Un aniversario, un homenaje, un nuevo proyecto, otro acierto de Carlos Giménez/ Lito Mateu, Córdoba, 13 de febrero de 2020













Como si nada le bastara, como si nada fuera suficiente, como si todos los días Carlos tuviera la obligación de estrenar un nuevo proyecto, como si no pudiera apagar esa necesidad que lo impulsaba a crear día a día un hecho artístico, y eso fue su vida, desde siempre, desde recién egresado del Seminario de Teatro “Jolie Libois” de Córdoba (Argentina), un creador compulsivo, desafiante, audaz, polémico, incansable…talentoso…!



CREACIÓN DEL NUCLEO DRAMATICO EXPERIMENTAL DE RAJATABLA  



Ángel Fernández Mateu



En el año 1991, Rajatabla, cumplió sus veinte años de existencia llevando la cultura teatral venezolana por todo lo alto, asombrando al mundo. Para celebrarlo y celebrarse, la Junta Directiva de Rajatabla: Carlos, Pepe Tejera, Aníbal Grunn, Francisco Alfaro y Daniel López resolvieron crear un NUCLEO  DRAMATICO  EXPERIMENTAL al que dieron el nombre de “FEBRERO 28”, tal el día de la fundación del elenco madre.  Este era un nuevo movimiento artístico  creado e impulsado por ese generador incansable de fuentes de experimentación, profesionalización y trabajo que fue Carlos Giménez.

La premisa fundamental de la nueva agrupación era llevar a escena libros de autores latinoamericanos y estar integrado por actores del Grupo Rajatabla que voluntariamente se sumaran al proyecto, siempre que no interfiriera con las actividades (funciones, ensayos o giras) del Grupo Rajatabla.

En conferencia de prensa del mes de julio de 1991 cuando se da a conocer el proyecto, Carlos decía:

No debemos dormirnos en los laureles. Ha llegado momento en que los actores veteranos y jóvenes de Rajatabla puedan experimentar otras técnicas de actuación y dirección, en una actitud que les permita ofrecer nuevas y diferentes alternativas a sus trabajos. Este nuevo elenco estará liderado por una Comisión Directiva formada por Pepe Tejera, Daniel López y Francisco Alfaro, quienes serán los responsables de la concepción, producción y ejecución de la programación”. 









También por esta época, Carlos, de común acuerdo con el Centro de Directores para el Nuevo Teatro (CDNT)  convoca a escritores para un proyecto internacional donde cada autor desarrollaría un tema sobre el lema “la madre de todas las batallas”. No puedo ampliar este tema ya que no formé parte del mismo, pero entre los autores invitados   llegó a Caracas Raúl Brambilla, actor, autor y director cordobés, compañero mío en el elenco de la Comedia Cordobesa. 

Fui invitado a formar parte del elenco de Febrero 28, y Carlos me pidió que yo propusiera proyectos para un primer montaje. Un tanto desorientado sobre cuál sería la estética del nuevo elenco lo conversé con Brambilla. Él me sugirió algunos libros y entre ellos uno de su propia autoría que ya había sido montado en Córdoba por la Comedia Cordobesa con mucho éxito: El corazón en una jaula.

En esta obra, Brambilla proponía un encuentro ficticio entre dos históricos cineastas: Jean Vigó y George Meliés en un diálogo que los envuelve y los preserva de vivir en una realidad que les es adversa. La obra tiene varias lecturas y el personaje de Meliés me ofrecía la posibilidad de mostrar varias facetas en la composición dramática. Se lo propuse a Carlos. Lo leyó y al otro día me llamó para decirme que lo había aprobado, que me hacía responsable, que confiaba en mí, pero que si era un yerro me pondría una estampilla en la frente para que me regresara a Córdoba. 

Raúl Brambilla fue designado como director artístico y él seleccionó un elenco de jóvenes actores de Rajatabla con quienes nos embarcamos en el nuevo proyecto: Luz Rodríguez, Ingrid Muñoz, Vito Lonardo, José Luis Montero y  yo. La escenografía fue encomendada a Augusto González y Marcelo Pont Vergés y producción de Andrés Vásquez y Gabriel Flores con la asistencia de dirección de José Sánchez.

En Rajatabla se trabajaba a toda prisa, no habíamos finalizado con una puesta que ya estábamos encarando un nuevo desafío.


EL ESTRENO DE “FEBRERO 28”




El estreno de El corazón en una jaula se produjo en agosto de 1991 en la Sala Esther Bustamante de la Escuela César Rengifo de Caracas, sala que fue originariamente un estudio de televisión (en ese momento totalmente abandonado) y el espacio venía de maravillas para los diseños de los escenógrafos y a los fines de la dirección del espectáculo, ya que se asemejaba mucho al estudio de cine donde se desarrollaba la acción.

La primer función se realizó dentro del Festival Nacional de Teatro y Danza de Venezuela, haciéndonos acreedores a los siguientes premios: Mejor Iluminación: José Jiménez y Marcelo Pont Verges; Mención Mejor Dirección: Raúl  Brambilla; Mención Mejor espectáculo: El corazón en una jaula y finalmente Mejor Actor: Ángel Fernández Mateu.

Como verán, me salvé de la “estampilla en la frente” que me devolvería a Córdoba!

Con semejante inicio hicimos allí una temporada y luego se llevó el montaje durante 1992 a la Sala Rajatabla donde continuamos con mucha afluencia de público y críticas estupendas, incluso hicimos funciones en el interior del país con un éxito rotundo, mientras nos preparábamos- todo el elenco- para lo que sería una nueva maravilla de Carlos Giménez: “Mozart, el Ángel Amadeus” del autor venezolano Néstor Caballero.




Córdoba, 13 de febrero de 2020

Fuente fotos: Lito Fernández Mateu







  ÁNGEL LITO FERNÁNDEZ MATEU

Actor cordobés. Perteneció al elenco oficial de la Comedia Cordobesa y fue integrante del grupo El Juglar de Carlos Giménez. Ha transitado todos los géneros artísticos, desde el circo (donde nació), el radioteatro, el teatro, el café-concert, el music-hall, la televisión y el cine. Con la obra El Coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez y dirigida por Carlos Giménez, recorrió los principales teatros de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Ha recibido numerosos premios en Argentina y Venezuela.




















Vito Lonardo