4 poemas de José Pulido, de su poemario "HERIDAS ESPACIALES Y MERMELADAS CASERAS", Barralibro.editores, España, 2021

 



NADA SE SALVA DE LO ELEMENTAL


Viento afiebrado 

que las selvas y los hielos refresquen tu talante 

no me hagas ir hacia ti, mi peso es polvo 


El sol calienta el aire que respiran y que han respirado 

los de arriba y los de abajo 


el sol convierte las aguas en placenta 

hubo una vez de suma catalepsia en que los rayos se volvieron peces y 

reptiles 


Hubo millones de mujeres adoloridas y esperanzadas,

nacidas para dar a luz a multitudes

que respiran


El sol calienta la tierra donde todos los seres se convierten en harina 

de huesos, en flujo de piedras, en raíces; 

hombres, mujeres, niños, animales veloces y lentos, voladores y 

nadadores, corredores y saltarines. 

Todos respiraron y dejaron el aire aquí mismo


El sol calienta mis labios y sabe que voy a decir algo y 

entonces me pega sus barcos por el pecho 

como sacudiendo un paño mojado y me empuja hacia unas indeseadas

 lejanías de islas, de azulejos y de rocas 

el lavamanos que te asusta con su emboscada en el espejo 

el sol, andando afuera, 

me lanza el sucio lamparón del humano descuido, de las paredes agri-

etadas por el bélico paseo y la muerte de la artesanía 

-solo Dios podría ser albañil en esta calle-

El sol repite un latigazo de nubes y chillidos

inunda con mariposas incendiarias el bosque interminable de las olas 

y me hace parpadear


¿Qué es lo que quieres que yo haga? 

jamás he podido establecer comunicación con esas heridas espaciales 

supurando 

entre un bostezo nulo, un anuncio optimista y un horizonte indefinido 

no sé qué efecto tienen las carreteras sumidas en distancia 

y las voces que chocan murmurando en su ámbito de tenis 

mis otras cercanías, 

donde las cortinas cumplen una función de sicoanálisis


Nunca quise entablar comunicación 

con el cielo y el muelle en un solo y compacto momento

la orilla evocando una pescadería 

la pudrición de las neveras 

el basurero inmóvil, las algas arrumadas que de pronto 

retornan 

al útero del génesis 

esos olores para vomitar 

venidos de las profundidades sin estrellas 

deben ser como una advertencia 




El ángel William Shakespeare interrumpe lo que hace Kafka 

y le dice sin muchos miramientos “un día desaparecerán todos los

 lapiceros y los papeles en blanco y tendrás que escribir en las paredes 

de un castillo”





EL DÍA COMO VESTIMENTA 


Si haces el bien y alejas los pecados 

acumularás días que servirán en el otro mundo 

para engalanar el alma 

porque los días se convierten en prendas de vestir 

he leído eso con mucho interés 

Lunes de amor sin exigir ni un beso: camisa y pantalón 

Vestido nebuloso de amplia falda, blusa de seda, blusa


Desinteresada generosidad cada semana

te ha de vestir después cuando no tengas 

que estar contando las horas y los meses 

Nadie soportaría la desnudez del alma 

ante tantos ancestros que no se han conocido


Cuando mueras te contarán los días en que hiciste el bien 

Y esos días serán un gran ropaje 

Si llegas al otro mundo sin días buenos

 no tendrás nada qué ponerte


Los quince olores del Edén ¿cómo serán? 

dicen que a veces llegan en la ropa de alguien 

pero no es propiamente la tela lo que huele 

a quince fragancias imponentes 

es que alguien puede cargar el Paraíso sin saberlo




Esta cacerola con que voy a cocinar la harina de garbanzos 

sabe lo que es desear 

que Dios me perdone, 

dice Magdalena hablando sola




PERFIL DE UN ANTIGUO LUGAR


La intrahistoria, esa intimidad con que en mi casa 

ponían a Simón Bolívar y Lucho Gatica en la misma pared 

cuajada de recortes de figurines con la impronta de Coco Chanel


El único esfuerzo que hacía 

era sentarme en una silla a contemplar el azar 

los timadores se cuelan por todas las rendijas

las desilusiones chorrean como heridas de árbol 

anunciando la dejadez maluca de las dictaduras


había quien tenía, cómo no, su camioneta ranchera de dos tonos 

amargo de Angostura en sus veladas 

esa clase de gente sin beisbol


ah, me tengo que marchar hacia la tarde 

decía mi comadre fastidiada de tangos 

solo bastaba mirar aquel vestido y era pura rumba


yo me comprometía a soñar con unas idas a Caracas 

esta voz de cosa ajena, de poesía en peligro y de boleros 

esta complexión anatómica de perseguir los muslos que alumbraban


te vas a bailar, empolvado de trasnocho y sucios los 

zapatos 

eres nadie en un autobús que sube como alucinado

olisqueando a esa maja hacia los primeros ranchos disponibles 

a veces el cielo queda bajando las escalinatas 

las navajas ansiaban degollarte de madrugada y su boca también 

¿qué más podía proceder? Y esa es la historia, la 

intrahistoria 

que no sabré contar ni que me paguen 

porque es algo que solo yo amaré 



La ciega va llorando por toda la sala desvinculada 

de la hora del día 

porque le han prohibido en su propia familia 

que se acerque al lugar donde hacen los milagros




LETREROS EN LA PARED


 ¿Para qué resumir de otra manera? a estas alturas 

soy todas las cervezas y los cafés que he conversado 


Ya no ahondo en consejos 

solo adjunto recomendaciones 

soy como un letrero en la pared 

hable en voz baja, no tire la puerta, no asuste a los tigres 

Apenas se pierde la sonrisa de los quince años 

uno se cree la voz que clama en el desierto: pues no. 


Es mejor que no te atravieses en el camino de un anciano 

habiendo bibliotecas de papel y de vidrio 

todo ha sido concentrado en los libros: desde el origen más chocante

si quieres saber algo importante abre unas páginas

y suda como si estuvieses arando sobre lápidas


¿Han visto cómo renacen en giros bulliciosos 

los seres suspendidos en otra dimensión? 

Digamos, por ejemplo, el cosmos del sol y de las frutas 

el manantial de flores y espigas 

el temblor de las aguas y el reflejo de plumas


El uso que se le ha dado a las pasiones 

suele dejar escombros, frases de porcelana tiradas en el suelo mental 

el eco adormilado de unas voces transita las callejas

cuyas húmedas sombras se vacían más allá 

en el siguiente océano de esta última semana


Nuestras conversaciones por computadora 

suelen ser prodigiosas, nos vemos y hablamos 

de continente a continente sin transmitirnos gripes 

ni molestias 

pero la fantasía se envilece 

cuando la realidad le quita asombros


Este presente que me cansa tanto 

se convertirá en el recuerdo más bello de tu vida

tu relación con la fugaz epifanía derrochada 

luego envejecerás como periclitar en el siglo dieciocho 

arrugadísimo y serio estilo medioevo 

o robóticamente en siglos venideros


Cuando lleguen tus años de mirar hacia atrás 

serán tan arqueológicos los móviles 

que usarán sus negruras para empedrar las calles


lo regio es que no cedas a la mediocridad 

¿cómo no ser mediocre si eso es lo natural 

predominante?


Te cambiaré consejos por recomendaciones 

deja de repetir arcaicamente “no soy escaparate de nadie” 

porque lo somos: juntamos perchas para lo más querido y luego


Búscate a Søren Kierkegaard, 

Y encuentra también a la masturbadora solitaria de Anne Sexton


A Guillaume Apollinaire escribiendo

“Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana”


Invoca a la dolorosa Sylvia Plath:

“¿Y si dos vidas fluyeran de mis muslos?”


y ama el poema perfecto que sustituye todo: 

Duineser Elegien, de Rainer Maria Rilke 

Pon atención al Bolero de Maurice Ravel, 

que no es un bolero, como los que cantaba Olga Guillot,

pero en su persistencia turbadora repica el alma de 

Al-Ándalus


Escucha La boda de Luis Alonso trepidando en guitarra, aunque

Gerónimo Jiménez solo creyó componer una zarzuela


El Capricho número 5 de Paganini o cualquiera de sus benditos capri-

chos


Lee a John Ashbery con su civilizada ferocidad: descubre a John Ash-

bery


Arróbate con Ana Ajmátova invocando a Hamlet 

o diciendo

“Cuando escuches el trueno me recordarás /y tal vez pienses que

amaba la tormenta"


Bueno, sí: lee a Hamlet. Shakespeare es comparable a la creación


Busca esto: Segunda consideración intempestiva

 Unzeitgemässe Betrachtungen . Vom Nutzen und Nachteil der Historie 

für das Leben. Friedrich Nietzsche, 1874 


Conéctate con Job. No te despegues de Job sin entenderlo


Lee con gripe, anhelante, bostezando, llorando, en 

perverso abandono, en compañía de sudores amorosos


Y así sucesivamente, hasta que encuentres la verdadera luz humana. 

Tal vez no combatas la mediocridad con todo eso 

-yo, por ejemplo, no he podido-

Pero habrás viajado por los cielos inverosímiles de una belleza 

que se queda guardada como ropa de espíritu



Nadie debería creer que María 

no le enseñó a Jesús cómo iniciar su camino 

ella lo tuvo, lo amamantó y le enseñó sus primeras palabras 

ella lo bañó y lo limpió 

Hubo un tiempo en que él le pertenecía, la admiraba 

y la necesitaba 

¿qué cosas heredó de su madre? ¿una mirada? ¿alguna 

sonrisa?


©José Pulido

"HERIDAS ESPACIALES Y MERMELADAS CASERAS"

Barralibro.editores


José Pulido
Poeta, escritor, periodista venezolano

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