yamelis
la tristeza es el rostro de yamelis
cuando su mirada se aleja y ella se pierde,
se escapa de mí, huye de sí misma,
sin proponerselo, silenciosamente, desaparece,
pero se queda, abandonándome, para encontrarse.
la tristeza es el rostro de yamelis
cuando me mira mirándose
y no encuentra en mis ojos más que un espejo ciego
en donde no puede hallarse ni hallarme.
la tristeza es yamelis cuando no puede hablar
y un estallido de pensamientos
se atraganta al final de sus labios
estrangulando palabras.
la tristeza es el rostro de yamelis
cuando está a mi lado pero no conmigo
y una imperceptible sombra de desespero y duda
cruza contenida por sus ojos.
la tristeza es yamelis
y bellos sus ojos que miran, absortos,
un punto lejano, difuso,
sus ojos bellos, un punto en la nada,
en el centro mismo de sus grandes ojos que miran,
absortos, un punto,
en el horizonte que sus ojos inventan para llevársela.
la tristeza es yamelis ausente en su rostro,
la ventana detrás de la lluvia,
un día domingo y Bach,
desesperadamente,
entre su soledad y mi angustia.
caracas, enero 1986
Sandra y Dunia
Fuego que crece sin llamas,
pluma que vuela sin alas.
El fuego crece en la pluma,
la pluma vuela en su llama.
Sueña que sueña la llama,
que ya es pájaro y que vuela.
Sueña que vuela por ríos,
vuela que sueña por mares.
Mece que se mece un niño
amamantado con llamas.
El niño que es pura agua, el
fuego que es pura lágrima.
Pura lágrima que ríe
correteando entre las llamas.
La risa no tiene dientes, la
llama no tiene alma.
Alma que corre tras la luna
mientras las piedras
persiguiendo al río andan.
La luna no quiere alma y el
alma que se desangra.
Desangrándose está el alma
en la punta de una estrella.
La luna le guiña un ojo, el
alma le guiña un beso.
Le guiña un beso el alma y
la luna se desploma.
El alma no ve en la noche,
la luna no ve sin alma.
La luna se está escapando y
el alma se va con ella.
La noche quedó sin luna, el
mundo quedó sin alma.
Texto de la obra de teatro
Caracas 1992
Sandra e Dunia
Fuoco che cresce senza
fiamme, piuma che vola senza ali
il fuoco cresce nella piuma, la piuma
vola nella sua fiamma
Sogna che sogna la fiamma, che è già uccello e che
vola
sogna che vola per fiumi, vola che sogna per mari
Culla che un bimbo si culla allattato con fiamme
il bimbo che è pura acqua, il fuoco che è pura
lacrima
il bimbo che è tutto acqua, il fuoco che è tutto
lacrima
(….)
© viviana marcela iriart
Frammento del dramma
Puertos
Tejo
y destejo tus canciones.
Ovillo
y desovillo tu voz.
El
mar llega con barcos que no te traen.
El
cielo surca aviones que no te conocen.
Por
favor
haz
que haya un puerto donde encontrarte
o
donde olvidarte.
Caracas,
1993
Aún nos tenemos
la gente está
esperando por un mensaje
y yo quiero decir
que dejamos ya de esperar
porque no hay tal
mensaje
hace tiempo
que esperamos por un líder
y yo quiero decir
que dejemos ya de esperar
porque no hay
líderes
durante
demasiado tiempo hemos creído en palabras
en líderes que
marchaban al frente de las manifestaciones
pero no lo
hacían por vos, ni por mí ni por nosotr@s
lo hacían por sí
mismos
por su propia y
vana fama
porque
necesitaban ser seguidos y escucharse en millares de oídos
porque no sabían
escucharse a sí mismos en silencio
pero es tiempo de
abrir bien los ojos
no estamos tan mal
después de todo
aún nos tenemos
los mitos sólo se
ven bien desde lejos.
caracas, 1982
Este país
Este país huele a sangre.
Camino sobre sus muertos.
El crujir de sus huesos
hiere.
Este país, tan hermoso,
huele a muerte.
Este país es mi muerte.
City Bell, 10 de junio de
2009