María Teresa Castillo: “A ninguna dictadura le interesa que haya libertad para expresarse” / entrevista de Isa Dobles


María Teresa Castillo y Julio Cortázar en "Macondo"




 “Ese hombre (Chávez) venía a esta casa y me pedía mi cama 
para descansar un ratico…”


Yo he sido una devota y una apasionada seguidora de María Teresa toda mi vida. Tenemos una relación hermosísima que es uno de los grandes privilegios de mi existencia humana y profesional. La he entrevistado en todas sus etapas humanas y la he aplaudido en cada una de ellas.


- Nació el 28 de octubre de 1908. Caraqueña, periodista, creadora del Ateneo de Caracas, mujer de la cultura, rebelde ante la injusticia, luchadora infatigable por la libertad y dignidad de los pueblos, casada con Miguel Otero Silva, (escritor, periodista, cofundador de “El Nacional”), madre de dos hijos…

- Yo nací en Cúa. En el Estado Miranda, en una hacienda que se llamaba “Bagre” porque mi abuelo, que era de Trujillo, se vino muy joven y se casó con mi abuela que era una Dunlock. Cuando mi padre murió, yo tenía dos años y nos vinimos para Caracas y aquí estoy desde entonces. Mi madre se dedicó a cuidar a sus hijas. Fuimos dos: Alicia, que luego se casó con Juan Pablo Pérez Alfonzo, y yo. ¡Ella era tremendísima! Y yo era el “gallo pelón” de la familia porque era muy independiente, a mí no me gustaba someterme a normas. Éramos pobres, pobrísimas. Y en mi familia había sin embargo, el afán de que figurásemos en la “sociedad” que hoy en día está tan mal parada. Pero en aquella época la sociedad estaba constituida por familias de apellidos. Yo me acuerdo que desde chiquita yo me burlaba de eso. A mi eso me chocaba, me parecía humillante pretender ser lo que no éramos…

- A los años se convertiría en la primera mujer presa por política después de la muerte del tirano Juan Vicente Gómez…

- Yo me había ido de Venezuela un año antes de la muerte de Gómez a Estados Unidos y trabajaba en una fábrica como costurera. Aquello podía parecer trágico para una muchacha tan cuidada, tan protegida, pero yo me sentía muy bien, muy independiente, sin riesgos ni peligros. Pero si soy sincera tengo que contarte un episodio lastimoso de mi vida, nunca igualado ni superado. Yo me llevaba muy bien con todo el mundo, con la gente que trabajaba, con mis compañeros. Me encantó Nueva York desde el principio. Pero uno tenía esa necesidad de expresarse, de exteriorizar todo lo que uno llevaba por dentro por tanto tiempo, y en una reunión un muchacho norteamericano muy amigo que me acompañaba, me llevaba y me traía, no soportó más mis críticas durísimas, desenfrenadas contra su gobierno y ¡zaz! ¡Me cacheteó! No me preguntes cuál fue mi reacción. Porque no podía tener otra… ¡me caí de espaldas! Pero no tenía tiempo para lamentar nada. Mis gestiones para entrar al país resultaban inútiles porque yo ya estaba señalada como revolucionaria…

LA CÁRCEL

“La vida nos tiene señalado un camino, pero cómo recorrerlo 
depende de nosotros”


María Teresa Castillo y Diego Rivera




- Excepcionalidad y rebeldía. Sin compromisos, sigue adelante en un mundo que despertaba de un letargo cruel. No eran tiempos fáciles. Venezuela, a la muerte del tirano Juan Vicente Gómez, estaba presa en una cárcel sin rejas. Ella retoma la vida aquí y allá. Su mente se regocija en imágenes, en retazos que no quiere olvidar…

- Regreso en febrero y Gómez muere en diciembre. ¿Y tú sabes que sentí? Que podía respirar ¡Casi treinta años de una dictadura y aquí no pasaba nada! ¡Aquí todo el mundo estaba dominado por un sistema de represión horroroso! Este país tenía que salir tarde o temprano de ese aplastamiento. López Contreras me hace presa porque estaba repartiendo propaganda subversiva. Éramos tres. Rafael Viso, D’León  y yo. Tú me preguntas hoy por qué yo estaba arriesgándome y tendría que contestarse que eso era lo que me estaba pautando hacer por la vida porque es que no podía hacer nada. Nosotros habíamos dejado el automóvil cerca y cuando nos empezaron a perseguir salimos disparados para Catia, y nos metimos corriendo en el primer bar que encontramos que se llamaba “Las Tres Lunas”. Que era realmente un cabaret de pésima muerte. Mira que han pasado años y nunca se me ha olvidado la cara de Guillermo Meneses que fue un gran amigo mío y me visitaba constantemente cuando yo estaba presa y siempre soltaba la risa y me decía: “¿Tú sabes lo que es María Teresa, que tú hayas caído fichada en “Las Tres Lunas”?…

- Confiesa que esa ha sido la época en que ha leído más. Se encontró con Marcel Proust que no conocía y que, según ella, sólo puede leerse en recogimiento y con gran penetración, en ese aislamiento necesario para aceptarlo y asumirlo en “su busca del tiempo perdido”. Confiesa riendo que hasta comenzó a enamorarse de André Maurois, el escritor francés. Y los domingos tenía visitas…

- Yo estuve en la Jefatura de La Pastora con el Jefe Civil y su esposa que se portaron muy bien conmigo. El Juez se tomó un año para dictar sentencia. No la leyó completa. Sentí una mezcla de rabia y risa cuando lo oí en las primeras líneas… “que una mujer llamada María Teresa Castillo…”. Pero lo que sí era cierto es que ya era una mujer. Y definitivamente, una revolucionaria. Yo no recuerdo cómo llegó a mis manos Maurois. Pero siempre me gustó, Y hoy lo recuerdo contigo porque tú y yo hablamos de cosas gratas. Cuando Maurois murió yo me impresioné porque me conmovió mucho. Murió el mismo día que mataron al Ché. Ese año no se me olvida. También ganó el Nóbel Miguel Ángel Asturias, después, pero ese mismo año. A veces la vida te hace cosas, “¡un nudo de coincidencias impresionantes!”…


PERIODISMO Y DICTADURA

 “La cultura es un arma contra la represión”


 María Teresa con Ernesto Cardenal y Sergio Ramirez


María Teresa Castillo, retrato de Guayasamin


 María Teresa con Porte Acero
y Carlos Giménez



- Su formación se la debe a un grupo de muchachos que conformaron el vivero excepcional de su primer conocimiento. Todos de gran sensibilidad, músicos, escritores, poetas, lo más importante del mundo cultural de su país…

- Este país pasó casi treinta años cercado por todas partes como si estuviéramos en la Edad Media. Esto era un coto cerrado del gobierno de Gómez. Aquí no habían museos, casas culturales, reuniones, ¡nada de nada! Venían cosas de afuera, pero eso de crear aquí una orquesta, un grupo teatral, eso no existía. Y yo tengo mi criterio sobre eso. A ninguna dictadura le interesa que haya libertad para expresarse. La cultura es un arma contra la represión, lo que no se esgrime de frente se insinúa en una obra de arte, en una pieza teatral, hasta en una sinfonía. Yo, como todos los venezolanos de esa época, despertábamos de una pesadilla. Comenzamos con nuestras “tenidas literarias”, reuniones semi políticas en las que de manera muy coincidente se iniciaba un proceso que habría de dar importantes frutos. Ese grupo lo llamamos “el grupo cero de teoréticos” y de allí nació la Gaceta de América que dirigía Inocente Palacios y que, por supuesto, fue puesto preso con el primer número que salió. Pero ahí un día nos llama María Luisa Escobar, nuestra insigne compositora, para una reunión que decidirá la suerte de una Casa de Cultura. Yo asistí con Antonio Palacios. Ella fue una valiosa amiga, un ser superior, como una hermana, más que como una hermana, primera mujer en ganar el Premio Nacional de Literatura, sensibilidad exquisita. Ella me acompañó, siempre respetando mis alas…


MIGUEL: EL COMPAÑERO

  Pablo Neruda, León de Greiff, Miguel Otero Silva,
Matilde Urrutia, Arturo Úslar Pietri y María Teresa Castillo


 
   María Teresa Castillo, Romulo Betancourt y Miguel Otero Silva

- Se conocían desde el año 1928. Eran muy amigos. Recuerda una vez que Marcos Castillo les regaló unos cuadros a ella y Antonia, y como ella no tenía dinero para montarlo, se lo quitó para montarlo por su cuenta. El de ella, bello, por cierto, lo tiene su hija Mariana. Miguel compartía la misma historia: conspiración, cárcel, ausencias, riesgos. Estaba… se iba… volvía. El destino daba vueltas buscando el espacio para los dos y ellos se movían en el círculo mágico de lo señalado…

- Una vez yo soñé con Miguel… antes de la muerte de Gómez. Yo me dije: “que raro… Miguel Otero”. ¡Imagínate! Él no estaba aquí. Cuando él volvió le pregunté: “Miguel… ¿y tú no te has casado por ahí? ¿no tienes novia o algo?”. Me dijo: “No, estoy soltero”. Y yo le contesté así como era yo: “¡Que bueno!” Y allí comenzó todo. El destino. Tiene que ser eso. Yo no puedo decir que al amor y a Miguel los conocí al mismo tiempo, porque yo a Miguel lo conocí siempre. Fue algo que fue madurando. Pero sí puedo decir que yo lo elegí…


EL ATENEO: LA PASIÓN




María Teresa Castillo con Pablo Milanés

- El Ateneo: Su refugio, su confidente, sus paredes amigas. Su llegada y salida. Su ida y vuelta. María Teresa Castillo ha sido durante largos años el Ministerio de Cultura permanente de Venezuela sin recibir salario ni designación de los gobiernos de su país…

- Yo siempre he estado muy clara en lo que es el Ateneo y quién es María Teresa Castillo. Yo no comprometí nunca al Ateneo o mi posición humana o mis convicciones. Yo actúo y actué fuera del Ateneo como cualquier ser humano dueño de la libertad de ser como es. Yo respeto mucho la coherencia en los principios… creo que la vida se rige básicamente por leyes no escritas. Cuando tratábamos de organizar la Federación de Ateneos y siempre, cuando hablaban conmigo, mi consejo ha sido: eviten las luchas políticas, olvídense que pertenecen a tal o cual partido, no tomen en cuenta las diferencias políticas, ustedes hacen una labor cultural y esta no puede ser agresiva… yo tengo mi pensamiento. Yo estoy con la lucha de los pueblos y cuando me necesitan yo estoy a la orden, mi nombre está al lado de ellos apoyándolos: chilenos, uruguayos, argentinos, exactamente como tú. ¿Cómo voy a ser  Presidenta del Ateneo negándome a mí misma lo que soy? Es que nunca quise imaginarme, porque me horrorizaba, alguna de esas personas diciendo después que “salió del Ateneo sin que yo la recibiera”. “¡Bueno! ¿Y para qué está allí si no es para atendernos?”. Yo no comprometo al Ateneo. Pero yo, como persona, siempre apoyo lo que es justo. Además, ¡eso me encanta!…

- Eso es ser creadora. Denme en este país cinco María Teresa y ¡hacemos realmente un gran país! Este “mundo mágico” que ella ha construido no la defiende de la áspera realidad que vivimos. Ella nunca creyó que volvería a tener esos sentimientos convulsos de sus años guerreros. Pero Hugo Chávez los resuelve inmisericordemente…

- Yo he vivido muchos horrores, nunca tanta perversidad. Pero hay que seguir luchando. Este país lo que menos necesita hoy es que seamos indiferentes, cómodos…

- En esos días reaccionaba vivamente antes lo que vivía el país. Era imposible para ella aceptar que Venezuela tuviera otra vez algo parecido a lo que había vivido con Gómez y Pérez Jiménez…

- A mí me da mucho miedo cuando me engaña alguien sin escrúpulos. La amoralidad a veces me inmoviliza. Ese hombre venía a esta casa y me pedía mi cama para descansar un ratico… ¡Esa cabeza llena de perversidad en mi almohada! Y después que consiguió lo que buscaba traicionó los principios y la confianza. Esta corrupción pesada que nos rodea. El poder sin moral es un camino directo al precipicio. Ese hombre no se conforma con lo que ha conseguido. A mí no me gusta pensar así porque huyo del pesimismo y la desesperanza, pero yo siento que lo que Hugo Chávez busca es el alma de cada uno de nosotros para humillarnos, para acabar con nosotros. Esa revancha amarga que invade nuestra vida. Yo no esperaba volver a vivir esta angustia. Este odio entre los venezolanos, este horror…


María Teresa Castillo con Argelia Laya e Ivonne Attas

  María Teresa Castillo con  Tania Sarabia y Román Chalbaud



María Teresa cultiva el respeto por sí misma tanto como el de los demás. Que desvirtúen lo que ha sido, que pongan en su boca lo que nunca diría o que la acusaran de algo que nunca podría hacer le aterra, porque ha sido muy firme en sus principios y convicciones. Eso le ha permitido crecer sin empujar a nadie, escuchar y sentir. Ella, ciertamente, le ha dado vida a sus años mientras suma años a su vida. A los 25 años lo más importante de su vida era acabar con la tiranía de Gómez, a los 45 su hogar, su familia; a los 65 el Ateneo. Es imposible resumir lo que María Teresa Castillo es y ha representado en Venezuela…


©Isa Dobles 
Fragmento del libro
“Las entrevistas de la Venezuela imborrable”
Editorial Libros Marcados,  2008

Fuente: ABC



  
María Teresa Castillo  (Venezuela, 1909). Periodista, gerente cultural, activista de derechos humanos. Luchó contra  las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez y por el derecho al voto femenino.  Fue presa política y estuvo en el exilo.  Fundó la Agrupación Cultural Femenina, la Asociación Venezolana de Mujeres y  el Festival Internacional de Teatro de Caracas, del que fue presidenta así como del Ateneo de Caracas y  Fundación Rajatabla.  Recibió las más altas distinciones nacionales e internacionales por su labor de promoción de la cultura y las artes en Venezuela. Desde 1990 existe la Orden María Teresa Castillo que premia las manifestaciones artísticas y culturales de Venezuela. Apoyó a Chávez cuando estuvo preso y en su campaña presidencial. En agradecimiento Chávez le quitó la sede del Ateneo de Caracas en 2009.







Artículos relacionados