la rebelión consiste en mirar una rosa

hasta pulverizarse los ojos


Alejandra Pizarnik


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Beatriz Iriart: Poemas Dedicados a Julio Cortázar, Primo Levi, Sylvia Plath, Ana Iriart , Anna Frank, Lorenza Mazzetti , María Teresa Castillo, Alejandra Pizarnik, Sobrevivientes del Holocausto...




Amarna

A la memoria de Ana Iriart, mi mamá 
(25/1/1925-16/8/2008).


Reina niña.

Reina madre.

Amarna ya no existe

pero el perfume perdura.

Nefertiti

reverencio

la inmortalidad

de tu Dios inexistente

de tu paso de papiros y miel

de tu memoria presente.







 Utopías de la vereda opuesta 

                                                                      
    A la memoria de Julio Cortázar
 

Brevemente el recuerdo

rebozó la mirada lejana

desde el asiento

del metro

de París a Buenos Aires.

Con destino fijo a tierra

de nibelungos y Fafner.

Con cronopios, famas

y alguna que otra ESPERANZA.


 ©Beatriz Iriart






 Ansias
  
A los sobrevivientes del Holocausto


Te he soñado tanto

en estos días

de potaje y pan.

Te he soñado tanto

con la escarcha y la hambruna

con las cadenas lacerando los tobillos

con el terror

instalado en la barraca.

Te he soñado tanto

LIBERTAD.


 Fotografía: Giovanni Gilli

                                 
                 

                  Caer con Cautela              
 
A  la memoria de Sylvia Plath



Suman mas mis muertos

que las horas concedidas

a Diana Cazadora

para aniquilar la vida





Canción



Cantaré

Por el presente sigiloso

cruel y devastador.

Cantaré

disipando sombras

y sembrando claridad.




 Dragón-Mujer


A la memoria de Alejandra Pizarnik

El misticismo

se tornó desprovisto.

Alejandra

corre

teme

despertar

incomparecencias.


©Beatriz Iriart
 


El Escultor

A la memoria de Anna Frank 
 
        
Poseer una cuchara-cuchillo 

es convertirse en ávido escultor. 

Hay que ubicar 

un pedazo de latón y que aflore 

para no desperdiciar 

ni una gota del potaje. 

Y con el cuchillo 

cortamos el pan 

para canjearlo 

por otras cosas 

más útiles. 

Sí, poseer una cuchara-cuchillo 

en estos días. 

Es todo un arte.
 
El Vergel


A la memoria de Raúl Zeleniuk  

      
En el vergel

han florecido siete

de tus "incipientes damas de noche"

siete fueron tus gritos

siete son los recuerdos

siete tus muertes

y tus "incipientes damas de noche"

traen siete vidas

cuando desaparece el sol

y yo

aguardo.


©Beatriz iriart
Poema y fotografía



Imperfecciones aberrantes

A Viviana, mi hermana.

En la CIUDAD y el PAÍS

que te expulsaron

está impreso

manido

trasnochado

TILOS, NARANJOS,

trazado masónico

un obispado que omite respuestas

habitantes pseudo-ciegos, necios.

Y tal cúmulo se “altera”

al oír tu “acento extranjero”.

El mismo que ellos forjaron

cuando mutilaron

adolescencia

definiciones

análisis

rumbos…

El mismo que con cada lesión

elegía

remembranza

fue adueñándose de vos…

durante tres décadas…

EN EL EXILIO.

 Fotografía: Giovanni Gilli 





Ingreso

A la memoria de Robert, Nina,Annamaria y Luce Einsten



Los gestos de la muerte

no se parecen.

Los remusgos los esparcen por cuantiosos bosques

y Dríade lo transmite por milenios..

Hoy

sesgaron incontables árboles …

Extraviamos registros.

Los gestos de la muerte

no se parecen.

La sangre no se regenera, el pulso disminuye…

Hoy 

EL UNIVERSO

entró en el olvido.


©Beatriz Iriart





 Números


                 A la memoria de Itsjok Katzenelson

                                                                       

No preguntes, no esperes respuesta

ante las "bestias" somos una cosa 

una carga 

que odian y justifican. 

La barraca está gélida 

como el invierno allí afuera. 

Sólo el recuerdo del terruño 

es cálido y es bueno para dormitar 

con ese sabor añejo. 

No hay salida 

en estos campos. 

Pero podés esperar 

una "selección"
                                                                                
metamorfosearte en pájaro

o sencillamente aguardar 

un disparo 

de "ocasión"



Yo estuve…

                  A la memoria de Primo Levi
                  27 de enero 2006.




 Yo estuve en Auschwitz.

Yo parí hijos

de amargura, dolor y espanto.

Yo anduve descalza

en el fango de un campo con flores segadas

al igual que las semillas frescas

de nuestros rebaños.

Y hoy a los 61 años

de la liberación del campo:

Soy una sombra,

una mujer sin rostro.

La desolación y el hambre.

Yo...

yo estuve en Auschwitz.