CINE: ACIERTOS 2018, por Luis Sedgwick Báez, Caracas, 1 de diciembre de 2018





Taquillas del cine Radio City, Sabana Grande, Caracas, años 60





                                                                      A mis amigos cinéfilos



Es hora de recopilar. Y qué decir del 2018? Mejor pasemos la página ipso facto. Se nos fue Diego Rísquez, pintor de imágenes en movimiento, sus films de autor, algunos icónicos y de culto, era un favorito de los Cahiers du Cinéma; resta su obra para ser estudiada y revalorada. Margot Benacerraf, la gran dama del cine venezolano, fue objeto de un documental Madame Cinéma de Jonathan Reverón, donde ella manifiesta su visión del mundo cinematográfico, con jugosas anécdotas,  siempre al día, siempre en apoyo a la nueva camada de cineastas del país, a sus nuevos talentos. No olvidemos que Madame Benacerraf fue fundadora de la Cinemateca Nacional. Después de décadas elaborando este listado, hoy pongo punto final. Son capítulos que se van cerrando. Los films los vi por aquí, por allá, uno quisiera abarcarlos todos: son voluntades inalcanzables. Un amigo del Hollywood Reporter me decía  que dejó de hacer crítica cuando fue contratado para hacer un film y se dio cuenta de toda la parafernalia involucrada en preparar una escena para que después un crítico, en un desplante lapidario, destrozara con un escrito,  un film. Pero la crítica es así.  “Dios te libre, lector, de prólogos largos “decía Quevedo. Ojalá que el 2019 nos sea favorable para todos. Vale.



 
Margot Benacerraf con Pablo Picasso y Luis Buñuel (derecha)


Diego Rísquez




1)    Roma (México) de Alfonso Cuarón.  Filmada en su propio país, Cuarón retorna a sus fueros en quizás su mejor film hasta la fecha. Asoma como una postura personal, semi autobiográfica sobre una familia disfuncional, el esposo, médico, abandona el hogar y su esposa, inquieta, presiente la soledad y una empleada (Yalitza Aparicio) preocupada en convertirse en madre soltera. Un film de múltiples lecturas, una recreación del México de 1970 (la masacre de Corpus Christi en 1971), de la forma de pensar, actuar de sus distintas clases sociales. Admirable desde cualquier ángulo que se estudie. La escena en la playa es antológica. En blanco y negro que le otorga al film una pátina de trascendencia. León de Oro, Venecia.








2)    Never look away  (Alemania) de Florian Henckel von Donnersmark. Es ante todo una mirada, una postura,  de lo que representa el arte vis- á-vis a la política y hacia uno mismo. Kurt (el carismático Tom Schilling) queda impactado cuando su tía lo lleva a un museo para ver el “arte decadente” de los artistas en la época de los nazis y cuando su familia se manifiesta opuesta al régimen. Con el tiempo, Kurt empieza a pintar el “realismo socialista” propulsado por el régimen comunista. Se enamora, su suegro (Sebastian Koch, en una convincente actuación) fue un médico que colaboró con los nazis en la eliminación de aquellos enfermos considerados “indeseables” pero ahora, acoplado al poder soviético. Sólo cuando Kurt y su esposa se trasladan al otro lado del muro, reconocerá el tipo de pintura al cual se dedicará pues podrá crear en libertad y sin cortapisa ideológica, un arte auténtico sin engañarse a sí mismo. De 188 minutos de duración y basado en la vida de Gerhardt Richter, es un film de primera línea.


 






3)     La ceniza es del blanco más puro (China) de Jia Zhang-Ke. Abarcando el período 2001-2008, seguimos los pasos de Qiao (Zhao Tao, en una extraordinaria actuación) que vive en un pueblo de declive económico, con un novio gangsteril que forma parte de la hermandad del delito. Ambos son conducidos a la prisión y al salir, el país no es el mismo, ni ellos tampoco. Una lúcida mirada a un país en continuos cambios (una constante del director) y conservando una misma ideología.








4)     Guerra Fría (Polonia) de Pawel Pawlinoswski. En la Polonia de 1946, un grupo de jóvenes con prontuario criminal es enviado a un centro donde les enseñan cantos y danzas folclóricas para presentarse en el bloque soviético. Zula (Joanna Kulig), una cantante, se enamora de Wiktor (Tomasz Kot) el director musical, relación que los lleva a varios países a través del tiempo, con sus respectivos bemoles emocionales y cambios de pareja. Con una sorprendente fotografía en blanco y negro donde la atmósfera adquiere una poesía visual única y con actuaciones de altura. Del mismo director del inolvidable “Ida”. Mejor director, Cannes.






5)    Si la calle Beale hablara (EEUU) de Barry Jenkins. Su segundo largometraje después del aclamado “Moonlight”, es la historia de una paraje afro-americana, ella (Kiki Layne) espera un hijo mientras él (Stephan James) cumple prisión por una violación que no cometió en los EEUU de los 1960, de segregación racial e injusticia hacia la comunidad negra. Una historia de amor, de una inmensa tristeza a flor de piel y resignación.







6)    Rojo (Argentina) de Benjamin Naishatat. Con un estupendo guión de él mismo, nos ubicamos en la Argentina de 1975, el film se centra en una familia de provincia, un abogado (Darío Grandinetti) y su esposa (Andrea Frigerio), una ama de casa y su hija (Laura Grandinetti) que estudia teatro. Se oyen rumores, personas desaparecen, otras se pasan a la clandestinidad. Subyace en cada instante una sensación de desconfianza, de angustia. Aparece un detective chileno (Alfredo Castro), con delirios bíblicos, investigando una desaparición, tal vez un asesinato. Un golpe de estado se está gestando. Estupendamente bien dirigida y actuada, todos los personajes poseen un toque de locura.







7)    Girl (Bélgica) de Lukjas Dhont. Lara (Viktor Poister) es una adolescente en cuerpo masculino. Hace lo indecible para proseguir su carrera de bailarina clásica hasta el punto que su físico se resiente. Toma hormonas, sicológicamente se siente en condiciones para proseguir con la operación que la convertirá en mujer. Recibe las burlas constantes de sus colegas de clase pero no se amilana. Su padre, un taxista, la apoya sin reparos y acepta su condición. Ganadora de la Cámara de Oro en Cannes como primer film, es un trabajo magnífico, con un enfoque sobrio, sin estridencias, sobre la cotidianidad de Laura, sus angustias, sus temores: la procesión va por dentro.









8)    Burning (Corea del Sur) de Lee Chang-Dhong. Un joven solitario cuyo padre cumple sentencia en prisión, conoce a una chica de antigua data, se infatua con ella, ella debe partir al África y de regreso la recoge en el aeropuerto pero viene con un muchacho mucho mayor que ella y de sólida posición económica, contraria a la de él, algo que representa un obstáculo para una relación estable con ella. Con escasos pero contundentes diálogos que reflejan situaciones, estados de ánimo, una atmósfera opresiva que va carcomiendo paulatinamente al alma del joven, culminando en un desenlace imprevisto. Premio Fipresci, Cannes.







9)   Viudas (Gran Bretaña)  de Steve Mcqueen. Adaptada de una serie televisiva británica de 1980 y de “Gone Girl” de Gillian Flynn, aquí vemos a Verónica (la siempre espléndida Viola Davis) viviendo en Chicago una vida plena con su pareja (Liam Neeson) que es en realidad un extorsionista. Cuando su plan falla y desaparece, la vida de Verónica se desmorona como también de las otras 3 viudas afectadas en el plan fallido. Aparecen mafiosos tratando de recuperar el dinero perdido, políticos inescrupulosos (Colin Farrell, Robert Duvall) lidiando en vericuetos electorales. Un film de acción a lo James Bond, un thriller que nunca decae y un enfoque inteligente. Altamente comercial y con el beneplácito de la crítica.





10)    Nace una estrella (EEUU) de Bradley Cooper. El film invita comparación con sus tres versiones anteriores y  sobre todo con las actuaciones de Judy Garland y Barbra Streisand. Jack (Bradley Cooper) es un músico popular, alcohólico y drogadicto que por arte del destino conoce a una aspirante a cantante (Lady Gaga). Ella entra a su mundo de conciertos, fiestas, notoriedad,  pero poco a poco emerge con voz y personalidad propias que lo va eclipsando. La química entre ambos es indiscutible, Bradley Copper tiene buena voz y dirige bien y Lady Gaga es la verdadera revelación. Su presencia acapara la pantalla: tierna, vulnerable, explosiva.






Mejor director: Alfonso Cuarón por Roma





Mejor actriz: Nicole Kidman por Destructora (EEUU) de Karyn Kusama




Mejor actor: Marcello Fonte por Dogman (Italia) de  Matteo Garrone






Crítico de Cine. Escritor
Caracas, 1 de diciembre de 2018





Lee sus artículos en su libro "Toronto 7 años de cine: 2010-2016".