Los estruendos precipitan
los temblores paralizan.
Clamamos a seres
que no arriban.
Con avidez conjuramos
el amparo de vientres
que nos gesten
nuevamente.
Somos la TOTALIDAD
de una mujer y un hombre
desterrados por caóticas órbitas
por crujientes leños
y por esfinges
con incógnitas que
NO DEBEMOS DESCIFRAR.
Fotografía Giovanni Gilli