Amnistía Internacional condena la detención indiscriminada y violenta de mujeres en el marco de la marcha del 8 de marzo
Los testimonios de las mujeres relatan que fueron maltratadas y privadas de la libertad por efectivos de la policía. Agentes de civil, sin identificación, también habría intervenido en el operativo. Tras ser retenidas fueron trasladadas a distintas comisarías donde fueron requisadas de manera vejatoria, obligando a alguna de ellas a desnudarse por completo.
Es preciso recordar que Argentina ya fue condenada internacionalmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la actuación de las fuerzas de seguridad locales. En el caso Bulacio, la Corte subrayó que “las razzias policiales son contrarias a los derechos humanos” e instó al país a que “deben limitarse las facultades policiales de detener personas sin orden judicial”. El Comité contra la Tortura de la ONU condenó las requisas vejatorias y advirtió a Argentina sobre la adopción de “medidas necesarias para garantizar que las requisas personales respeten plenamente la dignidad y los derechos humanos de toda persona, en pleno cumplimiento con las normas internacionales”.
Esto ocurre en el contexto de la masiva convocatoria al paro y marcha internacional de mujeres que se realizó el 8 de marzo en Argentina, América Latina y en otros países del mundo.
Preocupa a Amnistía Internacional que los hechos de ayer estén en sintonía con las directivas que surgen del “Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad Del Estado en Manifestaciones Públicas” emitido a fines de 2015 por el Ministerio de Seguridad, que ordena a las fuerzas reprimir y a la justicia perseguir penalmente; y que fue denunciado oportunamente por la organización.
Amnistía Internacional manifiesta máxima preocupación por la creciente persecución y criminalización de las mujeres que luchan contra la violencia de género y por una sociedad igualitaria
Fuente: Amnistía Internacional
Denuncian que las detenciones en la marcha de mujeres fueron "arbitrarias"
Ni Una Menos, la Defensoría del Pueblo y diversas organizaciones cuestionan el accionar policial; la ministra Bullrich asegura que actuó de manera "disuasiva"
Jueves 09 de marzo de 2017 • 18:28
Luego de la detención y posterior liberación de
quince mujeres, cuatro hombres y un menor de edad durante la marcha por
el Paro de Mujeres, la Defensoría del Pueblo porteña y el colectivo Ni
una Menos, entre otras organizaciones denunciaron que las medidas de las
fuerzas de seguridad fueron realizadas de manera ilegal.
Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y su par porteño, Martín Ocampo
participaron de un acto donde justificaron las detenciones, dijeron
que la policía actuó de manera "disuasiva" y que su presencia fue
"leve".
Las detenidas anoche fueron liberadas esta mañana
alrededor de las 8, aunque se les inició un sumario por "atentado y
resistencia a la autoridad, daños y lesiones".
Ni
Una Menos, uno de los organizadores de la marcha y del paro, llevó a
cabo esta tarde en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),
junto a otros organismos civiles, sociales y políticos una conferencia
de prensa donde denunció que se trató de un operativo "arbitrario". En
el mismo sentido se manifestaron la Defensoría del Pueblo y la
Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).
Mientras
tanto, en las redes sociales circulaban videos y audios que daban
cuenta de lo ocurrido anoche. Una de las mujeres agredidas por la
policía fue Josefina Nicolini, fotógrafa de Rumbos y Página 12. En el
Facebook de su hermana contó: "Estaba con un grupo de amigas, varias
fotógrafas, comiendo una pizza a dos cuadras de la plaza. Yo venía de la
redacción de Página, me había ido temprano de la marcha para poder
bajar las fotos. Algunas esperábamos que parara de llover, otras hacían
planes para ir a una fiesta cuando de pronto cayó una patota de canas al
grito de circulen, circulen. No nos dieron tiempo a nada que agarraron
de los pelos a una (Laura Arnés) y la empezaron a arrastrar por la calle
y a gritarnos negras de mierda, putas del orto. Yo me metí para que no
se la llevaran y me agarraron entre cuatro y me empezaron a arrastrar.
En un momento les dije que me dejaran caminar, que se me estaba haciendo
mierda el equipo de la mochila. Me soltaron y empecé a gritar histérica
y no sé cómo ni por qué me dejaron ir. Te lo cuento y todavía tiemblo.
Nunca en mi vida viví una violencia de este tipo".
El mensaje central de los organismos fue para poner en duda el vínculo
entre los incidentes en la Catedral y las detenciones que, aseguran, se
produjeron en una pizzería en la calle Perú.
"Fue una caza de brujas.
Las detenciones se produjeron después de que había terminado la marcha,
en forma completamente arbitraria y fueron en distintos operativos. El
primero contra un grupo de mujeres que salían de comer una pizza en Perú
al 100 y la policía las detuvo. Cuando otras se acercaron a preguntar
por qué las llevaban también las apresaron", dijo el defensor adjunto
del Pueblo, Arturo Pozzali.
"Comenzamos nosotros a hacer los listados y a avisar a las familias,
llegamos a 20 detenidos, 15 mujeres, cuatro varones y un menor al que
trasladaron al Instituto Inchausti. Lo que hicieron fue distribuirlos:
ocho fueron a la alcaldía de la Comuna 4, 9 a la Comisaría 30 y dos a la
Comisaría 4. También llevaron a cuatro personas al Hospital Argerich
por los golpes recibidos durante las detenciones", relató el defensor.
Mientras tanto, la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) informó a LA NACION que
hoy abrió una investigación preliminar y que ya recibieron diez
declaraciones. "Ocho son de víctimas de la represión y dos serían
testigos. Y tenemos seis declaraciones más agendadas para mañana",
informaron desde el organismo que depende del Ministerio Público Fiscal.
"A todas nos sacaron la ropa", señala Laura Arnés, reprimida tras el paro y la marcha #8M.
En la UFEM abrieron la investigación basados en las comunicaciones
"que se publicaron en distintos foros" y por la comunicación de la
abogada Luciana Sánchez que los puso en conocimiento de que había un
grupo de personas que estaban detenidas. Aún no está previsto que se
tomen medidas de prueba. "Estamos en plena investigación", informaron.
Por
su parte, Amnistía Internacional manifestó su "profunda preocupación
por las detenciones indiscriminadas que tuvieron lugar en la madrugada
del 9 de marzo tras la manifestación en ocasión del Día Internacional de
la Mujer Trabajadora".
"Los testimonios de las mujeres relatan
que fueron maltratadas y privadas de la libertad por efectivos de la
policía. Agentes de civil, sin identificación, también habrían
intervenido en el operativo. Tras ser retenidas fueron trasladadas a
distintas comisarías donde fueron requisadas de manera vejatoria,
obligando a algunas de ellas a desnudarse por completo", agregaron.
La
abogada en causas de DD.HH., Elizabeth Gómez Alcorta, integrante del
Movimiento de Profesionales del Pueblo (MMP) adelantó en un comunicado
que mañana presentará "una denuncia penal contra los responsables de
este operativo ilegal". Y agregó: "Anoche en la Ciudad de Buenos Aires
se produjo nada más y nada menos que una razzia. La policía salió a
cazar manifestantes incurriendo en delitos como la privación ilegal de
la libertad, vejámenes y apremios ilegales, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público".
En la Legislatura
En
la Legislatura se produjo un fuerte debate -en la sesión de hoy-
respecto de la gran jornada de paro y movilización del 8 de marzo así
como de la detención de mujeres en la Comisaría 9ª -días atrás, y, en el
día de ayer, en las cercanías de Plaza de Mayo.
Ramal anticipó
que "el bloque del Frente de Izquierda pedirá la interpelación del
ministro de Seguridad por estos hechos", y luego presentó un proyecto
para reclamar al ejecutivo porteño "el cumplimiento de la ley 5466, que
establece la creación de un Centro de atención a la Mujer por Comuna".
Esta ley, de autoría de Marcelo Ramal, fue votada en diciembre de 2015 y
nunca reglamentada por el Ejecutivo porteño.
La postura del Gobierno
Bullrich
aseguró que la marcha "fue absolutamente tranquila, hasta que en un
momento un grupo se separó del conjunto y fue a la Catedral
Metropolitana a destruirla".
Durante la inauguración del nuevo
sistema de control de motociclistas en la Ciudad de Buenos Aires,
destacó que los grupos "tiraron botellas y bombas molotov hacia la
Catedral" y que las fuerzas policiales "actuaron en forma disuasiva".
"Hubo
detenciones y a partir de estas conductas depredatorias y violentas,
los responsables tendrán que pagar y reparar los daños que provocaron a
la Catedral", dijo la ministra, quien agregó que la presencia policial
"fue absolutamente leve" ya que "no puede permitir la destrucción de sus
monumentos históricos".
Martín Ocampo, ministro de Seguridad
porteño, aseguró que el operativo "no es una cuestión en contra del
feminismo, es una cuestión de la Justicia que tendrá que investigar, y
si se comprueba que no hay ninguna vinculación de los acusados de los
hechos violentos con los ilícitos que se les reprocha, no tendrán ningún
tipo de sanción".
Pequeños grupos, fundamentalmente de jóvenes,
causaron disturbios al final del acto de cierre de la marcha del
miércoles en la Plaza de Mayo, al prender fuego frente a la Catedral y
lanzar latas y botellas contra la policía y cronistas de televisión.
Sin
embargo, el movimiento de mujeres asegura que varias de las detenidas
no habían tenido que ver con esos incidentes, sino que se encontraban
comiendo en una pizzería de forma pacífica cuando fueron arrestadas de
manera violenta por la policía.
El comunicado de Ni Una Menos
¡Tocan a 20 y respondemos todas !
Desde la articulación del movimiento de mujeres, lesbianas y bisexuales, travestis y personas trans y feminista que el 8 de marzo supo construir en Argentina y en más de 50 países del mundo el Paro Internacional de Mujeres, repudiamos la represión organizada por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Exigimos además el sobreseimiento de las imputadas y que desde todos los sectores se interpele, investigue y sancione, a los responsables políticos y materiales de los atropellos cometidos contra las 20 personas detenidas. Hechos que acontecieron alrededor de las 23, en inmediaciones a la Plaza de Mayo, y en claro accionar que pretende disciplinar a las 300 mil que marchamos ayer por estas calles.
La cacería, la represión y las detenciones fueron brutales, discriminatorias y constituyeron vulneraciones a los Derechos Humanos. Efectivos de civil y uniformados pero sin portar identificación y sin manifestar el motivo, detuvieron arbitraria e ilegalmente a mujeres, por su género y por su orientación sexual en las inmediaciones de la plaza. No conformes con eso, salieron a cazar mujeres al voleo, que salían de bares o simplemente transitaban por la calle. Las persiguieron, golpearon, amenazaron, requisaron y violentaron desde las instituciones. Atropellos que continuaron durante las nueve horas en que estuvieron encerradas. Testimonios que se pudieron reconstruir gracias a que somos muchas y estamos organizadas.
Hace días, seis mujeres fueron detenidas y judicializadas por realizar pintadas como acción de difusión del Paro. Esta vez, y en sintonía con el discurso de la publicidad y los medios hegemónicos que pretenden mostrarnos como víctimas, como accesorios, o si hacemos política como violentas (pero jamás como sujetas de derechos); el resultado de otra noche de resistencia fue la detención de 20 personas en diferentes Comisarías de la Ciudad. Para todas ellas exigimos el sobreseimiento. Un claro avance en la decisión política de criminalizar a las luchadoras.
Las imputaciones hacia ellas son por "atentado, resistencia a la autoridad y lesiones" y la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en violencia contra las Mujeres +54 - 011 4371 3407) y la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional +54 - 011 6089 9054) abrieron una causa para investigar el accionar policial. Y para eso pedimos a quienes puedan aportar datos se dirijan allí.
Estos hechos de violencia institucional son un mensaje en sí mismo, que vehiculizan un contenido disciplinador. El gobierno del miedo para que las mujeres, las lesbianas y las travestis no nos sumemos a las marchas y no nos hagamos oír contra toda forma de violencia machista, ni que reclamemos con propuestas la inclusión en la agenda política de la urgencia de nuestros derechos. Los de la mitad de la población mundial.
Seguiremos señalando a quienes miran para otro lado ante los femicidios y los abortos clandestinos, los crímenes de odio y la lesbofobia. Seguiremos advirtiendo sobre la persecución y criminalización de las migrantes, la feminización de la pobreza y la criminalización de las protestas. Seguiremos saliendo a las calles para agitar nuestras voces y seguiremos diciendo que no estamos solas, ¡estamos organizadas para una vida de libertades y sin miedo!
Al Estado represor le decimos #NiUnaMenos #VivasNosQueremos
Fuente: LA NACIÓN
En la página de La Nación podrás ver los videos de las detenciones
Razzia policial tras la marcha de mujeres
“Un mensaje muy concreto de criminalización de la protesta”
El
Colectivo Ni Una Menos brindó una conferencia de prensa por la cacería
policial llevada adelante anoche contra mujeres que participaron de la
movilización a Plaza de Mayo. Afirmaron que “hubo una situación de
absoluto descontrol policial” y que es “un mensaje que aporta
incertidumbre sobre la vigencia del derecho a la protesta”.
La conferencia de prensa de Ni una Menos en el Cels.
(Imagen: Colectivo Ni Una Menos)
(Imagen: Colectivo Ni Una Menos)
El
Colectivo Ni una menos brindó una conferencia de prensa en el CELS tras
la cacería policial llevada adelante anoche contra mujeres que
participaron de la marcha a Plaza de Mayo. Mariana Carbajal, periodista
de Página/12, miembro de la comisión directiva del CELS
e integrante del colectivo Ni Una Menos, abrió la conferencia y
destacó la masividad de la marcha, junto a la diversidad del movimiento
de mujeres expresada ayer. Dijo que “más de 250 mil mujeres marcharon
en la Ciudad de Buenos Aires”, en una “jornada histórica” que “terminó
con una veintena de compañeras detenidas”, que recién hoy fueron
liberadas.
Laura Arnés, colaboradora del Suplemento Soy de Página/12 y una de las detenidas anoche, contó que los arrestos sucedieron dos horas después de la movilización y a varias cuadras de la plaza. “Nunca llegué a la Catedral, nunca llegué a la Plaza de Mayo, no estuve ahí en ningún momento”, afirmó en respuesta al intento de vincular el operativo policial con los incidentes registrados tras el acto.
Arnés relató que ella y una amiga fueron abordadas por policías de civil sobre Avenida de Mayo cuando esperaban a otra compañera que había ingresado al baño de una pizzería. Fueron empujadas por policías de civil, quienes ante el pedido de que se identifiquen respondieron con una violenta agresión: las tomaron del pelo y las tiraron al piso.
“Me empiezan a gritar que soy una negra de mierda y que por eso voy a ir a la cárcel. Que no me resista porque sino me van a romper los brazos”, contó la periodista. Luego las trasladaron tres cuadras a pie hasta los camiones policiales estacionados en Plaza de Mayo. “Todo el tiempo gritándome que iba a estar presa por negra de mierda, por haber participado de una marcha”, completó Laura. Añadió que luego en la comisaría las obligaron a desvestirse y algunas mujeres fueron manoseadas.
Maria Rachid, Directora del Instituto contra la Discriminación de la Ciudad de Buenos Aires, expresó que las detenciones fueron “claramente arbitrarias” y denunció que “no hubo ningún resorte ni del Ejecutivo ni del Poder Judicial que permitiera una intervención que liberara a las compañeras y los compañeros detenidos”. “El Poder Judicial tenía elementos para actuar con mayor celeridad y no lo hizo”, insistió.
A su turno, Paula Litvachky, directora del Área de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), afirmó que lo sucedido anoche es “un mensaje que aporta incertidumbre sobre la vigencia del derecho a la protesta”, justo luego de una semana en la que hubo masivas movilizaciones: el lunes de docentes, el martes de los sindicatos y ayer del colectivo de mujeres.
“Hubo una situación de absoluto descontrol policial”, sostuvo Litvachky y denunció que el procedimiento de anoche “replica lo que intentaba hacer el protocolo antipiquetes: dar a la policía la posibilidad de hacer detenciones indiscriminadas post marcha”.
A ello se agregaron hoy declaraciones de los ministros de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y de la Ciudad, Martín Ocampo, quienes avalaron el accionar. Ocampo fue entrevistado en el programa "Lo malo se ser Bueno", de AM 1110, Radio Ciudad, conducido por Marina Abiuso.
La directora del Área de Justicia del Celcs
reiteró que hubo “detenciones indiscriminadas y masivas, sin orden
judicial” y definió como “una cacería policial dos horas después de
terminada la marcha” al operativo. “Son prácticas policiales que están
prohibidas”, remarcó. Añadió que a ello le sigue el armado de causas
para justificar la detención, lo que “da mensajes muy concretos de
criminalización de la protesta”.
En tanto, Amnistía Internacional también condenó la detención indiscriminada y violenta de mujeres realizada anoche y recordó que la Argentina "ya fue condenada internacionalmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la actuación de las fuerzas de seguridad locales", en el caso de la muerte de Walter Bulacio en una comisaría en 1991.
Laura Arnés, colaboradora del Suplemento Soy de Página/12 y una de las detenidas anoche, contó que los arrestos sucedieron dos horas después de la movilización y a varias cuadras de la plaza. “Nunca llegué a la Catedral, nunca llegué a la Plaza de Mayo, no estuve ahí en ningún momento”, afirmó en respuesta al intento de vincular el operativo policial con los incidentes registrados tras el acto.
Arnés relató que ella y una amiga fueron abordadas por policías de civil sobre Avenida de Mayo cuando esperaban a otra compañera que había ingresado al baño de una pizzería. Fueron empujadas por policías de civil, quienes ante el pedido de que se identifiquen respondieron con una violenta agresión: las tomaron del pelo y las tiraron al piso.
“Me empiezan a gritar que soy una negra de mierda y que por eso voy a ir a la cárcel. Que no me resista porque sino me van a romper los brazos”, contó la periodista. Luego las trasladaron tres cuadras a pie hasta los camiones policiales estacionados en Plaza de Mayo. “Todo el tiempo gritándome que iba a estar presa por negra de mierda, por haber participado de una marcha”, completó Laura. Añadió que luego en la comisaría las obligaron a desvestirse y algunas mujeres fueron manoseadas.
Maria Rachid, Directora del Instituto contra la Discriminación de la Ciudad de Buenos Aires, expresó que las detenciones fueron “claramente arbitrarias” y denunció que “no hubo ningún resorte ni del Ejecutivo ni del Poder Judicial que permitiera una intervención que liberara a las compañeras y los compañeros detenidos”. “El Poder Judicial tenía elementos para actuar con mayor celeridad y no lo hizo”, insistió.
A su turno, Paula Litvachky, directora del Área de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), afirmó que lo sucedido anoche es “un mensaje que aporta incertidumbre sobre la vigencia del derecho a la protesta”, justo luego de una semana en la que hubo masivas movilizaciones: el lunes de docentes, el martes de los sindicatos y ayer del colectivo de mujeres.
“Hubo una situación de absoluto descontrol policial”, sostuvo Litvachky y denunció que el procedimiento de anoche “replica lo que intentaba hacer el protocolo antipiquetes: dar a la policía la posibilidad de hacer detenciones indiscriminadas post marcha”.
A ello se agregaron hoy declaraciones de los ministros de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y de la Ciudad, Martín Ocampo, quienes avalaron el accionar. Ocampo fue entrevistado en el programa "Lo malo se ser Bueno", de AM 1110, Radio Ciudad, conducido por Marina Abiuso.
En tanto, Amnistía Internacional también condenó la detención indiscriminada y violenta de mujeres realizada anoche y recordó que la Argentina "ya fue condenada internacionalmente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la actuación de las fuerzas de seguridad locales", en el caso de la muerte de Walter Bulacio en una comisaría en 1991.
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