“Sólo el trabajo os hará libres”
(Leyenda del campo de concentración de Auschwitz)
Sacaron
boleto para la próxima estación. El chofer los trató cortésmente.
Intercambiaron opiniones, recuerdos y algún futuro cercano. Arribaron.
Las melancólicas notas envolvían la niebla mañanera.
Pronto
comenzarían las tareas en el atelier. La música se deslizaba
dulcemente. Se desnudaron - la higiene era la disciplina fundamental
para esa faz del arte. Las duchas ayudarían a ello.
Los
acompañaron hasta la descomunal exposición, ante el inmenso collage
donde había sueños, huesos, ilusiones, miedos, pero ningún rostro.