la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Poeta venezolana Yolanda Pantin gana premio en España: "No me siento ahora tocada por la poesía" entrevista de Humberto Sánchez Amaya, El Nacional, 21 de septiembre de 2017


La autora ganó el Premio Casa de América de Poesía Americana. La obra galardonada, Lo que hace el tiempo, surge de un momento reflexivo sobre el paso de los años, la vida y la muerte. “Tiene el filtro de la edad”, dice Pantin




Yolanda Pantin. Foto Vasco Szinetar





A las 7:30 de la mañana sonó el teléfono.

Cuando Yolanda Pantin atendió la llamada, desde España le informaron que había ganado el XVII Premio Casa de América de Poesía Americana con su poemario Lo que hace el tiempo. “No me despertaron porque suelo levantarme siempre muy temprano”, dice la autora.

Es una obra inédita elegida entre 961 libros de 22 países diferentes como Argentina y Colombia, los lugares desde donde más postulaciones se hicieron, seguidos de México, Cuba y Venezuela, donde se prevé que se puedan conseguir algunos ejemplares una vez se publique el libro.

El jurado, integrado por Luis García Montero, Jesús García Sánchez, Juan Malpartida, Jorge Galán, Santiago Miralles y Anna María Rodríguez Arias tomó la decisión de forma unánime. El reconocimiento incluye, además del metálico, la publicación de la obra por la editorial Visor Libros.

Cuenta Pantin que escribió el libro paralelamente a Bellas ficciones (Editorial Eclepsidra), publicado en 2016. “Lo que pasa es que no quise romper la estructura del que presenté el año pasado. Entonces, abrí una carpeta nueva con un conjunto de poemas que fueron saliendo como respuesta al paso del tiempo. Eso me dio el título, un nombre que le había puesto en 2015 cuando me dieron el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval. En una conversación con el otro galardonado de entonces, Antonio Deltoro, le comenté sobre lo que escribía. A él le gustó, pero veía el paso del tiempo como un estrago. Yo le dije que lo percibía como perspectiva y sobre cómo el tiempo pone las cosas en su lugar. Es un libro que tiene el filtro de la edad. Cuando cerré Bellas ficciones, empezaron a nacer hijos de ese poemario”, asegura la autora de Casa o lobo.

—Muchas personas ven el paso del tiempo como un motivo para aterrorizarse, como una cuenta regresiva que juega en contra.

—Eso lo digo en uno de los poemas. Es un regalo que me dio mi mamá, una persona que tiene la sabiduría de los años. Ella siempre insistió en que el tiempo pone todo en su lugar, inclusive los objetos mismos encuentran el espacio para la armonía. Tiene que ver con los seres vivos: una mata escuálida se transforma en un árbol. Tampoco es tan idílico, pues igualmente es una tromba que destruye. Pero hay momentos de lucidez en los que te da la oportunidad de verlo de esta otra forma, como el entendimiento del significado de la vida que incluye la aceptación de la muerte.

—Ha dicho que su poesía está llena de miedo. ¿Esa aceptación incluye el miedo?

—No he sido una persona cobarde, pero sí miedosa. Claro, ahora mucho menos, creo. También son momentos de la vida, como esos instantes de iluminación que ocurrieron cuando pude ver los poemas de Bellas ficciones y Lo que hace el tiempo. No me siento ahora tocada por la poesía, que es cuando puedo aceptar, comprender, valorar el significado de estar vivo o lo que hace la luz cuando cae sobre algo y lo ilumina. En este momento estoy un poco confundida.

—¿Y a que se debe esa confusión?

—Esperar, nada más. Son situaciones que surgen. A eso me refiero.

—El jurado indicó que “se trata de un poemario íntimo que activa al mismo tiempo las regiones de la meditación y el pensamiento”.

—El veredicto me gustó mucho porque me parece cercano al propósito del libro. Es un libro muy reflexivo e íntimo. No cerrado, pero sí muy personal. El paso del tiempo, los años, la edad, lo que se pierde y lo que se gana, las grandes preguntas sobre la soledad, la muerte y el nacimiento.

—¿Conoce a alguno de los otros autores que se postularon?

—No. Me enteré por la nota de prensa que fueron más de 900 manuscritos, eso es mucho. Normalmente uno no dice que se postuló a un premio porque es como ganarse la lotería. Además, he concursado muy poco en la vida porque no he tenido suerte. Pero esta vez pensé que no perdería nada, además es un libro muy bonito, tengo mucho deseo de compartirlo con la gente.

—Sin embargo, los últimos dos años han sido gratificantes. En 2015 obtuvo el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval y en 2016 la invitaron al Festival de Poesía Latinoamericana en Viena.

—Me refiero a los concursos. Hablo de los años de juventud. Pero no me quejo para nada. Solo es una anécdota. Con respecto al Víctor Sandoval, recuerda que tengo 62 años de edad y uno cosecha lo que siembra.

—¿Viajará a España?

—Sí, está planteado. El viaje será en la primera quincena de noviembre.

—¿Habrá posibilidades de conseguir el libro en Venezuela?

—Seguramente, muy ciertas y reales. Insistiré con el editor para que envíe ejemplares a Venezuela. Hay que buscar una forma de traerlos a un precio para que todos lo puedan comprar. Si no, no tiene sentido.

—¿Qué escribe en estos momentos?

—Tengo un cuaderno de anotaciones con todo lo que se me ocurre y veo. Hay muchas imágenes. Creo que va a ser muy interesante porque no es poesía, ni narrativa, ni ensayo.

—¿Una especie de diario?

—Tal vez, pero no lo llamaría así. Anotaciones, prefiero esa forma. Ya tiene cuerpo y eso me parece interesante.

—Hago la pregunta porque hay varios venezolanos que han publicado diarios recientemente.

—Fíjate que eso lo relaciono con el tiempo. Han sido tan vertiginosos estos años, el tiempo ha pasado de una forma tan furiosa. Yo veo el paso del tiempo como una bella ficción. Deseo verlo como algo que coloca las cosas en su lugar y en perspectiva. Pero en realidad el tiempo ha pasado sobre nosotros de una manera muy cruel. Por eso, muchas personas nos hemos visto en la necesidad de atajar el tiempo a través de la escritura, varios amigos escritores están llevando diarios. Hay algo que se nos escapa rabiosamente que tiene que ver con la edad física entre los escritores de mi generación. No sé si autores más jóvenes estén llevando diarios.


©Humberto Sánchez Amaya

HSANCHEZ@EL-NACIONAL.COM | @HUMBERTOSANCHEZ
El Nacional, Caracas, 21 de septiembre 2017

Fuente: El Nacional




Yolanda Pantin: Facebook / Twitter


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La poeta venezolana Yolanda Pantin ganó este miércoles el XVII Premio Casa de América de Poesía en España, por su obra Lo que hace el tiempo.






El premio de 5.000 euros incluye la publicación de la obra por la editorial Visor Libros, informó el portal Casamérica.

En el evento participaron 961 obras de 22 países, entre ellos Venezuela, México, Cuba, Argentina y Colombia. 

Pantin fue figura fundadora del mítico Grupo Tráfico junto con Armando Rojas Guardia, Miguel Márquez, Rafael Castillo Zapata, Igor Barreto y Alberto Márquez. 

Entre las obras más destacadas de la poetan están: Correo del corazón (Fundarte, Caracas, 1985), La canción fría (Angria, Caracas, 1989), La quietud (Pequeña Venecia, Caracas, 1998), La épica del padre (La nave va, Caracas, 2002), Poemas huérfanos (La liebre libre, Maracay, 2002) y El hueso pélvico (Eclepsidra, Caracas, 2002). Además, fue coautora, junto con Ana Teresa Torres, de El hilo de la voz (Fundación Polar-Angria, Caracas, 2003), antología crítica de literatura venezolana del siglo XX escrita por mujeres.

Fuente: El Nacional










Víctimas del comunismo soviético: "Las Mujeres del Gulag" por Anna Abella, El Periódico, 14 de septiembre de 2017


Monika Zgustova reúne los testimonios de nueve presas supervivientes del holocausto ruso en 'Vestidas para un baile en la nieve'




En el infierno de Stalin



Hombres y mujeres presos en un campo del gulag ruso.  / ARCHIVO EL PERIÓDICO


Monika Zgustova



Tras la detención y el preceptivo paso por las celdas de la Lubianka en Moscú y las temibles sesiones de interrogatorio y tortura, a manos de la NKVD o su sucesora, la KGB, llegaban el traslado en hacinados vagones de tren hacia los campos, repartidos por toda Rusia. Allí les esperaban jornadas de extenuante trabajo forzado de 14 horas a temperaturas de hasta 50 grados bajo cero o con extremo calor, maltratos y violencia, hambre y enfermedad y, en el caso de las mujeres, violaciones generalizadas de las que las supervivientes eluden hablar. Es el relato que comparten quienes de los años 20 hasta más allá de la 'era Jruschov', en los 70, fueron condenados al gulag soviético. Allí penaron, además de presos comunes, aquellos que el Estado etiquetaba como "enemigos del pueblo"
De ellos, Monika Zgustova, escritora y traductora checoespañola, entrevistó a nueve mujeres que, refugiadas en "la amistad y la cultura", sobrevivieron al "otro holocausto", que poco tiene que envidiar al genocidio nazi en número de víctimas, unos 14 millones, según las fuentes. "De 1929 a la muerte de Stalin, en 1953, murieron dos millones y medio de personas, de ellas, medio millón eran presos políticos; pero el gulag no se abolió oficialmente hasta 1987, con Gorbachov", señala la experta en literatura e historia rusas, que vertió esos nueve absorbentes testimonios en Vestidas para un baile en la nieve (que lanza este miércoles Galaxia Gutenberg, en catalán y castellano).  
"El gulag está lleno de historias de hombres, oscuras y dramáticas, trágicas, sin esperanza. Pero al buscar el punto de vista de las mujeres descubrí que sus experiencias eran vitales, que valoraban al máximo estar vivas porque cada día podía ser el último, que la mayoría decían que si tuvieran otra vida querrían volver a sufrir el gulag, porque esa dureza les dio las vivencias más profundas de amistades y amores que nunca encontraron al volver a la vida normal", explica Zgustova. 

El refugio de la amistad

"La estancia en Siberia fue tan enriquecedora... Allí tenía amigos de verdad en los que podía confiar como después no he vuelto a confiar en nadie", le contaba Zayara Vesiólaya, arrestada (como su madre y hermana) en 1949, siendo estudiante y cuyo padre escritor fue fusilado. Con idéntico panorama familiar, en la misma línea le hablaba Ela Markman, condenada a 25 años por pertenecer a un grupo juvenil disidente: "El gulag, precisamente por ser terrible, es enriquecedor. Se trata de una situación límite que te lo enseña todo de ti misma y sobre los que tienes a tu alrededor, sobre el ser humano". Y Susanna Pechuro, entonces de 17 años y con igual delito y pena que Ela: "Cuanto más espantosa era la experiencia más firme era la amistad. En la vida normal semejantes lazos no tienen cabida". 
En el gulag hallaron "violencia y maldad. Estaban rodeadas de presas y presos comunes asesinos y ladrones que las odiaban y maltrataban igual que los guardias y estaban sometidas a continuas violaciones, aunque no hablan de ello", señala la autora de ‘Las rosas de Stalin’”. Elena Korybu-Daszkiewicz, enfermera, prefirió ir a las minas y arriesgarse a ser prostituida antes que ser la esclava sexual del médico del campo. “En las condiciones extremas que me tocó vivir -le contaba- fui testigo de cómo el hombre puede aniquilar a otro hombre con un solo gesto o cómo puede salvarle la vida únicamente mirándolo con bondad”. 
Valentina Íevleva, bailando en el gulag.

"En el campo conocí el mal por el mal: hacer daño sin necesidad. De eso ningún animal es capaz, solo el hombre –evocaba a su vez Valentina Íevleva-. He tratado a personas que me salvaron la vida dando la suya por mí. Y a enemigos que me atacaron con un cuchillo. Más de una vez concluí que se puede sobrevivir al gulag, pero no a la mayoría de las personas que lo habita".

Psiquiátricos para "enemigos del pueblo"

Pero es Natalia Gorbanévskaya, disidente conocida en Occidente (Joan Baez le dedicó una canción y Tom Stoppard, una obra de teatro), que en 1968 dirigía una revista clandestina, quien por primera vez, aún sabiendo que "sería revivir la tortura", se decidió a hablarle de "lo más duro que le puede pasar a una persona": ser encerrada (dos años) en un psiquiátrico para enemigos del pueblo. Allí, médicos "títeres del KGB" les suministraban drogas psicotrópicas que provocaban Parkinson y pérdida de memoria. Algunas mujeres enloquecieron de verdad.
Natalia Gorbanévskaya



Aunque a menudo no existía motivo oficial de detención, además de la disidencia había circunstancias comunes que eran pasaporte casi seguro para el gulag: las delaciones de amigos, vecinos o compañeros de trabajo; acusaciones de colaborar con los alemanes (como Korybu-Daszkiewicz, detenida tras la batalla de Stalingrado porque "consideraron que la población entera de los territorios ocupados por los nazis durante la guerra se componía de colaboracionistas y traidores a la patria"); enamorarse o tener contacto con extranjeros (como Valentina Íevleva, que tuvo un hijo de un soldado estaounidense en 1944 y fue detenida con 19 años; o la actriz Tatiana Okunévskaya, por tener un amante indio y despertar el interés del mariscal yugoslavo Tito; antes, el temido Beria, jefe de la policía secreta, la había violado prometiéndole liberar a su padre y abuela sin decirle que ya habían muerto en el gulag).
También se podía acabar en los campos por negarse a delatar a colegas (como la madre enfermera de Galia Sfónova; ella nació en el gulag en 1942 y la "rabia, desesperación y depresión" de su entorno le parecían tan naturales como los perros de los guardias), o simplemente por tener familiares (abuelos, padres, madres, hermanos, cónyuges...) ya condenados. 

El castigo de Pasternak

Otra práctica era castigar a la familia. Ela Markman cuenta cómo conoció en el gulag a Ariadna Efrón, hija de la poeta Marina Tsvetáieva, "que hechizó a Rilke y Borís Pasternak" y se suicidó al ver también cómo su marido era fusilado. La represión golpeó también a un Pasternak casado y de 56 años: su último amor, Olga Ivínskaya, divorciada de 33 y que le inspiró el personaje de Lara en ‘El doctor Zhivago’, fue detenida embarazada de él y abortó antes de ser enviada cinco años a un campo de trabajos forzados. Cuando la soltaron, él publicó la novela, prohibida en Rusia, en 24 países gracias a la editorial italiana Feltrineli; le dieron el Nobel en 1958 pero renunció: temía que volvieran a enviar a Olga al gulag. Y lo hicieron, junto a su hija Irina, pero tras la muerte de Pasternak.
Borís Pasternak, con su último amor, Olga Ivínskaya, y la hija de esta, Irina.

Para Zgustova son relatos tristemente conocidos pues su familia, perseguida por el comunismo, abandonó Checoslovaquia cuando ella tenía 15 años: su padre, profesor universitario en la Praga de los 50, se negó a delatar a compañeros tras ser detenido. E igual que ella, las mujeres que le confiaron sus recuerdos provenían de entornos donde la cultura era esencial. "Refugiarse en la literatura y la cultura era básico para sobrevivir. Si eres capaz de crear un poema en tu cabeza y memorizarlo porque no tienes dónde y con qué escribirlo, si eres capaz de ver la belleza del paisaje e imaginar cómo sería pintarlo, de recordar un aria de ópera o una melodía... Ya tenían una batalla ganada, les daba fuerza mental", apunta.

Poesía y música

Muchas admiten que les salvó la poesía, como Gorbanévskaya o Pechuro, incondicional de Anna Ajmátova, que recuerda cómo Lina, mujer del músico Serguéi Prokófiev, la introdujo en un grupo que tras 14 horas en las minas se reunía por las noches a leer poemas propios y ajenos. Íevleva y Okunévskaya, tras trabajar de leñadoras pudieron actuar en espectáculos teatrales y musicales que dirigía otro preso, el compositor estonio Heino Eller
La actriz Tatiana Gorbanévskaya. 


Volver a la vida cotidiana no fue fácil. "Se sentían fuera de lugar, inadaptadas, incomprendidas. Ante lo vivido, veían frívolo, banal, supérfluo y una pérdida de tiempo ir a tomar un café, una copa o a cenar fuera". A ello se añade la dificultad de hallar trabajo, pues nadie se arriesgaba con expresas. Sin embargo, salieron adelante, entraron en la universidad y lograron éxito profesional, como Korybu-Daszkiewicz, reconocida especialista cibernética e informática. Como decía Pechuro "el gulag, o te convierte en un monstruo o te da una coraza a prueba de todo".  
Anna Abella,
14 de septiembre de 2014
El Periódico

Fuente: El Periódico

Donde comprar el libro: Galaxia Gutenberg


Monika Zgustova es una de las especialistas en literatura e historia rusa que se ha dedicado a buscar por nueve años a las mujeres siguen aún vida y que sobrevivieron gulag. Todo esto con el fin de transmitir este testimonio antes de que se pierda para siempre. Ha visitado a dichas mujeres en Moscú, Londres y París y el resultado ha sido un canto a la vida, la literatura, la amistad, las personas y a todo aquello que les permitió sobrevivir.

Aunque nacida en Praga, Monika Zgustova reside desde los años ochenta en Barcelona.Traductora, escritora y periodista, tiene en su haber más de cincuenta traducciones, del checo y del ruso, de Bohumil Hrabal, Jaroslav Hasek, Vaclav Havel, Milan Kundera y Fiodor Dostoievski, entre otros, por las que ha recibido el premio Ciudad de Barcelona y el Premio de las Letras Catalanas. Es autora de una biografía novelada de Bohumil Hrabal, Los frutos amargos del jardín de las delicias (Destino, 1997), y de varias novelas, entre las que destaca La mujer silenciosa, aclamada entre las cinco mejores novelas del 2005 tras quedar finalista del Premio Nacional de Narrativa.





Rolando Peña in "This Must Be the Place: Latin American Artists in New York, 1965–1975": September 22, 2021 through May 15, 2022

 


By AS/COAS


Americas Society presents This Must Be the Place: Latin American Artists in New York, 1965–1975, a two-part group exhibition exploring the work of a generation of migrants who created and exhibited in New York City between 1965 and 1975. The production of these artists—some of whom showed their work at this institution for the first time during the 1960s and 1970s—explores migration, identity, politics, exile, and nostalgia. The works presented in this exhibition are central to understanding the social and political landscape in the Americas and the tensions and bridges between north and south. Additionally, the exhibition highlights the important contributions and solidarity initiatives of groups and collectives such as CHARAS, Taller Boricua, Latin American Fair of Opinion, An Evening with Salvador Allende Concert, Brigada Ramona Parra, Contrabienal, Cha/Cha/Cha, Young Filmmakers Foundation, Young Lords, and El Museo del Barrio.

Featuring installation, photography, video works, painting, and archival material, the exhibition brings together a generation that actively participated in experimental artistic movements pushing forward their own languages and ideas. The artists largely contributed to the decade’s transformation of art from the Americas and around the world.

This exhibition is curated by Aimé Iglesias Lukin, director and chief curator of Visual Arts at Americas Society.

Gallery and visitors information


View a slideshow of selected works from the exhibition.
Rolando Peña, Aggression = Death, 1966.
Rolando Peña, Aggression = Death, 1966.


Dictadura en Venezuela: "Las 7 razones que explican por qué el gobierno de Venezuela se convirtió en una dictadura" por Darío Mizrahi, Infobae, 18 agosto 2017 / Condena a Maduro de Unión Europea, Parlamento Europeo, Naciones Unidas, OEA, Mercosur, Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Foro Penal Venezolano / Solidaridad: artistas internacionales y de Venezuela










Tras años de discusiones académicas y políticas sobre si el régimen chavista era una democracia o no, la convocatoria a una Asamblea Constituyente con un sistema de votación antidemocrático, el fraude posterior y la decisión de disolver definitivamente al Parlamento despejaron todas las dudas







El teniente coronel Hugo Chávez entró de cabeza al centro de la escena política venezolana el 4 de febrero de 1992 con un alzamiento militar. Su intento de golpe de Estado fue derrotado y el líder encarcelado. Sin embargo, el hastío con la clase política tradicional era tan grande, que Chávez recuperó la libertad dos años después, convertido en la figura política más popular del país. No le costó demasiado ganar las elecciones de 1998 y convertirse en presidente.

Con esos antecedentes, no sorprende que su gobierno haya sido cuestionado desde el comienzo por su falta de apego a las reglas de la democracia. Su voracidad por el poder y su desprecio por las opiniones disidentes lo convirtieron en un líder con fuertes rasgos autoritarios. Si, a pesar de todas las críticas, no se podía decir que era un dictador es porque arrasaba en las urnas. Haber sufrido él mismo un intento de golpe en 2002 lo legitimó aún más.

Pero Chávez murió en 2013. Su sucesor, Nicolás Maduro, heredó un gobierno que se iba cerrando cada vez más. Sin el carisma ni el liderazgo de su jefe, le resultó muy difícil convencer a la mayoría de los venezolanos de que era deseable vivir en un país en el que todos —menos los altos funcionarios— veían cómo sus derechos menguaban día a día. Ganó sus primeras elecciones presidenciales por un estrechísimo margen y los resultados fueron muy discutidos por la oposición, que denunció una larga lista de irregularidades.

Aunque hizo todo lo posible por torcer las reglas a su favor, no tuvo forma de evitar una estrepitosa derrota en los comicios legislativos de diciembre de 2015. En el último gesto democrático de su gobierno, reconoció la victoria de sus adversarios. Pero no soportó que la oposición controlara con una mayoría calificada la Asamblea Nacional (AN). Su ofensiva para terminar con la democracia en Venezuela comenzó el miércoles 30 de marzo de este año, con la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de asumir todas las funciones del Poder Legislativo. La presión internacional fue tan grande que Maduro le ordenó al TSJ dar marcha atrás dos días después. Pero el plan terminó de concretarse este viernes, cuando, a través de la fraudulenta y plenipotenciaria Asamblea Constituyente, disolvió definitivamente al parlamento.


Hoy ya casi nadie pone en duda que Venezuela se transformó en una dictadura. Estas son las siete razones principales:



1. Fue cooptado el Poder Judicial

El chavismo, como todos los populismos, desprecia a la Justicia desde sus orígenes, porque es un poder que no se elige por voto popular. Con ese razonamiento, siempre rechazó que se lo considerara poco democrático por colonizar a los jueces. Pero por más que un régimen tenga legitimidad de origen —dada por el voto—, para que haya una democracia plena tiene que haber también legitimidad de ejercicio, que significa gobernar con ciertos límites, respetando la multiplicidad de opiniones que existen en una sociedad. Para eso es clave que el Poder Judicial sea independiente.
La persecución de los magistrados con vocación de autonomía empezó poco después de la asunción de Chávez. Hay casos paradigmáticos, como el de la jueza María Lourdes Afiuni, que fue arrestada el 17 de diciembre de 2009 por haber concedido la libertad condicional al banquero Eligio Cedeño, que había pasado tres años preso sin condena. A la par que se perseguía a los díscolos, se nombraba a jueces militantes, para asegurarse de que fallen siempre según los dictados del gobierno. Franklin Nieves, el fiscal que llevó adelante la causa que terminó con la condena al dirigente opositor Leopoldo López, reconoció desde el exilio en octubre de 2015 que "el 100% de las pruebas se inventaron" y que "Maduro es el que gira todas las instrucciones para poner presa a cualquier persona".
El Presidente dio el paso final para anular todo vestigio de independencia judicial en diciembre de 2015, tras la derrota en las legislativas. Nombró en sesiones extraordinarias a 12 de los 32 jueces del TSJ con una mayoría inferior a los dos tercios que exige la ley. Los designados tenían pocas credenciales y un estrecho vínculo con el partido de gobierno. Por ejemplo, el presidente de la Sala Constitucional que dio el primer golpe contra el parlamento, Juan José Mendoza, había sido diputado por el oficialismo.
2. Se bloqueó el referéndum revocatorio

El Consejo Nacional Electoral (CNE), que está totalmente sometido a la voluntad del gobierno, obturó por primera vez la posibilidad de que se exprese la voluntad popular cuando paralizó el referéndum revocatorio que impulsaba la oposición para que los venezolanos decidieran si querían seguir siendo gobernados por Maduro o no. Fue el 21 de octubre de 2016, días antes de que se organizara la recolección del 20% de las firmas del padrón electoral, necesarias para convocarlo. El organismo argumentó que se habían cometido irregularidades en el paso previo, la junta de adhesiones del 1% de los electores.
El revocatorio es un derecho incluido en la Constitución bolivariana de 1999 para darle un carácter plebiscitario a la democracia. El propio Chávez se había sometido exitosamente a uno en 2004, para legitimar su mandato.

Smartmatic, la empresa a cargo del sistema de voto electrónico en Venezuela, denunció fraude








3. Se terminaron las elecciones libres y limpias
El principal contraargumento del chavismo cuando lo acusaban de ser antidemocrático era que ganaba todas las elecciones, lo que fue cierto hasta 2015 (con la excepción del referéndum constitucional de 2007). Eso se esfumó el martes 18 de octubre de 2016, cuando el CNE anunció, sin ninguna explicación, que posponía para 2017 los comicios regionales pautados para diciembre del año pasado. Los gobernadores de todos los estados del país, y los diputados de sus respectivas legislaturas, ejercen el poder de facto desde enero, cuando se les venció el mandato. Días atrás, en un contexto desnaturalizado por todo lo que ocurrió en estos meses, el CNE anunció que se realizarían el 10 de octubre de este año, pero nada garantiza que eso vaya a ocurrir.
Una aún más flagrante violación al principio de elecciones libres y competitivas se produjo el 30 de julio pasado, cuando se eligieron los 545 integrantes de la flamante Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El sistema de votación violaba el principio de una persona—un voto, al darle la misma representación a un pueblo de 2.000 habitantes que a una ciudad de un millón, y al incluir una porción de asambleístas elegidos por las corporaciones sectoriales, cuyos órganos de representación controla el chavismo. Como si fuera poco, fue tan poca gente a votar que el Gobierno decidió hacer fraude, inflando el número de votantes. Smartmatic, la empresa a cargo del sistema de voto electrónico empleado en los comicios, denunció que la diferencia entre la cantidad de participantes anunciada y la verdadera fue de al menos un millón de electores.
4. Se creó un órgano político por encima de la Constitución
La ANC, instaurada el 4 de agosto, debería tener la función exclusiva de redactar una nueva Constitución. Así es en todo el mundo. Sin embargo, ésta tiene un período de vigencia indeterminado primero se dijeron dos años, pero luego Diosdado Cabello sugirió que podían ser cuatro y además tiene poderes que le permiten intervenir en la política cotidiana, como si fuera un parlamento, sólo que mucho más poderoso. Quedó claro en el decreto que se dictó este viernes: "Todos los órganos del poder público se encuentran subordinados a la Asamblea Nacional Constituyente". Si un ente que no está concebido por la Constitución está por encima de todos los poderes existentes es porque la Constitución dejó de tener vigencia.
5. Fue disuelto el Poder Legislativo
Como prueba de su carácter absolutista, la ANC resolvió este viernes "asumir las competencias para legislar sobre las materias dirigidas directamente a garantizar la preservación de la paz, la seguridad, la soberanía, el sistema socioeconómico y financiero, los bienes del Estado y la preeminencia de los derechos de los venezolanos". En otras palabras, disolvió la Asamblea Nacional, el parlamento legítimo y constitucional de Venezuela.
No es la primera vez en la historia de América Latina que un gobierno da un golpe de Estado anulando el Poder Legislativo. Lo hizo en 1973 Juan María Bordaberry en Uruguay, y en 1992 Alberto Fujimori en Perú. El Parlamento es el máximo representante de la voluntad popular porque es el único poder en el que están reunidas las principales expresiones políticas que hay en un país. Por eso no puede haber democracia sin Poder Legislativo.
6. Hay presos políticos
Maduro resolvió la crisis desatada por la ola de protestas opositoras que se sucedieron en 2014 y en 2017 como lo hace cualquier jefe de Estado autoritario: reprimiendo salvajemente —utilizando incluso bandas criminales armadas— y encarcelando dirigentes. Entre las decenas de presos hay importantes líderes opositores, como el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y el ex alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, que están detenidos desde hace más de dos años. Leopoldo López no sólo está en prisión: en un hecho con pocos precedentes en la historia reciente de América Latina, fue condenado a 13 años y 9 meses de cárcel por protestar.
Ledezma y López recibieron el mes pasado el beneficio de la prisión domiciliaria, pero siguen privados de su libertad. Según el Foro Penal Venezolano, 5.326 personas fueron encarceladas en protestas desde abril. Las estimaciones de esta ONG independiente indican que hay actualmente 676 presos políticos en el país.
7. No hay libertad de prensa
Si el Poder Judicial es el gran enemigo de los autoritarismos dentro del Estado, la prensa es el mayor adversario en la sociedad civil. La razón es la misma en los dos casos: ambos pueden ejercer un importante control sobre lo que hace el gobierno, algo esencial para toda democracia. La persecución comenzó con la sanción en 2004 de la restrictiva Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, que aumentó el control gubernamental sobre los contenidos y disminuyó el margen de acción de los medios audiovisuales.
El siguiente hito fue el cierre de RCTV, el canal más antiguo de la televisión venezolana, que nunca se plegó al discurso oficial. La censura televisiva fue total en 2013: asfixiado económica y políticamente, Globovisión, el único canal independiente que quedaba en el país, fue vendido a empresarios cercanos al gobierno y echó a todos los periodistas críticos. La política hacia la prensa escrita fue similar: primero se los ahogó retirándole la publicidad y luego limitando la entrada de papel de diario, que forzó a decenas de periódicos a cerrar y a otros tantos a reducir su extensión y su circulación. Este medio también fue y es objeto de censura: Infobae está bloqueado en Venezuela desde el 10 de octubre de 2014.



 Darío Mizrahi 19 de agosto de 2017
dmizrahi@infobae.com
Fuente: Infobae



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