


Tina Turner: —Supongo que podría parecer natural que uno se sintiera resentido por las situaciones malas o por el comportamiento malo de otras personas, pero eso no está en mi naturaleza. Siempre he sentido que lo más importante no es lo que nos sucede sino cómo elegimos reaccionar. Yo libero los sentimientos negativos tomándome en serio la importancia del perdón y la introspección, en lugar de la culpa. Así es como quebré los ciclos de negatividad en mi vida.

En su juventud, puso como ejemplo, esa negatividad estaba en su interior. “Mi percepción de mí misma era negativa. No me importaba mi aspecto, en particular el de mis piernas, lo cual es gracioso hoy porque me volví casi tan famosa por las piernas que por mi talento. Pero una vez que decidí que mi estándar personal de belleza sería el mío propio, y que nunca me compararía con los demás, pude por fin apreciarme a mí misma completamente. Así cuando me cruzaba la cabeza un pensamiento negativo, lo reemplazaba repitiendo muchas veces uno positivo, y funcionaba de maravillas”.


Libero los sentimientos negativos tomándome en serio la importancia del perdón

 

En esa forma de introspección el budismo juega un papel: “La voz lleva a cabo la tarea del Buda”, dijo Nichiren en el siglo XIII, y los practicantes dicen en voz alta la invocación “Nam Myōhō Renge Kyō”El recitado y la repetición son prácticas 

centrales.


La estrella vive en Suiza con el productor musical alemán Erwin Bach, con quien se casó en 2013 luego de 27 años juntos

La estrella vive en Suiza con el productor musical alemán Erwin Bach, con quien se casó en 2013 luego de 27 años juntos

V: —También yo he salmodiado durante muchos años “Nam-myoho-renge-kyo”, así que estoy familiarizada con esta tradición budista. ¿Cómo la encontraste tú? ¿Qué te hizo continuar? ¿Cómo te ayudó a encontrar el coraje de romper con un ex abusivo y volverte independiente?


Turner: —En realidad, el budismo me encontró a mí. El abuso que sufrí en mis veintes y mis treintas se había vuelto obvio para quienes me rodeaban y en distintos momentos varios de ellos sugirieron que aprendiera algo sobre budismo. Decían que podía ayudarme a cambiar mi vida. Pensé que no tenía nada que perder, así que al final probé. Y continué porque funcionó. Me llevó algún tiempo desarrollar la confianza y el coraje para finalmente defenderme a mí misma. Pero una vez que pude hacerlo, abandoné ese ambiente insalubre en mis propios términos y sin remordimientos.


El abuso que sufrí en mis veintes y mis treintas se había vuelto obvio para quienes me rodeaban

 

No fue sencillo: su carrera estaba ligada a Ike Turner, y cuando se separó en 1978 pasó mucho tiempo sin pisar un escenario. De a poco logró sacar algunos hits, y en 1984 su primer álbum exitoso como solista, Private Dancer. Dos años más tarde publicó Yo, Tina, su debut en la escritura y la base de la película nominada al Oscar What’s Love Got to Do with It, de 1993. No solo recuperó su popularidad: la multiplicó. Antes de retirarse llegó a ser la cantante solista que vendió más entradas para conciertos en la historia.


No lo vivió como una revancha, según su libro: para entonces ya había aprendido a perdonar, algo “muy importante para la salud mental”, comentó a V. “Perdonar a la gente no significa que uno condone su mal comportamiento. Creo que la ley de causa y efecto es estricta y nadie puede escapar a los efectos de sus acciones, más allá de que uno los perdone o no. Pero no hace falta cargar con el peso del dolor, la ira y el rencor: podemos dejarlos ir. Aferrarse a esos sentimientos tóxicos solo nos hace daño y nos mantiene vinculados a la negatividad. Prefiero la mentalidad liberadora del perdón, que es sanador y me ayuda a estar entera”.



La carrera de Tina Turner estaba ligada a Ike, su esposo abusivo, y cuando se separó en 1978 pasó mucho tiempo sin pisar un escenario. Contó la historia en Yo, Tina, su debut en la escritura y la base de la película What’s Love Got to Do with It (Rob Mieremet/ Nationaal Archief/ Wikipedia)

La carrera de Tina Turner estaba ligada a Ike, su esposo abusivo, y cuando se separó en 1978 pasó mucho tiempo sin pisar un escenario. Contó la historia en Yo, Tina, su debut en la escritura y la base de la película What’s Love Got to Do with It (Rob Mieremet/ Nationaal Archief/ Wikipedia)

V: —Una vez dijiste que la resistencia era tu legado. ¿Todavía sientes eso?


Turner: —Ahora que estoy en mis ochentas, la resiliencia y la resistencia siguen siendo mis valores más fuertes. Te cuento un secreto de la resistencia gozosa: nunca te quejes, no importa qué desafíos te presente la vida. Hace muchos años, cuando pasaba por los momentos más difíciles que me tocaron, unas mujeres muy sabias de mi grupo de canto vecinal me dijeron que nunca me quejara porque “las quejas eliminan la buena suerte”. Concuerdo. Quejarse es una pérdida de tiempo precioso, no soluciona nada, solo te deprime. Podemos transformar cualquier situación cambiándonos a nosotros mismos primero, abriendo aún más nuestros corazones y aumentando nuestra compasión.

 

La resiliencia y la resistencia siguen siendo mis valores más fuertes

 

Esas líneas parecen un eco de otras, del nuevo libro de Turner: “Siempre quise ser una maestra, pero pensé que tenía que esperar al momento en que tuviera algo importante para decir, cuando estuviera segura de cómo brindar un saber real. Ese momento ha llegado”, escribió. Y el primer elemento de ese saber real es que no pertenece a una religión o a una filosofía, sino a cualquier individuo que quiera explorar su espiritualidad. “Mi despertar comenzó hace cinco décadas mediante mi práctica y mi estudio de las enseñanzas budistas. Compartir contigo la historia de esta parte preciosísima de vida es un sueño que tengo hace mucho”, agregó.


2020, además, le pareció un momento más que adecuado para hacerlo. “El año de ver con claridad”, lo llamó en el libro.


Craig Turner, el hijo mayor de Tina Turner, se suicidó en 2018

Craig Turner, el hijo mayor de Tina Turner, se suicidó en 2018


“De muchos modos, 2020 ha sido un año para descartar lo superficial a fin de revelar las realidades verdaderas”, argumentó en la entrevista con V. “La pandemia y otras cosas que han causado sufrimiento durante mucho tiempo se han vuelto muy claras para todos. Y la claridad tiene un valor, en el sentido en que sirve a nuestro crecimiento. Por eso cuando hablo de ver con claridad, me refiero a reconocer el valor de todas nuestras experiencias, positivas y negativas, a lo largo de nuestras vidas, porque siempre hay algo que aprender de ellas. Siempre hay un poco de fortuna en el infortunio”.

En The Guardian Turner habló también de su niñez en Nutbush, una localidad rural de Tennessee, en la década de 1940: “Pasar tiempo en la naturaleza fue mi refugio favorito en la infancia. Fue una influencia sana para moldear mi mundo interior y me ayudó a escuchar a mi corazón. Tengo buenos recuerdos de aquellos días, sobre todo de la alegría que me causaba cantar en la escuela y en la iglesia. Eso me ayudó a prepararme para mi carrera. Soy una chica del campo, en el fondo, y por eso siempre me ha encantado el lugar donde vivo en Suiza, rodeada de la madre naturaleza”.


2020 ha sido un año para descartar lo superficial a fin de revelar las realidades verdaderas

 

Su niñez también tuvo nubarrones: luego de años de conflicto matrimonial, su madre abandonó el hogar cuando ella tenía 11 años y nunca se comunicó con ella; dos años más tarde su padre la dejó también, para ir a trabajar a Michigan.


V: —Has escrito sobre el hecho de haber sido la hija de una mujer que no te quiso. Tampoco a mí me amó mi madre, y conozco el impacto de largo plazo que eso puede tener: ¿qué le dirías a la gente que puede tener una situación similar sobre el modo en que lo superaste?



"El budismo me encontró a mí", contó a V. "El abuso que sufrí en mis veintes y mis treintas se había vuelto obvio para quienes me rodeaban y en distintos momentos varios de ellos sugirieron que aprendiera algo sobre budismo. Y continué porque funcionó"

"El budismo me encontró a mí", contó a V. "El abuso que sufrí en mis veintes y mis treintas se había vuelto obvio para quienes me rodeaban y en distintos momentos varios de ellos sugirieron que aprendiera algo sobre budismo. Y continué porque funcionó"

Turner: —La sanación, derivada de mi práctica espiritual, me enseñó que tanto si recibimos el amor nutritivo de una madre o un padre como si no, podemos convertirnos en esa fuente de amor, para nosotros mismos y para los demás —argumentó—. El rechazo de mi madre me llevó, más adelante en mi vida, a buscar el amor en lugares que no resultaron buenos para mí. Pero con el tiempo aprendí a amarme a mí misma y a revelar mi luz interior, algo que todos tenemos. Así fui capaz de aceptar todos los defectos e imperfecciones de mi vida, de valorar tanto los tiempos difíciles como los buenos, y de dejar atrás las heridas del pasado. Esa es la verdadera libertad.


Yo no encontré al budismo, el budismo me encontró a mí

 

V: —Si pudieras regresar a tu infancia y decirte una sola cosa, ¿qué sería?


Turner: —Lo mismo que me gustaría compartir con todos: “Tú, exactamente tal como eres, mereces todo el amor, la amabilidad y la alegría del mundo”.


Así lo formuló en su libro: “Gracias por ser tú, exactamente como eres. Gracias por el tapiz de las experiencias de tu vida, que te ha traído a leer estas palabras que he escrito para ti. Gracias por abrir este libro, de manera tal que yo pueda compartir contigo las lecciones espirituales que he aprendido durante más de 80 años de vida”.



“De muchos modos, 2020 ha sido un año para descartar lo superficial a fin de revelar las realidades verdaderas”, dijo Turner a V. "Y la claridad tiene un valor, en el sentido en que sirve a nuestro crecimiento. Siempre hay un poco de fortuna en el infortunio”

“De muchos modos, 2020 ha sido un año para descartar lo superficial a fin de revelar las realidades verdaderas”, dijo Turner a V. "Y la claridad tiene un valor, en el sentido en que sirve a nuestro crecimiento. Siempre hay un poco de fortuna en el infortunio”

La entrevista también habla de la actualidad de Turner, quien se ha retirado. O más o menos. “Tengo todo el tiempo del mundo para estar en casa. Tiempo para relajarme, para reflexionar y para apreciar el simple hecho de estar”, contó a V, y agregó: “Me encanta crear proyectos nuevos, que puedo hacer a mi propio ritmo”. Entre ellos, además de los musicales —como los álbumes de Beyond y las nuevas producciones de The Tina Turner Musical, este libro, el tercero que publicó luego del que fue filmado y de sus memorias, My Love Story, de 2018.


Tú, exactamente tal como eres, mereces todo el amor, la amabilidad y la alegría del mundo

 

“También he tenido tiempo para reflexionar sobre muchísimos recuerdos hermosos de las giras por el mundo. Antes de cada espectáculo salmodiaba y rezaba por la felicidad de todas las personas que habían ido a verme. Cuando estaba concentrada en el escenario, sentía como si estuviera volando. Mi carrera en el rock fue un sueño hecho realidad, de veras”, definió. “No sucedió simplemente, por supuesto, ¡hizo falta mucho trabajo! Hice lo que quería hacer, y siento mucho orgullo de haberlo hecho a mi manera. En retrospectiva lo puedo ver aún más claramente”.


Esa manera personal de hacer las cosas es, según su libro, la naturaleza iluminada que cada persona posee, “que es más poderosa que cualquier obstáculo que enfrentemos”, explicó Turner. Incluso en lo que respecta al cuerpo: “La enfermedad me ha permitido valorar más la salud y me recuerda que disfrute cada día al máximo”. Esa, cree, es la lección que la vida le ha enseñado y que ella quiso transmitir en Happiness Becomes You: “Como he aprendido una y otra vez, es muy importante no rendirse jamás”.




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Fuente: Infobae

Sara Solarz Osatinsky y el documento que reveló la ESMA, los vuelos de la muerte y el robo de bebés / Alejandra Dandán, Página 12, Buenos Aires, 23 de Noviembre de 2020

 

La historia del "Testimonio de París" que conmovió al mundo: 

"Nosotras venimos del infierno"


Sara Solarz Osatinsky señalando a Alfredo Astiz,
uno de los genocidas argentinos




Sara Solarz de Osatinsky, sobreviviente de la ESMA, murió este lunes en Suiza a los 85 años, Junto a Alicia Milia de Pirles y Ana María Martí brindó el histórico testimonio ante la Asamblea Nacional francesa que exhibió desde adentro los crímenes de la última dictadura. La increíble historia de cómo se gestó ese documento.


Se escucha la voz de Sara Solarz de Osatinsky, sobreviviente que fue testigo de muchos partos.


Reproductor de audio

Entrevista a Sara Solarz OsatinskyAna Maria MartiNorma Burgos, (noviembre de 1979), y a Hipólito Solari Yrigoyen. Fuente: La Galerna del Sur


“Somos tres mujeres argentinas, unas de las pocas sobrevivientes de un campo de concentración militar de nuestro país. Nosotras venimos del infierno”, así comienza el testimonio brindado en octubre de 1979 por Sara Solarz de Osatinsky, Alicia Milia de Pirles y Ana María Martí ante la Asamblea Nacional francesa. Es uno de los testimonios más importantes de la causa ESMA, elaborado durante meses y concluido en un apart hotel de Madrid con máquinas de escribir alquiladas y un grupo de sobrevivientes más amplio. Un texto al que aquellas mujeres le pusieron la voz y el cuerpo cuando estaban en libertad pero aún perseguidas por la Armada. El testimonio de París, como se lo conoce, reconstruyó con tanta precisión la dinámica del centro clandestino que hoy se lo considera como el primer intento nunca superado de sistematizar la arquitectura de la ESMA y contiene cierto carácter anticipatorio en su modo de organizar la información. El listado de quince mujeres que dieron a luz en el centro clandestino no equivocó hasta ahora ni un solo sexo de los niños y niñas nacidos y robados de la ESMA, identificados recién años más tarde. Tampoco hay equívocos en lo que fue la primera y muy discutida reconstrucción de los “traslados”, el nombre que los marinos le pusieron a lo que más tarde se conoció como vuelos de la muerte.

Pocos días antes de la sentencia del megajuicio ESMA III de 2017, Página/12 reconstruyó la historia de ese documento a partir de los testimonios de las tres mujeres en ocasión de los juicios y de un escrito preparado por una de ellas, al que accedió este diario, que da cuenta de los miedos y las discusiones que atravesaban la época. Para los investigadores, el listado que se lee como uno de los orígenes del modo de reconstrucción de pruebas que desde entonces elaboran los sobrevivientes adquiere mayor entidad con el paso del tiempo. En su alegato, los ex fiscales del juicio Mercedes Soiza Reilly y Guillermo Friele sumaron a este testimonio otros 24 listados hechos en los primeros años de liberación por quienes salieron del infierno. También fue una forma de homenaje. “El aporte realizado en el año 1979 por tres mujeres sobrevivientes de la ESMA fue esencial en la reconstrucción probatoria: en él se da cuenta de los detalles, del modo en que operaba el grupo de tareas –señalaron Soiza Reilly y Friele–. Estas mujeres, en este documento, relatan lo vivido dentro de la ESMA, listan a sus compañeros de cautiverio, mencionan la existencia de los vuelos de la muerte, de los nacimientos clandestinos, del actuar represivo y hasta del robo de bienes como parte del entramado ilegal desplegado. Es a partir de la valoración de estas huellas que la Justicia juega un rol importante en la construcción de la verdad.”


Ana María Martí

“Antes de dejarme salir, el Tigre Acosta me hizo firmar un papel. Decía que yo me había entregado voluntariamente. Nos dijeron que ya sabíamos lo que teníamos que hacer: que no olvidemos que nuestra familia estaba en Argentina, que nos iban a controlar, que teníamos que llamar de tanto en tanto a la ESMA, cosa que hice cuando llegué a Madrid”, dijo Martí en uno de los juicios. Ana María, casi dos años secuestrada, el último mes en compañía de sus hijos de 7 y 9 años, capturados en un operativo del Ejército. Cuando ella se enteró que ellos estaban secuestrados “pedí, mejor dicho imploré, que mis hijos sean entregados a mi padre, pero me respondieron que el Ejército quería retenerlos como anzuelo para detener a mi marido”. El 17 de noviembre la llevaron a una quinta operativa y al día siguiente le entregan a sus hijos. Habían permanecido en una comisaría. “Los hacían trabajar en tareas tales como revisar los bolsos de los familiares que visitaban a las detenidas. Mi hija Carmela de 7 años sabía perfectamente qué cosas podían entrar y cuáles no a la comisaría.” El 19 de noviembre de 1978 finalmente se tomó un vuelo a Madrid pagado por la Armada. Viajó con sus hijos pero también con Sara Solarz de Osatinsky.

Sara Solarz de Osatinsky

Sara declaró en innumerables ocasiones. Su testimonio sobre quince nacimientos a los que asistió en la ESMA fue una de las pruebas fundamentales del juicio por la apropiación de bebés. Lo que vivió, sin embargo, al salir del centro clandestino es uno de los relatos menos conocidos. Luego de aterrizar en Madrid, viajó a Valencia con Ana María y los niños y poco después tuvo que volver a la ESMA.

“Desde el aeropuerto en Madrid, tenía que enviar, y envié, una tarjeta a una casilla de correo: llegamos bien, decía. Nada más. Era la única indicación que nos dieron. Nos quedamos en Madrid hasta las Navidades, el 24 viajamos a Valencia y después del 25 conseguimos un departamento a unos 12 kilómetros de ahí. Desgraciadamente, la dirección que había tenido que dar era la de la persona que consiguió el departamento.” El día 3 de enero de 1979, la persona llevó a alguien de visita a la casa de Valencia.

– Miren a quién les traigo –les dijo–: es un amigo de ustedes que no tenía la dirección, y buscaba a Valeria.

Sara era Valeria Linares. Los marinos le habían hecho un documento falso a nombre de una persona fallecida. Del otro lado de la puerta, estaba el prefecto Héctor Febres, encargado de las embarazadas y por lo tanto también parte de la estructura para la apropiación de bebés, quien murió envenenado con cianuro en la cárcel, cuando concluía el primer juicio a la ESMA, en el que el único imputado era él. “Febres entró y se adueñó de la casa, de la misma manera que se adueñaba de uno. Caminaba, abría la heladera. Además una de las cosas que nos contó, no delante de los chicos, era que venía por una operación que habían decidido realizar en el exterior: habían conseguido la dirección para matar a Jaime Dri, que se había escapado de la ESMA.” Lo que Febres decía, “todas las cosas que nos contaba ya desde antes en la ESMA, era la manera de ensuciarnos, no sólo de ensuciarnos, sino de comprometernos”. Al día siguiente, con los chicos muy alborotados porque sabían que ese hombre era parte de los que habían secuestrado a su madre, Sara le dijo que se fuera.

–Bueno –respondió él–, pero te vas conmigo y vamos a Roma.

La obligó a viajar a Roma, por tierra, a bordo del auto que era de ellas. Ana María quedaba de alguna forma de rehén. “Habíamos quedado que yo hablaba por teléfono a Valencia y avisaba que había llegado bien. Y entonces cuando pasamos por una telefónica, estoy queriendo hablar y le digo a Febres ‘hay alguien que conozco’, para irme. Y entonces él, por supuesto, también quiere irse. Febres era cagón, no sé si estaba sólo, ni si iba a querer quedarse solo. Nos fuimos. Empezamos a caminar y bastante lejos en una calle oscura se aparece la persona que vi en la telefónica.” Esa persona era Armando Croatto, un militante perseguido por la dictadura, la Marina había intentado secuestrarlo en Madrid a mediados de 1978. Finalmente lo mataron en septiembre de 1979. Cuando los vio en esa calle oscura, le dijo a Febres: “Largala, dejála libre, largala”. Febres le preguntó quién era, intentó matonearlo y Croatto insistió: “Tenés que largarla, dejarla en libertad. ¿Que es lo que querés?” Volvieron al hotel. Y una vez que levantó la operación, Febres llevó a Sara de nuevo a Valencia.

Poco después, ella volvió a Madrid, también obligada por la Armada. Y al intentar regresar a Valencia, le robaron todo lo que tenía en el aeropuerto. Entre todo, su pasaporte. Y ahí comenzó una odisea para conseguir sus papeles. Además del pasaporte falso, ella tenía uno argentino con otro nombre pero sin sellos de entrada al país. Necesitaba sellarlo. Así que le hicieron tomar contacto con un agente de la ESMA en el Museo del Prado para ponerle los sellos. Viajó a Buenos Aires. La llevaron a la Policía Federal para hacerle un pasaporte nuevo en el día y cuando volvió al avión para irse, la nave volvió a aterrizar en Ezeiza por un problema en las turbinas. “En Ezeiza, realmente no salía de nuevo el avión ya ese día. Salió al día siguiente. Pero yo no tenía posibilidad de quedarme en Ezeiza, me iba a secuestrar cualquier otra fuerza. Estaba en manos de ellos. Seguía en manos de ellos. Fue algo terrible. Tuve que hablar a la ESMA para decir lo que me había pasado. Y no sé si fue un guardia o un suboficial, alguien, me viene a buscar y me lleva a la ESMA. Y me llevan delante de Acosta, y me hacen esperar. No vi. Creo que me llevan al sector del Dorado. Me hacen esperar un rato y luego Febres me lleva nuevamente a un hotel y al otro día puedo salir a la mañana y vuelvo a Valencia. Esta es una de las partes que, bueno, no puedo decir que le sentí confianza, no puedo decir que sentí desconfianza. Creo que, no sé qué es lo que sentí. Sí puedo decir que fue algo muy terrible”.

Marzo de 1979. Las chicas ya habían decidido organizar una conferencia de prensa con un grupo de compañeros para cuando estuviesen en libertad. Febres todavía las controlaba. Sara debía escribir cartas pero en abril no escribió más. “Por eso, recibo una carta de Febres llena de palabras obscenas, como gritando, como si lo sintiera gritar. ¿Qué se piensan? ¿Qué creen? Estoy preocupado. Quería saber qué estaba pasando.” Sara contestó. Le dijo que trataba de rehacer su vida. “Que por favor no me molesten más, que tengo necesidad de eso, que habían pasado bastantes cosas y necesitaba paz.” En junio, entonces, comenzó a reunirse con un grupo de compañeros. Entre ellos, Ana María Martí y Alicia Milia de Pirles.

Alicia Milia de Pirles

Alicia dejó la ESMA el 19 de enero de 1979 con otro pasaje que pagó la Armada. “No recibo ningún tipo de dinero –dijo en el juicio–, la Armada solo me paga el billete. Escribo una tarjeta postal y nunca tengo contacto con ningún marino, nunca vi a nadie, nunca me contacté con nadie, sé que llamaban a la casa de mis padres, pero yo nunca volví a ver a ninguno hasta el día que los vi acá en la lectura de los cargos.”

Hacia el final del invierno europeo de 1979, los que habían salido de la ESMA con destino a Europa desde fines de 1978 se fueron encontrando en Madrid o en alguna ciudad de España, contó en unas notas preparadas en ocasión del juicio ESMA III. “Necesitábamos vernos, hablar, tratar de completar, confirmar los datos que cada uno había sacado, guardarlos en la memoria. Necesitábamos buscar explicaciones. Repensar lo vivido. Hallar la forma de transmitirlo, hacer conocer la experiencia. Hacer aparecer los nombres de los compañeros con los que habíamos compartido el cautiverio para orientar la búsqueda. Que se supiese dónde habían estado.” Hubo intercambios que iban y venían por correo con quienes habían salido a Venezuela. “Una voluntad compartida –explicó–: cómo comunicar no lo que sabía cada uno en forma aislada sino tramar los primeros nudos de una recopilación colectiva de los datos de lo atravesado en la ESMA.”

Luego de discutir si viajar a declarar a Estados Unidos surgió la alternativa de hacerlo ante la Asamblea Nacional francesa. En ese contexto, maduró la idea de organizar una conferencia de prensa en París.

Los vuelos de la muerte

Las tres mujeres y otros compañeros se reunieron en un apart de Madrid con máquinas de escribir alquiladas. Escribieron y tacharon un documento “discutiendo como posesos”, contó Alicia, pero con el deseo de que el testimonio recogiera todas las memorias acumuladas. “Cada uno fue evaluando en qué condiciones estaba para afrontar el momento y si bien por distintas cuestiones personales varios fueron desistiendo, todos contribuyeron con sus experiencias, sus datos, sus sugerencias.”

En la mesa estuvieron muchos otros. Nilda Orazi, sobreviviente de la ESMA que había pasado por el campo clandestino del Atlético y había hecho su primera denuncia pública poco antes en Ginebra. Estuvieron Lila Pastoriza, Pilar Calveiro, Alberto Girondo, Andrés Castillo, Norma Burgos, Martín Gras y Graciela Daleo. Los sobrevivientes escribieron el documento, durante un período en el que fueron hablando con la Comisión Argentina de Derechos Humanos (Cadhu), es decir con Eduardo Luis Duhalde y Gustavo Roca, entre otros. Con ellos se organizó la presentación en París.

“Había tantas cosas por decir –continuó Alicia–: individualizar a los compañeros y compañeras: sus nombres legales, sus apodos cuando no conocíamos otro, la fecha de caída, hasta cuándo los vimos o supimos de ellos. Y si no teníamos ni nombre ni apodo poníamos datos significativos que aparecían en el recuerdo de alguien: ‘tenía trillizos’; ‘era colectivero’; ‘ella nació en Jujuy’. Denunciar lo que sucedía con las compañeras embarazadas y con las criaturas que daban a luz en la ESMA, las sospechas y las certezas que fuimos teniendo de que esos niños nunca eran entregados a sus familiares. Testimoniar sobre Norma Arrostito, la fuga de Horacio Maggio, el Nariz; el secuestro de Oscar Degregorio, el Sordo Sergio, en Uruguay y su asesinato en la ESMA; el operativo que logró la caza de Rodolfo Walsh; los secuestros de madres, familiares y las monjas francesas. Y uno de los puntos más discutidos y difíciles: hablar del destino final de los compañeros con casi una total certeza: la muerte, que los represores llamaban traslados”.

Ese es uno de los puntos que, a 38 años de aquel documento, cobró mayor relevancia en el juicio. Bajo el título de “Traslados”, escribieron:

“Los días miércoles, excepcionalmente los jueves, se realizaban los traslados. En un principio se nos decía que a los secuestrados se los llevaban a otras dependencias o campos de trabajo que decían estar cerca del penal de Rawson. Nos costó convencernos de que, en realidad, el traslado conducía a la muerte. El día del traslado reinaba un clima muy tenso. Los secuestrados no sabíamos si ese día nos iba a tocar o no. Los guardias tomaban medidas mucho más severas que de costumbre. No podíamos ir al baño. Cada uno de nosotros debía permanecer rigurosamente en su sitio, encapuchado y con los grilletes puestos, sin hacer ningún gesto para poder mirar lo que pasaba. Tampoco podíamos hablar ni llamar a los guardias. Todo eso ocurría en Capucha o Capuchita. El sótano era desalojado rigurosamente a las 15.30. Si algún secuestrado estaba siendo torturado, se lo subía al tercer piso. Aproximadamente a las 17 horas, en Capucha se comenzaba a llamar a los detenidos por un número de caso. Se los formaba en fila india tomados uno del otro por los hombros, ya que iban encapuchados y con grilletes. Los bajaban de a uno. Sentíamos el ruido que hacían los grilletes al caminar acercándose a la puerta, que se abría inmediatamente y se volvía a cerrar. Cada uno llevaba consigo solo la ropa que tenía puesta (...) Eran llevados a la enfermería del sótano donde los esperaba un enfermero, que les aplicaba una inyección para adormecerlos, pero que no los mataba. Así vivos eran sacados por la puerta lateral del sótano e introducidos en un camión. Bastante adormecidos eran llevados a aeroparque, introducidos en un avión que volaba hacia el sur mar adentro, donde eran tirados vivos (...) De los miles de detenidos que se fueron en los traslados colectivos nunca supimos más. Muchas veces encontramos la vestimenta que tenían los compañeros el día del traslado en una piecita –pañol–, donde se ponían la ropa que usaban los secuestrados.”

En las notas, Alicia explica que se dividieron los temas por grupos y después volvían a leerlos. Que, con “especial empeño”, decidieron “exponer los nombres y apellidos de los (marinos) que llegamos a conocer, a veces exactos, otros por fonética. Y si no, sus apodos, alguna señal que los individualizara: la voz, la tonada, un rasgo físico, gustos, formas de caminar. Su ubicación en la estructura del grupo de tareas, el grado, las acciones en las que participaron (...) Un documento colectivo que se había comenzado, tal vez sin expresarlo, a pensar y murmurar dentro de la ESMA”, explicó. Y que el 12 de octubre de 1979, en París, salió a la luz.

A Suiza

Luego de la conferencia de prensa salieron en tren a Suiza con todo lo que significaba el miedo a lo que podía pasar. “En esa conferencia nos hacían preguntas gente de revistas como Somos y otras de Argentina, preguntas comprometedoras –explicó Sara en la declaración–. Unos hombres inmensos que eran de la custodia de Mitterrand nos sacaron en autos y motos y nos llevaron hasta un lugar donde nos dejaron. Ahí firmamos cada hoja de las declaraciones de las tres”.

Y entonces Ana María y Sara llegaron a Suiza.

En la ESMA, los marinos se pusieron como locos. Carlos Muñoz, uno de los testigos de esa furia, contó que discutieron la posibilidad de matarlos a todos. 

*La primera versión de esta nota, realizada por Alejandra Dandán. se publicó en Página/12 del 20 de noviembre de 2017.

Fuente: Página 12

Teatro para el pueblo: entrevista a Carlos Giménez por Teresa Toda, Madrid, ABC, 1975

 


 "El teatro es hoy como un reducto donde el ser humano se atrinchera para tratar de conservar, en la medida de sus posibilidades, todos aquellos valores que la sociedad está diaria y cotidianamente destruyendo", Carlos Giménez.



















Fuente: ABC  / CARLOS GIMÉNEZ CREADOR TEATRAL







El legendario guitarrista Héctor Starc comparte escenario con su hija María y el mítico Black Amaya en “Cielito Lindo"

 


Héctor y María Starc junto a Rodolfo García y Emilio del Guercio (exs Almendra)
 compartiendo escenario en el CCK, 8 de noviembre de 2019


El  encuentro será el próximo viernes 11 de noviembre de 2022 a las 21 horas en el famoso local de Los Hornillos. Será una gran oportunidad para ver a dos pioneros del rock argentino: el guitarrista y cantante Héctor Starc (Aquelarre y Tantor)  y  el baterista Black Amaya  (Pescado Rabioso/ Pappo's Blues) junto a la cantante María Starc,   el bajista Jorge Albornoz, el guitarrista Javier Fernández  y Omar Caraffini en el piano, quienes nos cautivarán  con lo mejor del rock argentino de todos los tiempos.

Las entradas ya están a la venta en Cielito Lindo y pueden adquirirse por el número 03544-155-77429.


Cielito Lindo es un emblemático piano-bar de Los Hornillos, Traslasierra, ubicado en la calle Bonnier a 200 metros de la Ruta 14.

 

¡A no perdérselo!

 






¿QUIÉN ES QUIÉN?



HÉCTOR STARC
(Tres Arroyos,  1950).  Guitarrista y cantante. En 2012 la revista Rolling  Stone (Argentina)  lo consideró uno de los 100 Mejores Guitarristas del Rock Argentino. Pionero del rock nacional, su fuerza e intensidad con la guitarra lo destacaron en escena. Fue parte del  grupo Aquelarre  y Tantor.   Participó del mítico Festival BA Rock  realizado en Buenos Aires en 1982. Su música abarca el rock, jazz rock y el blues. Autodidacta, realiza su debut musical a los 15 años.

Formó parte de los grupos Los Walkers,  Alta Tensión, Los Pop Singers, Trieste y Aquelarre,  agrupación emblemática del rock argentino. Con Aquelarre se radica en España durante 4 años y al regreso realizan una concierto de despedida en el Luna Park de Buenos Aires.

Aquelarre nació de la separación del mítico grupo Almendra del Flaco Spinetta cuando dos de sus ex integrantes, Emilio del Guercio y Rodolfo García,  convocan  a Héctor Starc y Hugo González Neira para formar un grupo.  Sobre esa experiencia Starc recuerda: “Mi gran aporte allí fue esa guitarra salvaje del rock dentro de un armado más poético.  Ellos me enseñaron a no tocar todo el tiempo, a trabajar en función del grupo. Me acuerdo que cuando me llamaron para mí fue como si me hubiesen llamado Los Beatles.”

En diciembre de 1996 Aquelarre  vuelve a reunirse para participar del festival Rock Nacional: 30 años y a posteriori realizan 4 funciones en el Teatro Presidente Alvear  y 5 funciones en el Teatro Maipo.  Editan un nuevo disco con el material grabado en vivo en el Teatro Alvear: Corazones del lado del fuego.

En total ha grabado 11 discos  y en 2013 publicó su primer disco solista: Héctor Starc.

Participó en las películas Buenos Aires Rock (1983), Spinetta el video (1986) y Pájaros volando (2010).

 




BLACK AMAYA
(Buenos Aires, 1950). Baterista de rock y blues.  Formó parte de las bandas Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll, Pappo´s  Blues, La Banda del Paraíso, Las Blacanblus, Los Robertones, Pajarito Zaguri, Los Gardelitos, Hilda Lizarazu, Autopista, participando en sus producciones  discográficas. Además tocó en  discos de Pescado Rabioso, Pappo,  Lito Nebbia,  Jorge Pinchevsky y La Samovar Big Band, entre otros.

En 2006 crea su propia banda Black Amaya Quinteto,  con el que graba el disco Concarán y Enlazador de Mundos. La banda se disuelve en 2010 y en  2015 funda Black Amaya y Los Comechingones.

 




MARÍA STARC (Buenos Aires, 1980). Cantante de rock y pop, en español e inglés.  “Nací un primero de agosto en un día frío de invierno y crecí en la zona Norte del Gran Buenos Aires en un entorno musical. Recuerdo hacer shows de baile a muy temprana edad junto a mi hermana Leti: mi papá nos ponía luces rojas de escenario y hacíamos un espectáculo para las visitas.  Mi primer recuerdo cantando es por el año 1992 cuando ponía cds de Mariah Carey y en el living de mi casa  y yo jugaba a  cantar. 

Empecé a tomar clases de canto a los 16 años con Randy Miranda, años más tarde con Virginia Saccomano y en el medio participé de algunas master class a cargo de Roxana Amed. He cantado en diferentes grupos de Buenos Aires y Traslasierra y mi padre me ha invitado a cantar algunas veces con él.  El encuentro musical más emocionante con mi padre fue cuando cantamos juntos en el CCK el 8 de noviembre de 2019. En estos momentos estoy tomando clases de piano con Omar Caraffini a quien admiro profundamente en lo musical y a quien quiero mucho en lo personal, es un gran músico y amigo.  Mi deseo es componer mi propio repertorio y hacia allá voy.”

 





OMAR CARAFFINI (Buenos Aires, 1978). Músico clásico y de rock. Tecladista. Compositor. “Comencé a tocar en forma autodidacta a los 15 años y a los 17 ingresé al Conservatorio de Banfield. Fui tecladista del guitarrista de jazz Guillermo Capocci, del baterista Néstor La Mónica y de La Semilla Magnética. También formé parte de Contra todos los males de este mundo, agrupación dedicada a interpretar toda la obra de Luis Alberto Spinetta.  Además de tocar rock, también he dado conciertos como músico clásico.


Un hecho importante en mi vida musical fue ser pianista acompañante de la Escuela de Danzas Folclóricas de Temperley: es ahí donde comienzo a encontrar mi verdadera identidad mezclando los ritmos folklóricos con la música clásica, el jazz y el rock. Desde 2017 toco en Cielito Lindo y otros lugares de Traslasierra. Actualmente estoy preparando un disco de piano en donde se encuentran todas las músicas que toqué hasta ahora, reflejando mi búsqueda personal.”

 

 

 

 


Conversación con Miguel Gracia: todo el teatro venezolano reciente reposa en su archivo / Revista Candilejas, Caracas, 1978

"...Los franceses y españoles que vieron, por ejemplo, Señor Presidente, que presentó el Rajatabla, estaban emocionados, les gustó mucho..."

"...a su juicio se pueden comparar y poner al lado de cualquier trabajo que se realice en el resto del mundo, se refiere a  Marat-Sade dirigida por Horacio Peterson; a  La Orgía cuyo director fue  Carlos Giménez y la Opera de Dos Centavos  bajo la dirección de Herman Lejter...".




 




Revista Candilejas, auspiciada por Aveprote

Fuente: Carmen Carmona





Rajatabla en Leningrado y Riga/ Rubén Monasterios, enviado especial, Moscú, El Nacional, 23 de Octubre de 1988

 



 



"... la ovación fue de tal magnitud que el grupo debió salir a agradecer "doce veces" y habrían podido ser mas..."

"... las funciones de Bolívar en Leningrado fueron memorables..."

"...la actriz y cantante Cecilia Bellorín ha sido una notable expositora del folklore nacional venezolano, y desde luego, un relevante factor de alegría..."


Fuente: Cecilia Bellorín 


Carlos GiménezLibro de Dirección de Bolívar


CARLOS GIMÉNEZ CREADOR TEATRAL

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