UN TÉ
Somos
un inofensivo
té de amapolas
para enfrentarnos
a un mundo de opio
obra: Luisa Richter
MARBELLA, HABITACIÓN 701
No es un buen poema
lo presiento
lo palpo
a pesar de ello
lo fundo en la piel
en la sangre
en la juventud que ya no
tengo.
Y las veo hermanitas
embelesadas con febo
y las percibo
desde las penumbra
desde mi habitat
hace milenios.
Y me digo:
fuimos tan nosotras
tan dignas
tan latientes.
Opino que no es un buen
poema
lo asumo
lo declaro:
Y creo que ser feliz
de vez en cuando
no está nada mal.
Lo afirmo y lo siento.
obra: Modigliani
EL MIEDO
Te quiero y me espanta.
Del pasado quedan
los ecos de los lamentos
y del presente
la cautela de decir:
“Te quiero” y
que no me espante.
obra: Van Gogh
DECRETO
Cuando partas
los cipreses no llorarán
sobre tu tumba
porque no habrá tumba
sólo recuerdos.
obra: Van Gogh
BACH AL AMANECER
La muerte y su amigo son dos
palomas.
Ajenas al dolor
desconocen
que los jinetes nos azotan,
que hemos regresado
al Dédalo de lobreguez
donde enfrentamos a la niebla
para no danzar con la agonía
Ajenas al dolor
desconocen
que los jinetes nos azotan,
que hemos regresado
al Dédalo de lobreguez
donde enfrentamos a la niebla
para no danzar con la agonía
para no dormir con lo ilógico.
foto: Giovanni Gilli
ADOPCIÓN
Aceptaste las esculturas
hijas-monstruos de un momento.
Aceptaste
entonces
la muerte marginal del poeta.
hijas-monstruos de un momento.
Aceptaste
entonces
la muerte marginal del poeta.
obra:
Camille Claudel
LA MUERTE QUIERE…
La muerte quiere
que me pinte de amarillo
para opacar al sol
y danzar en penumbras
hasta que la luna
deje blancos mis huesos.
que me pinte de amarillo
para opacar al sol
y danzar en penumbras
hasta que la luna
deje blancos mis huesos.
foto: Giovanni Gilli
ALGUNAS CRÍTICAS SOBRE SU
OBRA
Poeta, Argentina
"Estimada Beatriz,
sus textos son muy
conmovedores y de veras poéticos sobre un
tema acerca del que no
es facil hacer poesía.
Y no
se trata de un dolor judío sino de una tragedia
simplemente humana.
Gracias por compartir esos
textos conmigo."
Afectuosamente
Buenos Aires, 2008
ANSIAS
A los sobrevivientes
Te he soñado tanto
en estos días
de potaje y pan.
Te he soñado tanto
con la escarcha y la
hambruna
con las cadenas lacerando
los tobillos
con el terror
instalado en la barraca.
Te he soñado tanto
LIBERTAD.
foto: Giovanni Gilli
San Diego State University,
California, Estados Unidos
Leerte
es dejarnos conducir de tu mano sensible a esos resquicios que tratamos de
ignorar sabiendo a plena conciencia que están allí, inmutables,
acechándonos...igual que acechan las imágenes mudas y al mismo tiempo llenas de
alaridos, en el video que nos incluyes, a través de los ojos desconcertados de
los niños (como esquivar esas miradas??!), el estoicismo inexplicable de
algunos y el desfallecer incrédulo de l@s mayores...
Tu
trabajo poetico, tu examinar estos desaciertos fantasmales de la humanidad, nos
compromete a estar alert@s a los procesos personales y colectivos por los que
deambulamos torpemente. No es fácil, Bea, leer este hurgar en el dolor que
reside en tus poemas...en ellos reconocemos nuestras cavilaciones mas intimas,
nuestro perplejo cuestionar que tratamos de colocar en un estante, hasta la
próxima!, y recubrirlo con la rutina incesante cotidiana...
He
leído también con atención LA MUERTE QUIERE...de la cual ya conocía una gran
parte. ...es una colección exquisita, amiga MIA, de la que siempre recordaré
"Mieses" y las dos "Biografías," entre otros muchos. El
Prologo de Sonia M. Martin es acertado y sagaz, como es usual en todo lo que
escribe. Lo he leído por segunda vez y lo aprecio cada vez más. Gracias, amiga,
por este manojo de profundos sondeos con los que nos conduces a un sótano que
soslayamos.
San Diego State
University,
California, Estados
Unidos
MIESES
Te doy
mis genuinos girasoles
me das
una canción
con tus manos de matar
y ambos componemos
la melodía cruel y devastadora
de un exilio prematuro.
La Prensa-The Press, Estados Unidos
LO SUBLIME Y TÁNATOS
Prólogo del libro
Las cosas no son como las
vemos,
sino como las recordamos.
Ramón María del Valle Inclán
Mientras otros hombres están
inmóviles frente a su dolor,
Dios me dio el poder de
expresar mi sufrimiento.
Goethe
En
los anales de la poesía argentina, el lector y amante de poesía, se puede
sentir atraído por muchos de sus poetas que cantan sus versos a la muerte, a lo
sublime, a los mitos y a los sueños. Olga Orozco, es una de ellas que nos dice:
“Sólo había un jardín:
en el fondo de todo hay un jardín
donde se abre la flor del sueño de Novalis.” (Mutaciones)
De
esta atracción por los poetas transandinos y su magnífica poesía que se enlaza
con la muerte, con Tanatos, con lo sublime, es que me sentí arrastrada por los
remolinos inmoderados del placer de leer los excelsos poemas de “La Muerte quiere…” de Beatriz
Iriart y la tristeza frente a esta “muerte que quiere…” y que dice… y que dice
tanto y tan profundamente.
Qué
camino seguir: el placer elevado del verso o caminar con Tanatos y ese coqueteo
de la poeta frente a la muerte.
Leer
los poemas de Beatriz, nos hacen sentirnos inmersos de alguna manera en los
versos de Alejandra Pizarnik y de Sylvia Plath. No obstante, hoy, nos
encontramos en el torbellino de los versos de Beatriz… y su poemario “La Muerte quiere...”
¿Mas,
quién es ésta poeta sublime, que nos remite a Novalis, a Goethe con sus versos
que abrazan a la muerte con brazos seductores, que al mismo tiempo expresan
sufrimiento y dolor…?
Debemos
presentarla tanto con su poesía, así cómo y cuándo nació nuestra amistad.
Hace
años que conozco los versos de Beatriz y quizá fue como casualidad, porque
nuestra amistad –que siempre ha sido epistolar– se inició, -como es de
esperarse- con una carta y de ahí pasamos a su poesía, a sus versos. Ella me
enviaba sus poemas desde la
Argentina a California y yo los leía sin acertar a reunir en
una sola persona, a la joven que me enviaba cartas y a la talentosa poeta a
quien yo le leía con embeleso, verso tras verso.
No
conozco en persona a esta poeta, nuestra comunicación siempre ha sido
epistolar. Y de este modo que parece tan sencillo, nació nuestra profunda
amistad, la que por mi parte se transformó rápidamente en admiración al talento
que muestra en sus versos Beatriz Iriart.
De
los primeros poemas que le leí, recuerdo uno en especial, que era dedicado a un
amigo muerto; pero no muerto de muerte natural… era una muerte política, y así,
de pronto, los versos, los poemas, se enlazaron con la muerte, la muerte
política, la política, la tristeza, el recuerdo, el sufrimiento y el dolor.
Asimismo me fui preguntando –y le pregunte también a la poeta- por qué escribir
tanto dolor, tanto sufrimiento, por qué abrazar y ensalzar a la muerte, cuando
se tiene tanta vida. Y de esta manera, me fui adentrando en su poesía, que me
llevaba al centro profundo del sentimiento sublime que tanto destaca el
movimiento romántico alemán y que también se lee en los versos de Alejandra
Pizarnik y Sylvia Plath.
De ambas leeremos algunos
versos y empezaremos con Plath, no para comparar, sino que para disfrutar del
estilo poético:
I was seven, I knew nothing.
The world occurred.
...
I am lame in the memory.
...
This was a man, then!
Death opened, like a black
tree, blackly.
Sylvia Plath (Little Fugue)
Podemos
libremente continuar con versos de Pizarnik, para sentir en ella palpitar la
muerte y los recuerdos de infancia, como también se lee en el poemario de
Iriart.
Con todas mis muertes
yo me entrego a mi muerte,
con puñados de infancia,
con deseos ebrios
que no anduvieron bajo el
sol.
(Obra 42)
Recuerdo mi niñez
Cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis
manos
porque la danza salvaje de
la alegría
les destruía el corazón.
(Obra 54)
Tanatos
presente, y siempre, más coqueteo con la muerte, con lo sublime, con la
infancia en las y los poetas que de alguna manera hemos traído en este prólogo
a colación. No queremos hacer complicadas o enojosas comparaciones, nos
queremos remitir a un cierto estilo, a un cierto amor de las poetas, por darle belleza
y poesía a ciertos temas, que emergen libres y fluidos en los versos de la
poeta que hoy presentamos. ¿Y por qué no leer, antes de sumergirnos
profundamente en su libro “La muerte quiere…” algunos de sus versos tan
sublimes como románticos?
Gaviotas
Carecemos de memoria.
Las gaviotas que desplegaron
sus alas
cayeron torpemente
bajo el áspero y cruel
sonar de armas.
Carecemos de memoria.
Y afirmamos
que era la única música
para esas aves.
En
este poema está presente la política, la muerte, los desaparecidos y el olvido
o falta de memoria colectiva. Sólo escuchan la música para esas aves… En cambio
en Mieses, (Para Silvio)…van sus mieses o girasoles del exilio, quizá en su
poesía, Beatriz nos recuerde su dolor al vivir también ella, el exilio de su hermana
Viviana en Venezuela.
El
coqueteo de la poeta frente a la muerte política en Los Ancestros nos remite a la Historia Universal,
la muerte por nuestros ideales. La siento a ella vagar por Buenos Aires
taciturna, buscando junto con las Abuelas de la Plaza de Mayo, una respuesta
aun….
En
Tarde de Bastiones Quebrados, hay una juventud que nace, crece y madura, con
tristeza política. Duelo a la vida que pasó con dolor… y así, poéticamente,
Beatriz Iriart, en su libro “La
Muerte quiere…” nos arrastra de la mano para mostrarnos con
dolor y muerte, la Argentina
que le tocó vivir a su generación.
Union City, California
La Prensa/The Press
invierno de 2003
Prólogo del libro
Otros poemas de Beatriz Iriart