Joan Baez rindió un memorable homenaje musical a Chile y Latinoamérica en su retorno a Santiago / por David Ponce, Emol, 15 de marzo de 2014
Ante unas tres mil quinientas personas cantó Joan Baez este viernes en el Caupolicán.
El sábado 15 a las 21:00 horas dará su segundo concierto.
Joan Baez e Isabel Parra ensayando, Santiago, 12 de Marzo de 2013. Foto: Tita Parra
Joan Baez: nuevo cd: Fuente: Joan Baez
La cantante estadounidense rubricó este viernes 14 el primero de sus dos conciertos de regreso en Chile con un dúo histórico junto a Isabel Parra en "Gracias a la vida". Esta noche canta de nuevo a las 21:00 horas en el Teatro Caupolicán de la capita
SANTIAGO.- Fue una sola palabra, en español, antes de cantar. "Ayúdame", dijo Joan Baez a Isabel Parra sobre el escenario. "Para eso estoy", fue la respuesta sonriente de la cantante chilena en los segundos previos a la interpretación que las dos, con Inti-Illimani a sus espaldas, hicieron de "Volver a los diecisiete", una de las canciones más inmortales de Violeta Parra. Esa complicidad literal establecida entre ambas es la mejor definición del regreso en vivo a Chile que Joan Baez inició esta noche de viernes, con la primera de sus dos actuaciones en el Teatro Caupolicán de la capital.
A treinta y tres años de ese primer concierto que vino a dar en Chile en 1981 al filo de la prohibición militar de la época, la cantante estadounidense honró en este retorno su reencuentro con la audiencia chilena escogiendo un repertorio significativo para la ocasión. El español es lengua habitual en el repertorio de Joan Baez, la cantante de su generación más abierta a las canciones del mundo, como prueba la presencia del son huasteco "El preso número nueve" grabado en el mero inicio de su carrera como parte de su LP debut en 1960. Y cantar buena parte del concierto de esta noche en español fue su primer gesto de afecto por la audiencia.
"La llorona", "Mi venganza", "Te recuerdo, Amanda", la propia "El preso número nueve", "Como la cigarra" y el cierre a capella con la popular "No nos moverán", entre otras, fueron algunas de las selecciones con que Joan Baez delineó un concierto que además fue un viaje por su historia y por la de parte de la música popular desde los años '60 en adelante. Porque así también se escucharon en vivo en el Caupolicán melodías con las que esta mujer protagonizó en su inicios la revitalización de la música folk desde comienzos de esa década, compartida primero hombro con hombro junto a figuras del calado de Bob Dylan y luego influyente para generaciones de músicos posteriores.
"Canté esta canción en Woodstock", dijo al anunciar "Joe Hill", y en ese solo recuerdo en primera persona, que pocos pueden hacer, se escucha el peso de la historia. "Joe Hill" es aparte otra de las canciones de su primer disco, tal como "The house of the rising sun", o "La casa del sol naciente": una melodía que el mundo conoció gracias a la versión de The Animals en los días de la música colérica en 1964, pero que Joan Baez cantó anoche en Chile tal como ella la grabó cuatro años antes en ese mismo long play debut de 1960.
Dylan estuvo presente a su vez en la interpretación de su canción "Farewell, Angelina", grabada por Baez en el disco de igual título en 1965. Pero también hubo espacio para canciones más recientes, como "Jerusalem", de Steve Earle, perteneciente al álbum en vivo "Bowery songs" (2004), o "God is god", la primera de la noche, del disco "Day after tomorrow" (2008). Y un tributo a la escuela folk profunda se oyó claro al escucharla cantar "Deportee", que por lo demás es de Woody Guthrie, héroe de la canción protesta estadounidense y referente reconocido de Baez: una composición que parece reunir todas las señas del género, desde la instrumentación acústica hasta los versos comprometidos, en este caso referidos a la crónica de una historia trágica de inmigrantes.
Joan Baez cantó todo esto con una voz bien mantenida, encumbrada a menudo en falsetes siempre bien entonados y con la marca reconocible de su vibrato de soprano en plena forma. En vivo la cantante encarna la definición del folk cuando queda sola con la guitarra acústica de cuerdas metálicas, pero también se presenta a trío acompañada de un percusionista y un instrumentista múltiple a cargo de guitarra, violín, banjo, mandolina, acordeón y coros, todos timbres que refuerzan el carácter tradicional de esta música. Fue natural el diálogo entre esos caracteres y las canciones sudamericanas que escogió para el repertorio, como su intento con la mencionada "Como la cigarra", de la argentina María Elena Walsh en una versión algo tropezada; el anticipo de su siguiente show en Brasil con "Cálice", de Chico Buarque; y sobre todo la selección de canciones chilenas de la jornada.
Primero apareció por el fondo del escenario la alineación de Inti-Illimani mientras Isabel Parra se instalaba al lado de Joan Baez para recrear entre todos la mencionada "Volver a los diecisiete". Luego vino "La siembra", canción grabada en 2012 por el grupo junto al joven cantante Nano Stern, quien pese a haber sido anunciado en los días previos no estuvo presente. Entonces Baez no sólo cantó, sino además fue invitada a bailar parte de la canción a un costado del escenario. Y hacia el final el clarinete de Efrén Viera se oyó en las primeras notas de "Here's to you", uno de los más reconocidos himnos de Joan Baez, de la película "Sacco y Vanzetti" (1971), y fue una especie de cierre de círculo escuchar una melodía de Ennio Morricone recreada por un conjunto chileno que, tras el exilio, transformó para siempre a Italia en un componente más de su identidad.
El bis trajo la ocasión final para agregar más historia a la noche. Primero fue una cumbre folk ver a Joan Baez cantar "The boxer", éxito de otro de los grupos reconocidos del género, Simon & Garfunkel, seguida por "Imagine", de John Lennon. Y luego fue una cumbre universal asistir al espectáculo de Baez e Isabel Parra unidas en la misma versión de "Gracias a la vida". La cantante estadounidense había grabado esta composición de Violeta Parra en su adelantado disco de igual título ya en 1974. Pero no había modo alguno de escuchar un dúo como éste en su visita anterior a Chile, en 1981, porque Isabel Parra estaba en el exilio por decreto militar. Sólo el tiempo vino a poner las cosas en su lugar. "Esto no lo hemos ensayado. Pero va a salir bien", dijo la hija de Violeta Parra con seguridad: no podía salir de otro modo dar gracias a la vida entre dos voces legendarias y enlazadas después de décadas de historia.
Por David Ponce,
Santiago de Chile
15 de Marzo de 2014
Fuente: Emol
Joan Baez en Latinoamérica 2014: You Tube
Joan Baez en Latinoamérica 1981
Joan Báez, la mujer de la voz celestial / por Gabriela Plaza, La Nación, Buenos Aires, 8 de marzo de 2014
Baez cultiva una actitud sencilla, pero de una solidez avasallante. Foto: Patricio Pidal / AFV |
Joan Báez / Músicos: Dirk Powell (mandolina, guitarra, banjo, bajo, acústico y piano) y Gabriel Harris (percusión)/ Sala: teatro Gran Rex/Función: jueves 6 de marzo.
Nuestra opinión: muy bueno
Nuestra opinión: muy bueno
"Creo en profecías y en milagros, pero Dios es Dios", lanza Joan Baez y como si fuera una mensajera celestial blande su espada cancionera, sólo con su voz y su guitarra de cuerdas de acero. Su fraseo atraviesa el tiempo. Toda la historia se vuelve presente en una melodía. Joan Baez tiene la fuerza de una roca que estuvo siempre allí, en el mismo lugar. La reacción del público es inmediata. Una primera ovación la baña de pies a cabeza. En ese instante, la artista y el público parecen exorcizar definitivamente un momento amargo de su historia y nuestra historia, cuando visitó el país en 1981 y se tuvo que volver sin poder actuar por las amenazas de muerte de la dictadura.
El regreso al país de la cantautora folk -vocera de la generación del 60, compañera de época de Bob Dylan y referencia de la canción social- es en el momento preciso; su mensaje de paz se reactualiza ahora que el mundo tiene los ojos puestos en Rusia por esa endemoniada atracción que tiene el hombre de repetir los mismos errores.
Sin embargo, el arte de Joan Baez está más allá de la arenga testimonial. Su música tiene un sentido canónico y sutil, que logra atravesar tiempos como cuando recupera una canción country más antigua que el blues y le da ese aire de sencilla frescura, que hoy ponderan grupos de moda como Mumford & Sons.
Es una música viva que produce los mismos temblores de aquella vez cuando Baez apareció como una mensajera de su tiempo en el legendario festival Newport en 1959. Ella lleva el concierto al clímax con clásicos de su autoría como "Diamonds & Rust" (con giros de milonga que recuerdan a Yupanqui) o cuando reversiona "La llorona", que inmortalizó Chavela Vargas.
Sobre el escenario, la cantautora irradia una presencia pacífica, pero también la solidez de alguien que fue testigo de la historia. Con normalidad rememora cuando acompañó a Martin Luther King cantando en las iglesias antes de recrear un spiritual con voz celestial. Pero lejos de cualquier revisionismo anacrónico, el planteo estético de Baez fluye con naturalidad en piezas que mejoran con el tiempo, como el aire valseado de "Farewell, Angelina". En ese terreno, Joan Baez, heredera de la escuela folk de maestros como Pete Seeger, demuestra ser especialista de un género que pondría de rodillas a todos los cultores del sonido Nashville actual, con ese vibrato lleno de candor, el groove metálico del banjo y esas inflexiones vocales que le dieron al country su color tan especial.
Sus canciones sencillas también se pueden teñir de la atmósfera melancólica de cantautores sofisticados como Leonard Cohen en el himno "Where Have All the Flowers Gone", o hacer gala de una ironía maliciosa cuando presenta su versión de "No llores por mí, Argentina" diciendo: "Ahora voy a cantar una de las canciones más políticamente incorrectas".
Joan Baez reserva un tramo especial del concierto al cancionero político y popular de América latina. Con el acompañamiento coral del público estremece con "Te recuerdo, Amanda" de Víctor Jara; "Mi venganza personal", canción dedicada a la revolución nicaragüense, y "El preso número nueve", una ranchera maldita del mismo autor de "El reloj", que Baez evoca con esa voz de soprano que pone los pelos de punta.
La aparición de León Gieco completa el círculo de coherencia estética. Sube para recordar a Mercedes Sosa en "Como la cigarra" y reservarse para el final de "Blowin' in the Wind" y "No nos moverán". El ángel de cabello blanco se retira con la misma sencillez con la que llegó y deja su mensaje: "La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento"..
La Nación
Buenos Aires 8 de marzo de 2014
Fuente: La Nación
Nota: Los links en la crítica son agregados de este blog.
Joan Baez y Bob Dylan, a quien dedicó "Diamonds & Rust" |
Diamantes y Herrumbre
Bueno, he sido condenada
Aquí viene tu fantasma otra vez
Pero no es algo inusual
Es porque hay luna llena
Y tú me llamaste
Y aquí estoy sentada
Con el teléfono en la mano
Escuchando una voz que conocí
Aquí viene tu fantasma otra vez
Pero no es algo inusual
Es porque hay luna llena
Y tú me llamaste
Y aquí estoy sentada
Con el teléfono en la mano
Escuchando una voz que conocí
Hace un par de años luz
Una voz cayendo en picada
Recuerdo que tus ojos
Eran más azules que los huevos de un petirrojo
Me dijiste que mi poesía era pésima
¿Desde donde me estás llamando?
Una cabina telefónica en el Medio Oeste
Hace diez años atrás
Eran más azules que los huevos de un petirrojo
Me dijiste que mi poesía era pésima
¿Desde donde me estás llamando?
Una cabina telefónica en el Medio Oeste
Hace diez años atrás
Te compré unos gemelos
Tú me regalaste algo
Ambos sabemos los que los recuerdos pueden traer
Tú me regalaste algo
Ambos sabemos los que los recuerdos pueden traer
Traen diamantes y herrumbre.
Cuando irrumpiste en la escena
Ya eras una leyenda
Un fenómeno excepcional
El vagabundo original
Te perdiste en mis brazos
Y allí te quedaste
Ya eras una leyenda
Un fenómeno excepcional
El vagabundo original
Te perdiste en mis brazos
Y allí te quedaste
Temporalmente perdido en el mar
La Madonna era tu libertad
Sí, la chica que era tu otra mitad
Te mantendría a salvo
La Madonna era tu libertad
Sí, la chica que era tu otra mitad
Te mantendría a salvo
Ahora te veo allí
Con las hojas secas cayendo a tu alrededor
Con las hojas secas cayendo a tu alrededor
Y nieve en el pelo
Ambos sonreimos en la ventana
De ese hotel de mala muerte
En Washington Square
Nuestro aliento formaba una nube blanca
Mezclándose y flotando en el aire
Sinceramente, hablando estrictamente por mí,
Ambos sonreimos en la ventana
De ese hotel de mala muerte
En Washington Square
Nuestro aliento formaba una nube blanca
Mezclándose y flotando en el aire
Sinceramente, hablando estrictamente por mí,
Ambos podríamos haber muerto entonces y allí
Ahora me dices
Que no eres nostálgico
Dame entonces otra palabra
Que no eres nostálgico
Dame entonces otra palabra
Tú que eres tan bueno con las palabras
Y haciendo que todo parezca banal
Porque yo necesito algo de esa banalidad ahora
Es que el pasado volvió tan claramente
Porque yo necesito algo de esa banalidad ahora
Es que el pasado volvió tan claramente
Sí, yo te quería con todo mi corazón, querido
Y si tú me ofreces diamantes y herrumbre
Yo ya he pagado
Y si tú me ofreces diamantes y herrumbre
Yo ya he pagado
1975 Chandos Music (ASCAP)
Traducción: Escritoras Unidas y Compañía
DDIAMONDS AND RUST
(Words and Music by Joan Baez)
Well I'll be damned
Here comes your ghost again
But that's not unusual
It's just that the moon is full
And you happened to call
And here I sit
Hand on the telephone
Hearing a voice I'd known
A couple of light years ago
Heading straight for a fall
As I remember your eyes
Were bluer than robin's eggs
My poetry was lousy you said
Where are you calling from?
A booth in the midwest
Ten years ago
I bought you some cufflinks
You brought me something
We both know what memories can bring
They bring diamonds and rust
Well you burst on the scene
Already a legend
The unwashed phenomenon
The original vagabond
You strayed into my arms
And there you stayed
Temporarily lost at sea
The Madonna was yours for free
Yes the girl on the half-shell
Would keep you unharmed
Now I see you standing
With brown leaves falling around
And snow in your hair
Now you're smiling out the window
Of that crummy hotel
Over Washington Square
Our breath comes out white clouds
Mingles and hangs in the air
Speaking strictly for me
We both could have died then and there
Now you're telling me
You're not nostalgic
Then give me another word for it
You who are so good with words
And at keeping things vague
Because I need some of that vagueness now
It's all come back too clearly
Yes I loved you dearly
And if you're offering me diamonds and rust
I've already paid
© 1975 Chandos Music (ASCAP)
Joan Báez deslumbró en Buenos Aires / Laura Ferré, Buenos Aires 7 de marzo de 2014, Agencia Telam
JOAN BAEZ RATIFICO SOBRE EL ESCENARIO QUE "NO NOS MOVERAN"
Joan Báez, ícono de la canción de protesta, deslumbró al público desde su talento despojado, sintetizando su propuesta al entonar -en castellano y a capella- la frase-canción de la España republicana, "No nos moverán".
En la primera de sus dos presentaciones porteñas (la segunda tendrá lugar esta noche), la artista latinoamericana celebró con hondura su regreso a la región.
"Gracias a la vida" es el nombre del tour que la llevó a asomarse -sola- al escenario situado sobre la calle Corrientes, ataviada de jeans y camisa roja, para inaugurar una velada intimista, en la cual la gente, como si fueran viejos amigos fue poco a poco- saboreando los sutiles platos del festín.
La dama del cabello plateado recorrió con exquisitez, sin estridencias ni declamaciones marketineras, un abanico de canciones que se desplegó con naturalidad y buen sonido, tanto en inglés como en un castellano fluido, haciendo honor a los orígenes mexicanos de su padre.
El trío de canciones que abrió la noche mostró a la artista sólo custodiada por su guitarra acústica, gesto que le permitió ir construyendo la comunión con el público, en un crescendo inicial con "God is God", para dejar ya establecido un código de emociones en la bella "Farewell Angelina".
La expresividad de la artista no necesitó de andamiajes lujosos, sólo su voz límpida que resiste el paso del tiempo y la compañía de dos músicos virtuosos, Dirk Powell sorprendiendo al alternar mandolina, banjo, guitarra y piano, más la poderosa percusión, a cargo de su hijo, Gabriel Harris.
Joan Báez por momentos se transformó en una actriz de la voz, aportando colores y dejando como nuevos a los relatos ya clásicos de "La llorona", "Gracias a la vida", o regalar una romántica versión de "Te recuerdo Amanda".
León Gieco fue el invitado sorpresa del recital y con él llegaron los homenajes a Mercedes Sosa, destacándose "Como la cigarra", coreada de pie por los asistentes y arengada por Gieco para lograr combinar en perfectas dosis el bullicio y la emoción.
La elección del repertorio que incluyó "Blowing in the wind", clásico de Bob Dylan para uno de los celebrados bises, definió la posición de esta luchadora por la causa de los más débiles que sigue parada en sus convicciones, sin necesitar de un aparato escenográfico o discursivo para afirmarlo.
Quizás el final con Báez cantando a capella la quasi plegaria "No nos moverán", junto a la gente de pie y haciendo palmas, más la decisión de incluir "Mi venganza personal", del nicaragüense Tomás Borge sintetizaron la impronta del show.
"Mi venganza personal será mostrarte estas manos que una vez vos maltrataste sin lograr que abandonaran la ternura", reza la desgarradora lírica del fallecido comandante de la Nicaragua sandinista, y con esta ardiente dulzura se desplegó el arte de Báez durante casi dos horas.
©Laura Ferré
Buenos Aires
7 de marzo de 2014
Agencia Telam
Fuente: Terra
Joan Báez (oficial)
Joan Báez en Latinoamérica 1981
Joan Báez en español
Joan Báez en You Tube
Joan Báez en 1981: El registro de una visita fugaz por Chile / Diario El Mercurio, Santiago de Chile, 9 de marzo de 2014
Fuente: Alejandro Cuevas en Joan Baez Facebook (oficial)
Para leer todo el artículo:
El Mercurio, Santiago de Chile
9 de marzo de 2014
Joan Báez: la mujer que descubrió a Bob Dylan y veló por lo la paz / entrevista de Diego Mancusi, Rolling Stone, Buenos Aires 28 de Febrero de 2014
Antes de su nueva visita al país, habla del futuro -o no- de las canciones de protesta
Antes de su nuevo recital, Báez habló de los tiempos donde su vida corría peligro
Hace cuarenta años, en 1974, Joan Báez editaba un álbum en español titulado Gracias a la vida, con composiciones de Víctor Jara, Violeta Parra y otros cantantes de protesta latinos. El siguiente paso era visitar esta parte del continente, que ya vislumbraba las sangrientas dictaduras que signarían la década. Y así pasó por Buenos Aires y llenó dos veces el Luna Park, con su venerada Mercedes Sosa como invitada.
Para esa altura, Báez ya era sinónimo de coherencia, compromiso y militancia por la no violencia y los derechos humanos. Ya había tocado en Woodstock. Ya había cantado el himno folk "We Shall Overcome" en innumerables rallies contra la Guerra de Vietnam. Dos años antes había visitado Hanoi en Navidad para llevar cartas y regalos a los soldados estadounidenses, experimentando en carne propia uno de los peores bombardeos de todo el conflicto. También le había legado al mundo a Bob Dylan, ignoto trovador al que presentó en sociedad en 1963 y dejó tras dos años de romance, ya convertido en un mito viviente del rock. De ahí que su estadía en Argentina no pasara inadvertida para los ideólogos del golpe de Estado en ciernes.
Siete años más tarde, Joan volvió. Y la bienvenida no fue nada grata: en su hotel se descubrió, afortunadamente a tiempo, una bomba a punto de explotar. Así de amenazante era para el establishment esta cantautora que el 6 y 7 de marzo regresa para presentarse en el Gran Rex, por primera vez en paz.
-¿Qué recordás de aquella primera visita a Argentina?
-Recuerdo un momento en el que Mercedes salió al escenario a defenderme cuando los estudiantes estaban furiosos porque les dije que no debían usar la violencia, y no querían escucharlo. Salió del backstage y les dijo que no tenían derecho a ser maleducados, y los forzó a cantar "No nos moverán". Y les gritaba [en español]: "¡Más fuerte!".
-Siempre admiraste mucho a Mercedes...
-Lo tenía todo. Tomó riesgos, tenía una voz brillante, tenía la potencia de una turbina... Era una fuerza enorme. Una vez estábamos cantando en Alemania, y noté que cuando hacíamos el dúo, cada una de las personas de la audiencia estaba mirándola a ella. Su carisma y poder eran abrumadores. Y además, como estaba comprometida con la bondad en el mundo, puso su vida en peligro.
-Sabiendo que el capitalismo tiende a transformar cualquier lema político en un eslogan, ¿tienen sentido hoy las canciones de protesta?
-Cantar "We Shall Overcome" en un entorno en el que no tiene más sentido que el de la nostalgia...eso es lo que evito. Pero no capto esa sensación hasta que llego al lugar. El problema hoy es que falta el sentimiento de que estamos todos juntos, como sí nos sentíamos entonces. Incluso el intento de escribir un himno es imposible. Todos los que teníamos siguen vigentes hoy, nadie ha escrito nada que reemplace a los de los 60. Y no es que tengamos que esperar a que suceda, porque si sucede, sale de la nada.
-Varias veces tuviste problemas con la autoridad. ¿En qué momento te asustaste más? -
Los que vivimos en un país como el mío somos demasiado estúpidos para asustarnos de verdad. Cuando estuve en Argentina, fui a caminar con las Madres de Plaza de Mayo, y vino Pérez Esquivel corriendo a nuestras oficinas y dijo: "Por favor, no lo hagas". Yo pregunté qué pasaba, y respondió: "Di vuelta a la esquina y había un tipo que se abrió el saco y tenía un arma, y me dijo que me asegurara de que Joan no camine con las Madres". Yo no sabía qué era estar asustada en ese punto, pero él sí.
-Conociste a Bob Dylan cuando no era famoso y estuviste con él hasta que se volvió una estrella. ¿Cómo viviste ese cambio suyo?
-Yo siempre me estaba quejando de eso. Se lo presenté al mundo y me alegra haberlo hecho, pero alguien más lo habría hecho si no hubiera sido yo. El tiene lo que llamamos "libertad del artista": Vive donde quiere. [Lo imita.] "Yo no pienso demasiado en nadie", dice. Y yo respeto eso. Cualquiera que tenga la creatividad que él tiene puede vivir como quiera.
-¿Seguís en contacto con él?
-No, ya no. Igualmente eso es bueno, eh.
-¿Qué sentiste cuando escuchaste la versión de Judas Priest de "Diamonds and Rust"?
-Me descostillé de risa. Me encantó. A mí no me gustan los hits; mis canciones no son conocidas como pueden ser las de John Lennon, Paul Simon, Kris Kristofferson o Bob Dylan, que pueden cantar sus temas por dos horas y la gente conoce la mayoría. Yo no tengo esa habilidad, nunca escribí ese tipo de canciones, excepto "Diamonds and Rust".
-¿Cómo te llevás con la tecnología?
-Bien. Mi asistente y mi hijo, y ahora mi nieta, me pueden ayudar si tengo algún problema, pero mando mis mails y saco muchas fotos con el iPhone. Lo que sí creo que estamos perdiendo es la habilidad para comunicarnos. Con unos chicos que viven cerca fuimos al arroyo y, ni bien llegamos, me dijeron: "Dame mi teléfono, quiero sacar una foto". Y yo les contesté: "Andá, disfrutá del arroyo, olvidate del teléfono ahora". Y parecía que les hubiera pegado en la cabeza con algo.
Por Diego Mancusi
Rolling Stone
Buenos Aires, 28 de febrero de 2014
Joan Baez en Chile, entrevista Andrés Nazarala R.La Segunda, Santiago de Chile, 6 de febrero de 2014
Joan Baez y Bob Dylan |
Joan Baez, su nieta Jasmine y Michelle Obama |
La cantante ícono del folk vuelve después de 33 años, cuando ofreció un singular show en una iglesia de Ñuñoa. Habla con La Segunda de política, Violeta Parra, Obama... y Nano Stern. "¡El es fantástico!".
Lo primero que Joan Baez (73) recuerda -al teléfono, desde su casa en San Francisco- es el invierno del año 1981, cuando dio un concierto privado en la Parroquia Santa Gemita, en Ñuñoa. Fue el único lugar donde pudo tocar, ante la negación de las autoridades para presentarse en un espacio público.
Ahora regresará a nuestro país - 14 y 15 de marzo, en el Teatro Caupolicán (Ticketek)- para enfrentar su primer show masivo en estas tierras.
"Será diferente a la primera vez. Recuerdo que nos arreglamos para meter en la iglesia a la mayor cantidad de personas que pudimos", rememora la emblemática cantautora y activista. "Fueron momentos excepcionalmente peligrosos, no tanto para mí sino que para la gente que dejé atrás cuando partí. Era curioso para un extranjero porque no nos dábamos cuenta de la violencia del país. Pero los chilenos estaban acostumbrados".
El repertorio incluyó 11 canciones, entre ellas, una versión en español de "Imagine" (John Lennon), "No llores por mí Argentina" y la "Balada de Sacco y Vanzetti", que grabó junto a Ennio Morricone para la conocida película de Giuliano Montaldo.
"Nos dijeron que podíamos tocar lo que quisiéramos, menos «No nos moverán» (himno del movimiento por los derechos civiles, compuesto por Pete Seeger) porque podía asustar y molestar a la seguridad policial. Así que fui lo suficientemente sensata y cumplí", agrega entre risas.
Esa jornada no faltó, por supuesto, su versión de "Gracias a la vida", perteneciente al disco homónimo que grabó en 1974, como apoyo a los chilenos. "Estaba dentro de las canciones que eran incapaces de iniciar una revuelta (ríe), así que la canté, obviamente".
A esas alturas, Baez ya había pasado por Woodstock y era la reina indiscutible del folk y de la canción protesta. Era reconocida en el mundo como una importante activista social que había acompañado aMartinLuther King en campañas políticas, además de luchar contra la guerra deVietnam, entre muchas otras causas. Con esas inquietudes, no era raro que se interesara especialmente por la situación de nuestro país.
"Chile ocupa un gran espacio en mi carrera", admite. "Cuando estuve allá tuve la oportunidad de conocer a los músicos que estaban involucrados en la escena subterránea. Cuando volví a casa, toda esa experiencia me inspiró profundamente. En esos tiempos colaboraba con Amnesty International, así que sabía todo lo que estaba pasando y eso hizo que mi conexión con Chile fuera más fuerte".
-¿Cómo te acercaste a la obra de Violeta Parra y Víctor Jara?
-Fue a través de Fernando Alegría (escritor y diplomático, agregado cultural del gobierno de Allende). El me introdujo a sus canciones. Recuerdo que me emocioné al escuchar algo tan conmovedor y hecho por gente que fue realmente significante. Fernando pensó que era buena idea que yo visitara Chile.
"ENTONCES, MI IDEA DE FUTURO ERA «LA PRÓXIMA SEMANA»"
Hija de Alberto Baez -importante físico mexicano, fundamental en el desarrollo del Rayo X- y la escocesa Joan Bridge, supo que quería dedicarse profesionalmente a la música cuando vio en vivo al influyente Pete Seeger, quien murió el 27 de enero pasado, a los 94 años.
"Yo tenía 16 años. En ese entonces sólo escuchaba rhythm and blues, que siempre me ha parecido una música fantástica. Y también mucha ópera, porque mi mamá la ponía en casa. Pero mi tía me llevó a ver a Seeger y fue un evento que cambió mi vida", recuerda. "En ese entonces, mi idea de futuro era «la próxima semana». No tenía planes ni tampoco concebía idea de que podía ganarme la vida cantando. Sólo me gustaba hacerlo. Así que verlo me dio una dirección. El no estaba preocupado de hacer dinero sino del cambio social y a mí, eso ya me interesaba desde los 14 años. Todas las partes estaban ahí, Seeger solamente ayudó a juntarlas".
El cantautor marcó a toda una generación, no sólo por sus música sino que también por su actitud. Se negó a hablar cuando fue interrogado durante el McCarthismo -por lo que fue encarcelado- y durante la Guerra de Vietnam lideró protestas frente a la Casa Blanca.
"Siempre traté de mantener el contacto con él. Cuando tocaba cerca de su casa lo invitaba", cuenta Baez. "Hay una historia muy divertida, típica de Pete y su esposa. Fui a Nueva York quise contactarlo. Así que llamé a mi manager para que llame a su manager y consiguiera algún teléfono. Fue un proceso complejo. Finalmente pude conversar con Toshi, su mujer. Le dije «qué bueno que te encontré». Y ella me contestó: «¿Por qué? Si estamos en la guía telefónica»".
“¿WOODSTOCK? "ES HORA DE SUPERARLO"
Con Pete Seeger como modelo y mentor, Joan Baez comenzó a tener un éxito inmediato que rápidamente la llevó a liderar la escena folk de los 60 junto a Bob Dylan, con quien se involucró sentimentalmente durante un período. Eran los tiempos de combatir el sistema con altas dosis de belleza, alzar las consignas que hablaban de la posibilidad de cambiar el mundo.
"Creo que fue un momento que nunca más se repetirá. Un período de 10 años que produjo a John Lennon., Bob Dylan, Joni Mitchell, a los Rolling Stones... Fue una explosión de talento que no estuvo desconectada de los derechos civiles, los movimientos anti guerra. Todo se juntó y explotó en 10 años de creatividad. No sabíamos entonces lo especial que era, pero ahora la gente lo extraña. Gente de todas las edades", analiza.
"Alguien se acercó a mí después de un concierto y me dijo: «Desearía haber estado en Woodstock». Yo le contesté: «Ya tienes 30 años, es hora de superarlo»", cuenta riéndose.
Baez sí estuvo ahí, alentando a los más de 400 mil jóvenes que llegaron a una granja de Bethel, Nueva York, para unirse al lema "Tres días de paz y amor". "Tenía 28 años y estaba embarazada. Mi hijo Gabriel se convirtió en una estrella porque estaba dentro de mí. Fue increíble".
"LA GENTE TODAVÍA QUIERE ESTAR EN LOS 60"
Es imposible hablar con Joan Baez sin referirse a Bob Dylan. Su colaboración profesional trascendió el romance que tuvieron a comienzo de los 60. Algo de esto se ve en "Don't look back" -célebre documental de D.A. Pennebaker- y también en "Renaldo and Clara", película experimental y surrealista que Dylan dirigió en 1975, durante la extravagante gira Rolling Thunder Revue.
"Fue lo más entretenido que he hecho en toda mi vida", recuerda a carcajadas. "Todo era tan loco como se ve. Es que Bob Dylan es un genio completamente único. En ese entonces no teníamos nada como él. Y, adivina qué, no hemos tenido nada como él hasta ahora. Sus canciones son inmortales".
-El ha inspirado a muchos nuevos cantautores. ¿Qué opinas de la escena actual?
-Están pasando muchas cosas, pero veo algunos obstáculos. El primero es que la gente todavía quiere estar en los 60. Y lo otro es que hay canciones muy bellas que se escriben, pero pocas plataformas para ellas. Así que no sabemos realmente lo que pasa. No hay un movimiento cohesivo como el que existía en los 60 y 70, así que cuesta encontrar el lugar donde poner estas canciones. No han llegado a la cultura, que es lo que pasaba antes. Siguen circulando a nivel subterráneo en los clubes de folk y no son parte de la radio. Podríamos decir que no están disponibles para jóvenes de todas las edades o profesores.
-¿Te gusta alguno en particular?
-Me gusta Mumford & Sons... Y he estado escuchando a Nano Stern. ¡El es fantástico! (ríe).
"NO PUEDES HACER CAMBIOS SERIOS SIN TOMAR UN RIESGO"
Analizando las nuevas generaciones, ella concluye que "hay más actividades sociales hoy que hace 50 años, pero no tienen un objetivo común, lo que hace que sea difícil seguirlas".
"La última vez que tuvimos una cohesión fue cuando Obama ganó como presidente. El mundo cambió. Hubo una sensación de que volvimos a ser hermanos y hermanas. Y eso no había pasado por 40 años".
-Han pasado 5 años de eso. ¿Cómo crees que lo ha hecho?
-Pudo haber hecho avances realmente significantes, pero no ha sido fácil para él. No puedes hacer cambios serios sin tomar un riesgo. Y eso se ha perdido en el vocabulario y en las acciones. Mucha gente no entiende qué tan importante es que ese riesgo exista. Como Pete Seeger. El tomó el riesgo y pagó el precio. No debería ser algo tan excepcional, pero es más difícil en estos días.
-Como Martin Luther King, de quien fuiste cercana...
-Sí. El tomó riesgos. Y pagó el precio final.
-En una entrevista reciente dijiste que Obama debería pedir perdón por sus intervenciones...
-Me sacaron un poco de contexto. No espero que Obama pida disculpas. Sería bueno que la gente que estuvo involucrada lo hiciera, pero creo que es más que nada un problema de educación. Sería sano que el mundo entendiera la participación de EE.UU. en torturas, operaciones militares y planes para desequilibrar países latinoamericanos y africanos. Se trata de cómo explicarle a la gente lo que hemos hecho. No es una mala idea lo de la disculpa. Una campaña al respecto sería una buena causa para organizarse. Al menos, podría ser una buena herramienta educacional.
DYLAN, POE, TOM WAITS: JOAN EN 24 DISCOS
La discografía oficial de la cantante está compuesta por 24 álbumes de estudio y 10 registros en vivo, partiendo por "Joan Baez" , el L.P. que la lanzó a la fama en 1960. Columbia estaba interesado en editarlo pero ella rechazó la oferta para firmar por el sello independiente Vanguard. Incluye 13 canciones tradicionales del folclore y fue grabado en un hotel de Nueva York.
Siguiendo los pasos de Dylan, en 1965 cambió la guitarra acústica por una banda de rock y grabó el elogiado "Farewell, Angelina" . Dos años más tarde dio un paso más adelante con"Joan" , álbum en el que combinó covers de Los Beatles y Donovan con canciones de Jacques Brel e, incluso, lecturas de textos de Edgar Allan Poe.
Su encuentro con Latinoamérica llegó con "Gracias a la vida" , definido por ella como "un mensaje de esperanza para los chilenos". Además del clásico de Violeta Parra que le da el título, incluye una versión de "Te recuerdo, Amanda", de Víctor Jara.
Sus últimas obras discográficas son "Dark chords on a big guitar" (2003) -en el que interpreta canciones de Ryan Adams y Natalie Merchant- y "Day after tomorrow" (2008), en el que se rinde ante composiciones de Tom Waits y Elvis Costello, entre otros.
El recientemente lanzado "How sweet the sound" , por su parte, contiene algunas rarezas y grabaciones inéditas.
En nuestro país, Alerce editó "Joan Baez en Chile" , registro de su actuación de 1981.
©Andrés Nazarala R.
Santiago de Chile
6 de febrero de 2014
Fuente foto Joan Baez con Michelle Obama y Pete Seeger: Joan Baez
Nota: Las fotos y enlaces fueron agregados por este blog.
Joan Báez: "En Hanoi estaba totalmente aterrorizada" / entrevista de Luis Roux - Foto Juan Marra , El Observador, Montevideo, 12 de marzo de 2014
Joan Baez en el Auditorio del Sodre, horas antes del concierto del martes 11. Foto: Juan Marra
Joan Baez mantuvo una charla con El Observador antes del show de anoche en el Auditorio del Sodre y habló sobre Mujica, Obama, responsabilidad, esperanza, música y el miedo escénico.
Joan Báez y su hijo Gabriel, músico de su banda.
"Me han dicho que tengo la voz de un ángel y el vocabulario de un marinero."
Joan Baez es una de esas intelectuales porfiadas, que mantienen ciertas convicciones y estilo aunque el mundo haya cambiado de tal manera que sea difícil entenderla. Lo que en un momento fue la lucha por los derechos civiles, en Estados Unidos, y en contra de la guerra de Vietnam, luego se convirtió en la lucha en contra de las dictaduras en América Latina y también en contra de las violaciones de los derechos humanos en regímenes comunistas. Y así continuó su militancia a través de las décadas. También continuó su carrera artística, ya no con aquella voz milagrosa de soprano, sino con una voz que se agravó y también adquirió matices nuevos e intenciones sutiles. A pocas horas del show que ofrecería ayer de noche, Baez recibió a El Observador en un camarín del Auditorio del Sodre.
Estuvo en el vecindario pero nunca había estado en Uruguay. ¿Qué sabe del país?
Sé que tienen un presidente maravilloso. Felicitaciones por eso: cambio climático, marihuana, aborto y matrimonio igualitario.
No pudo conocerlo...
No, está en Santiago. Yo voy a estar allí mañana (por hoy) así que tal vez.
El nombre de la gira es Gracias a la vida. ¿Qué le agradece a la vida, usted, personalmente?
Muchas, muchísimas cosas. Nací con esta voz y nací con el deseo de usarla. Y me pasaron cosas maravillosas, por lo que tengo mucho para agradecer.
Usted ha dicho que su voz es un don. ¿Siente que ese don viene con una responsabilidad?
Yo lo tomo como una responsabilidad. Siento que tengo la necesidad de compartirla con todos. Y eso es lo que hace mi vida más rica. Pero no le diría a otro lo que tiene que hacer con su don. Es una elección personal.
¿En qué cambió la esperanza en estos 50 años?
Hace 50 años estábamos juntos, había un sentido de unidad en la lucha. Y se podían lograr cosas. Por ejemplo: hubo una resistencia internacional en contra de la guerra de Vietnam. No terminó porque al presidente se le ocurrió. Terminó porque lo forzamos a hacerlo. Y ahora, la gente hace muchas cosas por todos lados, pero falta esa unidad. Cuando apareció Obama parecía el hombre capaz de unir voluntades, en Estados Unidos y el mundo, pero, lamentablemente, eso no se logró.
Barack Obama es el único candidato de un partido político que usted apoyó en este medio siglo de militancia. ¿Se siente decepcionada?
Bueno, es que no le fue posible. Fue electo presidente y se encontró con que tenía menos poder de cambiar las cosas que antes. En ese sentido Martin Luther King fue muy sabio y nunca quiso postularse, porque su poder estaba al lado de la gente.
Usted siempre dio la imagen de no tenerle miedo a nada. Ha estado cerca del peligro, en Buenos Aires, en Hanoi y casi no se ha dado cuenta. ¿Es correcta es imagen?
No, no lo es. He sentido mucho miedo. En Hanoi (donde la artista estuvo de visita en plena guerra de Vietnam, y sufrió uno de los bombardeos más feroces de parte de Estados Unidos) estaba totalmente aterrorizada. Pero a veces el miedo viene en circunstancias inesperadas. En Buenos Aires, (estuvo por última vez en 1981, entre la hostilidad oficial y las amenazas de bomba) yo estaba aparentemente tranquila, pero de repente alguien dejó caer una silla y casi me muero del susto. Lo que he buscado hacer es meterme en líos pero trato de no exponer a la gente a la que quiero apoyar. Muchas veces me decían: ´Hagamos esto´ pero eso los hubiera puesto en peligro a los que se quedaban luchando ahí.
Usted es famosa por ser muy seria, tal vez demasiado...
Tampoco es verdad. Se supone que soy seria en cuanto a las cosas que son importantes para mucha gente, que pueden hacer una diferencia. Espero no ser seria sobre mí misma, porque eso es una ridiculez. Me encanta reírme y mi vocabulario es variado. Me han dicho que tengo la voz de un ángel y el vocabulario de un marinero. Podría haber entendido que se dijera eso hace años, porque me tomaba muy en serio todo y sentía terror antes de subir a un escenario.
¿Todavía siente un poco de miedo antes de actuar?
No, ya no. La meditación me ayudó mucho en eso. Ahora puedo ser consciente de todo lo que pasa a mi alrededor mientras actúo, lo que hacen los otros músicos, y yo misma sintiéndome relajada en el escenario.
Estuvo en el vecindario pero nunca había estado en Uruguay. ¿Qué sabe del país?
Sé que tienen un presidente maravilloso. Felicitaciones por eso: cambio climático, marihuana, aborto y matrimonio igualitario.
No pudo conocerlo...
No, está en Santiago. Yo voy a estar allí mañana (por hoy) así que tal vez.
El nombre de la gira es Gracias a la vida. ¿Qué le agradece a la vida, usted, personalmente?
Muchas, muchísimas cosas. Nací con esta voz y nací con el deseo de usarla. Y me pasaron cosas maravillosas, por lo que tengo mucho para agradecer.
Usted ha dicho que su voz es un don. ¿Siente que ese don viene con una responsabilidad?
Yo lo tomo como una responsabilidad. Siento que tengo la necesidad de compartirla con todos. Y eso es lo que hace mi vida más rica. Pero no le diría a otro lo que tiene que hacer con su don. Es una elección personal.
¿En qué cambió la esperanza en estos 50 años?
Hace 50 años estábamos juntos, había un sentido de unidad en la lucha. Y se podían lograr cosas. Por ejemplo: hubo una resistencia internacional en contra de la guerra de Vietnam. No terminó porque al presidente se le ocurrió. Terminó porque lo forzamos a hacerlo. Y ahora, la gente hace muchas cosas por todos lados, pero falta esa unidad. Cuando apareció Obama parecía el hombre capaz de unir voluntades, en Estados Unidos y el mundo, pero, lamentablemente, eso no se logró.
Barack Obama es el único candidato de un partido político que usted apoyó en este medio siglo de militancia. ¿Se siente decepcionada?
Bueno, es que no le fue posible. Fue electo presidente y se encontró con que tenía menos poder de cambiar las cosas que antes. En ese sentido Martin Luther King fue muy sabio y nunca quiso postularse, porque su poder estaba al lado de la gente.
Usted siempre dio la imagen de no tenerle miedo a nada. Ha estado cerca del peligro, en Buenos Aires, en Hanoi y casi no se ha dado cuenta. ¿Es correcta es imagen?
No, no lo es. He sentido mucho miedo. En Hanoi (donde la artista estuvo de visita en plena guerra de Vietnam, y sufrió uno de los bombardeos más feroces de parte de Estados Unidos) estaba totalmente aterrorizada. Pero a veces el miedo viene en circunstancias inesperadas. En Buenos Aires, (estuvo por última vez en 1981, entre la hostilidad oficial y las amenazas de bomba) yo estaba aparentemente tranquila, pero de repente alguien dejó caer una silla y casi me muero del susto. Lo que he buscado hacer es meterme en líos pero trato de no exponer a la gente a la que quiero apoyar. Muchas veces me decían: ´Hagamos esto´ pero eso los hubiera puesto en peligro a los que se quedaban luchando ahí.
Usted es famosa por ser muy seria, tal vez demasiado...
Tampoco es verdad. Se supone que soy seria en cuanto a las cosas que son importantes para mucha gente, que pueden hacer una diferencia. Espero no ser seria sobre mí misma, porque eso es una ridiculez. Me encanta reírme y mi vocabulario es variado. Me han dicho que tengo la voz de un ángel y el vocabulario de un marinero. Podría haber entendido que se dijera eso hace años, porque me tomaba muy en serio todo y sentía terror antes de subir a un escenario.
¿Todavía siente un poco de miedo antes de actuar?
No, ya no. La meditación me ayudó mucho en eso. Ahora puedo ser consciente de todo lo que pasa a mi alrededor mientras actúo, lo que hacen los otros músicos, y yo misma sintiéndome relajada en el escenario.
El Observador
Montevideo, 12 de marzo de 2014
Fuente: El Observador
Joan Baez actúa el viernes 14 y el sábado 15 de marzo a las 21.00 horas
en el Teatro Caupolicán de la capital.
Estuvo con Luther King y Dylan. Estuvo en Woodstock. Estuvo en Hanoi. Está en la historia mundial de la música folk, y esta semana va a estar en Chile. Es Joan Baez, que aquí, a horas de llegar a Santiago, habla de música y compromiso. "La clave es correr riesgos", dice la cantante, que si es por riesgos también estuvo en Chile, en 1981, cuando estaba Pinochet: cuando era peligroso.
Habían pasado catorce años de su debut en 1960, once desde que grabara por primera vez canciones de un autor desconocido llamado Bob Dylan, cinco desde la noche en que se había parado ante cientos de miles en el concierto de rock más importante de la historia en Woodstock, dos años desde que había estado en Hanoi para protestar en terreno contra la guerra de Vietnam. Toda esa historia y mucha más había transcurrido cuando Joan Baez decidió grabar por primera vez en su vida un disco cantado en español. Y escogió una canción de un país llamado Chile para marcar ese nuevo hito en el trayecto.
Ya estaba consagrada como cantante fundamental de la música folk y había publicado quince discos cuando grabó ese elepé: Gracias a la vida (1974). Y para la voz del folk estadounidense más atenta a las influencias musicales del mundo que es la de Joan Baez, una mujer que ha cantado canciones de la tradición de EE.UU. pero también mexicanas, inglesas, francesas, españolas, judías y de otras procedencias, ése fue el primero de varios lazos con Chile.
En el disco grabó canciones de los autores y compositores chilenos Violeta Parra, Fernando Alegría, Rolando Alarcón y Víctor Jara, adelantada a la notoriedad universal que este último iba a ganar tras la noticia trágica de su asesinato a manos de militares tras el golpe de Estado de 1973. Años más tarde en 1981 hizo su recordado viaje a Santiago en plena dictadura de Pinochet, una visita que está inscrita en las luchas de la época por la defensa de los derechos humanos en Chile. Y en 2014 está de regreso por primera vez en treinta y tres años, para comunicarse otra vez en directo con el público chileno.
Y en español si es posible, dice ahora Joan Baez por teléfono en esta entrevista previa a su visita. "Si hay algo que quiero decir en una entrevista es mejor que lo diga en inglés. Pero en los conciertos espero hablar en español", avisa. No es un idioma ajeno para ella. Además de las canciones de Gracias a la vida, entre las que figuran "La llorona", "Guantanamera", "Cucurrucucú paloma" y el himno "No nos moverán" entre otras, el español está presente desde el primer día en la carrera musical de Joan Baez. En su disco debut grabó en 1960 el popular son huasteco "El preso número nueve", del autor mexicano Roberto Cantoral, y luego ha incluido canciones como "Pajarillo barranqueño", del también mexicano Alfonso Esparza Oteo, en el disco en vivo Ring them bells (1995), al lado de los éxitos mayores de su cancionero como "We shall overcome" (grabada por primera vez en el LP In concert, part 2, de 1963) o la más reconocible todavía "Here's to you" (1971), de la película "Sacco e Vanzetti" (Giuliano Montaldo), con letra de Joan Baez y música de Enio Morricone.
-Se trata sobre todo de intentar construir el concierto correcto para Chile, así que tengo un plan. Si alguien pide una canción que para mí tiene sentido tocar, a veces puedo hacerlo. Y la lista de canciones en sí cambia, no tengo tanto tiempo como para resolver qué es lo que va a funcionar y qué no, así que es una especie de apuesta. Trato de hacer cosas que sé que la gente espera que haga, y espero que funcione, y también hago canciones que no conocen. Es una forma de viajar cuidadosamente a través del concierto.
-¿Sí estás preparada para incluir más canciones en español que lo habitual?
-Sí, definitivamente. Por supuesto.
-Sí, definitivamente. Por supuesto.
-¿Qué significado tuvo para ti el disco Gracias a la vidaen ese sentido?
-Básicamente fue una respuesta al régimen de Pinochet. Afortunadamente fui capaz de tener una voz para responder del modo en que pude: canciones con las que sabía que la gente se podía identificar, en un momento en el que necesitaban apoyo desde afuera. Y tenía un amigo de Chile, en el exilio aquí (en EE.UU.), que me ayudó a encontrar las canciones. Fue un esfuerzo en el que tomó parte mucha gente.
-Básicamente fue una respuesta al régimen de Pinochet. Afortunadamente fui capaz de tener una voz para responder del modo en que pude: canciones con las que sabía que la gente se podía identificar, en un momento en el que necesitaban apoyo desde afuera. Y tenía un amigo de Chile, en el exilio aquí (en EE.UU.), que me ayudó a encontrar las canciones. Fue un esfuerzo en el que tomó parte mucha gente.
-¿Cómo descubriste "Gracias a la vida", la canción? ¿Estabas familiarizada con la historia de Violeta Parra?
-Sí. Diría que a través de mi trabajo con Amnistía Internacional y mis amigos exiliados aprendí muchas cosas. Y todavía permanece. Ahora que lo mencionas no recuerdo cuándo la aprendí, pero sí sé que se volvió un himno en todas partes, en países de derecha, en países de izquierda. Es una canción tan bonita que todos pueden cantarla.
-Sí. Diría que a través de mi trabajo con Amnistía Internacional y mis amigos exiliados aprendí muchas cosas. Y todavía permanece. Ahora que lo mencionas no recuerdo cuándo la aprendí, pero sí sé que se volvió un himno en todas partes, en países de derecha, en países de izquierda. Es una canción tan bonita que todos pueden cantarla.
-Ese disco también incluye "Esquinazo del guerrillero", una canción de Fernando Alegría y Rolando Alarcón.
-Ésa fue por Fernando Alegría -explica, a propósito del escritor y profesor chileno, autor de libros como la novela "Caballo de copas" (1957), de poemas como "¡Viva Chile M!.." (1968), publicado en un libro y un disco grabado junto al actor Roberto Parada, y coautor también del disco "Las cuecas" de Ángel Parra y Fernando Alegría (1967). Ya en 1947 Alegría había obtenido un doctorado en la Universidad de California, en Berkeley, la misma donde fue profesor entre 1964 y 1967, y en 1971 fue nombrado consejero cultural del gobierno del Presidente Allende en la embajada chilena en EE.UU. Luego fue profesor hasta 1998 en la Universidad de Stanford del mismo país, donde murió en 2005, en la ciudad de Walnut Creek, California.
-Ésa fue por Fernando Alegría -explica, a propósito del escritor y profesor chileno, autor de libros como la novela "Caballo de copas" (1957), de poemas como "¡Viva Chile M!.." (1968), publicado en un libro y un disco grabado junto al actor Roberto Parada, y coautor también del disco "Las cuecas" de Ángel Parra y Fernando Alegría (1967). Ya en 1947 Alegría había obtenido un doctorado en la Universidad de California, en Berkeley, la misma donde fue profesor entre 1964 y 1967, y en 1971 fue nombrado consejero cultural del gobierno del Presidente Allende en la embajada chilena en EE.UU. Luego fue profesor hasta 1998 en la Universidad de Stanford del mismo país, donde murió en 2005, en la ciudad de Walnut Creek, California.
"Fue una figura pública muy activa contra el régimen de Pinochet", agrega Joan Baez, quien estrechó en EE.UU su amistad con Alegría. "Ésa fue la historia detrás de esa canción. Fue un deleite descubrirla. Y 'Te recuerdo Amanda' (de Víctor Jara) también surgió de esas tardes de sentarnos a conversar".
-Es casi legendario el concierto que Phil Ochs organizó en homenaje a Víctor Jara en 1974 en Nueva York. ¿Supiste de eso en su momento, tal vez estuviste ahí?
-Sí, existe esa especie de sentido mitológico a propósito de eso. No fui invitada, no estoy segura de por qué, pero el concierto sí se llevó a cabo.
-Sí, existe esa especie de sentido mitológico a propósito de eso. No fui invitada, no estoy segura de por qué, pero el concierto sí se llevó a cabo.
1981 o el milagro del concierto en esa iglesia
El de este año para Joan Baez es un regreso. Su visita anterior fue en el invierno de 1981, aunque en condiciones muy distintas a las actuales. Esa vez las autoridades le prohibieron tocar, orden que no impidió que la cantante diera una actuación casi clandestina en la parroquia Santa Gemita de la capital. Un número especial de la revista La Bicicleta y una cassette publicada por el sello Alerce con el título Joan Baez en Chile quedaron como registros de la visita.
-¿Cómo se dio la posibilidad de entrar en Chile en esas condiciones?
-Fue Fernando (Alegría) y un grupo de gente, con los amigos de Amnesty, quienes decidieron que era un buen momento, porque estaba empezando a haber una pequeña apertura. Fue la palabra que usaron: apertura (lo pronuncia en español). Ellos sugirieron que iba a poder cantar y que el país estaba listo para esto. Yo estaba prohibida donde quiera que fuera, excepto Nicaragua, por supuesto.
-Fue Fernando (Alegría) y un grupo de gente, con los amigos de Amnesty, quienes decidieron que era un buen momento, porque estaba empezando a haber una pequeña apertura. Fue la palabra que usaron: apertura (lo pronuncia en español). Ellos sugirieron que iba a poder cantar y que el país estaba listo para esto. Yo estaba prohibida donde quiera que fuera, excepto Nicaragua, por supuesto.
-Es sabido que actuaste en una iglesia repleta de gente, pero ¿el plan original era otro?
-Iba a ser el concierto de la gira, oficialmente programado, en una gran sala. Pero cuando llegué todo estaba cancelado. Chile, Argentina, Brasil: todo cancelado. Así que esos conciertos oficiales nunca tuvieron lugar. Pero como resultado la gira fue mucho más interesante.
-Iba a ser el concierto de la gira, oficialmente programado, en una gran sala. Pero cuando llegué todo estaba cancelado. Chile, Argentina, Brasil: todo cancelado. Así que esos conciertos oficiales nunca tuvieron lugar. Pero como resultado la gira fue mucho más interesante.
-¿Fue un estímulo adicional?
-Un estímulo y el milagro del concierto en esa iglesia. Fue un momento realmente milagroso.
-Un estímulo y el milagro del concierto en esa iglesia. Fue un momento realmente milagroso.
-Fue un ejemplo de papel protagónico que jugó la iglesia católica en la resistencia a la dictadura en Chile.
-Exacto. Había una regla de los organizadores, que me dijeron "Puedes tocar cualquier cosa, pero no cantes 'We shall overcome' o 'No nos moverán'. Para que no intervenga la policía". La policía estaba afuera. Pero cualquier otra cosa que cantara iba a estar bien.
-Exacto. Había una regla de los organizadores, que me dijeron "Puedes tocar cualquier cosa, pero no cantes 'We shall overcome' o 'No nos moverán'. Para que no intervenga la policía". La policía estaba afuera. Pero cualquier otra cosa que cantara iba a estar bien.
-¿Seguiste la instrucción?
-Era importante y complejo, en el estado en que se encontraba América Latina en ese tiempo. Yo podía hacer cualquier cosa, porque luego de eso iba a volver a mi casa. Pero la clave estaba en combatir a la gente correcta, con valentía pero también con sensibilidad. Eso es lo que traté de hacer. Entre la opción de algunas personas radicales que no se preocupaban de los demás, y la postura de alguien demasiado tímido que no hubiera hecho nada, encontré a las personas apropiadas, que pusieron esto en marcha y lo empezaron como un rumor, en un colegio, de que íbamos a tocar en un lugar cuatro días después. Dijeron "simplemente hagamos esto". Y lo hicieron de manera subterránea. Fue la gente adecuada de la que recibir consejo.
-Era importante y complejo, en el estado en que se encontraba América Latina en ese tiempo. Yo podía hacer cualquier cosa, porque luego de eso iba a volver a mi casa. Pero la clave estaba en combatir a la gente correcta, con valentía pero también con sensibilidad. Eso es lo que traté de hacer. Entre la opción de algunas personas radicales que no se preocupaban de los demás, y la postura de alguien demasiado tímido que no hubiera hecho nada, encontré a las personas apropiadas, que pusieron esto en marcha y lo empezaron como un rumor, en un colegio, de que íbamos a tocar en un lugar cuatro días después. Dijeron "simplemente hagamos esto". Y lo hicieron de manera subterránea. Fue la gente adecuada de la que recibir consejo.
-¿Te llama la atención que una canción tuviera esa carga peligrosa, por ejemplo por el hecho de no poder cantar "We shall overcome"?
-Exacto. Y también pasó en Brasil, en el mismo viaje. Allí podía decir cualquier cosa a cualquier diario. En una mañana me podía reunir con el periodista de un diario en el hotel, nos sentábamos a hablar y escuchaban cualquier cosa de la que quisiera hablar: derechos humanos, de todo. Pero no me fue permitido cantar. Y nadie podía explicarlo. Ellos (los periodistas) me preguntaban "¿Por qué no vas a cantar?" Y yo les respondía "Díganme ustedes, ustedes son brasileños. No tengo idea de por qué puedo hablar pero no puedo cantar". Luego alguien me explicó que la música es tan fuerte en Brasil que ése era el peligro.
-Exacto. Y también pasó en Brasil, en el mismo viaje. Allí podía decir cualquier cosa a cualquier diario. En una mañana me podía reunir con el periodista de un diario en el hotel, nos sentábamos a hablar y escuchaban cualquier cosa de la que quisiera hablar: derechos humanos, de todo. Pero no me fue permitido cantar. Y nadie podía explicarlo. Ellos (los periodistas) me preguntaban "¿Por qué no vas a cantar?" Y yo les respondía "Díganme ustedes, ustedes son brasileños. No tengo idea de por qué puedo hablar pero no puedo cantar". Luego alguien me explicó que la música es tan fuerte en Brasil que ése era el peligro.
Rhythm and blues, ópera y una canción sobre prostitutas
Hay credenciales diversas de la importancia de Joan Baez en aspectos como su carrera, su influencia e, incluso antes que en las canciones, el primer plano que suelen tener su compromiso político.
Baez fue una abanderada contra la guerra de Vietnam. Subió a cantar con Bob Dylan al mismo proscenio en el que Martin Luther King habló en la marcha por los derechos civiles en Washington, en 1963. Fue parte del origen del estudiantil Free Speech Movement o Movimiento por la Libertad de Expresión incubado en Berkeley en 1964. Actuó en manifestaciones antinucleares y contra la llamada California's Proposition 6 o Iniciativa Briggs (1978), ley destinada a proscribir a trabajadores homosexuales en escuelas públicas de ese estado. Y los escenarios han sido la platafoma más frecuente de esas causas.
Joan Baez tocó en el precursor encuentro benéfico Concierto para Bangladesh (1971), estuvo en la apertura de la versión estadounidense del festival Live Aid (1985) e integró junto a músicos de nueva generación como U2, Peter Gabriel y Sting el elenco de A Conspiracy of Hope (1986), la primera gira de músicos organizada por Amnistía Internacional. Tampoco se quedó quieta en su país: tocó en Irlanda del Norte (1976), en España tras la muerte del dictador Francisco Franco (1977), en su citado concierto Chile cuando estaba Pinochet (1981), en Checoslovaquia con la presencia del dramaturgo y futuro Presidente de ese país, Vaclav Havel (1989), y fue la primera artista internacional en actuar en Sarajevo tras la guerra civil (1993), invitada a Bosnia-Herzegovina por Refugees International.
Si se trata de influencia musical, como prueba no hay otra mejor: Joan Baez reveló al mundo a Bob Dylan. Fue la primera intérprete que grabó canciones de Dylan, desde 1963, al tiempo que ambos comenzaban a actuar juntos. Y hay más pruebas de esa influencia, en la nómina de canciones popularizadas por estrellas del rock que antes fueron grabadas por ella. Un ejemplo es "Babe, I'm gonna leave you", de Ann Bredon: Led Zeppelin la aprendió de Joan Baez. Otro es "The house of the rising sun", canción tradicional popularizada por The Animals: Baez la cantó en su primer LP. Y lo mismo vale para composiciones como "John Riley" (grabada por The Byrds), "What have they done to the rain" (por The Searchers), "Jackaroe" (por Grateful Dead), "Long black veil" (por The Band) entre otras.
Baez tiene a sus vez a sus maestros. En sus primeros discos aparecen canciones de precursores cantantes y autores folk como Woody Guthrie y Pete Seeger, referencias que se remontan a sus inicios. Nacida en Staten Island (Nueva York) en 1941, hija de padre mexicano y madre escocesa, llegó a los diecisiete años con su familia a Boston, Massachusetts, en 1958. Un año más tarde, a los dieciocho, después de tocar en cafés como el Club 47, debutaba en la primera versión del Festival Folk de Newport en julio de 1959, lo que le permitió en 1960 iniciar sus grabaciones para el sello Vanguard, con el que iba a publicar catorce discos en los siguientes doce años. En el primero de ellos se oyen canciones de bluegrass ("Little Moses"), recopiladas en EE.UU. por John y Alan Lomax (la citada "The house of the rising sun"), de la región de los Apalaches ("Silver dagger"), de origen judío ("Donna donna") y sobre todo escocés ("Mary Hamilton") e inglés ("John Riley", "Fare thee well", "Rake and rambling boy").
-Una breve historia acerca de eso -dice ahora en retrospectiva-. Cuando tenía catorce o quince años casi lo único que escuchaba era rhythm and blues y ópera (se ríe). Ya para cuando tenía dieciséis contaba con una voz bastante afianzada. No pensaba que hubiera algo especial en ella, pero aparentemente lo había. Y ya era político, porque en mi familia eran cuáqueros, y los cuáqueros no creen en matar a nadie. Y eso de inmediato me puso en problemas en el colegio (se ríe), porque no participaba del saludo a la bandera, por ejemplo. Ya estaba politizada.
-¿De dónde salieron esas canciones del primer disco?
-Hay dos lugares en EE.UU. donde había empezado la explosión de la música folk: uno era Nueva York y el otro era Cambridge. Así que ahí es donde me fui, y me enamoré de un tipo en Harvard, y abandoné la política por dos años (se ríe). Y canté esas baladas. Mi madre es de Escocia, así que todo ese lado de mi sangre tiene que ver con baladas inglesas, irlandesas, escocesas en esos dos primeros discos.
-Hay dos lugares en EE.UU. donde había empezado la explosión de la música folk: uno era Nueva York y el otro era Cambridge. Así que ahí es donde me fui, y me enamoré de un tipo en Harvard, y abandoné la política por dos años (se ríe). Y canté esas baladas. Mi madre es de Escocia, así que todo ese lado de mi sangre tiene que ver con baladas inglesas, irlandesas, escocesas en esos dos primeros discos.
-¿Cómo descubriste la canción "John Riley", por ejemplo?
-Frecuentando los cafés. Simplemente encontraba algo y lo tomaba.
-Frecuentando los cafés. Simplemente encontraba algo y lo tomaba.
-¿Y "House of the rising sun", que después fue grabada por The Animals?
-Ése es un caso un poco diferente. Probablemente la aprendí de algún tipo de blues. Pero la historia en ésa además es bastante tierna, porque yo era tan inocente, y la voz es probablemente demasiado inocente como para cantar una canción acerca de una casa de prostitutas en Nueva Orléans -se ríe-. Y además no soy negra, y realmente tampoco he sufrido. Creo que no había sufrido lo suficiente para cantarla.
-Ése es un caso un poco diferente. Probablemente la aprendí de algún tipo de blues. Pero la historia en ésa además es bastante tierna, porque yo era tan inocente, y la voz es probablemente demasiado inocente como para cantar una canción acerca de una casa de prostitutas en Nueva Orléans -se ríe-. Y además no soy negra, y realmente tampoco he sufrido. Creo que no había sufrido lo suficiente para cantarla.
-¿Y cómo se dio la opción de grabar "El preso número nueve"?-Ésa es divertida, porque el mismo novio tenía dos discos de este grupo mexicano del que no recuerdo el nombre, pero en medio de eso aprendí "El preso" de ese disco. Tenía dieciocho años.
Ese extraño y largo intervalo
"En las últimas décadas la música folk ha dado origen a varios artistas -Woody Guthrie, Hudie Lebetter, Pete Seeger, The Weavers, Odetta y tal vez uno o dos más", enumera en las notas del primer disco de la cantante el productor Maynard Solomon. Son todos nombres mayores que Joan Baez, por lejos. En ese mismo orden, Woody Guthrie (1912-1967) se había iniciado a comienzos de los años ’30; Lead Belly (1889-1949) ya estaba tocando a los catorce años hacia 1903; Pete Seeger (1919-2013) formó su primer conjunto en 1939; The Weavers es un conjunto iniciado en 1948 por el propio Seeger junto a Lee Hays, Ronnie Gilbert y Fred Hellerman, y la cantante Odetta (1930) había debutado en los escenarios en 1949.
Folk no era juna palabra nueva. Lo nuevo era el resurgimiento de esa música a fines de los '50, y en especial la aparición de esta cantante de dieciocho años, con la sola compañía de su guitarra acústica y provista de una voz de soprano con un vibrato conmovedor por naturaleza. "Más que ningún otro cantante de la actual revitalización de la música folk (ella) ha cautivado el corazón del público", escribe Solomon en la contracubierta de ese LP debut.
"Era una explosión que ocurrió por distintas razones", recuerda ahora Joan Baez acerca de esa reaparición del folk. "Una fue la atmósfera social y política, que permitió que la gente se uniera. Es decir, una canción como 'We shall overcome', con Pete Seeger y Guy Carawan, apareció de una situación política bullente", dice: Seeger hizo de esa canción una característica de su repertorio, y Carawan es reconocido por ser el músico que en 1960 la transformó en un himno del movimiento por los derechos civiles.
-Había una inspiración de todos esos talentos -continúa la cantante-. Además hubo un período extraordinario de diez años, desde los Beatles a Phil Ochs y a Bob (Dylan), y luego también estaban los cantantes como yo. Ésa fue una gran, una enorme coincidencia, que hayamos estado todos al mismo tiempo. Y toda la atmósfera que nos rodeaba daba a esa música una plataforma. El movimiento de las canciones folk fue una especie de contracultura. No era parte de la cultura principal. Pero creo que por la situación de los derechos civiles, de la guerra en Vietnam, cruzó hasta la cultura de la corriente principal. Eso permitió que público de todas las edades, desde niños hasta abuelos, escucharan esa música.
-Una controversia conocida de esa época es la aparición de Bob Dylan con guitarra eléctrica en el Festival de Newport de 1965, gesto que fue considerado como una especie de traición a la música folk, ¿no? Cuál fue tu actitud al respecto?
-Bueno, yo era imposible. Era como una pequeña justiciera, como Pete Seeger: pensé que Bob no tenía derecho a hacer eso. Y era una locura, porque era su elección, y lo hizo muy bien, me encantó esa música. Existe esa expresión A day late and a dollar short ("un día tarde y con un dólar menos"): si estás un día atrasado es que perdiste el tren. Creo que él tomó ese tren y yo quedé un día atrasada y con un dólar menos -sonríe.
-Bueno, yo era imposible. Era como una pequeña justiciera, como Pete Seeger: pensé que Bob no tenía derecho a hacer eso. Y era una locura, porque era su elección, y lo hizo muy bien, me encantó esa música. Existe esa expresión A day late and a dollar short ("un día tarde y con un dólar menos"): si estás un día atrasado es que perdiste el tren. Creo que él tomó ese tren y yo quedé un día atrasada y con un dólar menos -sonríe.
-¿Pero eso muestra que existía una percepción del rock como algo superficial?
-Para mí era comercial. Y a quién le importa. Al final me encantaron los Rolling Stones. Esa música, el rock and roll, se sentía de otra manera.
-Para mí era comercial. Y a quién le importa. Al final me encantaron los Rolling Stones. Esa música, el rock and roll, se sentía de otra manera.
-El rock, sobre todo el de esa época, ha sido vendido como una revolución, pero al mismo tiempo es cierto que era un producto comercial, ¿no?
-Para mí cada artista está obligado a comprometerse de una forma o de otra en lidiar con nuestras conciencias. Y la clave para eso es que tienes que ser capaz de correr riesgos. Y descubrí que no mucha gente estaba dispuesta a correr riesgos.
-Para mí cada artista está obligado a comprometerse de una forma o de otra en lidiar con nuestras conciencias. Y la clave para eso es que tienes que ser capaz de correr riesgos. Y descubrí que no mucha gente estaba dispuesta a correr riesgos.
-En 1969 actuaste en Woodstock. ¿Dirías que folk y rock ya eran parte de la misma revolución para entonces?
-Creo que, en ese punto, más gente estaba dispuesta a tomar algún tipo de riesgo. Se estimularon unos a otros a ser más frontales. Y al mismo tiempo Woodstock fue como si todos fuéramos una familia. Realmente nos sentimos una familia. Lo que echo de menos, a propósito, no es tanto Woodstock en sí, sino esos días en los que había un sentimiento de comunidad que se volvió internacional, y que finalmente fue capaz de detener la guerra en Vietnam. No fue porque Nixon quisiera, sino porque fue forzado a hacerlo. Pero ese sentimiento, después de que la guerra terminó, se disipó tan rápido que creo que nos choqueó a todos. Me choqueó a mí. Lo que era importante en mi vida fue determinado por las circunstancias políticas y sociales, y eso estaba fluyendo. Pero entonces empezó ese extraño y largo intervalo que de algún modo sigue existiendo.
-Creo que, en ese punto, más gente estaba dispuesta a tomar algún tipo de riesgo. Se estimularon unos a otros a ser más frontales. Y al mismo tiempo Woodstock fue como si todos fuéramos una familia. Realmente nos sentimos una familia. Lo que echo de menos, a propósito, no es tanto Woodstock en sí, sino esos días en los que había un sentimiento de comunidad que se volvió internacional, y que finalmente fue capaz de detener la guerra en Vietnam. No fue porque Nixon quisiera, sino porque fue forzado a hacerlo. Pero ese sentimiento, después de que la guerra terminó, se disipó tan rápido que creo que nos choqueó a todos. Me choqueó a mí. Lo que era importante en mi vida fue determinado por las circunstancias políticas y sociales, y eso estaba fluyendo. Pero entonces empezó ese extraño y largo intervalo que de algún modo sigue existiendo.
-¿Y han terminado con ese intervalo noticias recientes como las del Wikileaks, Julian Assange, Edward Snowden o el movimiento de protesta Occupy Wall Street, al que apoyaste?
-En el esfuerzo de Occupy Wall Street hubo algo de esa sensación de que la gente se uniera, esa sensación que habíamos perdido durante cuarenta años. También Obama la trajo. Hasta que presentó su candidatura yo no había experimentado desde (Martin Luther) King esa sensación de que nosotros, la gente, unidos, podemos cambiar el mundo. Tal vez es ingenuo de mi parte -sonríe-, pero si Obama se hubiera quedado organizándonos en las calles y todos hubiéramos decidido que era tiempo de otro movimiento real por un cambio social, creo que podríamos haber repetido lo que King hizo, en muchos campos.
-En el esfuerzo de Occupy Wall Street hubo algo de esa sensación de que la gente se uniera, esa sensación que habíamos perdido durante cuarenta años. También Obama la trajo. Hasta que presentó su candidatura yo no había experimentado desde (Martin Luther) King esa sensación de que nosotros, la gente, unidos, podemos cambiar el mundo. Tal vez es ingenuo de mi parte -sonríe-, pero si Obama se hubiera quedado organizándonos en las calles y todos hubiéramos decidido que era tiempo de otro movimiento real por un cambio social, creo que podríamos haber repetido lo que King hizo, en muchos campos.
-¿No dirías que corren tiempos revolucionarios en estos días?
-Creo que es algo potencial. No sé si llamarlo una revolución: hay potencial para un cambio, pero ahora está bloqueado con tanto peso por la derecha que parece imposible conseguir nada en la estructura política. Es una situación tan amplia, terrorífica y triste, que creo que la negación es una respuesta posible, porque de otro modo enloqueces. El hecho del cambio climático: no sé si queden muchas decisiones que tomar si no actuamos rápido. Los hielos desaparecen, el tiempo está cambiando, Inglaterra está bajo una sequía que no se había visto en muchos, muchos años, donde creo que van a tener cuatro días de lluvia para todo el invierno. Hay que decir que ése es el tema principal, pero es tratado por tan poca gente y los gobiernos no están haciendo los cambios necesarios.
-Creo que es algo potencial. No sé si llamarlo una revolución: hay potencial para un cambio, pero ahora está bloqueado con tanto peso por la derecha que parece imposible conseguir nada en la estructura política. Es una situación tan amplia, terrorífica y triste, que creo que la negación es una respuesta posible, porque de otro modo enloqueces. El hecho del cambio climático: no sé si queden muchas decisiones que tomar si no actuamos rápido. Los hielos desaparecen, el tiempo está cambiando, Inglaterra está bajo una sequía que no se había visto en muchos, muchos años, donde creo que van a tener cuatro días de lluvia para todo el invierno. Hay que decir que ése es el tema principal, pero es tratado por tan poca gente y los gobiernos no están haciendo los cambios necesarios.
-¿Crees que es necesario estar en la industria para que un artista se haga escuchar?
-Es una buena pregunta. Creo que lo que hay que hacer es definir cuáles son tus prioridades. Si tu prioridad es llevar un mensaje tienes que encontrar la manera más inteligente de hacerlo. Por ejemplo si eres desconocido y vas a involucrarte en la industria musical, en un sello, puede que eso te tome un tiempo largo. Pero si quieres empezar en micrófonos abiertos en cafés, si eres bueno y comienzas a ser conocido, puedes llegar a alguna parte, y hoy es Internet quien lo va a permitir.
-Es una buena pregunta. Creo que lo que hay que hacer es definir cuáles son tus prioridades. Si tu prioridad es llevar un mensaje tienes que encontrar la manera más inteligente de hacerlo. Por ejemplo si eres desconocido y vas a involucrarte en la industria musical, en un sello, puede que eso te tome un tiempo largo. Pero si quieres empezar en micrófonos abiertos en cafés, si eres bueno y comienzas a ser conocido, puedes llegar a alguna parte, y hoy es Internet quien lo va a permitir.
-Ya no necesitas a la industria.
-Claro, ése es un cambio.
-Claro, ése es un cambio.
Emol
Santiago de Chile
11 de marzo de 2014
Fuente: Emol
Antes de presentarse en nuestro país en marzo en el Gran Rex, la mayor cantante de protesta de la historia habló con PERFIL. Cree que Obama se apagó al llegar a la Casa Blanca.
—Creo que los 60 fueron un instante irrepetible, de una pureza que hoy no existe. Estaban los Lennon y los Dylan, Dylan representaba una voz que a mí me guió en lo que sentía. La música de hoy, no por falta de talento, muestra los tiempos confusos que se viven: no hay un sentido de comunidad. Y no tiene que ver con el avance del capitalismo, tiene que ver con, precisamente, aquel algo irrepetible. No podría hablar siquiera de que no hay progreso: me da más miedo la sensación de que todo se acerca a la caída libre de esos ideales. Estados Unidos es la tierra del egoísmo. Perdimos mucho después de Vietnam: no sabíamos contra qué protestar, o cómo pararnos, y ahí fue donde comenzó el fin.
—¿Obama no se acercó a otra cosa, al menos comparado con Bush?
—Bush era un asno. Pero, respecto de Obama, en un instante, sí. Pero desearía que nunca hubiera sido presidente. En sus discursos de campaña, su fuerza era admirable, sus ideales. Pero es difícil hacer cosas desde la Casa Blanca. Quizás si no hubiera sido presidente, su potencia como agente externo, como motivador hubiese sido muchísimo más importante. Podría haber liderado un movimiento muy importante.
—Entonces, ¿ya no cerrás tus recitales con “We Shall Overcome” (traducción: Algún día triunfaremos), el tema de tu querido Pete Seeger que viene siendo un himno del activismo?
—Hay una diferencia entre ser realista y pesimista. Yo soy realista, nunca fui una optimista, creo en la gente, creo que hay grandes personas haciendo cosas en el mundo. Pero no hay grandes comunidades, y eso sí genera que puedan cometerse ciertas atrocidades. Un poco que sí creo en We Shall Overcome, pero soy alguien que aprendió a vivir con sus ansias y con algunas del planeta: hoy creo en las pequeñas victorias y en las grandes derrotas, ese es mi motor. Mirá esto: me decís que hace 40 grados en Argentina. Eso es un desastre. Es parte del desastre global ecológico. Me da terror el futuro en el que vivirán mi hijo y mi nieta. Y no tiene que ver con un sentido de nostalgia. Odio que lo vean como un acto nostálgico. Tiene que ver con la realidad de un planeta que ha cambiado muy rápido y por todas las razones equivocadas. Soy muy creyente de que el coraje es contagioso, por eso lucho, por eso resisto, por eso me duelen mis derrotas. Pero eso no implica que uno se dé por vencido. Eso sí sería un tremenda derrota. Y no va a pasar.
La mera mención de Dylan o de los Beatles, compañeros generacionales y de juntadas de Baez, le trae una incómoda sonrisa: “Entiendo que eso impresione, pero nadie quiere ser leyenda. Yo quiero que se hable de mí en términos más expansivos, más amables con cómo dominé mis demonios y me llevó toda una vida”. De quien sí habla “como ejemplo que debería haber cambiado todavía más al mundo, de quien debemos aprender mucho” es de Martin Luther King: “Nunca voy a olvidar lo que fue caminar a su lado. Ver a niños con carteles peleando por derechos civiles y que reaccionaron frente a la policía poniéndose de rodillas, siendo pasivamente agresivos. Fue una de las cosas que más se me grabaron en la memoria”.
—¿Qué pasa cuando ves determinadas cosas de la cultura popular, como Miley Cirus haciendo twerking? ¿Te molesta?
—Tengo que ser absolutamente sincera: estoy muy desconectada de lo que pasa en la cultura actual. Es muy consciente. Antes cuando te hablaba de la música actual también lo decía en términos de ¿adónde se va con la música? ¿A Fox News? ¿A radios de multimedios? No digo que antes fuera más sencillo, pero parecía haber un interés más genuino en la cultura y no tenía que ver con que no podías escapar de ella. Quizás algo está sucediendo: quizás está en la internet, o en otro lugar. Pero es cierto que tenemos que hacer lo que podamos para mantener a la Madre Tierra lo más posible y que todo no se acabó con Blowin’in the Wind.
—¿Cómo ves hoy aquel pasado donde eras una superestrella de la música en un momento, como vos decís, irrepetible?
—En ese entonces me aterraba que me vieran como alguien que sólo quería subirse a algo para tener éxito comercial. O que no me tomaba en serio la música por todas mis actividades políticas. En un instante me di cuenta de que necesitaba reinventarme: es difícil pensar que ayer estaba con los Beatles y en un pestañeo veo el mundo irse al diablo.
Joan Baez en Argentina 40 años después / La Nación, Buenos Aires, 23 de diciembre de 2013
Joan Baez: “Hoy creo en las pequeñas victorias y en las grandes derrotas” / entrevista de Juan Manuel Domínguez, Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014 / Joan Baez por Adolfo Pérez Esquivel
Antes de presentarse en nuestro país en marzo en el Gran Rex, la mayor cantante de protesta de la historia habló con PERFIL. Cree que Obama se apagó al llegar a la Casa Blanca.
"Me acuerdo que fui a marchar con las Madres y nos apuntaron. La gente creyó que yo corría un riesgo, pero el riesgo estaba en aquellos que se quedaron ahí."
Joan Baez, Time Magazine, 1962 |
“Una tormenta perfecta”, así define Joan Baez (73) su vida. Ya lo había hecho en otras ocasiones, seguro, ¿qué otra forma podría usar la legendaria artista folk y activista política que estuvo enamorada de Bob Dylan (y fue correspondida), que se codeaba con los Beatles y que fue invitada por Martin Luther King para marchar juntos?
“A veces me pasa”, le dice en exclusiva a PERFIL, antes de su visita musical el 6 y 7 de marzo en el teatro Gran Rex como parte del tour Gracias a la Vida, “que (N. del R: se ríe antes de decirlo) he convivido tanto con la parte ‘legendaria’ de mi persona, desde que aparecí en los 60, que me cuesta por un lado entender ciertas fascinaciones que son muy parte de mi pasado... Dylan, mi presencia en Woodstock: supérenlo, no fue una revolución... Me hacen creer que no han pasado muchas cosas en las vidas de los demás, y por otro lado eso ha sido tan parte de mi vida, de toda mi vida, y no puedo imaginarme fuera de esa vorágine”.
Baez, como bien se dice, fue en un momento la Madonna del folk y del activismo: esa lucha se extiende a sus días. “Sí, es verdad. En aquel momento eran derechos civiles, después fue Vietnam e incluso en mi pasada visita a Buenos Aires sucedían cosas”. Habla de 1981, cuando vino a Buenos Aires por primera vez: “Recuerdo de aquella ocasión una serie de imágenes: mi encuentro con Pérez Esquivel, mi descubrir a Mercedes Sosa (por algo el tour se llama así) y obviamente la tensión política. Los desaparecidos. Me acuerdo que fui a marchar con las Madres y nos apuntaron. La gente creyó que yo corría un riesgo, pero el riesgo estaba en aquellos que se quedaron ahí. No quería poner a nadie en peligro. En esos momentos es donde se ve la calidad de la gente y por aquel entonces veía algo que hoy no veo en Estados Unidos, mi país”.
—¿A qué te referís puntualmente?
—Creo que los 60 fueron un instante irrepetible, de una pureza que hoy no existe. Estaban los Lennon y los Dylan, Dylan representaba una voz que a mí me guió en lo que sentía. La música de hoy, no por falta de talento, muestra los tiempos confusos que se viven: no hay un sentido de comunidad. Y no tiene que ver con el avance del capitalismo, tiene que ver con, precisamente, aquel algo irrepetible. No podría hablar siquiera de que no hay progreso: me da más miedo la sensación de que todo se acerca a la caída libre de esos ideales. Estados Unidos es la tierra del egoísmo. Perdimos mucho después de Vietnam: no sabíamos contra qué protestar, o cómo pararnos, y ahí fue donde comenzó el fin.
—¿Obama no se acercó a otra cosa, al menos comparado con Bush?
—Bush era un asno. Pero, respecto de Obama, en un instante, sí. Pero desearía que nunca hubiera sido presidente. En sus discursos de campaña, su fuerza era admirable, sus ideales. Pero es difícil hacer cosas desde la Casa Blanca. Quizás si no hubiera sido presidente, su potencia como agente externo, como motivador hubiese sido muchísimo más importante. Podría haber liderado un movimiento muy importante.
—Entonces, ¿ya no cerrás tus recitales con “We Shall Overcome” (traducción: Algún día triunfaremos), el tema de tu querido Pete Seeger que viene siendo un himno del activismo?
—Hay una diferencia entre ser realista y pesimista. Yo soy realista, nunca fui una optimista, creo en la gente, creo que hay grandes personas haciendo cosas en el mundo. Pero no hay grandes comunidades, y eso sí genera que puedan cometerse ciertas atrocidades. Un poco que sí creo en We Shall Overcome, pero soy alguien que aprendió a vivir con sus ansias y con algunas del planeta: hoy creo en las pequeñas victorias y en las grandes derrotas, ese es mi motor. Mirá esto: me decís que hace 40 grados en Argentina. Eso es un desastre. Es parte del desastre global ecológico. Me da terror el futuro en el que vivirán mi hijo y mi nieta. Y no tiene que ver con un sentido de nostalgia. Odio que lo vean como un acto nostálgico. Tiene que ver con la realidad de un planeta que ha cambiado muy rápido y por todas las razones equivocadas. Soy muy creyente de que el coraje es contagioso, por eso lucho, por eso resisto, por eso me duelen mis derrotas. Pero eso no implica que uno se dé por vencido. Eso sí sería un tremenda derrota. Y no va a pasar.
La mera mención de Dylan o de los Beatles, compañeros generacionales y de juntadas de Baez, le trae una incómoda sonrisa: “Entiendo que eso impresione, pero nadie quiere ser leyenda. Yo quiero que se hable de mí en términos más expansivos, más amables con cómo dominé mis demonios y me llevó toda una vida”. De quien sí habla “como ejemplo que debería haber cambiado todavía más al mundo, de quien debemos aprender mucho” es de Martin Luther King: “Nunca voy a olvidar lo que fue caminar a su lado. Ver a niños con carteles peleando por derechos civiles y que reaccionaron frente a la policía poniéndose de rodillas, siendo pasivamente agresivos. Fue una de las cosas que más se me grabaron en la memoria”.
—¿Qué pasa cuando ves determinadas cosas de la cultura popular, como Miley Cirus haciendo twerking? ¿Te molesta?
—Tengo que ser absolutamente sincera: estoy muy desconectada de lo que pasa en la cultura actual. Es muy consciente. Antes cuando te hablaba de la música actual también lo decía en términos de ¿adónde se va con la música? ¿A Fox News? ¿A radios de multimedios? No digo que antes fuera más sencillo, pero parecía haber un interés más genuino en la cultura y no tenía que ver con que no podías escapar de ella. Quizás algo está sucediendo: quizás está en la internet, o en otro lugar. Pero es cierto que tenemos que hacer lo que podamos para mantener a la Madre Tierra lo más posible y que todo no se acabó con Blowin’in the Wind.
—¿Cómo ves hoy aquel pasado donde eras una superestrella de la música en un momento, como vos decís, irrepetible?
—En ese entonces me aterraba que me vieran como alguien que sólo quería subirse a algo para tener éxito comercial. O que no me tomaba en serio la música por todas mis actividades políticas. En un instante me di cuenta de que necesitaba reinventarme: es difícil pensar que ayer estaba con los Beatles y en un pestañeo veo el mundo irse al diablo.
©Juan Manuel Domínguez
Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014
Fuente: Perfil
Una figura emblemática /
Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz)
Joan Baez y Adolfo Pérez Esquivel, Buenos Aires 1981 |
"Joan recibió varias amenazas y hasta tuvo que cambiarse de hotel por las persecuciones que sufrió"
A Joan Báez la recuerdo con mucho afecto y cariño. Ella y Bob Dylan son figuras emblemáticas de la resistencia, la lucha por la paz y los derechos de los pueblos. La conocí en 1981, cuando vino a dar unos conciertos programados a la Argentina y manifestó que quería conocerme. Yo ya había salido de prisión y recibido el premio Nobel de la Paz, así que nos encontramos en la sede del Serpaj (Servicio Paz y Justicia), en México y Bolívar. Como eran tiempos de dictadura, nos pusieron una bomba en el balcón. Tuvimos que desalojar el lugar y llamar la Brigada de Bomberos para que desactiven la bomba. Por su solidaridad conmigo y con toda la situación del país, Joan recibió varias amenazas y hasta tuvo que cambiarse de hotel por las persecuciones que sufrió. Ella la pasó muy mal hasta el extremo que le suspendieron sus conciertos por las amenazas. Ojalá que ahora pueda dar el recital porque es una gran cantante. Espero poder estar para asistir a su concierto, ya que le debo un agradecimiento enorme por aquella presencia.
Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014
Fuente: Perfil
Joan Baez con su hijo Gabe, músico de su banda |
Joan Baez en Argentina: entradas
Joan Baez documental: Portrait, BBC, Londres 2009
Joan Baez música: videos
Nota: las fotos y los links fueron agregados por este blog.
Joan Baez música: videos
Joan Báez: “Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en América Latina en los 70” / entrevista de Daniel Núñez y Samuel Fuentes / The Clinic, Santiago de Chile, 28 enero 2014
A pesar de que no viene a Chile hace 33 años, la cantante norteamericana, Joan Báez, recuerda como si fuera ayer su actuación en la parrroquia Santa Gemita de Ñuñoa en 1981, cuando la dictadura de Pinochet le prohibió tocar públicamente para todos sus seguidores en nuestro país. Al teléfono desde Estados Unidos, Báez dice que está muy emocionada con los conciertos que dará el próximo 14 y 15 de marzo en el Teatro Caupolicán, los que le permitirán saldar esa deuda de más de tres décadas.
La artista emblema de la canción de protesta en los ’60 y ’70 en EEUU, a sus 73 años, sigue preocupada de los Derechos Humanos y de los artistas que se convirtieron en un ícono de lucha en esos duros tiempos. Por eso, cuando recuerda uno de sus discos titulado “Gracias a la Vida”, en homenaje a Violeta Parra, dice categórica: “Se ha convertido en un himno, ya dejó de ser solo una canción. Es conocida en todo el mundo”.
En esta entrevista, Joan repasa su carrera, su cercanía con la Nueva Canción Chilena y los múltiples atentados que sufrió a lo largo de su vida artística, como el bombardeo que aguantó en Vietnam en un búnker hasta las amenazas de muerte de un desconocido en la Argentina de los años 80.
Joan, tu último disco salió hace casi cinco años, ¿qué has hecho durante este tiempo?
-Bueno, algunas cosas se me vienen a la cabeza. Mi madre estaba en sus 90 años y yo ayudé a cuidarla hasta que cumplió 100, cuando murió. Eso fue este año (2013), en abril. Y además he estado pintando en acrílico. Empecé hace dos años y estoy muy emocionada con eso y mi sensación ahora sobre volver a grabar es que en esta etapa de mi carrera volveré a grabar solo si tengo una idea fantástica, pero no voy a hacer un disco simplemente por hacerlo.
No has vuelto a Sudamérica desde 1981, ¿qué esperas de tu retorno después de todo este tiempo?
-No sé qué esperar. Si no vas a un país por un largo tiempo hay dos opciones: o se olvidan de ti o te conviertes en algo realmente importante, jajaja. Espero que este sea un tour exitoso y tener la oportunidad de agradecerle a tanta gente en Latinoamérica.
En Chile tuviste que tocar en la Parroquia de Santa Gemita, en Ñuñoa, por la prohibición de la dictadura de Pinochet. Según los archivos el lugar estaba rodeado de policías mientras estabas actuando…
-Fue una visita extraordinaria, como seguro sabrán. Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida fue cantar en esa iglesia y tener a esos otros músicos acompañándome, aún sabiendo que la policía estaba fuera, ganándoles esa batalla con música. Fue un momento maravilloso. Recuerdo escuchar que nos advertían que no cantáramos, de lo contrario la policía entraría. El hacer caso de ello fue lo único que mantuvo a la policía fuera de la iglesia. Solo nos tuvimos que apegar a ciertas mínimas reglas para que todo estuviera bien. También fue un episodio triste por todo lo que ocurría en Chile, recuerdo las historias que la gente me contaba y el trabajo de Amnistía Internacional. De todas formas, no suelo recordar mucho esos tiempos. Si lo recordara mucho, me volvería loca, ya que es muy triste.
En esa gira, durante tu paso por Argentina tuviste algunos problemas, ¿nos podrías contar algo sobre eso?
-La cosa más peligrosa que nos pasó en Argentina fue que nuestro equipo fue amenazado, literalmente, por un tipo en la calle con una pistola. Él les dijo “no dejen que Joan salga o puede desaparecer”. Personalmente no salí dañada. Pero me he hecho muchas preguntas en torno a eso. Al menos estoy feliz de que no le hice caso. Querían que mantuviera mi boca cerrada, ya que sabían que hablaba sobre Derechos Humanos. Ese tour por Latinoamérica se volvió un movimiento político muy importante.
GRACIAS A LA VIDA
En 1974 ya tuviste un acercamiento con Chile al grabar el disco “Gracias a la vida”, que además de tener temas de diferentes compositores latinoamericanos, fue dedicado a las víctimas del régimen de Pinochet. ¿Siempre estuvo presente el tema de los Derechos Humanos en tu vida?
-Toda mi familia pertenecía a los cuáqueros. Esta religión era la única que se oponía seriamente a la guerra y a matar. Muchas religiones comparten eso, pero cuando se trata sobre una guerra, nunca pelean esta guerra. Los cuáqueros son bastante estrictos sobre la no-violencia. Además se involucran en la acción política a su propia manera. Al menos eso me motivó a mí. Y creo que yo tuve suerte por el interés de mi familia de lograr un cambio social. Por alguna razón eso me marcó fuertemente, fue un sentimiento muy fuerte. Yo tuve suerte de poder cantarles a esas personas y mezclar la política con la música porque la música es la mejor forma.
¿Cómo llegaste a Violeta Parra y Víctor Jara?
Me lo mostraron unos buenos amigos que tuvieron que abandonar Chile, porque era muy peligroso. Luego nos juntamos con algunos músicos chilenos y creo que argentinos y planeamos ese álbum. Ellos ya conocían esas canciones. Finalmente fue una colaboración principalmente con chilenos en el exilio. Fue música muy importante. Es decir, para soportar un período como el de Pinochet tenías que aferrarte a algo. En mi opinión, en esas situaciones es cuando las cosas más creativas ocurren. El arte más creativo, la música más creativa sale de esas situaciones desesperadas. Una canción como “Gracias a la vida”, surgida desde un período de tanta miseria y terror, termina siendo extraordinaria.
¿Aún te emociona interpretarla?
-Bueno, “Gracias a la vida” se ha convertido en un himno, ya dejó de ser sólo una canción. Es conocida en todo el mundo. A pesar de no entender toda la letra, la gente la acompaña tarareando. Es algo tan simple que, por ejemplo, una vez estaba actuando en Praga, República Checa, le canté esa canción a Aung San Suu Kyi –Premio Nobel de la Paz, ícono de la resistencia a la dictadura birmana-, que se encontraba ahí como invitada en una reunión. Cuando le canté, pensé que la canción perfecta era “Gracias a la vida”. Tenía perfecto sentido para una persona que había estado detenida durante muchos años. Bueno, es la canción apropiada en todos lados.
El gobierno de Estados Unidos fue el responsable de varios golpes de Estado ocurridos en Latinoamérica durante los años 70’, ¿Cómo has observado la actitud de tu país con nuestro continente?
-Ha sido algo de décadas y décadas. Empezó en el siglo pasado, cuando los blancos, viniendo de Europa a conquistar y apropiarse de América sin preocupación alguna por la gente nativa, dijeron “estos son las costumbres de las grandes naciones”. Lo hicieron los ingleses, lo hicieron los holandeses… y claro, somos particularmente culpables en la relación con Latinoamérica. Esa fue claramente una de las razones por las que hice las cosas que hice durante mi vida.
¿Crees que Obama u otros que vengan deberían pedir perdón por su intromisión en otros países?
-Creo que el mejor ejemplo de lo que se debería hacer es Sudáfrica, donde se logró la paz y la reconciliación. Ellos se disculparon, pudieron decir “lo siento”. Sudáfrica lo necesitaba. Es una situación extraordinaria cuando alguien está dispuesto a pedir perdón. Por supuesto que Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en los 70 en Latinoamérica.
Cuando viajaste a Hanoi, en 1972, sufriste en carne propia uno de los peores bombardeos de Estados Unidos en tierras vietnamitas. ¿Qué recuerdos tienes de ello?
-A veces pienso que esas experiencias son tan profundas que ni siquiera las puedo sentir mucho cuando vuelvo a casa. De hecho, volví a Hanoi el año pasado. No sé si saben, pero ellos redescubrieron los búnkers anti-bombas e hicieron un hermoso memorial, además de un tour para que la gente pudiera tener una experiencia de cómo fue. Incluso ponen las grabaciones que hice mientras bombardeaban. Creo que hicieron una gran labor educacional. De alguna manera, cuando estuve ahí, fue una de las pocas veces que sentí algo sobre aquel bombardeo en estos 40 años. Fueron demasiadas cosas para sentir cuando estuve ahí.
¿Sabías que Salvador Allende estuvo en el mismo búnker en el año 1968, cuando era senador?
-No sabía de ello, es la primera vez que lo escucho. Hubo muy pocos búnkers. Al parecer ese fue el mejor, jajaja.
OBAMA
Tocaste en la Casa Blanca en el año 2010, en un evento de Obama como homenaje a la música a favor de los Derechos Humanos. ¿Qué tal estar en la Casa Blanca?
-No me gusta tocar en la Casa Blanca. Me cae bien Obama y quería darle una oportunidad, además de aprovechar de celebrar los derechos civiles. No estuve para nada cómoda ahí, ¿sabes? De algún modo tuve que hacer el sacrificio de estar en esa atmósfera, pero realmente no estuve cómoda.
¿Qué piensas ahora de Obama?
-Creo que ha pasado tiempos excepcionalmente difíciles en los cuales él ha intentado hacer de todo. Hay momentos en los que me he sorprendido de su juicio, en los cuales no entiendo el porqué de no hacer esfuerzos por eliminar Guantánamo y cosas de ese tipo. Es una combinación de no entender cómo funciona su mente, mientras que sí vemos cómo funcionan sus discursos. Son brillantes. Sus ideas también son brillantes. Creo que pelear contra el Tea Party le ha hecho casi imposible el realizar cambios.
¿Qué se te vino a la cabeza cuando Obama recibió el Premio Nobel de la Paz?
-Lo encontré ridículo. Y creo que él también lo encontró así, jajaja. Obama no había tenido una oportunidad para demostrar lo que vale. Las personas estaban muy emocionadas. Bueno, yo también lo estaba, y aquello no es algo propio de mí. Sus características se asemejaban mucho a las del doctor (Martin Luther) King. Si él se hubiese quedado a un lado de la política, podría haber hecho cosas similares a las que logró el doctor King. La gente estaba tan unida por él… pero una vez que entró a la Casa Blanca, mucho de su poder se esfumó. Eso es lo triste de haber perdido a Obama, ya que él fue la primera persona desde que terminó la guerra de Vietnam que nos unió. Y no sólo en este país, era algo mundial. Cuando nos dejó, volvimos donde estuvimos hace 40 años: gente intentando hacer cosas buenas, pero sin el contexto de una gran comunidad mundial es bastante desmotivante.
Daniel Núñez y Samuel Fuentes
Santiago de Chile
28 de enero de 2014
Fuente: The Clinic
Link: Joan Baez en América Latina 2014: información países y fechas.
Nota: Los enlaces fueron agregados por este blog.
A pesar de que no viene a Chile hace 33 años, la cantante norteamericana, Joan Báez, recuerda como si fuera ayer su actuación en la parrroquia Santa Gemita de Ñuñoa en 1981, cuando la dictadura de Pinochet le prohibió tocar públicamente para todos sus seguidores en nuestro país. Al teléfono desde Estados Unidos, Báez dice que está muy emocionada con los conciertos que dará el próximo 14 y 15 de marzo en el Teatro Caupolicán, los que le permitirán saldar esa deuda de más de tres décadas.
La artista emblema de la canción de protesta en los ’60 y ’70 en EEUU, a sus 73 años, sigue preocupada de los Derechos Humanos y de los artistas que se convirtieron en un ícono de lucha en esos duros tiempos. Por eso, cuando recuerda uno de sus discos titulado “Gracias a la Vida”, en homenaje a Violeta Parra, dice categórica: “Se ha convertido en un himno, ya dejó de ser solo una canción. Es conocida en todo el mundo”.
La artista emblema de la canción de protesta en los ’60 y ’70 en EEUU, a sus 73 años, sigue preocupada de los Derechos Humanos y de los artistas que se convirtieron en un ícono de lucha en esos duros tiempos. Por eso, cuando recuerda uno de sus discos titulado “Gracias a la Vida”, en homenaje a Violeta Parra, dice categórica: “Se ha convertido en un himno, ya dejó de ser solo una canción. Es conocida en todo el mundo”.
En esta entrevista, Joan repasa su carrera, su cercanía con la Nueva Canción Chilena y los múltiples atentados que sufrió a lo largo de su vida artística, como el bombardeo que aguantó en Vietnam en un búnker hasta las amenazas de muerte de un desconocido en la Argentina de los años 80.
Joan, tu último disco salió hace casi cinco años, ¿qué has hecho durante este tiempo?
-Bueno, algunas cosas se me vienen a la cabeza. Mi madre estaba en sus 90 años y yo ayudé a cuidarla hasta que cumplió 100, cuando murió. Eso fue este año (2013), en abril. Y además he estado pintando en acrílico. Empecé hace dos años y estoy muy emocionada con eso y mi sensación ahora sobre volver a grabar es que en esta etapa de mi carrera volveré a grabar solo si tengo una idea fantástica, pero no voy a hacer un disco simplemente por hacerlo.
-Bueno, algunas cosas se me vienen a la cabeza. Mi madre estaba en sus 90 años y yo ayudé a cuidarla hasta que cumplió 100, cuando murió. Eso fue este año (2013), en abril. Y además he estado pintando en acrílico. Empecé hace dos años y estoy muy emocionada con eso y mi sensación ahora sobre volver a grabar es que en esta etapa de mi carrera volveré a grabar solo si tengo una idea fantástica, pero no voy a hacer un disco simplemente por hacerlo.
No has vuelto a Sudamérica desde 1981, ¿qué esperas de tu retorno después de todo este tiempo?
-No sé qué esperar. Si no vas a un país por un largo tiempo hay dos opciones: o se olvidan de ti o te conviertes en algo realmente importante, jajaja. Espero que este sea un tour exitoso y tener la oportunidad de agradecerle a tanta gente en Latinoamérica.
-No sé qué esperar. Si no vas a un país por un largo tiempo hay dos opciones: o se olvidan de ti o te conviertes en algo realmente importante, jajaja. Espero que este sea un tour exitoso y tener la oportunidad de agradecerle a tanta gente en Latinoamérica.
En Chile tuviste que tocar en la Parroquia de Santa Gemita, en Ñuñoa, por la prohibición de la dictadura de Pinochet. Según los archivos el lugar estaba rodeado de policías mientras estabas actuando…
-Fue una visita extraordinaria, como seguro sabrán. Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida fue cantar en esa iglesia y tener a esos otros músicos acompañándome, aún sabiendo que la policía estaba fuera, ganándoles esa batalla con música. Fue un momento maravilloso. Recuerdo escuchar que nos advertían que no cantáramos, de lo contrario la policía entraría. El hacer caso de ello fue lo único que mantuvo a la policía fuera de la iglesia. Solo nos tuvimos que apegar a ciertas mínimas reglas para que todo estuviera bien. También fue un episodio triste por todo lo que ocurría en Chile, recuerdo las historias que la gente me contaba y el trabajo de Amnistía Internacional. De todas formas, no suelo recordar mucho esos tiempos. Si lo recordara mucho, me volvería loca, ya que es muy triste.
-Fue una visita extraordinaria, como seguro sabrán. Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida fue cantar en esa iglesia y tener a esos otros músicos acompañándome, aún sabiendo que la policía estaba fuera, ganándoles esa batalla con música. Fue un momento maravilloso. Recuerdo escuchar que nos advertían que no cantáramos, de lo contrario la policía entraría. El hacer caso de ello fue lo único que mantuvo a la policía fuera de la iglesia. Solo nos tuvimos que apegar a ciertas mínimas reglas para que todo estuviera bien. También fue un episodio triste por todo lo que ocurría en Chile, recuerdo las historias que la gente me contaba y el trabajo de Amnistía Internacional. De todas formas, no suelo recordar mucho esos tiempos. Si lo recordara mucho, me volvería loca, ya que es muy triste.
En esa gira, durante tu paso por Argentina tuviste algunos problemas, ¿nos podrías contar algo sobre eso?
-La cosa más peligrosa que nos pasó en Argentina fue que nuestro equipo fue amenazado, literalmente, por un tipo en la calle con una pistola. Él les dijo “no dejen que Joan salga o puede desaparecer”. Personalmente no salí dañada. Pero me he hecho muchas preguntas en torno a eso. Al menos estoy feliz de que no le hice caso. Querían que mantuviera mi boca cerrada, ya que sabían que hablaba sobre Derechos Humanos. Ese tour por Latinoamérica se volvió un movimiento político muy importante.
-La cosa más peligrosa que nos pasó en Argentina fue que nuestro equipo fue amenazado, literalmente, por un tipo en la calle con una pistola. Él les dijo “no dejen que Joan salga o puede desaparecer”. Personalmente no salí dañada. Pero me he hecho muchas preguntas en torno a eso. Al menos estoy feliz de que no le hice caso. Querían que mantuviera mi boca cerrada, ya que sabían que hablaba sobre Derechos Humanos. Ese tour por Latinoamérica se volvió un movimiento político muy importante.
GRACIAS A LA VIDA
En 1974 ya tuviste un acercamiento con Chile al grabar el disco “Gracias a la vida”, que además de tener temas de diferentes compositores latinoamericanos, fue dedicado a las víctimas del régimen de Pinochet. ¿Siempre estuvo presente el tema de los Derechos Humanos en tu vida?
-Toda mi familia pertenecía a los cuáqueros. Esta religión era la única que se oponía seriamente a la guerra y a matar. Muchas religiones comparten eso, pero cuando se trata sobre una guerra, nunca pelean esta guerra. Los cuáqueros son bastante estrictos sobre la no-violencia. Además se involucran en la acción política a su propia manera. Al menos eso me motivó a mí. Y creo que yo tuve suerte por el interés de mi familia de lograr un cambio social. Por alguna razón eso me marcó fuertemente, fue un sentimiento muy fuerte. Yo tuve suerte de poder cantarles a esas personas y mezclar la política con la música porque la música es la mejor forma.
-Toda mi familia pertenecía a los cuáqueros. Esta religión era la única que se oponía seriamente a la guerra y a matar. Muchas religiones comparten eso, pero cuando se trata sobre una guerra, nunca pelean esta guerra. Los cuáqueros son bastante estrictos sobre la no-violencia. Además se involucran en la acción política a su propia manera. Al menos eso me motivó a mí. Y creo que yo tuve suerte por el interés de mi familia de lograr un cambio social. Por alguna razón eso me marcó fuertemente, fue un sentimiento muy fuerte. Yo tuve suerte de poder cantarles a esas personas y mezclar la política con la música porque la música es la mejor forma.
¿Cómo llegaste a Violeta Parra y Víctor Jara?
Me lo mostraron unos buenos amigos que tuvieron que abandonar Chile, porque era muy peligroso. Luego nos juntamos con algunos músicos chilenos y creo que argentinos y planeamos ese álbum. Ellos ya conocían esas canciones. Finalmente fue una colaboración principalmente con chilenos en el exilio. Fue música muy importante. Es decir, para soportar un período como el de Pinochet tenías que aferrarte a algo. En mi opinión, en esas situaciones es cuando las cosas más creativas ocurren. El arte más creativo, la música más creativa sale de esas situaciones desesperadas. Una canción como “Gracias a la vida”, surgida desde un período de tanta miseria y terror, termina siendo extraordinaria.
Me lo mostraron unos buenos amigos que tuvieron que abandonar Chile, porque era muy peligroso. Luego nos juntamos con algunos músicos chilenos y creo que argentinos y planeamos ese álbum. Ellos ya conocían esas canciones. Finalmente fue una colaboración principalmente con chilenos en el exilio. Fue música muy importante. Es decir, para soportar un período como el de Pinochet tenías que aferrarte a algo. En mi opinión, en esas situaciones es cuando las cosas más creativas ocurren. El arte más creativo, la música más creativa sale de esas situaciones desesperadas. Una canción como “Gracias a la vida”, surgida desde un período de tanta miseria y terror, termina siendo extraordinaria.
¿Aún te emociona interpretarla?
-Bueno, “Gracias a la vida” se ha convertido en un himno, ya dejó de ser sólo una canción. Es conocida en todo el mundo. A pesar de no entender toda la letra, la gente la acompaña tarareando. Es algo tan simple que, por ejemplo, una vez estaba actuando en Praga, República Checa, le canté esa canción a Aung San Suu Kyi –Premio Nobel de la Paz, ícono de la resistencia a la dictadura birmana-, que se encontraba ahí como invitada en una reunión. Cuando le canté, pensé que la canción perfecta era “Gracias a la vida”. Tenía perfecto sentido para una persona que había estado detenida durante muchos años. Bueno, es la canción apropiada en todos lados.
-Bueno, “Gracias a la vida” se ha convertido en un himno, ya dejó de ser sólo una canción. Es conocida en todo el mundo. A pesar de no entender toda la letra, la gente la acompaña tarareando. Es algo tan simple que, por ejemplo, una vez estaba actuando en Praga, República Checa, le canté esa canción a Aung San Suu Kyi –Premio Nobel de la Paz, ícono de la resistencia a la dictadura birmana-, que se encontraba ahí como invitada en una reunión. Cuando le canté, pensé que la canción perfecta era “Gracias a la vida”. Tenía perfecto sentido para una persona que había estado detenida durante muchos años. Bueno, es la canción apropiada en todos lados.
El gobierno de Estados Unidos fue el responsable de varios golpes de Estado ocurridos en Latinoamérica durante los años 70’, ¿Cómo has observado la actitud de tu país con nuestro continente?
-Ha sido algo de décadas y décadas. Empezó en el siglo pasado, cuando los blancos, viniendo de Europa a conquistar y apropiarse de América sin preocupación alguna por la gente nativa, dijeron “estos son las costumbres de las grandes naciones”. Lo hicieron los ingleses, lo hicieron los holandeses… y claro, somos particularmente culpables en la relación con Latinoamérica. Esa fue claramente una de las razones por las que hice las cosas que hice durante mi vida.
-Ha sido algo de décadas y décadas. Empezó en el siglo pasado, cuando los blancos, viniendo de Europa a conquistar y apropiarse de América sin preocupación alguna por la gente nativa, dijeron “estos son las costumbres de las grandes naciones”. Lo hicieron los ingleses, lo hicieron los holandeses… y claro, somos particularmente culpables en la relación con Latinoamérica. Esa fue claramente una de las razones por las que hice las cosas que hice durante mi vida.
¿Crees que Obama u otros que vengan deberían pedir perdón por su intromisión en otros países?
-Creo que el mejor ejemplo de lo que se debería hacer es Sudáfrica, donde se logró la paz y la reconciliación. Ellos se disculparon, pudieron decir “lo siento”. Sudáfrica lo necesitaba. Es una situación extraordinaria cuando alguien está dispuesto a pedir perdón. Por supuesto que Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en los 70 en Latinoamérica.
-Creo que el mejor ejemplo de lo que se debería hacer es Sudáfrica, donde se logró la paz y la reconciliación. Ellos se disculparon, pudieron decir “lo siento”. Sudáfrica lo necesitaba. Es una situación extraordinaria cuando alguien está dispuesto a pedir perdón. Por supuesto que Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en los 70 en Latinoamérica.
Cuando viajaste a Hanoi, en 1972, sufriste en carne propia uno de los peores bombardeos de Estados Unidos en tierras vietnamitas. ¿Qué recuerdos tienes de ello?
-A veces pienso que esas experiencias son tan profundas que ni siquiera las puedo sentir mucho cuando vuelvo a casa. De hecho, volví a Hanoi el año pasado. No sé si saben, pero ellos redescubrieron los búnkers anti-bombas e hicieron un hermoso memorial, además de un tour para que la gente pudiera tener una experiencia de cómo fue. Incluso ponen las grabaciones que hice mientras bombardeaban. Creo que hicieron una gran labor educacional. De alguna manera, cuando estuve ahí, fue una de las pocas veces que sentí algo sobre aquel bombardeo en estos 40 años. Fueron demasiadas cosas para sentir cuando estuve ahí.
-A veces pienso que esas experiencias son tan profundas que ni siquiera las puedo sentir mucho cuando vuelvo a casa. De hecho, volví a Hanoi el año pasado. No sé si saben, pero ellos redescubrieron los búnkers anti-bombas e hicieron un hermoso memorial, además de un tour para que la gente pudiera tener una experiencia de cómo fue. Incluso ponen las grabaciones que hice mientras bombardeaban. Creo que hicieron una gran labor educacional. De alguna manera, cuando estuve ahí, fue una de las pocas veces que sentí algo sobre aquel bombardeo en estos 40 años. Fueron demasiadas cosas para sentir cuando estuve ahí.
¿Sabías que Salvador Allende estuvo en el mismo búnker en el año 1968, cuando era senador?
-No sabía de ello, es la primera vez que lo escucho. Hubo muy pocos búnkers. Al parecer ese fue el mejor, jajaja.
-No sabía de ello, es la primera vez que lo escucho. Hubo muy pocos búnkers. Al parecer ese fue el mejor, jajaja.
OBAMA
Tocaste en la Casa Blanca en el año 2010, en un evento de Obama como homenaje a la música a favor de los Derechos Humanos. ¿Qué tal estar en la Casa Blanca?
-No me gusta tocar en la Casa Blanca. Me cae bien Obama y quería darle una oportunidad, además de aprovechar de celebrar los derechos civiles. No estuve para nada cómoda ahí, ¿sabes? De algún modo tuve que hacer el sacrificio de estar en esa atmósfera, pero realmente no estuve cómoda.
-No me gusta tocar en la Casa Blanca. Me cae bien Obama y quería darle una oportunidad, además de aprovechar de celebrar los derechos civiles. No estuve para nada cómoda ahí, ¿sabes? De algún modo tuve que hacer el sacrificio de estar en esa atmósfera, pero realmente no estuve cómoda.
¿Qué piensas ahora de Obama?
-Creo que ha pasado tiempos excepcionalmente difíciles en los cuales él ha intentado hacer de todo. Hay momentos en los que me he sorprendido de su juicio, en los cuales no entiendo el porqué de no hacer esfuerzos por eliminar Guantánamo y cosas de ese tipo. Es una combinación de no entender cómo funciona su mente, mientras que sí vemos cómo funcionan sus discursos. Son brillantes. Sus ideas también son brillantes. Creo que pelear contra el Tea Party le ha hecho casi imposible el realizar cambios.
-Creo que ha pasado tiempos excepcionalmente difíciles en los cuales él ha intentado hacer de todo. Hay momentos en los que me he sorprendido de su juicio, en los cuales no entiendo el porqué de no hacer esfuerzos por eliminar Guantánamo y cosas de ese tipo. Es una combinación de no entender cómo funciona su mente, mientras que sí vemos cómo funcionan sus discursos. Son brillantes. Sus ideas también son brillantes. Creo que pelear contra el Tea Party le ha hecho casi imposible el realizar cambios.
¿Qué se te vino a la cabeza cuando Obama recibió el Premio Nobel de la Paz?
-Lo encontré ridículo. Y creo que él también lo encontró así, jajaja. Obama no había tenido una oportunidad para demostrar lo que vale. Las personas estaban muy emocionadas. Bueno, yo también lo estaba, y aquello no es algo propio de mí. Sus características se asemejaban mucho a las del doctor (Martin Luther) King. Si él se hubiese quedado a un lado de la política, podría haber hecho cosas similares a las que logró el doctor King. La gente estaba tan unida por él… pero una vez que entró a la Casa Blanca, mucho de su poder se esfumó. Eso es lo triste de haber perdido a Obama, ya que él fue la primera persona desde que terminó la guerra de Vietnam que nos unió. Y no sólo en este país, era algo mundial. Cuando nos dejó, volvimos donde estuvimos hace 40 años: gente intentando hacer cosas buenas, pero sin el contexto de una gran comunidad mundial es bastante desmotivante.
-Lo encontré ridículo. Y creo que él también lo encontró así, jajaja. Obama no había tenido una oportunidad para demostrar lo que vale. Las personas estaban muy emocionadas. Bueno, yo también lo estaba, y aquello no es algo propio de mí. Sus características se asemejaban mucho a las del doctor (Martin Luther) King. Si él se hubiese quedado a un lado de la política, podría haber hecho cosas similares a las que logró el doctor King. La gente estaba tan unida por él… pero una vez que entró a la Casa Blanca, mucho de su poder se esfumó. Eso es lo triste de haber perdido a Obama, ya que él fue la primera persona desde que terminó la guerra de Vietnam que nos unió. Y no sólo en este país, era algo mundial. Cuando nos dejó, volvimos donde estuvimos hace 40 años: gente intentando hacer cosas buenas, pero sin el contexto de una gran comunidad mundial es bastante desmotivante.
Daniel Núñez y Samuel Fuentes
Santiago de Chile
28 de enero de 2014
Fuente: The Clinic
Link: Joan Baez en América Latina 2014: información países y fechas.
Nota: Los enlaces fueron agregados por este blog.
Joan Baez en Argentina 40 años después / La Nación, Buenos Aires, 23 de diciembre de 2013
Actuará en marzo en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, a cuarenta años de su debut en el país
Joan Báez volverá a actuar en Buenos Aires, el 6 y 7 de marzo de 2014, en el Gran Rex y en el marco de una esperada gira latinoamericana, que también llegará a Uruguay y a Chile. La cantautora, símbolo de la canción de protesta y el movimiento pacifista en los años 60, visitó por primera vez la Argentina en 1974 y se presentó durante dos noches en el Luna Park; allí, contó con su idolatrada Mercedes Sosa como invitada. "Si está Mercedes Sosa cerca yo no quiero, no soporto escuchar a nadie más", dijo Baez sobre la cantante argentina, con quien mantuvo una estrecha relación y en la década del 80 compartió varios conciertos en Europa. Dos años después, regresó al país ya con la dictadura en el gobierno y fue acosada permanentemente e incluso se encontró una bomba en el hotel donde se hospedaba.
Báez, de 72 años, llegará esta vez acompañada por Dirk Powel en banjo, mandolina, guitarra, acordeón y teclados, y Gabriel Harris en percusión, para interpretar un set de canciones en el que suelen figurar temas de su amigo eterno Bob Dylan, como también de Elvis Costello, Donovan, Leonard Cohen y Simon & Garfunkel. No faltará, seguramente, el recuerdo a Mercedes Sosa y su popular versión de "Gracias a la vida", de Violeta Parra, que grabó en el álbum del mismo nombre, en 1974.
Fuente: La Nación
Links
Joan Báez volverá a actuar en Buenos Aires, el 6 y 7 de marzo de 2014, en el Gran Rex y en el marco de una esperada gira latinoamericana, que también llegará a Uruguay y a Chile. La cantautora, símbolo de la canción de protesta y el movimiento pacifista en los años 60, visitó por primera vez la Argentina en 1974 y se presentó durante dos noches en el Luna Park; allí, contó con su idolatrada Mercedes Sosa como invitada. "Si está Mercedes Sosa cerca yo no quiero, no soporto escuchar a nadie más", dijo Baez sobre la cantante argentina, con quien mantuvo una estrecha relación y en la década del 80 compartió varios conciertos en Europa. Dos años después, regresó al país ya con la dictadura en el gobierno y fue acosada permanentemente e incluso se encontró una bomba en el hotel donde se hospedaba.
Báez, de 72 años, llegará esta vez acompañada por Dirk Powel en banjo, mandolina, guitarra, acordeón y teclados, y Gabriel Harris en percusión, para interpretar un set de canciones en el que suelen figurar temas de su amigo eterno Bob Dylan, como también de Elvis Costello, Donovan, Leonard Cohen y Simon & Garfunkel. No faltará, seguramente, el recuerdo a Mercedes Sosa y su popular versión de "Gracias a la vida", de Violeta Parra, que grabó en el álbum del mismo nombre, en 1974.
Fuente: La Nación
Links
JOAN BAEZ BIOGRAFÍA MÍNIMA
Joan Chandos Báez, "La reina de la canción protesta", llega a nuestro país en el marco de la mega gira sudamericana Gracias a la Vida Tour 2014.
Brasil, Chile, Uruguay y Argentina podrán disfrutar del talento de esta maravillosa cantante folk, surgida en los años sesenta y vigente en todo el mundo hasta nuestros días.
Destacada por su voz potente, aguda, próxima a la de una soprano, y con un vibrato controlado para potenciar la dramatización de las letras de las canciones, es la máxima figura de la canción de protesta norteamericana, teniendo como inspiración primigenia la Guerra de Vietnam.
Su repertorio, sin embargo, abarca también lo puramente tradicional, el country y el pop-rock.
DISCOGRAFIA
Joan Baez, Vanguard (1960)
Joan Baez, Vol. 2, Vanguard (1961)
Joan Baez in Concert, Vanguard (1962)
Joan Baez in Concert, Part 2, Vanguard (1963)
Joan Baez/5, Vanguard (1964)
Farewell, Angelina, Vanguard (1965)
Noël, Vanguard (1966)
Joan, Vanguard (1967)
Baptism: A Journey Through Our Time, Vanguard (1968)
Any Day Now (canciones de Bob Dylan), Vanguard (1968)
David's Album, Vanguard (1969)
One Day at a Time, Vanguard (1970)
Carry It On (Soundtrack Album), Vanguard (1971)
Blessed Are..., Vanguard (1971)
Come from the Shadows, A&M (1972)
Where Are You Now, My Son?, A&M (1973)
Gracias a la vida, A&M (1974)
Diamonds & Rust, A&M (1975)
From Every Stage, A&M (1976)
Gulf Winds, A&M (1976)
Blowin' Away, CBS (1977)
Honest Lullaby, CBS (1979)
Live -Europe '83, Gamma (1984)
Recently, Gold Castle (1987)
Diamonds & Rust in the Bullring, Gold Castle (1988)
Speaking of Dreams, Gold Castle (1989)
Play Me Backwards, Virgin (1992)
Ring Them Bells, Guardian (1995)
Gone from Danger, Guardian (1997)
Dark Chords on a Big Guitar, Koch (2003)
Bowery Songs, Proper Records (2005)
Ring Them Bells (reedición), Proper Records (2007)
Day After Tomorrow, Proper Records (2008)
MAS INFO SOBRE JOAN BAEZ
Hija de una profesora de literatura, prima del físico John Baez, e hija del conocido físico mexicano-estadounidense Albert Baez, co-inventor del microscopio de rayos X y autor de importantes libros de física. Su padre rechazó trabajar por convicciones personales en el desarrollo de la bomba atómica en el Proyecto Manhattan y más tarde rechazó trabajar en lucrativos puestos en la industria armamentística, hecho que influyó en la joven Joan.
La familia Báez, muy religiosa, se convirtió al culto cuáquero durante la niñez de Joan.
Su carrera musical comienza en Boston, donde consiguió una gran repercusión con su actuación en el Newport Folk Festival de 1959, a los 18 años. Como resultado de ello, grabó su disco de debut en octubre de 1960, titulado sólo con su nombre para la compañía Vanguard. Compuesto por 13 canciones tradicionales,12 algunas de ellas baladas infantiles, sus versiones han resultado con el tiempo casi canónicas. Tuvo un éxito moderado, pero la edición de un segundo volumen de canciones en 1961 hizo recuperar para el gran público aquel primer disco, y ambos se convirtieron en grandes éxitos, como también lo sería su tercer disco: Joan Báez in Concert (1962).
JOAN BAEZ Y BOB DYLAN
Entre 1962 y 1964, Báez fue el rostro más popular de la música folk y de protesta, siendo la estrella de festivales y giras y cantando en actos políticos, entre los que se incluyen la Marcha sobre Washington de 1963 por los derechos civiles junto a Martin Luther King. Cantó en prisiones y como los afroamericanos no podían ir a los teatros de los blancos, Joan fue a cantar a sus teatros. Durante este periodo, empezó a estudiar el trabajo de Bob Dylan y, paulatinamente, su repertorio se desplazó del material tradicional al de tipo socialmente comprometido, en consonancia con la emergente generación de artistas de los años sesenta. Vivió con Bob Dylan entre 1963 y 1965 y juntos se ganaron el título del Rey y la Reina de la Canción protesta. Luchó en contra de la guerra de Vietnam y a favor de los derechos civiles. Por negarse a pagar el 60% de los impuestos que ella consideraba se usaban en Vietnam, fue encarcelada varias veces y vigilada por el FBI durante décadas. También usaba una gran parte de lo que ganaba en apoyar a organizaciones por los derechos civiles y la no-violencia.
LOS BEATLES
Como otros intérpretes de folk, Báez se vio influenciada por la aparición de los Beatles en Estados Unidos y por el folk rock de Dylan. Como consecuencia de ello, aumentó su instrumental, que hasta el momento se basaba únicamente en su guitarra acústica, llegando a usar una orquesta entera en Joan (1967). Continuó experimentando a finales de los sesenta, como se comprueba en discos como Baptism (1968), en el que recita poesía, y en Any Day Now (1968),17 un doble disco de canciones de Bob Dylan con ambiente de country.
SU MATRIMONIO
En marzo de 1968, Báez se casó con el líder antibelicista David Harris. De esa unión nació un hijo, Gabriel, que Joan tuvo sola porque Harris estaba en prisión por negarse a ir a la guerra. Mientras estaba embarazada participó del famoso Festival de Woodstock en 1969, que fue filmado y se convirtió en un suceso mundial. Ese año graba el disco David´s Album, dedicado a su marido, y en 1970 One Day at a Timey The First Ten Years (recopilación de sus mejores temas). También en 1970 participó en el Festival de la Isla de Wight (Inglaterra), otro de los eventos que reunió a varios cientos de miles de personas en torno a una música que expresaba la rebelión de una generación. Su marido continuaba encarcelado en Estados Unidos por motivos de conciencia y, a pesar de que su turno de actuación fue inmediatamente posterior al de un Jimi Hendrix que estaba en el cenit de su carrera, fue una de las artistas de más perdurable impacto en la memoria de este evento sin precedentes a escala europea.
MAS DATA
En 1971 graba en vivo un disco y film antibélico, Carry it on, en el que las canciones de Joan se intercalan con discursos pacifistas de Harris. Ese mismo año junto al músico Ennio Morricone compone la música y letra de la banda sonora de la película Sacco y Vanzetti. Su tema Here´s to You (Esto es para Usted) se convirtió en un éxito mundial. Dado que Harris era aficionado al country, Joan regresó a este estilo en varios discos. Con su álbum de 1972 para A&M Records Come From the Shadows se aproximó al pop.
1973 EN ADELANTE
En diciembre de 1972 fue a Hanoi (Vietnam del Norte), en misión humanitaria llevando cartas y regalos a los prisioneros de guerra estadounidenses, y soportó lo que fue el peor bombardeo de toda la historia de la guerra. A su regreso a Estados Unidos dio una conferencia en Sanford titulada Under the Bombs (Bajo el bombardeo), Hanoi diciembre de 1972. La conferencia fue publicada y distribuida gratuitamente a todo el que la solicitara por el Institute for the Study of Non-Violence (Instituto para el Estudio de la No-Violencia) que ella había fundado en 1963, con apenas 22 años, en Palo Alto, California, siguiendo las enseñanzas de Mahatma Gandhi. La revista Rolling Stone anunció en su portada de febrero de 1973 una entrevista a Joan sobre su visita a Hanoi titulada: Joan Báez´Vist to Hanoi. En la portada salía Diana Ross. Ese mismo año Joan Báez graba "Where are you now, my son?", con grabaciones hechas en Hanói en los refugios antiaéreos y en las calles después de los bombardeos, uno de sus discos más conmovedores.
Uniendo siempre su canto con la lucha por los derechos humanos, Joan graba el disco Gracias a la Vida en 1974, cantando en español en homenaje a las víctimas de Pinochet quien acababa de dar un sangriento golpe de estado en Chile. Realiza su primera gira latinoamericana en 1974 y aprovecha sus conferencias de prensa para denunciar la situación de Chile, difundir el trabajo de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, de la cual ella formaba parte, y la importancia de la lucha no-violenta. En Argentina realizó dos conciertos en el estadio Luna Park con llenos completos y le concede una entrevista a la famosa revista Crisis dirigida por el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Años más tarde crea Humanitas, organización internacional pro Derechos humanos que defendió a los vietnamitas que huían en frágiles botes del régimen comunista implantado en Vietnam al terminar la guerra. Humanitas publicó una lista con la firma de muchos intelectuales denunciando esa situación en varios diarios de Estados Unidos, lo que provocó que Joan Báez fuera atacada tanto por los partidos de izquierda como por los de derecha. Joan Báez soportó con estoicismo los ataques, que repercutieron en su carrera, y pocos años más tarde la misma gente que la había atacado salió a "denunciar" los horrores que se cometían en Vietnam.
En 1981 viajó a Latinoamérica en nombre de Humanitas, a darle su apoyo a los pueblos oprimidos por las dictaduras. En Argentina la dictadura puso bombas en el hotel donde ella estaba y la siguieron de día y de noche. En Brasil los militares le prohibieron cantar minutos antes de salir al escenario y con el teatro lleno. Entonces ella descubrió que un baño tenía una ventana que daba al teatro y desde allí dio su concierto. En Chile se reunió con las madres de los detenidos-desaparecidos, con víctimas de las dictaduras y se convirtió en su voz cuando regresó a Estados Unidos, presentado un informe en Washington.22 Su gira fue registrada en el documental There But For Fortune: Joan Báez in Latin America, estrenado por PBS (Public Broadcasting System). Desde entonces Joan no ha regresado a América Latina.
A finales de los sesenta y principios de los setenta, Báez se centró en el pop rock y empezó a escribir sus propias canciones, lo que culminó en el superventas Diamonds & Rust (1975), que fue seguido por el enteramente escrito por ella Gulf Winds (1976). Grabó varios discos para diversas compañías y, en 1993, Vanguard realizó Rare, Live & Classic, un triple disco de retrospectiva. Cantando en español, Joan Báez grabó dos versiones de "Gracias a la vida" de la chilena Violeta Parra, una como solista en 1974 en su disco "Gracias a la vida" y otra con la cantante folklórica argentina Mercedes Sosa, con la que realizó muchas giras por Europa y a la que la unía una gran amistad.
Ha escrito dos autobiografías: Daybreak (1968) y And a Voice to Sing With (1987). Y un libro que recoge todas las canciones escritas por ella: And then I Wrote 1979.
En 1976 se reencuentra en los escenarios con Bob Dylan, cuando éste la invita a sumarse a su gira. También actúa en la película "Renaldo y Clara", dirigida y actuada por Dylan. Algunos festivales en los que participó: Woodstock, Newport, Monterrey, Live10 .
En 2008 edita un nuevo disco Day After Tomorrow y en 2009 se estrena en el Festival de Cine de Toronto, Canadá., un documental sobre su vida titulado How Sweet The Sound.
Joan Báez fue la intérprete de "Rejoice in the Sun", canción escrita por Diane Lampert y Peter Schickele en 1972 para la película Silent Running (en español, Naves misteriosas), en la que las extinciones masivas de plantas y animales han eliminado toda la biodiversidad del planeta Tierra y los últimos bosques y fauna supervivientes han sido preservados en "biocúpulas" enviadas al espacio exterior.
También participó de la famosa película Fame cantando en vivo Blowin' in the Wind y con la misma canción formó parte de la banda de sonido de otra famosa película: Forrest Gump33 con Tom Hanks. Participó muchas veces en El Show de los Muppets.
En 1962, con apenas 21 años, fue portada de la revista Time.34 Dos veces fue portada de la revista Rolling Stone: en 1976 con Bob Dylan35 y en 1983.
Joan Báez ha recibido numerosos premios tanto como cantante como por su labor humanitaria.
Fuente: Teatro Gran Rex
fd
jjj
Joan Chandos Báez, "La reina de la canción protesta", llega a nuestro país en el marco de la mega gira sudamericana Gracias a la Vida Tour 2014.
Brasil, Chile, Uruguay y Argentina podrán disfrutar del talento de esta maravillosa cantante folk, surgida en los años sesenta y vigente en todo el mundo hasta nuestros días.Destacada por su voz potente, aguda, próxima a la de una soprano, y con un vibrato controlado para potenciar la dramatización de las letras de las canciones, es la máxima figura de la canción de protesta norteamericana, teniendo como inspiración primigenia la Guerra de Vietnam.
Su repertorio, sin embargo, abarca también lo puramente tradicional, el country y el pop-rock.
DISCOGRAFIA
Joan Baez, Vanguard (1960)
Joan Baez, Vol. 2, Vanguard (1961)
Joan Baez in Concert, Vanguard (1962)
Joan Baez in Concert, Part 2, Vanguard (1963)
Joan Baez/5, Vanguard (1964)
Farewell, Angelina, Vanguard (1965)
Noël, Vanguard (1966)
Joan, Vanguard (1967)
Baptism: A Journey Through Our Time, Vanguard (1968)
Any Day Now (canciones de Bob Dylan), Vanguard (1968)
David's Album, Vanguard (1969)
One Day at a Time, Vanguard (1970)
Carry It On (Soundtrack Album), Vanguard (1971)
Blessed Are..., Vanguard (1971)
Come from the Shadows, A&M (1972)
Where Are You Now, My Son?, A&M (1973)
Gracias a la vida, A&M (1974)
Diamonds & Rust, A&M (1975)
From Every Stage, A&M (1976)
Gulf Winds, A&M (1976)
Blowin' Away, CBS (1977)
Honest Lullaby, CBS (1979)
Live -Europe '83, Gamma (1984)
Recently, Gold Castle (1987)
Diamonds & Rust in the Bullring, Gold Castle (1988)
Speaking of Dreams, Gold Castle (1989)
Play Me Backwards, Virgin (1992)
Ring Them Bells, Guardian (1995)
Gone from Danger, Guardian (1997)
Dark Chords on a Big Guitar, Koch (2003)
Bowery Songs, Proper Records (2005)
Ring Them Bells (reedición), Proper Records (2007)
Day After Tomorrow, Proper Records (2008)
MAS INFO SOBRE JOAN BAEZ
Hija de una profesora de literatura, prima del físico John Baez, e hija del conocido físico mexicano-estadounidense Albert Baez, co-inventor del microscopio de rayos X y autor de importantes libros de física. Su padre rechazó trabajar por convicciones personales en el desarrollo de la bomba atómica en el Proyecto Manhattan y más tarde rechazó trabajar en lucrativos puestos en la industria armamentística, hecho que influyó en la joven Joan.
La familia Báez, muy religiosa, se convirtió al culto cuáquero durante la niñez de Joan.
Su carrera musical comienza en Boston, donde consiguió una gran repercusión con su actuación en el Newport Folk Festival de 1959, a los 18 años. Como resultado de ello, grabó su disco de debut en octubre de 1960, titulado sólo con su nombre para la compañía Vanguard. Compuesto por 13 canciones tradicionales,12 algunas de ellas baladas infantiles, sus versiones han resultado con el tiempo casi canónicas. Tuvo un éxito moderado, pero la edición de un segundo volumen de canciones en 1961 hizo recuperar para el gran público aquel primer disco, y ambos se convirtieron en grandes éxitos, como también lo sería su tercer disco: Joan Báez in Concert (1962).
JOAN BAEZ Y BOB DYLAN
Entre 1962 y 1964, Báez fue el rostro más popular de la música folk y de protesta, siendo la estrella de festivales y giras y cantando en actos políticos, entre los que se incluyen la Marcha sobre Washington de 1963 por los derechos civiles junto a Martin Luther King. Cantó en prisiones y como los afroamericanos no podían ir a los teatros de los blancos, Joan fue a cantar a sus teatros. Durante este periodo, empezó a estudiar el trabajo de Bob Dylan y, paulatinamente, su repertorio se desplazó del material tradicional al de tipo socialmente comprometido, en consonancia con la emergente generación de artistas de los años sesenta. Vivió con Bob Dylan entre 1963 y 1965 y juntos se ganaron el título del Rey y la Reina de la Canción protesta. Luchó en contra de la guerra de Vietnam y a favor de los derechos civiles. Por negarse a pagar el 60% de los impuestos que ella consideraba se usaban en Vietnam, fue encarcelada varias veces y vigilada por el FBI durante décadas. También usaba una gran parte de lo que ganaba en apoyar a organizaciones por los derechos civiles y la no-violencia.
LOS BEATLES
Como otros intérpretes de folk, Báez se vio influenciada por la aparición de los Beatles en Estados Unidos y por el folk rock de Dylan. Como consecuencia de ello, aumentó su instrumental, que hasta el momento se basaba únicamente en su guitarra acústica, llegando a usar una orquesta entera en Joan (1967). Continuó experimentando a finales de los sesenta, como se comprueba en discos como Baptism (1968), en el que recita poesía, y en Any Day Now (1968),17 un doble disco de canciones de Bob Dylan con ambiente de country.
SU MATRIMONIO
En marzo de 1968, Báez se casó con el líder antibelicista David Harris. De esa unión nació un hijo, Gabriel, que Joan tuvo sola porque Harris estaba en prisión por negarse a ir a la guerra. Mientras estaba embarazada participó del famoso Festival de Woodstock en 1969, que fue filmado y se convirtió en un suceso mundial. Ese año graba el disco David´s Album, dedicado a su marido, y en 1970 One Day at a Timey The First Ten Years (recopilación de sus mejores temas). También en 1970 participó en el Festival de la Isla de Wight (Inglaterra), otro de los eventos que reunió a varios cientos de miles de personas en torno a una música que expresaba la rebelión de una generación. Su marido continuaba encarcelado en Estados Unidos por motivos de conciencia y, a pesar de que su turno de actuación fue inmediatamente posterior al de un Jimi Hendrix que estaba en el cenit de su carrera, fue una de las artistas de más perdurable impacto en la memoria de este evento sin precedentes a escala europea.
MAS DATA
En 1971 graba en vivo un disco y film antibélico, Carry it on, en el que las canciones de Joan se intercalan con discursos pacifistas de Harris. Ese mismo año junto al músico Ennio Morricone compone la música y letra de la banda sonora de la película Sacco y Vanzetti. Su tema Here´s to You (Esto es para Usted) se convirtió en un éxito mundial. Dado que Harris era aficionado al country, Joan regresó a este estilo en varios discos. Con su álbum de 1972 para A&M Records Come From the Shadows se aproximó al pop.
1973 EN ADELANTE
En diciembre de 1972 fue a Hanoi (Vietnam del Norte), en misión humanitaria llevando cartas y regalos a los prisioneros de guerra estadounidenses, y soportó lo que fue el peor bombardeo de toda la historia de la guerra. A su regreso a Estados Unidos dio una conferencia en Sanford titulada Under the Bombs (Bajo el bombardeo), Hanoi diciembre de 1972. La conferencia fue publicada y distribuida gratuitamente a todo el que la solicitara por el Institute for the Study of Non-Violence (Instituto para el Estudio de la No-Violencia) que ella había fundado en 1963, con apenas 22 años, en Palo Alto, California, siguiendo las enseñanzas de Mahatma Gandhi. La revista Rolling Stone anunció en su portada de febrero de 1973 una entrevista a Joan sobre su visita a Hanoi titulada: Joan Báez´Vist to Hanoi. En la portada salía Diana Ross. Ese mismo año Joan Báez graba "Where are you now, my son?", con grabaciones hechas en Hanói en los refugios antiaéreos y en las calles después de los bombardeos, uno de sus discos más conmovedores.
Uniendo siempre su canto con la lucha por los derechos humanos, Joan graba el disco Gracias a la Vida en 1974, cantando en español en homenaje a las víctimas de Pinochet quien acababa de dar un sangriento golpe de estado en Chile. Realiza su primera gira latinoamericana en 1974 y aprovecha sus conferencias de prensa para denunciar la situación de Chile, difundir el trabajo de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, de la cual ella formaba parte, y la importancia de la lucha no-violenta. En Argentina realizó dos conciertos en el estadio Luna Park con llenos completos y le concede una entrevista a la famosa revista Crisis dirigida por el escritor uruguayo Eduardo Galeano.
Años más tarde crea Humanitas, organización internacional pro Derechos humanos que defendió a los vietnamitas que huían en frágiles botes del régimen comunista implantado en Vietnam al terminar la guerra. Humanitas publicó una lista con la firma de muchos intelectuales denunciando esa situación en varios diarios de Estados Unidos, lo que provocó que Joan Báez fuera atacada tanto por los partidos de izquierda como por los de derecha. Joan Báez soportó con estoicismo los ataques, que repercutieron en su carrera, y pocos años más tarde la misma gente que la había atacado salió a "denunciar" los horrores que se cometían en Vietnam.
En 1981 viajó a Latinoamérica en nombre de Humanitas, a darle su apoyo a los pueblos oprimidos por las dictaduras. En Argentina la dictadura puso bombas en el hotel donde ella estaba y la siguieron de día y de noche. En Brasil los militares le prohibieron cantar minutos antes de salir al escenario y con el teatro lleno. Entonces ella descubrió que un baño tenía una ventana que daba al teatro y desde allí dio su concierto. En Chile se reunió con las madres de los detenidos-desaparecidos, con víctimas de las dictaduras y se convirtió en su voz cuando regresó a Estados Unidos, presentado un informe en Washington.22 Su gira fue registrada en el documental There But For Fortune: Joan Báez in Latin America, estrenado por PBS (Public Broadcasting System). Desde entonces Joan no ha regresado a América Latina.
A finales de los sesenta y principios de los setenta, Báez se centró en el pop rock y empezó a escribir sus propias canciones, lo que culminó en el superventas Diamonds & Rust (1975), que fue seguido por el enteramente escrito por ella Gulf Winds (1976). Grabó varios discos para diversas compañías y, en 1993, Vanguard realizó Rare, Live & Classic, un triple disco de retrospectiva. Cantando en español, Joan Báez grabó dos versiones de "Gracias a la vida" de la chilena Violeta Parra, una como solista en 1974 en su disco "Gracias a la vida" y otra con la cantante folklórica argentina Mercedes Sosa, con la que realizó muchas giras por Europa y a la que la unía una gran amistad.
Ha escrito dos autobiografías: Daybreak (1968) y And a Voice to Sing With (1987). Y un libro que recoge todas las canciones escritas por ella: And then I Wrote 1979.
En 1976 se reencuentra en los escenarios con Bob Dylan, cuando éste la invita a sumarse a su gira. También actúa en la película "Renaldo y Clara", dirigida y actuada por Dylan. Algunos festivales en los que participó: Woodstock, Newport, Monterrey, Live10 .
En 2008 edita un nuevo disco Day After Tomorrow y en 2009 se estrena en el Festival de Cine de Toronto, Canadá., un documental sobre su vida titulado How Sweet The Sound.
Joan Báez fue la intérprete de "Rejoice in the Sun", canción escrita por Diane Lampert y Peter Schickele en 1972 para la película Silent Running (en español, Naves misteriosas), en la que las extinciones masivas de plantas y animales han eliminado toda la biodiversidad del planeta Tierra y los últimos bosques y fauna supervivientes han sido preservados en "biocúpulas" enviadas al espacio exterior.
También participó de la famosa película Fame cantando en vivo Blowin' in the Wind y con la misma canción formó parte de la banda de sonido de otra famosa película: Forrest Gump33 con Tom Hanks. Participó muchas veces en El Show de los Muppets.
En 1962, con apenas 21 años, fue portada de la revista Time.34 Dos veces fue portada de la revista Rolling Stone: en 1976 con Bob Dylan35 y en 1983.
Joan Báez ha recibido numerosos premios tanto como cantante como por su labor humanitaria.
Fuente: Teatro Gran Rex
fd
jjj
jjj