Fuiste blancas violetas que perfumó todas las mañanas
Así eras tú, Anita, tan clarita como una luna de avellanas
Con tu sonrisa alborozada y sonora de una chacarera guitarra
O como el canto de amor de una enamorada cigarra.
Eras bastión de los amigos, casa, hogar y cálida morada
¿Cuántas veces no te fastidiábamos hasta en la madrugada?
Pero siempre estabas allí, presta, lista, a plasmar tu ayuda
Como madre, como amiga, y hasta a veces como un hada.
Ya no estas entre nosotros, ahora eres luz estrellada
Que alumbra el firmamento de todos los que te aman
Eres el lucero brillante que pinta de colores la alborada.
Se que estas en lo alto con tu vigilante y firme mirada
Cuidando a Percy, a tus nietos, a Gabriela y a Mariana
Y todos los que amaste desde el Sur hasta Caracas.
©Félix Esteves
Anita Giménez de Llanos fue una empresaria teatral que por más de treinta años trabajo a favor de la cultura y de espectáculos de gran calidad no sólo en Venezuela, sino también en todo el ámbito latinoamericano. Junto con su esposo Percy Llanos fundo la empresa Contemporánea Producción Artística y con ella trajeron a Venezuela y a otros países de Latinoamérica las mejores compañías teatrales del mundo, además de espectáculos de gran calidad artística como Marcel Marceau, Teatro Negro de Praga, el Ballet Bolshoi, la Orquesta Sinfónica de Moscú, Orquesta Franz Liszt de Budapest, Susana Rinaldi, Mercedes Sosa, Julio Bocca y su Ballet Argentino, Jean Paul Rampall, Grupo Caviar, Michel Petrucciani, Georgia State Dance Company, Teatro del temple de Zaragoza entre otros muchos. Pero la labor no se quedaba solamente en traer artistas internacionales a Venezuela, fueron también muchos los artistas venezolanos que fueron promovidos por Ana y Percy Llanos a otros mercados.
Anita Llanos (Córdoba, Argentina 194? – Madrid, España 2011) nos dejo el 12 de marzo de este año y quienes tuvimos la suerte de conocerla profundamente sentimos con su partida que se nos fue la mejor amiga, una mamá, una hermana, una maestra. Yo que tuve la dicha además de conocerla, también trabaje junta a ella y su querida familia, Percy su esposo, Mariana y Ana Gabriela sus hijas. Estuve con ellos desde 1992 cuando empecé como anfitrión. Con Anita y Percy aprendí la pasión por el teatro, el amor al trabajo, y a la disciplina como herramienta indispensable a la excelencia. No obstante, mi estadía con ellos me hizo sentir no como un empleado más, los 10 años o más trabajando con ellos crearon un lazo de amistad que pocas veces sentí en otro lado, los Llanos me hicieron sentir en familia.
Todavía recuerdo las largas conversaciones en la oficina, porque si algo bueno tenía Anita era que era la mejor conversadora, no había tema que no conociera, y si por una razón desconocía el tópico a tratar estaba atenta a escuchar. Anita era el dínamo de la oficina, laboriosa pero alegre, disciplinante pero grata, cuando se ponía brava era terrible y gritona, pero aún así era encantadora; después de un mate, un te o un rico café la tormenta pasaba y la sonrisa volvía a ella y ya todo en orden y prolijo como las cosas debían estar y como a ella le gustaba, todo regresaba a la normalidad.
Anita Llanos fue todo un personaje, era abogada de profesión pero su amor fue el teatro, al igual que su hermano el director Carlos Giménez fundador del Grupo Teatral Rajatabla y figura central del renacimiento teatral venezolano, dedico gran parte de su vida a las tablas, a su amada familia y a todos a aquellos, que como a mi, toco con su barita mágica.
Anita Llanos, la que cantaba “Nostalgia” de camino de la oficina a su casa, la que tarareaba “Como dos extraños” de camino de su casa a la oficina, la de cabellos plateados, la de sonrisa a flor de piel y manos que nunca se negaron al abrazo amigo, al abrazo hermano, siempre te recordaremos como lo que fuiste, con el amor que sembraste en cada uno de nosotros, con el cariño que nos diste y que nunca te negaste a dar...
TE QUEREMOS ANITA