Muchísimas gracias al diario El Nacionalde Caracas y al maestro Federico Pacanins por no olvidar al gran creador teatral Carlos Giménez e incluirlo en su sección "Salón de las Tablas" el pasado jueves 21 de septiembre de 2023.
Sólo sabiendo de dónde venimos sabemos a dónde vamos.
Las negritas y links son un agregado mío.
Con un profundo agradecimiento, les saludo con cariño,
El director de teatro se encarga de dar vida escénica al texto dramático. Para ello necesita del concurso de productores, promotores, espacios escénicos, escenógrafos, vestuaristas, luminitos, maquillistas, diseñadores de imagen y arte, músicos, coreógrafos, ayudantes y, por supuesto, de diestros actores. Compleja resulta, pues, tener esa especial condición creativa y gerencial que supone a una persona dotada de inteligencia, inspiración, cultura, conocimiento técnico y cierta dosis de la auctoritas artística necesaria para asumir la jefatura de un montaje escénico. En ese sentido, Juan Carlos Giménez Gallardo (Rosario, Argentina, 1945—Caracas, 1993), o sencillamente Carlos Giménez, encarnó al director de teatro venezolano más destacado y tal vez mejor dotado de su generación.
Fundador del grupo Rajatabla, se forma profesionalmente en el Seminario Dramático de Córdoba (Argentina). En 1965 asume la dirección del Teatro de la Federación Universitaria de Córdoba, y obtiene el Primer Premio del Festival de Cracovia y la mención de Honor en el Festival de Varsovia. Acrecentaron su carrera y fama las participaciones en el Primer Festival Mundial de Teatro Universitario de Nancy (Francia) y en el Festival Latinoamericano de Manizales de 1968. Un año después se presenta en Barquisimeto con el grupo argentino El Juglar y posteriormente llega a Caracas, donde el Ateneo lo contrata para dirigir el montaje de Don Mendo 71 de Miguel Otero Silva.
Apoyado por el Ateneo de Caracas, Giménez lideró 10 ediciones del Festival Internacional de Teatro de Caracas, desde 1973 hasta 1995. En todas las ediciones se cuidaba de que el carácter internacional estuviera justificado por la presencia de reputados grupos y compañías de Europa, Asia y América. Mucho favoreció al público, a los distintos oficiantes de las artes escénicas y al propio entramado de la cultura nacional, la realización de esos importantes festivales.
Como docente Giménez impulsó el Taller Nacional de Teatro y el Centro de Directores para el Nuevo Teatro. Fue fundador y presidente del Teatro Nacional Juvenil de Venezuela y miembro del Consejo Nacional de Teatro. Un sucinto resumen de su trabajo como director en Venezuela da cuenta de unos 60 montajes con el grupo Rajatabla ofreciendo icónicas presentaciones en Caracas, y atendiendo a invitaciones para participar en festivales de Estocolmo, Berlín, Nueva York, Rotterdam, Reykjavik, Ciudad de México y otros escenarios de Europa y América.
A continuación ofrecemos cuatro de sus escritos más relevantes: EL GRUPO (1989), suerte de ars poética del grupo Rajatabla, publicado en febrero de 1985 en la Revista Primera Fila; luego van las INDICACIONES SOBRE LA PUESTA EN ESCENA DE TU PAÍS ESTÁ FELIZ, relativas a su dirección escénica en el memorable montaje del año 1971; en tercer término, presentamos su MENSAJE POR EL DÍA NACIONAL DEL TEATRO, publicado en El Nacional el 28 de junio de 1989. Por último, reproducimos la PRESENTACIÓN DE SEÑOR PRESIDENTE, que el maestro Giménez redactó en 1977 para el programa de mano de estreno de la obra inspirada en la novela homónima de Miguel Ángel Asturias.
Yo conocí a Carlos en los inicios del grupo Rajatabla en 1971. Mi hermano Paco no pudo entrar a la Universidad Central ese año porque había disturbios por motivos políticos y entonces cerraron la universidad. Y como él estaba estudiando con Xulio Formoso, se graduaron juntos de bachilleres, los dos estaban en la misma situación. Y Xulio que era músico, guitarrista, compositor, le dijo a Paco que había un joven director, Carlos Giménez, que estaba haciendo audiciones para formar un grupo de teatro. Y entonces fueron juntos y Carlos le dijo a Xulio que le interesaba su música para su obra de teatro. Y Paco no ingresó al grupo ese día porque tenía la formación española de nuestros padres, así que le dijo a Carlos que iba a consultar con nuestros padres. Así lo hizo y mi mamá le dijo que mientras esperaba que comenzara la universidad le parecía que estaba bien así no estaba sin hacer nada.
Y fue así como mi hermano se integró al elenco original de Tu país está feliz y yo, que era muy jovencita, tenía 16 años, conocí a Carlos después la primera función, el 28 de febrero, a la que fui con mi abuelita y fue un impacto enorme paraella porque los actores estaban desnudos y entre ellos mi hermano Paco, entonces el impacto fue muy fuerte. Después de esa función conocí a Pepe Tejera, a Xulio -que tampoco lo conocía muy de cerca- y a Carlos. Y a partir de allí se formó una relación muy familiar. Carlos nunca dejó de ir a nuestra casa y los domingos se hacía una tertulia en mi casa con toda esta gente joven que hablaba de todas las cosas que querían hacer con el teatro. Y mi mamá les preparaba cena, como buena española, y siempre tenía algo distinto. A Carlos le gustaba mucho la comida española, las tortillas de mi mamá. Y pasábamos momentos muy agradables todos los domingos y esas tertulias duraron años.
Cuando conocí a Carlos no me pareció un hombre difícil ni intimidante. Era un hombre joven, muy joven, que asombraba por la seguridad que tenía en lo que estaba haciendo siendo tan joven. Para ser un director joven, que tenía un grupo de jóvenes en sus manos, tenía que tener ese porte de seriedad y en su manera de hablar tenía todo loque necesita un hombre que va a dirigir: tenía fortaleza, era asertivo, era sabio. Él era muy sabio en lo que hacía y se hacía respetar. Yo era músico y estaba acostumbrado a los maestros mayores, profesores viejos, de bastante edad, y para mí era impresionante ver a un hombre tan joven dirigir a otros jóvenes. ¿Y cómo podía hacerlo? Tenía que hacerse respetar y la única manera de lograr ese respeto era siendo serio, exigente, quizá incluso más exigente que otros directores por eso, por su juventud. Él era un hombre que veía muy a futuro, él tenía una visión de futuro muy grande, pues tenía las expectativas de hacer lo que otras personas no habían hecho. Y él tenía una labia para enamorar a la gente, en la claridad de lo que élexigía, de lo que él quería crear en el país...Tenía una labia espectacularmente divina, cuando él hablaba todo elmundo se callaba para escucharlo.
Cuando Carlos comenzó a adquirir fama ¡no cambió! Yo nunca lo vi cambiar, nunca sentí que cambiase. Él creció como hombre, como artista, como genio. Como genio de la creación artística porque él hizo cosas donde los demás directores nunca se atrevieron a llegar. Entonces hablar de Carlos es hablar de un gran cultor. Él no se creció, él era un hombre muy exigente y no se conformaban con lo que hacían otros. Él utilizaba la magia, la grandeza, las virtudes… era imposible tratar de que saliera algo “normal” porque él buscaba más allá de lo que hacía un artista normal. Él buscaba la belleza plena, lo inimaginable y eso le gustaba mucho a la gente que lo rodeaba.
Recuerdo que en 1972 Rajatabla se va de gira por Latinoamérica y se quedan mucho tiempo en Argentina. Y Paco fue con ellos porque la universidad estuvo más de un año cerrada pero finalmente Paco no volvió a la universidad porque se quedó en el mundo del teatro. Y te tengo la mejor anécdota de Paco en Argentina. Él era muy jovencito, de cabello corto, un muchacho que estaba creciendo en Rajatabla. Paco se estaba alojando en la casa de los padres de Carlos y un día Paco dice: “me voy a bañar” y se metió en el baño para bañarse. Pero Paco siempre tardabamucho para bañarse. Y entonces el papá de Carlos le dice a Carlos: “este amigo tuyo tarda mucho bañándose, ¿será normal?” Y Carlos le dice que sí, que Paco siempre se demora mucho en el baño. Y al rato el papá de Carlos le vuelve a decir a Carlos que Paco se tarda mucho. A Carlos le empezó a preocupar y empezó a tocar la puerta del baño pero Paco no contestaba. Y el papá de Carlos que era un hombre muy grande, muy fuerte, tumbó la puerta y cuando se abrió encuentran a Paco debajo de la regadera con el agua fría cayéndole encima del cuerpo, desmayado. El papá de Carlos lo saca y Paco no tenía signos vitales, estaba casi muerto. ¿Qué había pasado? La ducha funcionaba con gas, le daban vueltica a la llave y empezaba a salir el gas y se prendía la válvula de fuego y salía el agua caliente.Y Paco hizo algo mal, la válvula nunca se abrió y empezó a salir gas y el gas lo desmayó. El papá de Carlos puso a Paco sobre una mesa y cuando llegó el médico le inyectó una medicina en el corazón y Paco revivió. Aquello fue un susto tremendo para la familia Giménez, para Carlos, aquello fue terrible. El grupo regresa a Venezuela después de casi un año de gira y Paco estaba irreconocible,tenía el pelo afro, y entonces me dijo: “Es que me morí María José, volví a nacer”. Y yo siempre le agradecí la vida de mi hermano al papá de Carlos, y a Carlos también, pero sobre todo al papá que se preocupó tanto porque Paco se tardaba mucho en el baño. Y esa fue la primera vez que Paco casi se me va.
Carlos Giménez y Francisco "Paco" Alfaro
Carlos era muy familiar, muy familiar y los domingos mi mamá, que era española,hacía comida como para un batallón, porque como ella vivió la guerra cocinaba para todo el mundo y regalaba comida e invitaba todo el tiempo a comer a casa. Y cuando Carlos conoció la comida de mi mamá no dejaba de ir los domingos. Y tomaban el vinito, tomaban el brandy, tomaban el cafecitonegro, hablaban de los planes y proyectos. Y además de Carlos y Paco estaban Pepe Tejera, mi querido Pepe, cómo me respetaba y cómo lo respetaba yo; Xulio, Juan Pagés, no me recuerdo todos los nombres y también estaban mi mamá,mi papá, mi abuelita y yo. Y allí se quedaban todo el día en mi casa hasta que Carlos decía: “vámonos chicos, que tenemos que hacer cosas.” Eran los domingos de tertulia en casa de mi mamá Carmen y eso era maravilloso y Paco siempre estaba emocionado y feliz por eso.
¿Cómo no hablar del accidente que tuvo Carlos Giménez? Estaban construyendo el teatro Teresa Carreño y Carlos estaba en la parte interior en donde había andamios y un hueco profundo. Y él estaba allí visualizando una obra, viendo todo, estaba con los muchachos del grupo. Y mi mamá trabajaba como enfermera en la Clínica Sanatrix con el Dr. Manuel Palacios, que era el dueño accionista de la clínica. Y entonces Paco llama a mi mamá y le dice:
- -Mamá, Carlos Giménez acaba de tener una caída de más de 20 metros, creemos que no sobrevive, ¿para donde lo llevo?
Y mi mamá le dice que lo lleve para la clínica, que ella acababa de hablar con el Dr. Palacios y que lo estaba esperando junto con un equipo médico. Lo llevan en ambulancia y efectivamente en la puerta de la clínica están todos los médicos: terapia intensiva, sala de emergencias, quirófano, todo el mundo. Bueno, Carlos llegó prácticamente muerto, tenía el hígado roto, tenía todo roto y una mano completamente destruida, pulverizada prácticamente. Entraron los mejores médicos: el Dr. Palacios, la Dra. Magali Torrealba, el Dr. Bertolani y Carlos duró en terapia intensiva más de 20 días. Y luego vino la rehabilitación de su mano. Pero mira, él volvió a nacer, él no tenía que morir, él era un niño que vino con un ángel y se salvó de ese evento tan traumático que tuvieron ellos. Y digo ellos porque te podrás imaginar, puros jóvenes y su director se cae. Y esa fue otra de las cosas que vivimos en mi casa.
Yo entro a Rajatabla por pura casualidad en 1977 con la obra Señor Presidente. En la obra había 3 músicos: Luis Malavé, que era el cuatrista; Simón Andrade que era el mandolinista y luego estaba Roberto Castillo que era el guitarrista. Entonces invitan a la obra al Festival de Teatro de las Naciones en Nancy, Francia, más una gira por toda Europa. Y una semana antes de partir de gira Simón le avisa a Carlos que él no puede viajar. Y Señor Presidente tiene algo muy característico que es la música en vivo y es una música propia de la Venezuela de esa época. Yo era músico, profesora de música en los conservatorios, cantante clásica y mandolinista porque pasé mi infancia tocando lamandolina al igual que mi hermana Carmen. Entonces Paco le dice a Carlos: “Está mi hermana María José, que es mandolinista y tiene 22 años.” Y Carlos le dice: “Dile que venga ya, ayer debería haber venido.” Voy para Rajatabla, me dan las piezas de oído y yo me pongo a sacar mis canciones, me consiguen un vestuario y me fui para el Festival de Nancy. Y por eso, porque entré a último momento, no está mi nombre en ninguna parte. Luego vino una gira nacional y tampoco está mi nombre porque mi hermana Carmen había hecho una gira por América Latina con Señor Presidente, porque yo no había podido ir y cuando viene la gira nacional es mi hermana la que no puede ir, pero ya los programas estaban impresos así que tampoco aparece allí mi nombre.
¿Qué pasó en Nancy? Mira, aquello fue espectacular, primero llegamos a París, y fue espectacular llegar a París y que Carlos nos llevara a pasear alrededor del río Senna, él adelante y todos nosotros detrás de él y Carlos decía “miren esto, miren lo otro” y Carlos alucinaba, ¡estaba tan feliz ese muchacho! Todos estábamos muy felices. Pasamos la noche allí y al día siguiente muy temprano partimos en tren para Nancy.
Todo el grupo usaba unas bragas azules, finitas, como blue jean, y cada braga decía “Rajatabla” en el lado izquierdo, esa era la braga de trabajo de Rajatabla porque en el grupo todos teníamos que trabajar, montar y desmontar en cada sitio en el que nos presentásemos: montabamos en la mañana y en la noche teníamos la representación. Era comiquísimo, nosotros por todo Nancy pegando carteles anunciando la presentación de Rajatabla, con aquel frío impresionante, 1 grado bajo cero, y nosotros con esas braguitas, yo por suerte me había llevado unos chales de lana y me los ponía encima, porque nadie pensó que hacía tanto frío en esa época en Francia, ¡qué frío pasamos en Nancy! En esa gira fuimos a España, Italia, Bélgica, Suecia, no me recuerdo todos los países porque fueron muchísimos. Y en todos los lugares era lo mismo: el público hacía que Rajatabla y Carlos salieran más de 10 veces a saludar y el público parado aplaudiendo sin cesar. Aquello era un lujo. Vivir aquello fue muy emocionante para todos, porque todos eran jóvenes que habían triunfado en Venezuela con Tu País está Feliz, Venezuela Tuya, muchas obras, pero Señor Presidente marcó un récord. En París nos presentamos en el Espacio Cardin, y yo decía: “¡Dios mío, estamos aquí, no lo puedo creer!”. Y nos recibió Pierre Cardin, y yo alucinaba, y Cardin enamorado de la obra, de Carlos, de todos. No hubo lugar en Europa donde no nos trataran como reyes y reinas. Y el éxito fue muy grande, enorme.
María José Alfaro, atrás con bufanda, al lado de su hermano Paco. Foto Miguel Gracia
Cuando regresamos estábamos muy felices, Carlos estaba muy feliz. Ahora, ¿qué sucedió? Que cuando tienes éxito tienes depredadores. Y Carlos tenía muchos depredadores detrás de él. La obra la pararon… ¿cuántas veces no le pararon obras a Carlos en Venezuela con la policía?Me acuerdo de Venezuela Tuya y yo veo hoy a Venezuela tal como Carlos la montó en 1972: aquel poco de buhoneros vendiendo leche, agua, “se vende este país”, y era la visión que él tenía de lo que venía. Porque el texto de Venezuela Tuya es una cosa pero el montaje que Carlos hizo fue impresionante. ¿Cuántas veces no quisieron parar Señor Presidente, y lograban pararlo a veces? Entonces ¿qué pasó? Bueno, que había director jovenes y directores mayores que no tenían la misma fama que Carlos Giménez, que no habían llegado a donde Carlos llegó, entonces empezaron a hablar mal de él: que si era extranjero, que si era un tipo que golpeaba. Y, sí, cómo no, yo una vez vi a Carlos Giménez patear una puertay la reventó porque venía con muchas cargas, pero jamás golpeó a una persona. Y golpeó la puerta para mostrarle a un actor que tenía que actuar con furia. Y las cargas eran la envidia de los directores y de la prensa. Yo hice mi examen de música con Vicente Emilio Sojo y él le decía a la gente: “mira, tú no sirves, vete a la esquina pa vender arepas” y mira, mucha gente se frustró. Pero era lógico que fueran así. Eran personalidades que habían logrado mucho éxito y tenían una responsabilidad muy grande entre sus manos. Y Carlos soportando aquellos ataques de los demás grupos que querían desprestigiarlo, que decían que el gobierno lo ayudaba, y claro que el gobierno lo ayudaba porque el gobierno sabía a quien ayudaba, igual que ayudaba al Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles de José Antonio Abreu. Entonces, para concluir, vinimos muy felices de Europa por el gran éxito obtenido y en vez de recibirnos con alegría, o por lo menos respeto, Carlos se tuvo que enfrentar a sus depredadores.
Cuando Carlos se enfermó mi hermano iba todos los días a verlo y me contaba: “ahora la única palabra que dice es zapato, porque se le olvidaron todas las palabras.” Y Carlos sufría y se atormentaba por lo que le estaba pasando y todos sufriendo viendo la destrucción de Carlos por esa enfermedad, fue terrible. Y te voy a decir, jamás vi que Carlos le faltara el respeto a alguien, o que él hiciese algo que estuviese lejos de la integridad de un ser humano. Porque mi hermana y yo que trabajamos con él siendo tan jóvenes y que no éramos de teatro, siempre fuimos tratadas con mucho respeto.
Yo amé mucho a Carlos como amaba a mi hermano Paco, como amaba a Pepe, a Ángel Acosta, como amaba a tantas personas de Rajatabla y los hice respetar por todo el mundo, delante mío nadie podía hablar mal de Carlos ni de Rajatabla, no lo permitía, ni a la gente de teatro ni a la prensa. Abreu respetaba a Carlos Giménez y el día quemi hermano Paco murió, el Maestro Abreu fue a la funeraria a despedirlo y dijo: “Francisco Alfaro al lado de Carlos Giménez. Nunca podrán reemplazarlos.” Y eso para mí, dicho por el Maestro Abreu, valía todo. Para mí Rajatabla fue una gran institución, me dio muchas cosas que aprender y muchas cosas que conocer, sobre todo el empeño, el trabajo, el logro de una persona. Carlos Giménez me trató siempre con amor, con cariño, a mi hermana también y mihermano amaba Rajatabla, allí conoció a su esposa, su hijo trabajo de niño en una obra. Carlos siempre respetó a mi mamá, mi casa, nunca hubo algo que irrespetara o que dijese o que gritase o que le levantara la mano a alguien. Nunca jamás. Esa es mi experiencia con Carlos Giménez. Lo amo, lo quiero, lo adoro y sé que donde él esté, él también siente eso por mí.
Paramí Carlos era un ángel, un ángel que llegó para iluminar el teatro en Venezuela y lo logró y se lo mostró al mundo entero. Con el Festival Internacional de Teatro de Caracas Carlos puso a Venezuela a valer, porque venían todos los grupos de teatro del mundo y por otro lado los grupos venezolanos que estaban escondidos debajo de una escalera ylos teatros como el de La Vega y el de Petare, todos fueron incorporados al Festival. Fue algo que nadie logró hacer. Lo logró Carlos Giménez. Con su juventud, con su ímpetu y con esa luz de ángel que él tenía. Porque para mí él era eso: un ángel iluminado que vino a hacer del teatro de Venezuela lo que llegó a ser.
Texto que formará parte de la segunda edición del libro ¡Bravo, Carlos Giménez!, de próxima publicación.
MARÍA JOSÉ ALFARO
Nací en Sao Paulo, Brasil, y crecí en la hermosa ciudad de Caracas, Venezuela. Mi infancia estuvo repleta de felicidad, compartida con mis queridos hermanos Francisco José y Carmen. Desde una edad temprana, encontré mi pasión en la música, lo que me llevó a una vida llena de notas y melodías.
Mi educación primaria transcurrió en el Colegio Municipal Andrés Bello, mientras que la educación secundaria la cursé en el Liceo Núñez Ponte de Caracas. Aquí, además de mi amor por la música, compartí momentos especiales enfocándome en mis estudios musicales.
La elección de estudiar música en la educación superior fue una decisión natural para mí. Me sumergí en el mundo de la música estudiando en la Escuela de Música Lino Gallardo, el Conservatorio José Ángel Lamas, el Conservatorio Juan J. Landaeta y la Escuela de Música Juan Manuel Olivares. En cada uno de estos lugares, obtuve valiosas certificaciones que me impulsaron hacia adelante.
Mi carrera profesional comenzó en la Escuela de Música Pedro Nolasco Colón y el Colegio María Auxiliadora. Desde entonces, mi carrera ha evolucionado significativamente, llevándome a destacados conservatorios y roles influyentes. Trabajé en el Conservatorio Prudencia Esaá y el Conservatorio Nacional de Música J.J. Landaeta, donde pude contribuir y formar corales infantiles en diversas escuelas.
Los logros han sido muchos en mi trayectoria. Uno de los momentos más memorables fue tocar la mandolina en la obra Señor Presidente con el grupo Rajatabla, dirigido por Carlos Giménez. También participé como soprano en los Madrigalistas Vicente Emilio Sojo, recorriendo escenarios internacionales y teniendo el honor de cantar para el Papa Juan Pablo II en el Vaticano.
La vida no estuvo exenta de desafíos, y uno de los más significativos fue enfrentar y superar un cáncer de tiroides. Mi familia y mi fe fueron pilares fundamentales para superar este obstáculo.
En mi vida, la influencia de mi madre Carmen Cepero ha sido incalculable, brindándome apoyo incondicional. Además, el Maestro Leopoldo Billings dejó una huella profunda en mi camino.
Mi día a día está impulsado por una pasión constante por la superación y el amor por mis hijos. Además de la música, tuve la fortuna de dirigir mi empresa musical Arpegio y de fundar la Escuela de Música Aka Suena, en Caracas Venezuela, donde impartí clases de pintura, danzas y música. Aka suena sirvió de motor de propulsión para muchos artistas que hoy dejan en alto el nombre de sus países, de sus familias y de nuestra misma escuela Aka suena.
Mi tiempo libre lo dedico al canto y a reír con mis seres queridos. Siempre he sentido una responsabilidad hacia la comunidad y he estado involucrada en actividades de voluntariado, desde parrandas hasta eventos benéficos en hospitales.
La partida de mi hermano Francisco José dejó una profunda marca en mi vida.
Mi familia propia, compuesta por tres hijos y cinco nietos, ha sido mi mayor fuente de inspiración y apoyo. La música corre en nuestras venas, y esto ha fortalecido nuestros lazos familiares y nuestras actividades compartidas.
Hoy, mi enfoque se ha ampliado hacia mi crecimiento espiritual. Soy maestra en Reiki y brindo acompañamiento espiritual, todo ello en compañía de mis hijos. Espero continuar creciendo como ser humano y contribuyendo positivamente en la vida de quienes me rodean.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque Carlos (Argentina 1946-Venezuela 1993) en apenas 30 años de carrera dirigió más de 80 obras de teatro en Argentina, Venezuela, México, Perú, Nicaragua, España y Estados Unidos, donde fue invitado por el mítico productor Joseph Papp, y creó -entre otras - nueve instituciones culturales de gran importancia en Venezuela y Argentina.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque cuando Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, vio El Coronel no tiene quien le escriba adaptada y dirigida por ti, dijo de sus personajes: “No los reconozco, los conozco. No los había conocido, los conocí ahora. Yo me imaginaba cómo eran, pero nunca los había visto. Ahora los vi.”
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 19 años gana sus primeros premios internacionales en los festivales de teatro de Cracovia y Varsovia (Polonia), otorgados por el Instituto Internacional de Teatro-Unesco (ITI) y participa en el Primer Festival de Teatro de Nancy (Francia).
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 22 años recorre América Latina por tierra haciendo teatro para las hijas y los hijos de los mineros, los pescadores, las campesinas, los olvidados y olvidadas de la tierra y nunca dejó de hacerlo.
¡Bravo, Carlos Giménez! Porque fue generoso, amable, humilde y agradecido, aunque a veces la leyenda diga lo contrario. Un ser humano con todas las virtudes, defectos y contradicciones de los seres humanos.
Carlos Giménez y el alcalde Claudio Fermín en el Pequeño Teatro de La Vega
"Carlos Giménez, Claudio Fermín (Alcalde de Caracas), Esteban Araujo (Presidente de FUNDARTE), Daniel López (Actor de Rajatabla), Omar Ochoa (Presidente de FUNARCVE) y la Jefa Civil de la Parroquia La Vega, 1992." MG
Migdalia ¿en qué año, en qué ciudad y en qué circunstancias conociste a Carlos?
En octubre de 1985 mi maestra de música, la Profesora María José Alfaro, se encontraba embarazada, tenía fecha de parto para noviembre y no podía asistir a un compromiso en el que su esposo, el también músico José Antonio Oliveira, sería el director musical, y me pidió que por favor le hiciera la suplencia como cantante en ese compromiso. Yo acepté con muchísimo gusto pues era nada más y nada menos que participar en una obra con el Grupo Rajatabla, ¡que honor!, dirigida por nada más y nada menos que el insigne Carlos Giménez. Allí lo conocí aunque no tuve contacto directo con él porque, para ser sincera me daba mucho miedo, era un hombre de fuerte carácter y excesivamente exigente y aunque yo estaba en la parte musical de esa obra, le temía; fueron días, noches y madrugadas de ensayos. La obra era Ramón Terra Nostra y se estrenó el 18 de octubre de 1985 en el Auditórium de la Federación Campesina de Venezuela, en la avenida San Martín de Caracas, bajo la magistral dirección del maestro Carlos Giménez.
¿Qué te pareció Carlos en ese momento?
Me pareció una persona implacablemente exigente con sus actores, me impresionó su fuerte carácter, pero, además, me impresionó su entrega al trabajo de dirección, su profesionalismo, su impecable y monumental trabajo.
¿Se le notaba el poder?
Se le notaba mucho carácter, pero, sutileza e impecabilidad, su pasión por el teatro hacían de sus montajes una virtuosidad.
¿Habías visto alguna obra suya?
La primera obra que vi de Rajatabla fue Ramón Terra Nostra y la segunda El coronel no tiene quien le escriba, una majestuosidad de obra teatral, un trabajo impecable tanto en dirección como en actuación. Carlos Giménez era una persona disciplinada y trabajaba el teatro con mucha minuciosidad y mucha pulcritud.
¿En qué obras o proyectos trabajaste con él?
IX Festival Internacional de Teatro de Caracas y el Proyecto de Clubes Interparroquiales de Teatro en la cual la Parroquia Piloto fue La Vega y la creación del Pequeño Teatro de La Vega.
¿Cuál es la relación de Carlos con la creación del Pequeño Teatro de la Vega?
En 1991 nos reunimos un grupo de jóvenes amantes del arte, músicos, artistas plásticos, psicólogos entre otros, con el Maestro Carlos Giménez en Rajatabla. Él, cómo mencione anteriormente, quería formar Clubes Interparroquiales de Teatro, entre las parroquias participantes estaban San Agustín, Parroquia Sucre, 23 de Enero, y La Vega por supuesto. En esa reunión se nos pidió legalizar nuestra institución, la Fundación Artística Cultural La Vega (FUNARCVE), hecho acaecido el 22 de febrero de 1991.
Desde entonces nos reunimos en varias oportunidades hasta que se decidió buscar un espacio en nuestra parroquia, tratamos de contactar con los dueños del antiguo Cine La Vega, pero no se logró concretar nada, hasta que conseguimos una casa en el casco histórico de la Parroquia La Vega, que pertenecía a una familia de apellido Quintero; aunque la casa estaba en franco deterioro, a Carlos le gustó la zona y el espacio. Fue entonces que en el último trimestre del año 1991 se procedió a alquilarla porque no se llegó a un acuerdo de compra.
Fue entonces que el 5 de abril de 1992 de inauguró la sede del Pequeño Teatro de la Vega en el marco del IX Festival Internacional de Teatro, con la presentación del Grupo Teatro Negro de Barlovento, con la obra “Tumba la Casa Pacheco”, además de la participación de grupos de teatro de Estados Unidos, Ecuador, Uruguay y Cuba I. Y en la Plaza Bolívar de La Vega la presentación de obras de Australia I y Holanda IV.
En 1996 la Fundación Artístico Cultural La Vega (FUNARCVE) conjuntamente con la Alcaldía de Caracas, con el para ese entonces Alcalde de Caracas Antonio Ledezma, dotaron al Pequeño Teatro de La Vega de Iluminación, sonido, además de la impermeabilización y se hizo posible la participación como sede del Pequeño Teatro de La Vega en el XI Festival Internacional de Teatro con la participación de países como México, Estados Unidos, Ecuador, España y Cuba. Para mí fue un homenaje a Carlos Giménez, a su tenacidad, a su virtuosidad.
El PEQUEÑO TEATRO DE LA VEGA, fue una sala polivalente, caja negra de 198 metros cuadrados, con sonido e iluminación y aunque sus butacas era muy viejas (fueron reconstruidas, pertenecieron al Teatro París), funcionó y fue la casa de artistas nacionales e internacionales: Cañamomo de Colombia, artistas nacionales tales como Elba Escobar, Teresa Selma, Carlota Sosa, Tania Sarabia, Grupo Rajatabla, Dramo, Rajatabla Danza, Caracas Roja Laboratorio, Grupo Teatral Fantoches, grupos de Ska tales como Palmeras Kanivales, entre otras muy famosas hoy por hoy, grupos de Hip-hop de La Vega, Grupo juveniles de Rock, TENUTO, Yordanzon Gabriel, grupos musicales y religiosos se dieron cita en el Pequeño Teatro de La Vega.
"Así se encontraba la casa la primera vez que entramos los miembros de la Fundación Artístico Cultural La Vega, Carlos Giménez y autoridades del Consejo Nacional de La Cultura y Alcaldía de Caracas." MG
"Pequeño Teatro de la Vega en construcción 1991-1992." MG
Carlos era un hombre muy generoso, de ayudar mucho a la gente tanto con dinero con trabajo.
A pesar de su fuerte carácter y su caparazón de hombre inalcanzable, era honesto, noble, capaz de colaborar y demostrar cariño a sus semejantes.
En general tenía un carácter apacible pero cuando se enojaba estallaba como un volcán. Yo lo escuché gritar muchas veces, pero nunca sin motivo. ¿Cómo fue tu relación con él?
En realidad demostraba ser una persona muy fuerte y de mucho carácter y sí estallaba como un volcán, pero finalmente, era un hombre noble de gran corazón.
Hay muchas definiciones maravillosas sobre Carlos, pero no puedo citarlas a todas así que sólo citaré tres. Para Rubén Monasterios era “un ángel furibundo. Para Azparren Giménez “hubo una pasión por Carlos Giménez que siempre me recordó al personaje de Teorema, la película de Pasolini”. Y para la nominada al Oscar, Norma Aleandro, Carlos tenía un “ÁNGEL” impresionante”, y el “ángel” lo dijo en mayúsculas. ¿A qué Carlos conociste tú o conociste a los tres?
Para mí fue un hombre maravilloso, capaz de enseñar, de entregarse a las artes escénicas sin medidas. Para mí es, fue y será el hombre más capacitado, dotado de conocimientos que, aunque no era venezolano, fue una persona de que dio todo por el teatro venezolano del siglo XX, ejemplo de templanza, de tenacidad: mi admiración eterna hacia ti Carlos Giménez.
¿Qué es lo que más valoras de él como persona?
Su talento, su disciplina, su espíritu creativo, Carlos Giménez para mí fue un maestro.
¿Y cómo creador?
Carlos era un hombre con visión futurista, un gran creador, a mi parecer, el mejor ejemplo teatral en los últimos años.
¿Crees que el FITC que Carlos creó junto a María Teresa Castillo hizo aportes valiosos al teatro venezolano?
Por supuesto que sí, desde su creación en 1973, por iniciativa de Carlos Giménez con el apoyo nada más y nada menos que de María Teresa Castillo una persona esplendida, ese dúo dejó grandes aportes al país con el Festival Internacional de Teatro de Caracas, este país fue sede de creativos, grandes artistas, directores, escenógrafos, luminitos, escritores, dramaturgos, catedráticos en teatro y diversos especialistas que enriquecieron el quehacer teatral venezolano. Desde 1973 hasta 1992 Venezuela fue un referente teatral a nivel mundial, por sus grandes aportes escénicos.
De todas las instituciones que creó, ¿cuál te parece más significativa?
¿Crees que Carlos cambió cuando se convirtió en el hombre más poderoso del teatro venezolano?
Carlos siempre fue el mismo talentoso, con su mismo carácter, su indiscutible creatividad escénica.
¿Quieres contarme alguna anécdota que hayas vivido con él? Puede ser más de una.
El 28 de julio de 1992 vi a Carlos por última vez, en un acto para la entrega de reconocimientos al artista nacional por parte del alcalde de Caracas, Claudio Fermín. Carlos me invitó personalmente. Al transcurrir del evento venía un hombre bajando las escaleras de la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, lugar donde se llevó a cabo dicho evento, y me hizo señas de que llegará hasta él: era Carlos Giménez. Me senté con él en esas escaleras y me entregó unas carpetas las cuales contenían contrato de arrendamiento, deudas pendientes y planos del Pequeño Teatro de La Vega, yo me quede sorprendida y le pregunté ¿por qué? Y me contestó: “dejo todo en tus manos, tú serás capaz y sabrás que hacer”.
De allí en adelante traté de comunicarme con él pero fue imposible, ya estaba en muy mal estado de salud, para saber de él me comunicaba con nada más y nada menos que con la primera actriz Pilar Romero, ella me informaba acerca de su estado de salud, no fue sino hasta el 28 de marzo de 1993 cuando a tempranas horas de la mañana me enteré que había fallecido. No pude verlo en la Funeraria Valles de la ciudad de Caracas aunque asistí, no me dejaron verlo por mi avanzado estado de gravidez, lloré mucho, luego casi cerca del cumpleaños de Carlos nació mi primer y único hijo, el 11 de abril de 1993.
¿Hay algo que no te haya preguntado que quieras contar?
Lamentablemente el 24 de julio del año 2013 uno de los legados de Carlos Giménez, el Pequeño Teatro de la Vega, fue invadido bajo la mirada cómplice de la alcaldía de Caracas, FUNDARTE y colectivos invadieron uno de los sueños de Carlos Giménez, el Pequeño Teatro de la Vega (PTV) que tanto esfuerzo y trabajo nos costó. Y también fue robada su idea del Festival Internacional de Teatro de Caracas, muy triste y lamentable.
¿Qué significó para ti la muerte de Carlos?
Un golpe muy duro al quehacer teatral venezolano, él se llevó consigo todo ese talento insuperable, indiscutiblemente fue una lamentable perdida, pues él es insuperable. Después de su desaparición física nada fue igual.
¿Y para la cultura venezolana?
El hombre más grande del teatro venezolano del siglo XX, aunque era argentino
Si Carlos pudiera escucharte, ¿qué le dirías?
Mis respetos, gran admiración a ese planificador, trabajador incansable e insuperable, talentoso; indiscutiblemente fuiste, eres y serás único en lo que se refiere a las artes escénicas, mi eterno cariño y agradecimiento para ti Carlos.
Parafraseando a uno de tus más talentosos paisanos con relación a la música te diría “este camino no hubiera sido lo mismo sin ti, gracias totales” (Gustavo Cerati).
Homenaje para el inolvidable Carlos Giménez, el más grande, hombre de teatro del siglo XX.
He tenido grandes maestros: en primaria la maestra Lerida Mijares Mijares; en música mi amado Tiero Pezzuti y María José Alfaro y en teatro nada más y nada menos que el maestro de maestros Carlos Giménez.
Muchas gracias, Migdalia.
Gracias Viviana Marcela Iriart por tomarnos en cuenta, mi eterno agradecimiento, gracias, gracias, gracias. Gratitud y más gratitud a la enseñanza que Carlos Giménez me dejó.
Miembrofundador de la Junta Directiva de la Fundación Artístico Cultural La Vega. Productora General del Pequeño Teatro de La Vega. Participación en el IX y XI Festival Internacional de Teatro de Caracas. Directora del Grupo Teatral Infantil Nuevo Rostro y Grupo Teatral Juvenil Nuevo Rostro. Fundadora de los Grupos Teatrales Arte y Drama, Sueños del Libertador y Mundo Infantil. Participación como cantante en la obra Ramón Terra Nostra del Grupo Rajatabla. Directora del Grupo de teatro del Anexo de Damas de La Planta con participación en el Festival de Teatro Penitenciario. Participación como contralto en los Coros Ritmo y Armonía, Escuela Prudencia Esáa y Filarmónica de Caracas.