Ana Melo: "El teatro venezolano sí está en crisis" / entrevista de Carolyn Manrique, El Universal, Caracas, 28 de julio de 2019





Tras el tercer apagón nacional, Ana Melo, directora y dramaturgo, esperaba el martes 23 de julio que regresara la luz en Colinas de Bello Monte para poder realizar el ensayo de luces de la obra que estrenaría cuatro días después. Esa es la espera y zozobra que vive todo aquel que se aventura a hacer teatro en el país. 

Pero si producir y dirigir resulta difícil, más aún lo es escribir, porque en alguna parte debe quedar registro de lo que se vive hoy. 

Esa tarea la tiene Melo también, por lo que bajo una inquietud presente, pero no detectada desde el inicio, escribió ¡Cuidado! El límite de su seguridad es la raya amarilla, que estrenó ayer en La Caja de Fósforos de Bello Monte. 

"Esta pieza fue el resultado de varias obras que fui escribiendo en tiempos distintos. Fui haciendo la revisión de todos los textos y me di cuenta de que tenían una conexión, las situaciones se van repitiendo y que hablan de lo mismo: los limites", cuenta la autora sobre el texto. 

Para ella, este texto está cargado de existencialismo y deja al público muchas preguntas, con las que para ella se pone a juicio la manera en la que el ser humano se maneja al estar en un entorno en hostil y duro, como en el que notoriamente se vive en Venezuela. 

"Era una búsqueda que estaba en mí y no lo había hecho consciente hasta que me senté y vi el panorama completo", afirma. 

La obra, además, cuenta con varios términos psicológicos, lo que hace Melo con cierta frecuencia: "Me gusta entrarle al teatro por otro lado. Me gusta leer de psicología y ahí siempre saco cosas que me sirven para escribir. Así le entro por los laterales al teatro", sostiene. 

Entre las obras de la actriz, y directora aragüeña se encuentran piezas cortas y largas como Shakespeare para todos, Sopa de tortuga, Indioman, Margarita te voy a contar un cuento y Cindy Ella, que formó parte de Todos los hombres tienen un sueño. Además se encuentra realizando actualmente algunos textos para Microteatro en Lima, Perú. 

Melo cuenta con una carrera teatral de 20 años, en la que comenzó con la actuación y en la que poco a poco se fue acomodando y encontrando mayor seguridad desde la dirección y la escritura, la cual comenzó seriamente en 2013. 

"Ahora actuar no está en mis planes. Fue una decisión que tomé como una necesidad creativa. El lugar desde donde me siento cómoda y segura, desde donde puedo comunicar algo, es en la escritura y la dirección", sostiene.

-¿Qué le dejó la actuación? 
-Actuar es algo que hice por mucho tiempo y me sirvió de plataforma y formación para poder hoy en día escribir y dirigir. Es bonito, porque es una forma de entrarle al teatro por lados distintos y luego quedarte en el lugar en el que te sientes útil. Porque de eso se trata, de ofrecer algo. 

Sus inicios en la actuación fueron en el Teatro de Cámara de Maracay, pasando luego por la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, hasta llegar al grupo Contrajuego, dirigido por Diana Volpe, Orlando Arocha y Ricardo Nortier, hoy en día conocido como La Caja de Fósforos. 

-¿Qué autores la han inspirado? 
-Me gusta mucho el Siglo de Oro Español; Shakespeare, que es muy importante para cualquier persona de teatro. También me gusta mucho el trabajo de algunos dramaturgos contemporáneos como Esteve Soler. Y más propio, José Ignacio Cabrujas, porque describe cómo somos. 

-¿Qué es lo que más le preocupa de la situación actual del país? 
-Me preocupa que nos hundamos en la inmediatez y en la superficialidad. Que dejemos de profundizar en lo que nos está pasando y cómo esta crisis nos está transformando en otra cosa. Me preocupa que ese trabajo de meditación profunda no se haga, porque eso significa que nos va a costar mucho superarlo, porque nosotros no podemos ponerle nombre a la situación y al problema. 

-¿Cómo logra a través de sus obras que no suceda? 
-Con ellas me propongo plantearle al público las preguntas correctas, para que ellos puedan encontrar alternativas y soluciones. 

-¿Qué piensa sobre la situación del teatro? 
-El teatro venezolano realmente está en crisis. Hay mucha actividad teatral, pero a esa misma le falta rigor, estructura y contacto con el verdadero oficio. Es un drama en todo los sentidos, porque hay pocos recursos y es muy complicado engancharse en lo que es un verdadero proceso teatral. Son muy pocos los que están haciendo teatro serio, lo que es importante en una sociedad en la que se vive una gran crisis y en la que existe una gran distorsión de valores.

-¿Por eso se mantiene en La Caja, porque allí se hace buen teatro? 
-La Caja es mi lugar porque me siento afín a lo que se hace acá y afín a las personas que llevan este trabajo. A los que trabajan allí les tengo respeto, porque son un ejemplo. Y sí, la Caja de Fósforos es el lugar donde me gusta estar y donde me siento en sintonía. 

Cabe recordar en este punto que al momento de realizar esta entrevista se vivía el tercer apagón nacional en el año. Por lo que era oportuno preguntar

-¿Ha pensado en abandonar el país?
-Lo pienso, y es casi es un hecho. Está en mis planes para el próximo año. Quiero darle una pausa a mi trabajo acá y empezar a explorar otras cosas. Creo que es agotador el sistema venezolano, y es importante que las personas que tienen amor por Venezuela y quieren seguir creando por ella puedan darse esa pausa de tomar fuerzas para seguir. 
  

@carolynmanrique
El Universal
Caracas, 28 de julio de 2019
Fuente: El Universal


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