la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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SIMON es una obra maestra y catártica de un prodigioso Diego Vicentini, por José Augusto Paradisi Rangel, Ciudad de México, 9 de octubre de 2023

 



José A. Paradisi Rangel, Diego Vicentini y Mariana Zapata


 

Finalmente el milagro  ocurrió, mis meditaciones cotidianas y cada vez más apasionantes en el campo cuántico me regalaron una sincronicidad perfecta: una gracia de Dios que me ensancha mi genuflexión ante la inteligencia superior: VI SIMÓN, esa obra maestra y catártica de un prodigioso Diego Vicentini y con su presencia en un foro extraordinario a casa llena y ovación de pie. Los poliangulares logros estético y anímicos, esa canción inenarrable en contrapunto de emociones me llevó a la conclusión que expresé en mi participación en dicho foro:


Diego, mi asombro no cesa. Soy pintor y se lo difícil que puede ser ilustrar un poema sin caer en la obviedad; lo que Reverón llamó huir del color local, del amarillismo de postales para turistas, y negó sombras y colores en absolutismo de la luz. Pero aquí tu SIMÓN es la perfectísima ilustración del estado anímico de nuestros poeta mayor Eugenio Montejo con TERREDAD esa necedad de pertenecer a Tierra de Gracia que en sus propias palabras reza:


ESTA TIERRA FERAZ, SENTIMENTAL Y AMARGA QUE NO SE DEJA POSEER, NO SERÁ DE NOSOTROS NI DE NADIE  PERO HASTA EN LAS SOMBRAS LE PERTENECEMOS…


 GRACIAS DIEGO POR DEVOLVERNOS LA FE CON TU PELÍCULA, ESA PIEDRA QUE NO PUDISTE LANZAR EN NUESTRAS MARCHAS DEL 2017.


Y de soundtrack en mi corazón Fito Páez y aquello de ¿Quién dijo que todo está perdido? yo vengo a ofrendar mi corazón… ROTUNDO UNIVERSAL.

 


©José Augusto Paradisi Rangel

Ciudad de México, 9 de octubre de 2023







CARLOS GIMÉNEZ VUELVE A TRIUNFAR EN NUEVA YORK: "CALISTO EN EL FESTIVAL LATINO" por D. J. R. Bruckner , The New York Times, Nueva York, 13 de Agosto de 1987

 

 

 



"De manera característica, el Sr. Giménez crea un espectáculo

 con la amplitud y la grandeza cromática de una pintura de Gericault 

y pone a los personajes a dar vueltas alrededor de ella

 en una danza fascinante, pero sin desdibujar 

las complejas tramas de la obra."


 

 

LA LUJURIA, la codicia y el engaño pervierten la inocencia en la obra española del siglo XV de Fernando de Rojas usualmente llamada "La Celestina", y convierten el jardín donde dos adolescentes se encuentran y se enamoran, en lo que el padre de la niña llama "un laguna de limo llena de serpientes.''

 

En una adaptación pero con su título original - ''La Tragicomedia de Calisto y Melibea''- estrenada mundialmente por la Fundación Rajatabla de Venezuela en el Festival Latino en el Public Theater, el director Carlos Giménez entrega un drama de un erotismo tan ardiente que es difícil saber si el olor a fuego del auditorio proviene de los braseros del escenario o de los cuerpos de los actores. 

 

De manera característica, el Sr. Giménez crea un espectáculo con la amplitud y la grandeza cromática de una pintura de Gericault y pone a los personajes a dar vueltas alrededor de ella en una danza fascinante, pero sin desdibujar las complejas tramas de la obra. (La clara traducción simultánea proporcionada ayuda mucho en ese sentido). Aquí, el voluptuoso lenguaje renacentista del texto original a menudo es trasladado a la  acción; lo que en la obra de Rojas los personajes sólo  describen o  sueñan, aquí lo hacen realidad, como cuando los amantes hablan cada uno de la belleza del otro mientras un sirviente los baña y los acaricia. Incluso su manera de comer y de beber son emocionantemente sensuales.

 

Todo es inocente hasta que Celestina, la anciana que une a Calisto y Melibea, convierte su amor en una lujuria que atrae al Diablo del infierno sediento de carne y alma. Alexander Milic convierte a esta Celestina en una especie de nodriza de Julieta convertida en violadora, bruja y alcahueta, que corrompe a los jóvenes y enciende la codicia de los sirvientes de Calisto, en una furia asesina que los envuelve a todos en sangre. De una figura escandalosamente cómica en las primeras escenas, el Sr. Milic transforma a la mujer en una presencia malvada más amenazante que el grasiento demonio que se cierne detrás de ella.

 

La compañía Rajatabla, que se ha presentado los dos últimos años en el festival, parece más impresionante cada vez que regresa.

 

Sus miembros comparten no solo la disciplina de un excelente conjunto, sino también un espíritu completamente teatral y encantador. Inflamable.

 

LA TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA, adaptada por Manuel Sabido y Margarita Villaseñor; basada en ''La Celestina'' de Fernando de Rojas; dirigida por Carlos Giménez; traducida por Melia Bensussen; escenografía y vestuario de Rafael Reyeros; iluminación de David Blanco; diseño sonoro de Eduardo Bolívar; producción artística de Armando Africano; productor ejecutivo de Rajatabla, Williams López; asistente de dirección, Robert Stoppello. 

 

Presentado por Joseph Papp. En el Public Theater/LuEsther Hall, 425 Lafayette Street.

Celestina: Alexander Milic; Calisto: Javier Zapata; Melibea: Mariú Favaro; Sempronio: Aníbal Grunn; Parmeno: Jorge Luis Morales; Elicia: Ylia Popesku; Areusa: Ana Gato; Lucrecia: José Tejera; Sombras: Karl Hoffman, Elio Palencio y  Luis Garban; Pleberio: Cosme Cortázar y Francisco Alfaro; Músicos: Militza Núñez y Sergio Petrocelli.

 

 

Fuente y traducción: The New York Times


Texto original






García Márquez dio el visto bueno a la versión teatral de El Coronel / A.G.B., El Diario de Caracas, 24 de agosto de 1989.

 La versión y dirección de la obra estarán a cargo de Carlos Giménez, el fundador de Rajatabla.

Televisa está realizando una miniserie sobre Rajatabla. 

Fuente: Ana Lía Cassina / Carmen Gallardo / Mariana Llanos

¡Vuelve la gran Teresa Selma con dos monólogos: "El consultorio de la Dra. Spellman" y "La Loca de Bouchout" en el Círculo Teatral de Ciudad de México, febrero y marzo de 2023




Con 92 años y un exitosa carrera teatral, televisiva y cinematográfica en Venezuela y México, la ex Rajatabla de Carlos Giménez , la actriz y pedagoga Teresa Selma no se detiene y nos va a deleitar con su arte presentada por el Círculo Teatral.

Uno de los monólogos es de Alberto Estrella y esta dirigido por Andrés Tena: "El consultorio de la Doctora Spellman",  los días 15 de febrero; 1, 15 y 29 de marzo.

 El otro monólogo es "La loca de Bouchout: Carlota Emperatriz de México"  de Fernando del Paso en versión de la propia Teresa Selma, los días 22 de febrero, 8 y 22 de marzo.

Las funciones  serán a las 8 p.m.


Ambas presentaciones se realizarán  en el Círculo Teatral de ciudad de México: Av. Veracruz 107, Condesa, CDMX. 

Reservas al: 55 5553 1383

¡A no perdersela!

Plaza Carlos Giménez de la Fundación Rajatabla / Viviana Marcela Iriart, 14 de diciembre de 2020

 

"Es el rito del horror. ¿Por qué tanto odio?"
Caracas, 1984






Anita Giménez, hermana de Carlos, y un espantoso busto de Carlos Giménez (con perdón de su autor o autora) colocado en el patio que está a la entrada de la Fundación Rajatabla, a la que bautizaron Plaza Carlos Giménez, unos años después de su muerte.


¡¡¿¿Plaza??!!


¿Acaso no se merece Carlos que la Fundación Rajatabla que él creó y convirtió en un éxito internacional lleve su nombre? ¿Hasta cuándo seguiremos esperando? Qué pasó con sus amados rajatablinos que no quieren honrarlo? 


No te preocupes, Carlitos, ya pronto llegará el tiempo de las uvas dulces. 


©Viviana Marcela Iriart
14 de diciembre de 2020




CARLOS GIMÉNEZ CREADOR TEATRAL



Plaza Carlos Giménez














¡Bravo, Carlos Giménez! Luis Garván, actor, director: "Carlos era un genio... revolucionó el teatro contemporáneo internacional"/ entrevista de Viviana Marcela Iriart, Madrid, 11 de diciembre de 2020

 




Homenaje a Carlos Giménez


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque Carlos (Argentina 1946-Venezuela 1993) en apenas 30 años de carrera dirigió más de 80 obras de teatro en Argentina, Venezuela, México, Perú, Nicaragua, España y Estados Unidos, donde fue invitado por el mítico productor Joseph Papp, y creó  -entre otras - nueve instituciones culturales de gran importancia en Venezuela y Argentina.

¡Bravo, Carlos Giménez! Porqué creó  el Festival Internacional de Teatro de Caracas, junto a la entrañable y talentosa María Teresa Castillo;  el Instituto Universitario de Teatro  (IUDET), el Grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro (TNT), el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela (TNJV), el Centro de Directores para el Nuevo Teatro (CDNT), ASITEJ (Asociación Internacional de Teatro para la Juventud, Capítulo Venezuela)  y, en Córdoba,  el Festival Latinoamericano de Teatro y el grupo El Juglar cuando todavía era adolescente.

¡Bravo, Carlos Giménez! Porque cuando Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura,  vio el El Coronel no tiene quien le escriba adaptada y dirigida por ti, dijo de sus personajes: “No los reconozco, los conozco. No los había conocido, los conocí ahora. Yo me imaginaba cómo eran, pero nunca los había visto. Ahora los vi.”

¡Bravo, Carlos Giménez! Por haber llevado a Venezuela lo mejor del teatro del mundo, permitiendo que tomáramos talleres con los grandes Maestros y Maestras y ver sus espectáculos a precios populares: Tadeusz Kantor, Berliner EnsemblePeter Brook, Giorgio StrehlerPeter SteinLindsay KempPina BauschNorma AleandroVanessa RedgraveKazuo OhnoTomaz PandurEva BergmanEugenio BarbaYves LebretonPeter Schumann,   Antunes FilhoGilles MaheuSantiago GarcíaDarío FoEls JoglarsFranca RameEllen StewartJoseph Papp,  Andrezj WajdaDacia Mariani

¡Bravo, Carlos Giménez! Por hitos como Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias,  Bolívar La Muerte de García Lorca de José Antonio Rial, Martí, La Palabra de Ethel Dahbar, La Honesta Persona de Sechuan de Brecht, Tu país está feliz de Antonio Miranda, El Campo de Griselda Gambaro, La señorita Julia de Strindberg, Peer Gynt de Ibsen, El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez…  Porque sus obras fueron ovacionadas en Europa, Estados Unidos y América Latina.  Porque su talento como director y gerente cultural fue único, extraordinario, irrepetible en la escena latinoamericana.

¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 19 años gana sus primeros premios internacionales en los festivales de teatro de Cracovia y Varsovia (Polonia), otorgados por el Instituto Internacional de Teatro-Unesco (ITI)  y participa en el Primer Festival de Teatro de Nancy (Francia).

¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 22 años recorre América Latina por tierra haciendo teatro para las hijas y los hijos de los mineros, los pescadores, las campesinas, los olvidados y olvidadas de la tierra y nunca dejó de hacerlo.

¡Bravo, Carlos Giménez! Porque fue generoso, amable, humilde y agradecido, aunque a veces la leyenda diga lo contrario. Un ser humano con todas las virtudes, defectos y contradicciones de los seres humanos.

¡Bravo, Carlos Giménez! 

Porque fue un genio.
Y me haces mucha falta.



Memoria del FITC 1973-1992

 

Luis Garván y Benigno  Acuña en Memory, escrita y dirigida por Carlos Giménez



Luis ¿en qué año y en qué ciudad conociste a Carlos Giménez?

A Carlos le conocí, creo que en 1979 o 80, yo tenía 15 años, él estaba postrado en una cama de una clínica de Caracas.

¿Por qué estaba hospitalizado?

Había sufrido un accidente grave, la caída de un andamio mientras dirigía un montaje. Un accidente que casi le quita la vida. Yo estaba becado en el Teatro Negro de Barlovento y estaba hospedado en casa del director Armando Urbina, quien fue a visitarlo y me llevó con él a la clínica.

Nunca me imaginé que años después tendría el privilegio de formar parte del elenco Rajatabla durante 8 años de mi vida artística. 8 años que me marcaron para siempre.  

Pero en verdad lo conocí a la salida de la obra La Fiesta de los Dragones, que dirigía el español Juan Margallo para Rajatabla. Yo trabajaba en el montaje que se hacía al aire libre en el Parque del Este. Cuando terminó la obra se acercó a mí, me felicitó y se vino charlando conmigo hacia los camerinos, yo, por supuesto, sorprendido. Ese día me invitó a las lecturas de La Charite de Vallejo que comenzaban en esa semana en Rajatabla.

Desde entonces Rajatabla se convirtió en mi casa y los compañeros en mi familia. Yo venía del interior, de  la ciudad de El Tigre, tenía 18 años, me convertí en el actor más joven del elenco estable de Rajatabla

¿Qué te pareció Carlos? ¿ Intimidaba?

Carlos era un hombre genial, además de ser un genio como artista, como persona era un tipo muy generoso, bromista, leal, estaba acostumbrado a estar rodeado de muchos aduladores, por eso sabía todo lo que acontecía en el interior del templo Rajatabla. 

No creo que Carlos basara su relación con los demás a partir del miedo, ni profesional, ni personalmente. Imponía, eso sí. Otra cosa es que era extremadamente riguroso, exigente, siempre obsesionado por la perfección.

Un director no debe intimidar, su trabajo consiste en generar confianza, no se puede crear en libertad bajo presión y eso él lo sabía perfectamente.

¿Habías visto alguna obra suya antes de conocerlo?

Esta es una historia muy hermosa, cuando se la conté a Carlos se conmovió mucho, creo que eso nos hizo más cercanos, más cómplices.

La primera vez que vi  Rajatabla yo tenía 12 años. Rajatabla se presentaba en mi pueblo, El Tigre. Entre los muchachos se corrió el comentario de que en la obra salía una mujer desnuda. La obra era El Candidato y la mujer desnuda era Sonia Vera.  No teníamos ni dinero, ni edad para ver la obra. Nos montamos en el techo del gimnasio cubierto donde se hacía la representación. Quede hipnotizado por lo que veía desde las alturas, cual mono sujeto a las rejas fui testigo del acontecimiento que cambiaría mi vida para siempre. Pensé “esto es lo que yo quiero hacer,” pasado el desnudo mis amigos bajaron y se fueron, yo seguí colgado. Era mágico aquello, había una fuerza de atracción entre la obra de Carlos y ese adolescente que por primera vez veía una obra de teatro. Al pasar el rato, baje y le pedí al de la puerta que me dejara entrar, pues ya había pasado el desnudo, me miró y me dejó entrar. Termine de ver la obra desde adentro, en un rincón. Esos recuerdos los vivo como si fuera ayer, están tan marcado en mi memoria. Me acuerdo de Daniel López sin piernas en un carrito, de Pepe Tejera en zancos, de Cosme Cortazar y de Carlos Canut.

¿Carlos ya era famoso y poderoso?

Oí decir más de una vez a Carlos…”yo no quiero la fama, quiero la gloria”, creo que a Carlos eso de la fama no le interesaba, estaba por encima de eso, Carlos quería trascender con su arte, tocar el cielo con los dedos, su ambición no pasaba por la fama. Su obra trascendió más allá de lo insospechado. Su obra conmovió al mundo del teatro universal.

Solo los que participábamos en sus montajes sabemos la importancia de Rajatabla en los escenarios del mundo. Rajatabla cosechaba muchísimo más éxito en el extranjero que en Venezuela. Las ovaciones en el mundo todavía resuenan en mis oídos.

El poder de Carlos consistía en su capacidad de seducir, de gestionar sus proyectos, convencer a todo aquel que dudara de sus propuestas. La estética del poder dentro y fuera de las tablas. Un día me dijo: lo más importante para un director es descubrir el sentido dialéctico del teatro.

Mucha gente decía que Carlos se repetía, no, Carlos creó un estilo, el estilo Rajatabla, sus discursos escénicos y estéticos eran inconfundibles. Tadeusz Kantor es inconfundible, al igual que Ingmar Bergman o Giorgio Strelher, eso no es fácil, allí solo llegan los grandes. 

¿Crees que Carlos cambió cuando se convirtió casi en el hombre más poderoso de la cultura venezolana?

Carlos siempre fue Carlos Giménez, cuando estuvo seguro de su poder, fue cuando comenzó a cristalizar los proyectos fuera de Rajatabla. O sea, Carlos utilizó su poder para convertirse en el hacedor de realidades. Surgió el Taller Nacional de TeatroEl Centro de NuevosDirectoresEl Taller Nacional Juvenil de Venezuela y por supuesto la consagración del Festival Internacional de Teatro de Caracas.

Convirtió a Rajatabla en una transnacional de arte, exportando teatro, con coproducciones en New York, Spoletto (Italia), México, Argentina, Rusia. Ya no dependía solo de las ayudas y subsidios estatales y del Ateneo de Caracas. Creo que esto se aprendió después del conflicto con el Ateneo de Caracas y la familia Otero, conflicto que generó una crisis institucional que nos tuvo sin cobrar durante tres meses.  Yo estaba ese día, fue durante una función de El Pasajero del Ultimo Vagón en la quinta Macondo de los Otero. Pero no hablaré de eso.


Memoria del TNT 1984-1990



¿En qué obras trabajaste con él?

La Charite de VallejoAgua LindaAlegría y Mapulín, BolívarLa muerte de García LorcaMacbethEl Pasajero del Ultimo VagónLa Honesta Persona de ShechuanRamón Terra NostraTu País Está FelizHistoria de un CaballoLa Celestina, La máscara Frente al Espejo Memory, Casas MuertasEl EmbrujadoCipango. Tuve la dicha de participar en la época dorada de Rajatabla. 17 obras y ocho años inolvidables, creo que se me queda alguna sin nombrar.




La Máscara frente al espejo



Luis Garván y Jorge Luis Morales en Alegría y Mapulín



¿En cuál te gustó participar más y por qué?

Para mí todas fueron experiencias muy positivas, cada proceso creativo implicaba nuevos retos, vivencias nuevas, aprendizajes maravillosos. Los procesos de creación en Rajatabla eran auténticos descubrimientos. Pero quiero referirme a un proceso muy especial porque es el fiel reflejo de lo que era Rajatabla  

A raíz del éxito rotundo de Bolívar en New York, el influyente productor estadounidense fundador del New York Shakespeare Festival y del Public TheaterJoseph Papp, acordó con Carlos el estreno mundial en New York del próximo montaje de Rajatabla, el montaje elegido fue el “Testamento del Perro”. Como siempre se realizó todo el proceso de análisis, lecturas, distribución de personajes, íbamos atrasados y ya solo quedaban 20 días para el montaje, ensayos y estreno en New York. Ya todo estaba preparado, estábamos ya todos en la sala para el primer día de ensayos, esperando la llegada de Carlos, entró con su asistente y comenzó a repartir un nuevo texto.. Dijo: "no vamos a montar el Testamento del Perro, vamos a montar La Celestina.." Nos miramos a las caras todos, pero nadie dijo nada. Adelante.

Fueron 15 días de encierro en la sala Rajatabla, salíamos a las 5 de la mañana y entrábamos a las 2 de la tarde, 8, 10 y 12 horas sin parar. A veces en pleno ensayo yo podía ver a Carlos dormido en la butaca, aun así seguíamos  poseídos por la poderosa fuerza mágica del montaje. Nunca más he vivido algo parecido en mi vida. Logramos acabar el montaje en diez días y quedaban 5 días para apoderarnos de la vida de la tragedia, hacerla nuestra.

En New York tuvimos 2 días de ensayos incluida la noche del estreno. Horas antes del estreno ya estábamos vestidos, preparados en el escenario, comenzó a sonar la percusión en directo y todos comenzamos a danzar en el escenario, entregados al rito, poseídos por la magia Rajatabla. Se apagaron las luces y se hizo un silencio, que presagiaba lo que allí sucedería, silencio que se rompió con la entrada del público, a partir de allí, yo no supe nada más hasta despertar por la ovación que retumbaba en el patio de butacas. Ahora los poseídos eran ellos, el público que gritaba BRAVOOOOOO. Minutos de aplausos sin cesar.

A las 5 de la mañana pudimos leer una página entera del New York Time con la crítica más maravillosa que he podido leer de La Celestina. La consagración de Rajatabla en la cuna del teatro norteamericano, New York. Luego nos esperaba San Francisco, Ciudad de México, San Salvador y Caracas.

¿Cómo podía ser posible algo así? Solo con un genio como Carlos Giménez!! Yo lo llamé…El Milagro Rajatabla.      



 The New York Times, 13 de agosto de 1987


 ¿Cómo era Carlos en los ensayos, además de exigente? 

Mucha gente habla que Carlos era un puestista, que no dirigía actores, creo que esa leyenda la crearon los envidiosos, los odiantes, esos que como Salieri con Mozart, no soportaban la grandeza del genio.

En los ochenta, cuando la semiótica teatral había aportado estudios que significaban el salto del teatro contemporáneo de finales del siglo XX, ya Carlos estaba en sintonía con estos aportes. Cuando ya había salido a la luz el último legado de Stanislavski, el revolucionario Método de las Acciones Físicas y Análisis Activo, ya Carlos lo estaba poniendo en práctica de manera efectiva con su compañía.  Carlos siempre iba por delante, con años de distancia. No era un genio por ósmosis, era un estudioso e investigador que revolucionó el teatro contemporáneo internacional. Mucho hay que estudiarle para comprender el teatro y saber de dónde viene nuestro teatro verdadero. Lamentablemente no es motivo de estudio.

¿En qué giras y festivales participaste con esas obras?

Moscú, Riga, Lituania, Georgia, La Habana, New York, San Francisco, Ciudad de México, Guanajuato, San Josè de Costa Rica, Puerto Rico, San Salvador, Bogotá, Manizales, Buenos Aires, Córdoba, Rio Tercero, Carlos Paz, Madrid, Sicilia, Curazao, Montevideo, etc. etc.  Luego con mi compañía El Globo Teatro he estado en Egipto, Túnez, España, Jordania, Siria, China, Francia, Brasil y Venezuela. O sea que gracias al teatro he podido recorrer muchos escenarios en el mundo.

 Carlos era un hombre muy generoso, de ayudar mucho a la gente con dinero  y con  trabajo. En general tenía un carácter apacible pero cuando se enojaba estallaba como un volcán.  Yo lo escuché gritar algunas veces, pero nunca sin motivo. ¿Cómo fue tu relación con él?

Yo crecí en Rajatabla, me hice un hombre de teatro bajo la tutela de Carlos, me considero uno de sus discípulos más cercanos, no de una obra, de una experiencia, sino de un proyecto de vida. Casi todo lo que sé, se lo debo a Carlos y lo que he aprendido y sigo aprendiendo es gracias a las herramientas que me he llevado de Carlos. Me he convertido en director desde hace mucho tiempo, incluso antes de su muerte.

Carlos fue mi mentor y de una extraordinaria bondad conmigo, el sabía que yo quería ser director. Cuando viajábamos, me acostumbré a ir al teatro antes de que Carlos llegara a la sala y jugaba a imaginarme como resolvería el montaje en ese espacio, muchas veces acertaba y otras no. Cada escenario era una incógnita, ya que Carlos acostumbraba a aprovechar todo lo que el espacio físico del teatro le proporcionaba, la mayoría de sus montajes eran sin telones, descubría al espectador eso que normalmente está oculto, lo ponía a disposición de su obra y hacia maravillas, eso del espacio vacío del que habla Peter Brook. A veces él me veía sentado en el patio de butacas y en algún momento me preguntaba algunas dudas, me imagino que era para ponerme a prueba. Complicidad creativa.

A mí me deportaron de España justo cuando iba a dirigir la compañía la Cuarta Pared de Madrid. Fue una deportación improcedente, ilegal. El caso fue que llegué a Venezuela desesperado, entré a su oficina y le conté lo que había sucedido y que incluso los policías me comentaron cómo podía entrar desde Portugal, para poder seguir allí y dirigir la obra de la Cuarta Pared. Carlos sacó su tarjeta de crédito y me dijo: "ve ahora mismo a Viasa y compra un billete de avión a Portugal", llamó a Williams López y le dijo: "sácale a Wicho un visado en la embajada de Portugal ahora mismo". Me abrazó y me dijo al oído: "negrito, nadie tiene derecho de romper sus sueños. Vete". Lo digo ahora con lágrimas en mis ojos. Era un gran hombre, como un padre para mí.

¿Cuál de sus obras de teatro te impactó más y por qué?

Creo que sus obras maestras fueron BolívarLa CelestinaPeer Gynt y El Coronel no Tiene Quien le Escriba.

 

El Coronel no tiene quien le escriba




¿Por qué te fuiste de Rajatabla?

Me gané el premio al mejor actor del Festival Goldoni del Instituto Italiano de Cultura. Era una Beca para cursar estudios en La Bottega Teatral de Vittorio Gassman, el Instituto Internacional de Actor de Paolo Cocceri ambos en Florencia y El Piccolo Teatro de Milán de Georgio Strelher.

 

Hay muchas definiciones maravillosas sobre Carlos, pero no puedo citarlas a todas así que sólo citaré tres. 

Para Rubén Monasterios era “un ángel furibundo.

Para Azparren Giménez  “hubo una pasión por Carlos Giménez que siempre me recordó  al personaje de Teorema, la película de Pasolini”.

Y  para la nominada al Oscar, Norma Aleandro, Carlos tenía un “ÁNGEL” impresionante”, y el “ángel” lo dijo en mayúsculas. ¿A qué Carlos conociste tú o conociste a los tres? 

 Respecto a la definición de Azparren Giménez, creo que no lleva buena intención, Azparren nunca ha disimulado su  aversión por Carlos.

Y entre Rubén Monasterio y Norma Aleandro, me quedo con Norma. Era más Ángel que furibundo. Su furia era más dialéctica, pero no era un tipo que viviera furioso. Que tenía momentos de furia sí, creo que en determinados casos  era una estrategia para conseguir algunos determinados objetivos y en otros casos no.

Recuerdo que New York el técnico se negó a resolver un problema de Iluminación y se armó una memorable, mandó a recoger todo en los baúles y dijo a gritos: nos volvemos Venezuela. Me recordó a la obra Bolívar…".Vámonos muchachos, esta gente no nos quiere en esta tierra..." (se ríe). Vino al Teatro el  mismísimo Josep Papp para resolver el entuerto.  Pero ya le conocíamos, era un show para conseguir su objetivo. A veces lo hacía en los ensayos como un método de presión. Pero la más fuerte que yo pude presenciar fue lo sucedido en la  quinta MACONDO, eso no era un Show…..

Y como ya dijiste anteriormente no quieres hablar de eso, así que no te preguntaré¿Qué es lo que más valoras de su trabajo y de su persona?

TODO, CARLOS NO TENÍA DESPERDICIO

De todas las instituciones que Carlos creó, cuál o cuáles te parecen las más importantes?

La que permanece aún es el Taller Nacional de Teatro (TNT) Aunque no es ni la sombra de lo que era. Yo formé parte del Staf de profesores fundadores a los 22 años. Creo que la más ambiciosa e importante fue el Taller Nacional Juvenil de Venezuela (TNJV), con núcleos en diversos estados. La idea era emular el sistema nacional de orquestas sinfónicas de Abreu. Lamentablemente no le dio tiempo, sino, el destino del teatro nacional sería abismalmente diferente con toda seguridad.  

 ¿Qué es lo mejor que aprendiste con él?

A respetar a los actores, a saber dirigir actores. ((Actualmente además de dirigir me dedico a la formación, soy coach de interpretación, especialista en el método de las acciones físicas y análisis activo). A entender el sentido dialéctico del teatro. Aprendí a construir discursos escénicos y luego obras de teatro. Mis montajes sufren metamorfosis, se van transformando, evolucionando, están vivos y se modifican según el espacio al que se enfrentan. Hago un teatro palpitante, vivo. Entiendo la semiótica del teatro contemporáneo, el manejo de los signos, del lenguaje.  Todo Gracias a él.

¿Qué significó para ti la muerte de Carlos?

La pérdida del amigo, del maestro.


¿Y para la cultura venezolana?

El atraso, la muerte del teatro venezolano

 

Si Carlos pudiera escucharte, ¿qué le dirías?

Siempre que estreno un montaje minutos antes me voy a un rincón y conecto con su espíritu. Hablo con él, le dedico la lucha. Es un rito muy íntimo y afectivo que realizo en cada montaje que llevo a cabo.

Gracias, Luis, un placer hablar contigo.

Gracias a ti por esta oportunidad.


©Viviana Marcela Iriart

Madrid, 11de diciembre de 2020


Luis Garván: actor, director, profesor, fundador de El Globo Teatro.



Joseph Papp presenta The Tempest, New York

El Campo



Carlos Giménez: la paz y la libertad




CARLOS GIMÉNEZ CREADOR TEATRAL